ESPERMIA, 7ª Eyaculación. Esperma en la Lupercal
( Relatos Gay )
Luismi y yo habíamos inaugurado la Lupercal que tenía tope hasta las 8 de la mañana. Cada uno leyó la tarjeta que se les había dado. Allí estaban las instrucciones y una advertencia. Esta era que había que usar preservativo y cada vez que se usaba echarlo al tacho que había debajo de la mesa. Entendimos que las cajas de encima de la mesa contenían los preservativos. No se permitía sexo sin condón.
Cada uno tenía su caja con abundante comida para toda la noche. Las bebidas a discreción se las preparaba cada interesado cuando lo deseara. El desayuno será a las 8:30 en la cafetería Laurel, al frente de la puerta de salida
Las puertas está cerradas, Nadie puede salir, nadie puede entrar.
La procesión Lupercal será hacía las cinco y a continuación el sorteo para víctima del gangbang. Nosotros lo hacíamos por juego y diversión y sorteábamos para humillar a uno.
Cuando Luismi y yo nos separamos a la medianoche para follar, comenzamos con un 69 y me pidió que lo follara yo primero. Luismi tiene mucha fuerza y resistencia, me agarró, me puso cabeza abajo y mis rodillas sobre sus hombros y nos comimos respectivamente la polla, me puse muy colorado y pasamos al segundo acto. De pie como estábamos le hice agarrarse bien a la mesa, le levanté la pierna e hizo un perchero en ángulo recto y como yo soy de piernas más largas, me llegó perfectamente y se la metí a golpe seco y se cayó sobre la mesa, ahí como estaba se la metí de nuevo, gritó, rugí, y comenzamos la follada. Este Luismi es un Tesoro, cada vez me gusta más, se repone en seguida, ¡qué follada!
Descansamos un rato corto, pero Luismi no paró de tocarme. Sabe que me gusta que me toquen y me cumplió satisfactoriamente. Lo mejor de Luismi es cuando folla. Lo puede hacer de mil maneras pero siempre agrada y satisface. Con sus folladas ya me dejó el culo abierto para toda la noche. Salimos para perforar su lóbulo, pero antes conversamos hasta demasiado en serio. Acordamos hacernos novios, pero sin decirlo a nadie. Nos dábamos permiso para follar con otros y nos lo contaríamos. Quedamos en que vendría a mi casa todos los viernes para dormir juntos y lo demás.
El primer viernes fue de película. Vino, entró en casa, me besó y preguntó:
— ¿Qué prefieres que yo te dé gusto a ti o tú a mí.
— Que disfrutemos los dos, pero tu empiezas como quieras y yo hago todo que quieras, —respondí.
— Entonces, lo que tú quieres es que yo te folle, — dijo sonriendo
— Exacto, —respondí con mi sonrisa más sincera.
— Entonces, queda claro, sácate toda la ropa, —ordenó.
Y se puso de inmediato a desnudarse, yo lo imité, ambos estábamos ya enganchados con la polla dura en horizontal. Me puse perpendicular al sofá, apoyando mis brazos y cabeza en el respaldo, ofreciéndole mi culo rendido a su entera disposición. No tardo, con solo lo que le costó dirigir su polla a mi deliciosa roseta y ¡zas!, grité:
— ¡¡¡WAAAAAA...!!! UF, UF, UF UUUUUF, ¡Qué ricura! No te entretengas, baila.
Se inicio el baile mete saca, mete saca y dale que te folla, dándome en cada golpé a la pared de mi prostata y no tardé en correrme con gritos:
— ¡Aah! ¡Aaaah! ¡¡Aaaaaaah!! ¡Buf, uf!, ¡ya, ya...!
Y se corrió Luismi berreando cosas incomprensibles. Se dejó caer sobre mi espalda y como mis piernas no respondían por el tembleque nos caímos al asiento del sofá y resbalamos al suelo. La caída hizo que se saliera de mi culo y me diera con la polla en la cara, lo que aproveché para mamársela y dejarla limpia.
Nos abrazamos riendo y nos prometimos volver un día a la Lupercal. Lo hicimos esa misma semana. Había 9 tíos esperándonos y éramos 11 en total. Decían que cuando el número es impar no se emparejan sino que cada uno persigue a los otros, la mete en el primer agujero que encuentra. Al menos 10 me follaron, aunque alguno presumió de haberme follado dos veces. Antes de las 7 de la mañana me señalaron para el gangbang y me arrodillé sobre un almohadón pero eran diez esperando que se la mamara a todos y el almohadón se fue a la mierda y me senté, chupé las que pude y dispararon su mierda en mí. Fue la mayor cantidad de esperma que he recibido en mi vida, solo miraba por un ojo. Me levantaron y me chuparon, no solo la polla sino aquel pastoso mejunje.
Jamás lo había pasado tan bien, pero mi polla parecía estar llena de hormigas caminando por el cosquilleo, como de estar despertando de una anestesia. Nos metimos en una sala de baño con duchas sin paredes y allí hablaban todos a la vez, venían a felicitarme porque no me había quejado ni una vez. Luismi se puso a mi lado besándome bajo la lluvia de la ducha para demostrar que yo le pertenecía. Consiguió lo que buscaba, un reconocimiento y felicitación de parte de todos. Luismi es genial, es una máquina de esperma.
Comentarios
Janpaul, esto está genial. Eso de ser humillado por tantos a la vez. Nunca lo he hecho. Buscaré un lugar así en mi tierra. Y tu novio Luismi.. Es todo un tiro. Como te folla a su entero gusto. Me dices en un comentario q en tu lugar, no existen diferencias en ropa de hombre o de mujer. De todo te pones tu.. Eso es rico. A mi me gustaría ir con ropa de mujer a un lugar como el q pláticas en tu relato. Y q ahí me arranquen la ropa de mujer y me humille todos ahí.. Bueno, muy buen relato amigo. Te felicito. Te mando saludos, abrazos y besos.. Sigue escribiendo mas porfavor. Gracias por este relato.
Que rico es tener un novio como Luismi, es un sueño de macho que nos complace todo el tiempo, me volvió loco tu relato, especialmente el gangbang! Me encanta la el sabor y la textura de la esperma, ver, saborear y sentir una verga dentro de mi es fabuloso y poder disfrutar disfruta esto diez veces diferentes a la vez una locura increíble! Gracias Janpaul!
Ojalá que más lectores escriban y te motiven a seguir escribiendo más relatos súper eroticos gay!
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