Mi tía es una mujerr cuarentona pero que se conserva bastante bien. Tiene unas tetas hermosas y un culo un poco gordito pero muy sexy. Desde hace varios años me hago pajas pensando en ella pero nunca pensé que llegaría más lejos.
Todo ocurrió durante una de estas semanas que paso con ellos. Siempre nos echamos la siesta todos pero este día mis primos y mi tío se habían marchado a hacer unos recados y yo me quedé porque tenía sueño.
Estaba ya casi dormido cuando mi tía toco en la puerta pidiendo permiso para entrar. Yo le dije que pasara y asi lo hizo. Traía mis ropas que le había dado para que me labase. Estaba vestida con sólo un camisón y unas bragas. Eso me excitó mucho a pesar de que era normal ya que entre nosotros existía una gran confianza y yo sabía que eso no lo hacía para excitarme. Me fijé que al trasluz se la podían ver con bastante claridad sus tetas y sus pezones, que eran de color oscuro.
Esto me excitó muchísimo y no pude aguantar hacerme una paja nada más salió por la puerta. Ya estaba a punto de correrme cuando sin previo aviso se abrió la puerta. Era mi tía que venía a dejar más ropa. Me pilló en plena paja. Al principio se quedó mirando sin saber qué hacer, yo estaba tan nervioso que la erección se me pasó enseguida. Después me preguntó a ver si me estaba pajeando porque ella había entrado vestida en camisón. Yo no sabía que responder pero como todavía estaba muy caliente le dije que si y bajé la cabeza y le pedí perdón. Ella dijo que no pasaba nada y se fue diciéndome que acabase de masturbarme.
Al cabo de media hora o así yo aun seguía dándole vueltas a lo que había pasado. Ella entró, se sentó en una silla que había en mi habitación y me dijo que tenía que hablar conmigo. Empezó a darme el típico discurso del sexo. La idea de que mi tía me estuviese hablando de ello me excitaba. Mi tía notó mi erección y no pudo evitar quedarse mirándo mi poya. Me dijo -¿ yo te excito? Ante lo evidente tuve que responderle afirmativamente.
Entonces ella me dijo que había estado pensando y que había llegado a la conclusión de que le gustaría ser ella quién me iniciase en el sexo( sabía que era virgen). Me dijo también que como me tenía mucho afecto quería enseñarme porque sabía que la primera vez es más fácil si el otro te infunde confianza.
Yo creía que estaba soñando. Derepente se puso al lado mía y me empezó a besar en la boca. No era un beso normal; era muy lento, como si estuviese enamorada de mi(lo que era algo ridículo). Acto seguido comenzaron las caricias; primero su culo y después sus tetas. Yo ya estaba a cién. Ella empezó a hacerme una paja y yo le correspondí metiéndole un dedo en su rajita. Nos desnudamos campletamente y me la empezó a mamar. Después nos pusimos en la posición del 69. Su raja estaba caliente y muy roja. Después cojió mi poya y se la metió en su chocho. Seguimos así y al final conseguimos un expléndido orgasmo. Lo mejor fue que ella me dijo que repetiríamos.