LA SEGUNDA RONDA
( Relatos Gay )
Chente simplemente sintió que su trasero estaba vacío y un poco relajado, y de repente una segunda polla se apresuró, frotó su pared intestinal más ferozmente de lado a lado y hacia atrás. Chente, que recibió un fuerte golpe, no pudo levantarse, sus piernas ya no le sostenían, por lo que solo pudo apoyarse en la silla para recibir el flujo de la polla. El líquido lascivo corrió por el culo de Chente, y fluían por sus muslos hacia abajo. La polla lo atrapó por un momento cambiándose por la de Bartolo que lo había jodido por primera vez. El mismo calor, el mismo dolor. Los intestinos deben haberse agrietado mucho, ¡muy incómodo! Muchos hombres más fuertes que él golpearon las nalgas de Chente, como pidiendo su turno, y los músculos del círculo del ano se hincharon.
La pantalla panorámica en el cine sigue brillando. La fuerte cara viril estaba sudada. El sudor se intensificó hasta cierto punto, deslizándose lentamente por sus párpados y pómulos, y luego fue arrojado por un violento temblor. Debido a que el sexo es demasiado feroz, el cuerpo de Bartolo se está calentando, mientras Fabio se entretiene con el chico. Ahora ya, Bartolo se quitó la camiseta, revelando músculos afilados y un tatuaje en la espalda. Junto a Fabio, el segundo hombre que se folló a Chente, frotando constantemente la piel natural del chico desde el ángulo permitido por el Bartolo. Fabio, tipo muy alto, ya no pudo esperar para cargarse a Chente entero de un solo bocado. Lo hizo. Las 8 personas que estaban al lado de Fabio abrieron sus pantalones por mucho tiempo y siguieron acariciando pollas duras que podrían usarse como martillos. Estaban ansiosos y no podían esperar mas para lanzarse a un lado o al otro.
Los hombres que están en la primera fila del cine saben desde hace tiempo que un grupo de personas en la fila del fondo está cocinando a un niño tierno. Siempre quieren mirar hacia atrás, pero este grupo de personas extremadamente viciosas les detiene. Por lo mismo yo que tuve que mirar fijamente la pantalla y escuchar el zumbido y el aleteo de Chente, intercalados con el sonido del cuerpo retorciéndose en el asiento, mientras tocaba su propia entrepierna molesta. Le ha tocado en suerte, ¿quién se atreve a quejarse?
Cuando los ocho hubieron descargado sus lujuriosos jugos encima del cuerpo de Chente, Bartolo usó la polla para explorar de nuevo el culo de Chente y comenzó a galopar con un rabioso mete-saca sobre el culo de Chente. Bartolo presionó como una tormenta en las nalgas de Chente y usó la polla para empujar profundamente en el intestino del chico. Luego simplemente abrazó a Chente y se puso de pie y lo jodió en el airea. Vi la gruesa y larga polla de Chente retorciéndose. Al mismo tiempo, el Bartolo tomó Chente con una mano en el aire como si fuera a lanzarlo y dijo:
— ¡Habla! ¡No seas tan tonto! ¡Di que quieres que yo te dispare adentro! ¡Date prisa! Te lo doy todo, tengo una buena carga de espermatozoides que verter en tu trasero.
Chente estaba como en un semi-coma, pero despierto después de ser golpeado por Bartolo. Toda la humillación y la tristeza surgieron en ese momento. Luchó por dos veces y fue inútil. ¡Inmediatamente se volvió y mordió el brazo de Bartolo!
— ¿Más mierda? Ah, no, ¡¡¡te muerdo!!!
Bartolo estaba en la cima de su entusiasmo y, después de ser violentamente estimulado por un poderoso y cortante mordisco, su polla estaba medio ablandada. Entonces tiró violentamente a Chente en el asiento, cubriéndose la cara con unos cuantos golpes:
— ¡Perra! ¡Voy a darte en la cara y ni tú mismo te reconocerás? Voy a follarte durante todo el día de hoy, y te soy sincero, te acordarás de hoy todos los días de tu puta vid.
Chente soportó el dolor en todo su cuerpo, luchando con fuerza para resistir y esquivar, ¿cómo podría irse lejos de este animal? Bartolo se quitó el cinturón del pantalón y chupó el cuerpo de Chente, que todavía estaba limpio. El cinturón estaba envuelto por el viento silbante, y fue severamente bombeado sobre la piel clara y limpia de Chente. Cuando se levantó el cinturón, apareció una mancha de sangre roja en la piel donde había golpeado, y luego le dio duro. Durante un rato Chente no pudo escapar de los golpes del cinturón de cuero y ya dio su vida como perdida. Intentó escapar y salir corriendo, los tíos que le rodeaban lo agarraron y le golpearon la cabeza con fuerza en el respaldo de la silla. Después de algunos golpes, Chente estaba realmente inconsciente. Bartolo ató las dos muñecas de Chente con un cinturón.
— ¡Jódete! Pequeña rebelde. Fabio, voy a hacer de esta putita pura puta mierda, y tú, nena, atrévete a morderme, tu pollita aún es demasiado pequeña, ¿no? ¡Te la haré más grande, ya verás!
— Después de decirlo, arrastró a Chente al asiento más exterior. Dejó que ayudaran a Chente. Luego jaló el culo de Chente hasta la punta del brazo del asiento la. Tiró del trasero de Chente y lo encaró hacia el brazo del asiento, Chente era un patético muñeco. Se insertó un mango duro con un extremo más grueso en el agujero del culo ya muy quemado. Debido a que la posición del mango no era alto ni corto, Chente no podía arrodillarse pero tuvo que hacerlo y ajustar la posición de su trasero para minimizar la incomodidad. Dolor en el intestino. Bartolo y otros estaban muy felices cuando lo vieron en esta posición. Se estaba riendo salvajemente. Algunas personas le tocaron las nalgas, otras le abrieron el ano para ver cómo se combinaban el reposabrazos y el trasero. Alguien aprovechó la oportunidad para aproximarse mirar de cerca. Bartolo dijo con un poco de orgullo:
— Hoy, Fabio te mostrará cómo entrené al pequeño gato salvaje para encontrar cosas e insertarse.
Después de hablar, se acercó a Chente y se agachó, pellizcando la barbilla de Chente. Abriendo la boca y mordiendo la nariz del chico, dijo:
—Gato, ¿cómo te llamas?
Chente lo miró severamente. Tenía miedo de no saber a dónde ir ahora. Tenía miedo de que fuera lo mismo, no le tenía miedo a él, podía enfrentarse, pero entreveía que iba a ser más de lo mismo. Se las arregló para encontrarse, ¿por qué no continuó? Bartolo se rió:
— ¿Por qué quieres presumir de tu fuerza y tu poder?
— OK, adivinaste, me gusta ser así, es divertido ser así. Todos me llaman Bartolo, pero prefiero que me llames «papá».
Chente niega con la cara. Bartolo sonrió:
— Eres muy divertido.
En este momento, un tal Sebastián, que estaba a su lado, le entregó a uno que se llamaba López una identificación de estudiante. Esto es lo que encontraron cuando entregaron la ropa de Chente. Bartolo echó un vistazo. Le dijo a Chente con una sonrisa:
—¿Chente? ¡Qué guapo!, eh, eh, ¿te duele el culo?
Chente peleó como en una guerra fría. Sebastián desdobló su identificación de estudiante y le dijo, mirando a la gente que estaba junto a él:
— Ven, echa una mirada de cerca. Toma a este niño con su identificación de estudiante. De esta manera, esta pequeña comparación no se ejecutará en el futuro.
Luego sostuvo la barbilla de Chente y la sacudió, diciendo:
— Sé obediente, querido niño guapo. Papá te quiere y te quiere para nosotros: ahora me lamerás con fuerza y ??probarás mi polla. Si no eres obediente, pegaré en las paredes de tu facultad fotos tuyas desnudo. Luego enviaré los videos y fotos a tus padres. ¿No eres obediente ahora? ¿Eh? ¿Quieres lamerme el culo? ¿Sí o sí? Si no lo deseas hacer, te mataré ahora mismo.? Chente parece estar realmente muerto a este mundo. No está profundamente involucrado en el mundo y no sabe cómo lidiar con él. Esto es lo más inquietante que ha encontrado hasta ahora. Era como una chica débil que estaba llena de miedo al mundo exterior pero había encontrado también el horror. El suave pelaje amarillo no podía soportar el frío del viento. La polla en el culo se acercó a sus labios con jugo. Chente realmente tenía la intención de morder la desagradable cabeza del glande que tenía un olor apestoso, pero si lo hiciera, se hizo una pregunta si podría ver a sus padres vivos. Entonces Chente abrió la boca de mala gana y lentamente lamió la polla que lo amenazaba. Fue muy malo arrodillarse frente a otro hombre para dar servicios sexuales. Solo de esta manera Bartolo lo mantenía sujeto:
— ¿Hay algo en el trasero? Muévelo tú mismo, usa esa cosa para insertarte, yo quiero ver cómo lo haces, —dijo Bartolo.
Bartolo le obligó a mover las nalgas en el reposabrazos, y luego le ordenó que lamiera y chupara el glande de Sebastián, tocara el anillo, y lamiera su polla de izquierda a derecha, y pusiera todo el pene en la cara de Chente, que estaba casi sin aliento, se encontraba incómodo frente a él y sus doloridos glúteos, que ya le dolían hasta la espalda, porque estaban agitados por los fuertes reposabrazos. Sebastián agarró sus caderas con ambas manos detrás de él y ayudó a Chente a empujarse. Luego, tuvo que lamer a Sebastián, y el poder de lucha de Sebastián se restableció gracias a Bartolo que supo dominar a Chente. A continuación lo sacó del reposabrazos. Con el trasero bien abierto y un culo rojo brillante, se le abrió a Chente su agujero como la tuba de una trompeta, encogiéndose ligeramente. Sebastián dejó que la gente usara sus teléfonos móviles para filmar y siguió observando, acariciando y rascando este ano juvenil.
— Esta es la tierra virgen que Bartolo desarrolló, —decía Sebastián, que adoraba a Bartolo desde que lo había educado para la vida sexual.
Era realmente gratificante. Sebastián sonrió y frotó su glande alrededor del agujero redondo del muchacho, dejándose filmar por el grupo.
— De verdad, ¿quieres que lo inserte, Chente? Tu papá y tus tíos te quieren hasta la muerte hoy, —dijo Sebastián seguido de una gran risotada.
De repente Sebastián descargó en el cilindro volcánico del culo de Chente de modo precipitado llenando todo el trasero del chico a tope. Sebastián se convirtió en un poderoso y alto ingeniero del sexo, tirando de la columna para insertarse profundo en el culo de Chente.
— «Papá, papá... Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh… Ahhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh —susurró quejándose el muchacho—, !!!!!!!ah!!!!!!! — gritó Chente y le secundaron con gritos todos los que estaban entorno.
Sebastián nuevamente estaba luchando, y un flujo de calor brusco se disparó en el culo de Chente. Finalmente, le dio al culo de Chente una marca de propiedad eterna. ¡El lugar donde se irriga su esperma es todo suyo, allí iban sus chorros vigorosos! Chente es suyo. Sebastián se dio la vuelta por un rato, y lentamente sacó la polla grande que tenía en el culo de Chente. Sentado en una silla abierta con los pantalones puestos. Una persona cercana le pasó un cigarrillo y un encendedor. Sebastián fumó el cigarrillo con satisfacción, e hizo ceniza a su lado en el suelo y dijo a otro llamado Lucas:
— Es tu hora. El culo se está agrietando. Hazlo más grande, ¡joder! Me duele la polla.
La gente estaba loca cuando lo escucharon. Sosteniendo a Chente en una mano, encontró una posición adecuada, ató a Chente a la silla con algo que no sabía, y luego la polla caliente y gruesa de Lucas fue insertada ferozmente, así lo hicieron uno a uno.
Las colisiones constantes arañaron los intestinos de Chente. El cuerpo golpeado por Bartolo, Sebastián, López y todos los demás lastimaron considerablemente el cuerpo de Chente. Aunque también le golpearon fuertemente sus nalgas, no podía sentir ningún dolor.
Fabio se paró frente a Chente y dijo:
— Quiero alimentar la plenitud de Chente, y que los agujeros superior e inferior trabajen a la vez.
A continuación, sin demora, metió la polla en la boca de Chente, apretando la mandíbula superior y la lengua con el glande y los labios rojos. Luego atravesó la garganta de Chente. Chente no podía vomitar aunque lo deseaba, y solo podía aceptar aquella polla loca en su garganta. Por encima de la boca se encontraba el vello púbico salado del hombre. Siguió chocando con su nariz. De repente, la polla de López se desbordó en incontables chorros de semen en la garganta de Chente, y Chente solo pudo toser fuertemente un instante y quedó inconsciente, y el semen fluía por la esquina de su boca corriendo por el cuello. Después de agotarse esta abultada descarga, pareció a todos suficiente. Lopez sacó su talentosa polla por sí mismo, pero al que estaba insertando por sus nalgas en el agujero de Chente tuvieron que ayudarle para sacar su polla que estaba disparando en su boca.
Eso es todo lo que sufrió Chente, siendo saqueado por un grupo de bestias locas, empujando sin consideración. La sangre que brillaba en las nalgas se mezcló con el aceite lubricante, embadurnando toda la silla y el suelo. La polla que tenía aprisionada en su culo y no podían sacar continuó perforando. Sebastián fumaba cigarrillos con mucha calma, admirando el aspecto de la pandilla violadora de Chente. Con una sonrisa en su rostro, se estaba divirtiendo. Sin ningún descanso 8 personas violaron en grupo a Chente nuevamente.
Bartolo dijo:
— Arrastradlo al baño y lavadlo, ya lo usaremos más tarde. Puede que tenga lleno el trasero. Veamos si le sale por la boca o por el culo.
Luego agarró a Chente del cabello:
— Chente, ¿dejarás que papá te vuelva a follar con mi enorme polla? No has probado el sabor de un hombre de verdad. Esta vez te ayudaré a maquillarte para que estés más guapa y presentable. Mira tu trasero mientras te lavan. Luego vendrás a mi casa conmigo, tenemos que disfrutar los dos. En el futuro, tu culo debe estar lleno siempre de semen, no de mierda. Llámame papá, o te llevaré a pasear por la calle tan ligeramente que todos puedan ver y digan «Mira el culo que acaba de ser follado por muchas personas».
Chente no pudo moverse en absoluto. Porque todavía estaba muy incómodamente atado a la silla. Indefenso, tuvo que gritar como un mosquito:
—Papi.
— Hablas demasiado bajo, no te escuché.
— Papi.
— Un poco más.
— Papi. Papi.
López sonrió con satisfacción y soltó a Chente para que se fuera con Bartolo. ¿Será capaz Bartolo de educar a Chente para ser su puta ordinaria?
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Detalles
Janpaul
Nombre do Relato
LA SEGUNDA RONDA
Codigo do Relato
8152
Categoria
Gay
Fecha Envio
06/jul/2022
Votos
1