Al bajar abri la puerta, el compadre saludandome me comentó que la comadre Marisela le había pedido venir por ella porque se retraso en su arreglo y sino le apoyaba, llegaría tarde al sur de la ciudad. Enseguida bajo mi mujer, se veia deliciosa, sin medias, con zapatillas de tacon alto y su vestido trasparente dejaba ver todas sus nalgotas y tetotas, el compadre abrio lo ojos de ver el culote de mujer que se iba a chingar en un rato más, y que pensaba que la pondría como quisiera y que yo ni por enterado. Le abrio galantemente la portezuela a mi puta, que al subirse de inmediato le enseño toda su rajada que le iba a dar en un rato más. Se despidio y se marcharon.
Al regreso, como a la media noche escuche el motor de un carro, era mi compadre que venía a dejar a la putona de mi señora, le dio un beso y alcance a ver como le agarraba las nalgas y se las estrujaba.
Cuando subio mi vieja a la recamara pudo contemplarme como me sobaba la verga, la tenía toda tiesa y dura, ella muy modosita se acerco y se la engullo en su boquita de mamadora, y muy lujuriosa balbuceo, hay papi, dejame atender tu chile, dejame mamarlo como se que te gusta, cinco horas de sufrimiento, de imaginar como me chingaban mi culo, yo te voy a recompensar platicandote lo que me hicieron, y como le sobe el camote a tu compadre Lino. Muchas gracias, or permitirme que otra verga usara el culo de tu mujer y se vaciaran sus huevos, llenandome de semen.
Fíjate que me subí al carro, y de inmediato me comentó que era una putona bien hecha, que sino te imaginabas que me había vestido muy provocativa y con ganas de aflojar las nalgas, y que no me habias dicho nada por no traer brasier ni calzones, le dije que no, porque confiabas en mi, y que me creias incapaz de engañarte. Enseguida me abrio las patas y empezó a meterme el dedo en mi rajada que estaba escurriendo de mis jugos y tu leche, avanzamos como quince minutos y en un motel que esta sobre tlalpan se metió pago y apenas corrieron la cortina, me bajo del auto, me saco las tetas que saltaron todas provocativas y retadoras, las agarró y masajeaba y mamaba con muchas ganas, como niño hambriento las succionaba, me estaba calentando más, y con otra mano no dejaba de meterme el dedo y agarrarme las nalgas, hay mamacita, cuantas ganas tenía de tenerte así, agarrandote tus nalgas y sentir tu pucha escurreindo, le dije mamala, quiero que me hagas sentir mujer con tu boca, se agacho y empezo a chuparme mi raja y su lengua pasaba de mi panocha a mi ano, y solo atinó a decir, tu papayota tiene un sabor muy peculiar, perdón por la comparación, pero tiene un saborcito parecido al de mi señora (El no sabe que la comadre Marisela en un afan de venganza porque sabe que su marido es un coqueto y mujeriego y lo descubrió que se anda revolcando con algunas vecinas de la colonia, le ha dado las nalgas a otros y después de que se la cogen lleg a casa y permite que le mame el culo lleno de mecos de otros cabrones).
Cuando estuvimo en la cama, me posesione de su camote y se lo empece a sobar y mamar, lo hacia con tanta rapidez que empezo a gimotear por el placer que le estaba propinando a su vergota que la tiene de regular tamaño y que su señora Marisela nos ha presumido que tiene una verga descommunal, y la verdad no es para tanto. Segui mamandosela y cuando estaba a punto de reventarse, se la aprete y le dije, no te vengas cabroncito, quiero que me la metas en mi panocha que esta ardiendo en ganas de sentirte, me acoste me puse una almohada abajo de mis nalgas y le abri las patas, ahora papi, soy toda tuya, entierrame tu verga, dejamela ir, chingame mi pucha, hazme tu puta, hazme tu vieja, apurate metemela, apuntando su pito me ensarto, levantandome las patas en sus hombros me empezo a bombear, yo movia mi culo para ayudarle a cogerme rico, no aguantó más de diez minutos que empezó a venirse entre bufidos, le dije que rico me salpicas tus mocos, ahora quiero que me la metas rapido en mi culito, y ayudandole acomode su chorizo en la entrada de mi asterisco y le grite, ya cabrón , metemela, él dijo aguantame, es que me esta doliendo, ningun te duele, metela ya, y aguantandose el dolor que sentía, terminó enterrandome su camote en mi ano, resbalandose completita, y yo enseguida empece a moverme muy rapido, el pobre gimoteaba, y me maldecia que era una cabrona, puta, putisima, que sí así te trabajaba la verga. Que no daba oportunidad de reponerse, cuando empezo a escupir sus mecos ahora en mi culo. Solo aguantó tres palos, no dio para más su verga.
Cierto que me le trepe de varias posiciones para que me cogiera, lo hizo, pero la verdad de las cosas, el pensó que estaba con su vieja, o con cualquiera otradel vecindario, donde las hacia como su calzones. No es mal amante, pero no es lo que presume, creo que no le quedan ganas de volver a coger conmigo, porque resulto cogido en lugar de cogedor.
Ahora papi, cogete a tu vieja, chingale la panocha y culo por andar probando otra verga distinta a la tuya, castigame con tu vergota, jodeme como sabes hacerlo, echame tu leche, hazme tu puta, cogeme fuerte, bajale la calentura a mis nalgas. Estuvimos cogiendo toda la noche, hasta muy de madrugada, por un momento pense, que mi vieja me estaba dejando de querer y que me cambiaria por el compadre, pero egun me entere después.
Mi vieja en la reunión que estuvimos, bajo la mesa le estaba metiendo mano y le jalo la mano a su verga para que se la masajeara, mi puta muy modosita se dejo llevar y sintió un buen paquete y la dejo picada para probarlo y mi comadre Marisela en sus reuniones presumía que su marido tenía una verga que sabía manejarla y que siempre andaba con el culo satisfecho y que no tenía necesidad de andar pensando en otras vergas. Bueno, y terminó metiendose otras vergas en venganza porque su marido era candil de la calle, al andar cogiendose a otras vecinas que le chismearon a la comadre que tenía un marido muy sabroso y cogible. Pero la verdad, mi mujer quizo comprobar con sus nalgas y tetas si mi compadre Lino era lo que decían, y llegó a la conclusión que era como cualquier otro, ninguna maravilla ni especialidad. Con el correr a algunos meses, escuche la versión de mi comadre Marisela, que coincidia con lo que mi señora comprobró, y también me toco la oportunidad de disfrutar a la comadre, que la verdad esta bien sabrosa, tiene un culito bien apretadito, unas nalgas respingonas y buenas tetas. Me la he cogido como unas seis veces, y nos hemos divertido y gozado en todas las posiciones habidas y por haber, el compadre no sabe que su señora e ha vuelto putona, no por gusto sino por venganza y desquite, que no la atiende como es merece.