Andy y yo: 9. La vez con Iker
( Relatos Gay )
No fue difícil convencer a Iker. Según me contó mi hermano, el tal Iker me tenía ganas y sin pensar en los modos, maneras, circunstancias y todo ese tipo de cosas, le dijo de inmediato que sí. Solo puso una condición:
— Si es contigo solo y tu hermano Cali se convierte en un mirón, no voy, quiero follar con él, ¿entendido?
— De eso se trata, Cali quiere follarte y tú a él le podrás follar, porque Cali desea tener una experiencia con nosotros tres.
— Entonces allí estaré este sábado.
— ¿No irás a la disco?
— Macho, yo no dispongo de tanto dinero como tú.
— No te preocupes, te invito a todo, pero ven, así te presento a Cali que solo lo conoces de oídas, y os hacéis amigos con unas copas y unos bailes y a follar a casa.
— ¿Tus padres?
— ¿Mis padres? Ellos están en lo suyo y nosotros en lo nuestro.
— Vale, a las 11 de la noche voy.
— Buena hora, nosotros también.
Así ocurrió.
Iba a ser mi primera vez con alguien desconocido, pues hasta ahora había sido todo con Andy excepto la vez que lo hicimos con Jade, pero ella no me folló el culo y yo en cierto modo lo deseaba. Mientras fuera solo mi hermano quien hubiera atravesado mi agujero de mierda yo aun me consideraba virgen, al menos a efectos mentales.
Iker era un chico aproximadamente de mi edad, aunque yo no lo conocía, sabía que fue amigo de mi hermano y lo tenía en su despacho como ayudante y secretario, aproximadamente de 1,80 m de estatura, unos 89 kilos, varón caucásico y al parecer con una gran curiosidad por tener sexo con otro hombre diferente a los de siempre. En algo se me parecía porque yo también tenía esta curiosidad durante bastante tiempo antes de atreverme a pedírselo a Andy. Iker es top y con eso me aseguraba mis deseos.
Siempre me había intrigado la idea de ser follado tras varios escupitajos, lo que se dice «ser asado a la escupida», por eso lo esperaba con curiosidad, deseo y nerviosismo.
Apenas llegar y antes de saludar, Iker preguntó:
— A ver, tú, mocoso, si eres pasivo me quedo, si eres tan animal como la bestia de Andy, me voy.
Me quedé perplejo, porque en realidad lo que me ha gustado siempre, antes, después, ahora y mañana es tener una polla en mi culo. No contesté de inmediato y miré a Andy que se reía.
— No te preocupes, Cali, está jugando contigo, sabe lo que te gusta y vamos a ser los tres todo lo que haga falta.
— ¡Mierda! ¿Qué tipo me has traído a casa? Si este va a hacer las cosas jugando, no me vale, a mí me vale hacerlas disfrutando, ¡joder!, —dije como si estuviera algo enfadado.
Mi hermano Andy y el tal Iker me miraron sorprendidos.
— Sí, ya lo he dicho; ahora os desnudáis los dos totalmente, que vea y compare; si me gusta seguimos y si no veo bien el espectro sexual, os vais a la puta mierda.
Como corderitos se desnudaron. Después de mirar a los dos chicos y sus pollas, aunque sabía de sobra cómo estaba Andy, inspeccioné visual y tangiblemente a ambos. Los hice que se juntaran y sopesaba con mis manos ambos escrotos. Descubrí que no podían superarme. Luego acaricié sus pollas y vi que eran similares. Tampoco me había dado cuenta de que mi hermano se había estancado en el crecimiento de su polla y que ya la mía era más grande y algo más gruesa. Decidí dirigir toda la operación. Iba a hacer que me metieran las dos pollas en el culo, pero yo iba a decirles lo que tenían que hacer, iba a ser pasivo con la voz cantante.
Les mandé que se vistieran o se pusieran el calzoncillo. Les serví un whisky a cada uno, apuré mi vaso de un sorbo y me fui a mi habitación, me puse mi lencería y luego me miré por última vez en el espejo, ya que después de esta noche ya no tendría mi virginidad ni mi virginidad masculina ni mi virginidad en ningún sentido. Cuando regresé a la sala de estar donde estaban sentados los vi con camisa y pantalones puestos y pensé, aunque no dije, que eran una mierda de tipejos de solo medio calibre. Tanto Andy como Iker se quedaron mirándome mientras me pedían que me acercara para poder echar un vistazo a mi trasero. Cuando me acerqué al sofá, ambos empezaron a manosearme el trasero y luego se miraron y comentaron lo bien que estábamos a punto de divertirnos. Después de mirar de cerca a cada uno de ellos y sentarme en sus regazos, nos dirigimos al dormitorio.
Una vez en el dormitorio, empezaron a quitarse la ropa y por último se quitaron los bóxers, deleitándose con las pollas que se introducirían en mis dos agujeros; sin embargo, en un principio eran poco más de media asta. A continuación, me arrodillé y sugerí que los chupara un poco para ponerlos completamente duros y, por supuesto, rápidamente me presentaron sus pollas en la boca.
Tras unos minutos, Andy e Iker estaban completamente erectos, por lo que me pidieron que me quitara la tanga para que pudieran preparar mi trasero. Después de hacerme quitar por ellos mismos la tanga, Iker me inclinó sobre la cama y comenzó a lamer y acariciar mi trasero, abriéndose camino lentamente hacia mi culo y finalmente me besuqueó.
Después un beso negro, Andy se hizo cargo y aplicó un poco de lubricante alrededor de mi trasero y lentamente deslizó un dedo tras otro dentro de mí. Cuando él determinó que estaba listo, Iker se acostó en la cama preparándose para que le chupara la polla. Me subí a la cama a cuatro patas moviendo mi cabeza hacia la polla de Iker mientras dejaba mi culo arriba y expuesto para que Andy me follara.
Mientras movía mi boca hacia la polla de Iker, podía sentir a Andy poniéndose en posición. Entonces comencé a chupar la polla de Iker moviendo mi cabeza hacia arriba y hacia abajo, sin darme cuenta del hecho de que estaba chupando mi primera polla extraña. Parecía estar en un estado mental diferente, como si lo hubiera hecho muchas veces antes; hasta Andy me parecía ya como un extraño.
Mientras seguía chupando a Iker, Andy se inclinó y presionó su polla contra el anillo de mi trasero, al principio solo era presión, pero luego, cuando empezó a insertar su polla en mí, empezó a dolerme, como nunca me había dolido antes. Fue entonces cuando me di cuenta de que esto realmente estaba pasando y que ahora tenía la polla de un hombre en mi culo y mi boca estaba llena con la polla de otro, un pensamiento surrealista que hace apenas unos minutos no había hecho ni ahora ambos se estaban haciendo simultáneamente. Lo que configuré en mi mente es que ya no tenía hermano sino un amante permanente. A continuación, tuve que decirme a mí mismo que debía salir de eso porque tenía un trabajo que hacer y era concentrarme en la polla que tenía en mi boca y dejar que Andy se ocupara de mi otro extremo, como había hecho tantas veces.
Andy realmente me dio un entrenamiento, pero nada como lo que vendría de Iker, que era más profesional. Mientras Andy me follaba, gemí y expresé mi placer un poco, pero estaba más concentrado en chupar la polla de Iker, sin embargo, aprecié la sensación de tener a Iker corriéndose en mi boca y entrar directamente a mi estómago toda su basura varonil.
Tras correrse Andy, decidí que era hora de hacerlos cambiar de lugar. Andy hizo un comentario en voz baja a Iker diciéndole cuánto disfrutaría follándome el culo por lo apretado y bien que se sentiría alrededor de su polla mientras se deslizara hacia adentro y hacia afuera. Me gustó la mala intención que tenían y dejé que trabajaran ellos. Mientras cambiaban de lugar, Andy se colocó debajo de mí e Iker asumió la posición detrás de mí.
Comencé a chupar la polla de Andy, saboreando parte del semen que ya había eyaculado de su polla. Me gustaba chupar más la polla de Andy porque sentía que podía meter más en mi boca y disfrutar un poco más de su tamaño. Mientras tanto, Iker empujó su polla hacia mi agujero al tiempo que Andy chupaba su polla y mi culo. Una vez más sentí un poco de dolor cuando me penetró y me sentí mucho más lleno con él dentro de mí.
Iker era mucho más divertido follando, su polla debe haber estado golpeándome bien o algo así porque se sentía increíble casi todo el tiempo, es verdad que también ayudaba la lengua de Andy. No pude evitar gemir y expresarme en voz alta mientras Iker estaba dentro de mí y tuve que disculparme por moverme un par de veces y con frecuencia dejé de chupar la polla de Andy mientras mis ojos se volvían a poner en blanco.
Cuando nuestra follada estaba llegando a su fin, Iker se corrió con una enorme carga caliente dentro de mí y lentamente retiró su polla, dejándome bastante vacío. Luego simplemente me acarició un poco el trasero y me agradeció por permitirle que me escupiera.
— Ya me gustaría que esto ocurriera en cualquier momento, —respondí—, estoy abierto a eso incluso dentro de un momento y con algo más divertido.
Se quedaron mirándose, y les invité a tumbarse a mis lados. Les dije el plan y Andy miró a Iker esperando su aprobacion.
— Permíteme un whisky para reponerme y hacemos lo que sea necesario para saciar a esta bestia.
— Trae los vasos y la botella —decía Andy—, esa ha de caer ya mismo.
Tras el descanso y los buenos tragos de whisky, me di la vuelta y me puse a chupar sus pollas, primero uno mientras agarraba la del otro para acariciarla con mi mano llena de saliva. Fui alternando, hasta que Andy me cargó de espaldas sobre su vientre. Me senté sobre su polla y la fui tragando por mi cullo totalmente. Poco a poco me recosté, doblé mi cara para alcanzar la boca de Andy y comenzamos una serie de besos con abundante saliva. Con ls mano le di orden a Iker y empezó la doble penetración. Primero metió poco a poco un dedo y luego la cabeza de su polla. Aunque me dolía no me quejé para que Iker no cejara. Así fue, poco a poco la metió dentro del todo, sentía palpitar ambas pollas. Estaban punto de correrse.
— ¡Mierda, Iker!, fóllame, fóllame, no seas maricón.
Comenzó a follarme y Andy a gemir por la friccion que ocasionaba en su polla.
— Andy, no seas tan hijo de puta, joder, y cuando meta Iker, haz un movimiento sin sacarla del todo.
Lo hizo y gemían los dos.
— Esto se siente bien, así, así, resistid, pequeños, más, más…, —les instruía y obedecían.
Andy fue el primero en sentir su orgasmo a tope y todo su cuerpo se estremeció. De inmediato soltó toda su mierda en el interior de mi culo. Yo lo besaba y mordía su labio inferior. No tardó Iker en correrse abundantemente.
Luego se bajaron poco a poco sus pollas y escaparon de mi culo. Mantenía cuatro corridas en mi interior y me sentía repleto como para reventar. Me puse en cuclillas en el suelo sobre la camiseta negra de Andy y dejé caer todo la lefa. Salió a una velocidad pasmosa como una gran diarrea, pero olía bien, es decir, a semen. Me sentía victorioso y recibía los besos de mis dos amantes.
— ¿Volveremos a hacerlo?, —preguntó Iker.
— En cuanto queráis, ya no soy virgen, —respondí.
Comentarios
Que Rico, me encantan trios asi con dos buenas pollas y bastante leche! Me encanta como tú ser bien preñada!
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