Cambio de rutina
( Relatos Heterosexuales )
nada me hacia imaginar lo que viviria esa tarde.sola en casa a mis 40 años, esperando que pasara rapido el tiempo, para recibir a mis dos hijos y a mi marido, al retorno de sus actividades.leia tranquilamente en el living,cuando en ese momento sono el timbre, alguien llamaba a la puerta.un joven cercano a los 20 años,pasaba ofreciendo la venta de articulos de aseo para el hogar.mi primera intencion fue despedirlo, pero en mi interior algo me indicaba que lo dejara entrar para que hiciera una demostracion de lo que vendia.sentada en el sofa observaba como el muchacho de rodillas comenzaba a armar la aspiradora ofertada, note que su mirada disimuladamente, se detenia en mis piernas.una sensacion de exquisita calentura comenzo a invadir mi entrepierna,pense en mi interior como seria el acosada por un muchacho que bien podia ser mi hijo,sin quererlo abrí un tanto las piernas para que pudiese observar mas adentro.ante esta situación me percate que su paquete crecia cautivo e! n su pantalon.ante esto le pedi que me disculapara un tiempo, que ya volvia. corri a mi dormitorio y me deshice de mi brasiere y bragas, quedando totalmente desnuda bajo el vestido. al volver el muchacho me esperaba sentado con su miembro erecto fuera de su cremallera, su hermoza cabeza rosada coronaba un gran y grueso mastil de carne, mucho mas impresionante que el de mi marido. totalmente excitada me monte sobre el y deje que su verga se introdujera en mi conejito, el cual estaba totalmente empapado con mis jugos vaginales, que sensacion mas sabrosa el sentirse clavada hasta el fondo por una verga de un desconocido, lo cabalge a cien,conte tres orgasmo como nunca los habia tenido.sus manos me habian abierto el escote y presionaban la punta de mis pezones, los cuales estaban durisimos. senti la descarga y crei que mi concha reventaria con la cantidad de leche que la llenaba, mis gemidos se juntaban con los suyos. me baje de tan hermoso potro y mi boca lipio todo el resto de s! emen que quedaba en la superficie de su verga, no me cupo toda en
mi boca, pero igual comenze a mamarlo como nunca en mi vida lo habia hecho, mientras el lamia mi clitoris a un ritmo fuerte y seguro, no tardamos en acabar los dos nuevamente cada uno en nuestras bocas.
ya de noche, al regresar mi marido me consulto por la spiradora nueva, le conteste que la habia adquirido para cambiar mi rutina......
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