Me dispuse a retirarme y al salir la ví sentada en su carro color rojo, la miré y le sonreí, le pregunté que si esperaba a su novio y me dijo que no tenía novio, que simplemente descansaba. Le pregunté que si me daba un raid a mi trabajo, que estaba a dos cuadras. Ella accedió con una sonrisa. Al trepar a su carro le observaba sus lindos senos y al llegar al negocio me disponía a despedirme y a darle las gracias, pero ella me dijo que sino la invitaba a pasar y yo "ENCANTADO!!! Pásale". Entramos y cerré la puerta, ella me dijo "Ay!! Que cansada estoy... Quisiera estar acostada relajándome...". Le dije "Bueno, si tu aceptas, la alfombra te está esperando...". Repentinamente me echó sus manos al cuello y se empezó a mover con una sensualidad. Me acerqué más a ella, la tomé de la cintura, le saqué la blusa y recorrí su espalda con mis manos. Poco a poco le quité la blusa y quedaron al descubierto sus lindos pezones. Los empecé a lamer, ella me susurró "Bésamelos". Le safé el sostén y emepecé a lamerla, chuparla y morderle esos lindos pezones tan firmes que tenía. Ella gemía, gritaba y me decía "Más, más... Quiero más...". Le desabotoné su pantalón y poco a poco se lo fuí quitando, hasta que por fín quedó en pantimedias... Me iba a bajar, pero ella me detuvo.
Poco a poco me fué quitando la ropa hasta estar completamente desnudo... Me besó desde arriba y mientras lo hacía, su cosita rozaba mi pene y me ponía más caliente. Luego sefué más hacia abajo y por fín llegó a mi pene, gimió y me lo lamía y me lo mordía con una desesperación... Me besó hasta que se cansó. Yo casi me vengo. Luego me insinuó que me bajara y llegué al centro de su universo, cerré los ojos y dejé a mi imaginación correr. Sentía su pichita por toda mi cara, ya estaba un poco húmeda, pasé mi lengua por sus labios... Poco a poco, lentamente, hasta que le abrí sus labios y pasé mi lengua por su centro, ella gemía de placer, me decía "Ya!! Métemela toda", se sentó en el escritorio, abrió sus piernas y dejó ver todo su encanto, le volví a pasar toda mi lengua por toda su panochita. Después le acerqué mi pene. Ella estaba desesperada, se lo fuí metiendo poco a poco, lentamente, ella gritaba de placer... Mi pene entraba y salía y se escuchaba el chacueleo de nuestros líquidos. Cogí y me vine en ella. Lo hice muchas veces y a ella también le gustaba.
Todos los días voy al banco y siempre me la encuentro y lo hacemos en todos lados. Es una bestia para hacer el amor y me encanta... Lo hace muy rico.