CHICOS II. PROSTITUCIÓN MASCULINA DE LUXE
( Relatos Gay )
Manolo solo pensaba en la putada que le hizo anoche el entrenador Figueroa. No era la primera vez que el entrenador Figueroa se había follado su coño, pero sí era la polla del entrenador Figueroa la primera que había entrado con profundidad en el prístino interior del culo virgen de Manolo. Ahí es donde le mostró al estudiante de primer año de la universidad que su verdadera vocación en la vida era el servicio que podría prestar a la polla de su entrenador. Pero había sido excepcionalmente vigoroso y había dejado el coño de Manolo magullado y con fugas, algo que el compañero de habitación de Manolo, Alfredo López, había comentado cuando se subió a la cama de Manolo para su habitual visita nocturna.
No es que a Alfredo le molestara que estuviera teniendo obviamente "segundos descuidados". Alfredo López sabía todo sobre la relación de Manolo con el entrenador de su amigo, sabía todo sobre cómo el entrenador Figueroa se había tirado a Manolo y convirtió al ex-jugador en una puta hambrienta de pollas. Y, lejos de estar celoso, Alfredo López estaba agradecido. Después de todo, fue gracias a los esfuerzos del entrenador Figueroa que Alfredo nunca más tuvo que pasar ni un solo día sin excitarse, nunca tuvo, al regresar a casa tras una cita todo frustrado y cachondo para arreglarse con sólo su mano y darse la liberación que necesitaba. Ahora se descargaba en su compañero de cuarto todos los días e incluso hace dos semanas que había organizado una "fiesta de “follateo" para sus amigos, en la que el "culo" y la "boca mamona" de Manolo entretuvieron a una docena de chicos. La noche había sido un éxito tan grande que Alfredo López estaba planeando otra para el próximo fin de semana.
Manolo no estaba muy emocionado por eso. Había recorrido un largo camino desde que el entrenador Figueroa le había roto la virginidad después de un entrenamiento nocturno. Ahora aceptaba el hecho de que, contrariamente a toda su educación familiar y a su colegio de pago, era un maricón caliente cuyo único propósito en la vida era proporcionar un agujero para que los hombres cabales se divirtieran. Y la parte más embarazosa de este descubrimiento fue darse cuenta de que Manolo disfrutaba de la sensación de la polla dura de un tipo follando su culo, ahora ya su coño maricón.
Sin embargo, el hecho de que tantos compañeros de clase supieran eso de él, de que tantos otros compañeros de clase pudieran presumir ante sus colegas de haberse tirado a uno de los deportistas jóvenes más prometedores de la región y que se corriera de boca en boca que era algo que Manolo estaba haciendo acostándose con toda una pandilla, le era difícil de aceptar, sobre todo en los vestuarios, donde las burlas y los silbatos de lobo saludaban al chico cada vez que se desnudaba. Y más de uno de sus compañeros simplemente lo empujaba contra la pared de la ducha y le metía su polla en el coño, sin más que un "con permiso" por adelantado o un "gracias" a posteriori. Era como si su coño fuera ahora propiedad pública. Para ser usado por cualquier deportista que deseara un pedazo de maricón de primera calidad. Y a Manolo no le gustaba eso. No le gustaba ser una puta común.
Pero su relación con el entrenador Figueroa, era otra cosa. El entrenador era tan masculino, tan dominante, que sólo estar cerca de él hacía que el pene de Manolo se endureciera como una barra de hierro y sus jugos preseminales corrieran como un río en su puto canal. Y las cosas que el entrenador Figueroa le hizo, las cosas que le hizo hacer a Manolo, cosas como beber el pis caliente del entrenador y limpiar el sucio culo del entrenador con su lengua, eran muy degradantes y repugnantes cuando Manolo pensaba en ellas, pero a la vez tan calientes y emocionantes cuando las estaba realizando, que las cosas habían llegado a un punto en el que todo lo que Manolo tenía que hacer era pensar en el entrenador y entraba en una rutina casi incontrolable.
Ayer, durante ese increíble coqueteo que el entrenador Figueroa tuvo con Manolo, el entrenador mencionó que tal vez era hora de que Manolo se fuera a vivir con él. Tal vez era el momento de aumentar el entrenamiento personalizado de Manolo. El entrenador le advirtió a Manolo que viviría con él, lo mantendría desnudo todo el tiempo, tendría que mantener todo su cuerpo sin vello y liso, y su pene estaría enjaulado todo el tiempo. Y, continuó el entrenador diciendo que invitaría a todos los asistentes del entrenador a ayudar a Manolo en su nuevo régimen de entrenamiento 24 horas al día, 7 días a la semana. Al escuchar al entrenador Figueroa describir cómo viviría, Manolo se estimuló tanto que disparó una gran cantidad de su esperma sin haber obtenido antes el permiso del entrenador. Y aunque la paliza que recibió por esta infracción había sido dolorosa en extremo, Manolo había estado serenado todo el tiempo.
Sólo había un inconveniente en la propuesta del entrenador. Manolo tendría que dejar la escuela. Como explicó el entrenador Figueroa, no podía tener un estudiante bajo su supervisión viviendo con él. Las autoridades de la Universidad nunca lo permitirían. Así que si Manolo quería vivir con el entrenador, tendría que renunciar a su educación universitaria.
Cuando Manolo entró en la universidad, tenía la intención de obtener un título en Administración de Empresas, no porque a Manolo le gustase especialmente el campo elegido, sino simplemente porque pensaba que podría serle útil en una futura carrera de gestión empresarial. Ahora, sin embargo, Manolo se dio cuenta de que lo único que quería hacer, lo único para lo que estaba realmente equipado, era servir a las pollas de hombre. Y estaba claro que, si esa era la vida que estaba destinado a vivir, irse a casa del entrenador Figueroa y que el entrenador lo entrenara como una puta a diario era exactamente lo que debía hacer. Y, ¡joder!, era exactamente eso lo que Manolo iba a hacer.
Manolo se dio cuenta de que sus padres se decepcionarían cuando les dijera que iba a dejar la Universidad. Y su padre, en particular, se horrorizaría si descubriera que su único hijo se ponía a vivir con el entrenador Figueroa para convertirse en el hijo de puta del hombre a tiempo completo. Pero, a fin de cuentas, era la vida de Manolo y tenía derecho a vivirla como quisiera, o más exactamente, como el entrenador Figueroa quería, ya que el entrenador tomaría las decisiones a partir de ahora.
Habiendo tomado su decisión, Manolo necesitaba decirle a Alfredo López lo antes posible que tenía que empezar a buscar otro compañero de cuarto. Alfredo López no iba a estar contento al ver cómo perdería su asegurada corrida diaria en semejante culo, pero Manolo ya lo había consultado con el entrenador y el entrenador Figueroa le había dicho que podía decirle a Alfredo López que tendría pasar por la casa del entrenador cuando quisiera un rato del coño de Manolo, y que Manolo se quedaría al menos durante el fin de semana y estaría disponible para la fiesta de "follateo de maricas" que Alfredo López ya había organizado.
Manolo se dio cuenta de que si bien no había disfrutado de la última fiesta de follateo y tampoco pensaba disfrutar de la de este fin de semana, era algo a lo que probablemente debería acostumbrarse. Después de todo, una vez que viviera con el entrenador Figueroa, Manolo no tendría nada que decir sobre quién se lo follara. Pero, por otra parte, como maricón de mierda, ¿por qué tenía que hacerlo?
Entonces como administrador de empresa que pensaba ser, dejó a Alfredo, dejó al entrenador y dejó el deporte universitario, montó su propia empresa con un solo trabajador, él mismo, y empezó a ganar dinero alquilando su culo al mejor postor. Acabó su carrera y su empresa de prostitución masculina fue tan exitosa que abrió sucursales. Pero la principal era la Central, donde el coño de Manolo estaba disponible para los clientes más exigentes y pudientes. Eso ya fue prostitución masculina de luxe.
Comentarios
Que rico relato y que rico Manolo. Pero q bien q se dio cuenta que si ya de verdad iba a ser solo un recipiente de vergas.. Pues sería a como el quiciera, donde quiciera y con quien quiciera y no bajó las órdenes del abusador entrenador. Logró su vida, su carrera, su propia empresa, la cual basaba en la mayoría de los casos... En comerse las vergas de sus nuevos clientes de empresa y de.. Su culo..
Felicitaciones a Manolo, lo hizo muy bien! Me emcanta leer casos de éxito como este! No sé si me atreva algún día!
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