La verga la tenia bien tiesa y le daba unos buenos jalones nada mas de ver ese rico culo de la nueva empleada, me tenía bien caliente y distraído, que no me percate que en el dintel de la puerta estaba Carolina, me estaba observando según pude ver después otro día que revise los vídeos. (En el video se observaba como se saco las tetas y se las masajeaba, se quito su tanguita y se restregaba su panocha la tenía toda jugosa). Cuando más distraído estaba, escuche una voz, era la Secretaria Carolina, que con voz melosa, me dijo permitame ayudarle jefe. Se dirigió a mi escritorio donde estaba ligeramente recostado jalandome la verga. Ella me dijo, la tiene usted muy rica, y quiero servirle, cuando estaba a mi lado, ya llevaba las tetas de fuera y ya no llevaba calzones, solo se sobo su rica panocha, que de ver la escena, se me puso más tiesa y agachándose se engullo toda mi verga en su boquita, empezó a darme una rica mamadota, ella decía, jefe tiene una deliciosa verga, que le voy a atender, y se ve tan rica que ya ando en deseos de sentirla en mi panocha. Sus obsenidades, la mamadota que me estaba propinando y de ver su rica papayota, no aguante mucho, empece a venirme a borbotones, ella en forma muy putona, me dijo que rica y deliciosa esta su leche. déjeme seguirle mamando la verga para que siga tiesa, grandota y dura, que la quiero gozar en mi panocha, que arde de ganas de sentirla.
Me siguió mamando la verga, y en unos momentos más se acomodo encima de mi poniendo en mi cara sus tetotas y agarrando mi verga la apunto a la entrada de su rajada, y dándose un sentón se trago la mitad de mi camote, y en un segundo movimiento ya la tenia toda adentro, empezó a moverse muy rico, y decirme jefe quiero atenderlo siempre, y cada vez que tenga ganas de coger, avíseme, que yo entro al instante para atenderlo, quiero que mis nalgas sean las que le bajen lo caliente y le saquen la leche a sus huevotes.
Me gritoneo que la tenia bien retacada, que se estaba enamorando de mi verga, que la tenia grandota y fenomenal, eso me provoco más lujuria que sentía como se me ponía más dura. Enseguida la levante y la sente en la orilla del escritorio, ya le había sacado el vestido, solo estaba con sus zapatos de tacón alto, le abrí las piernotas y apuntándole al centro de su panocha mi verga se la enterré de un jalón, me grito que era muy perro y cabrón, que sin compasión le enterraba mi camote. Se la saque rapidamente y luego lentamente se la fui metiendo, la estaba haciendo gritar, y me decía: que rico me retacas mi panocha, coges muy rico, lo haces tan rico, que me estas convirtiendo en una putona, con ganas de tener tu verga siempre adentro. Quiero ser tu mujer, tu puta que te saque la leche. Era tal la calentura que me provocaba, que la empine y le pedí que levantara bien sus nalgotas que se la metería de a perrito, ella muy obediente se agacho abriendo sus piernotas, dejándome ver su rica panocha, y enfilando mi pito a su raja se la metí, empece a meterla rapidamente y ella a mover sus nalgas, que le grite estoy a punto de venirme, me grito si te vas a venir avientame toda tu leche, quiero sentir como inunda mi panocha, empece a bufar y sentí como salpicaba sus entrañas mi chorizo, se estaba reventando, ella me susurro, así lléname de tus ricos mecos, están bien calientitos, que rico siento como me llenas de leche. Estuvimos cogiendo como dos horas, en ese lapso de tiempo, me timbró la otra asistente, y solo le dije que no me interrumpiera, que esta practicandole una prueba de aptitudes a la nueva secretaria.
Me dejo practicamente sin gota de leche, mi verga me la había dejado satisfecha, y me dijo jefecito, tiene usted una vergota muy rica y su leche esta deliciosa, y sino tiene inconveniente, todos los días a primera hora vengo por mi leche. Será un buen desayuno motivador para atenderlo como usted se merece, que le parece, yo le conteste que desde luego, que aceptaba gustoso su propuesta.
Todos los días, Carolina pasaba por su ración de leche, así lo hizo a lo largo de tres meses, solo nos absteníamos cuando le llegaba su mes, era tan grandiosa la forma de coger de Carolina, que termine enamorándome de ella, de su cachondez y forma de coger, y me provocaba unos celos enormes de imaginarme que otro cabrón se la anduviera cogiendo, que a los tres meses le estaba proponiendo matrimonio, que fuera mi señora.
Ella sin meditarlo mucho me dijo que sí, en ese momento estaba firmando mi sentencia de cornudo, mi mujer, esta re bien buena, y su forma de vestir es tan voluptuosa que no pasa desapercibida, cuanto cabrón la ve, les para la verga, y ella en forma muy coqueta les mueve las nalgas y les presume sus tetotas. En la oficina todos se la quieren coger, se recatan mucho ahora porque saben que es mi esposa, pero eso no basta, para observar como se soban sus vergas cuando la ven pasar. Las cámaras graban con detalle como se soban sus camotes tiesos, y a mi me dan muchos celos de imaginarme como cabalgaría en esas vergas que para la putona de mi vieja.
Incluso un día, como veinte días antes de casarnos, fuimos al centro del D. F., a comprar algunos enseres para nuestra casa, fuimos en camión. Ella se había puesto un vestido ajustable, no se puso brasier, ni calzones, solo llevaba tres prendas, el vestido que dejaba ver todas sus piernotas y el nacimiento de sus nalgas y la mitad de sus tetotas, unas zapatillas y su bolso de mano, cuando subimos al camión enseño toda su panocha al chofer y a un pasajero que iba sentado hasta adelante, y todos pudieron observar el culo de mujer que llevaba por acompañante. Todos se sobaron sus vergas de ver el espectáculo de mi futura señora, nos sentamos en la parte trasera, y cuanto cabrón bajaba se deleitaba de ver las piernotas y panocha de mi vieja, solo atine a decirle, me pone muy celoso de ver como te comen, que digo como te comen, más bien como te cogen con la mirada. Hay papacito, tienes que acostumbrarte a ver como desean a tu mujer, porque me gusta que me vean, que me deseen, de sentir las miradas de los machos como me desnudan y percibir como se les antojaría cogerme en ese momento. Eso me pone muy cachonda y caliente, y además papacito, quiero andar sismpre con ganas de coger para atender tu rica vergota, para sacarle todos sus mecos, que me los des a tragar, me escupa tu verga en mis chichotas, y me llene la panocha. Quiero andar escurriendo siempre de tus mecos. Solo quiero estar bien caliente, y ser tu puta, para que cojas como quieras y cuantas veces quieras.
Y todavia le repregunte, y si te ofrecen y proponen meterte su verga o que se las sobes, que vas a hacer. Papacito, no seas celoso, no me lo han propuesto, solo me cogen en su imaginación,y cuando lo hagan te comento lo que me dijeron.
En mis adentros, solo atinaba a pensar, sino la estaría regando de casarme con Carolina, concluí que no, no alcance a percibir en ese momento, que mi novia ya se había comido varias vergas, y que ya casados, ella me pediría permiso para atender a cuanto cabrón le pidiera las nalgas o le propusieran meterle la verga. Mi vieja es bien putona, tengo una señora que le encanta la verga. Se volvió una caliente desde que la probó. Le encanta sentir como le abren su raja, como se la ertacan, le encanta que la salpiquen de mocos, le encanta andar escurriendo de leche.