Hugo como hobby tiene el ser entrenador de futbol,por lo tanto tiene un equipo de chicos amateurs que cuando pueden juegan algun partido amistos.Esta vez concreto un partido entre su equipo y un rival en la localidad de Cañuelas.Es un hermoso lugar y hay dos canchas y mucho espacio verde. Es muy tranquilo ya que él único acceso posible es en auto, y donde se puede tomar sol (aquellos que nos gusta) sin que nadie moleste y sin miradas indiscretas. Hugo con sus macabras ideas me invito a ver ese partido y de paso que como excusa pasara un dia de sol.Llegamos pasado el mediodía, y enseguida me instalé extendiendo mi lonita dispuesta a broncearme y ver los chicos.
Cuando Hugo se fue a su tarea, miré para todos lados y no se veía a nadie, salvo a los jugadores practicando en la cancha que distaba unos cuantos metros del lugar en que estaba. Así que me dispuse a tomar sol. Todo era tranquilidad, paz, silencio, solo se escuchaba el murmullo del viento en los árboles, el canto de los pájaros y algunos gritos de los jugadores a lo lejos. Con el transcurso de la tarde el calor fue aumentando y en un momento se tornó abrasador. Por suerte llevé agua para tomar, pero mi cuerpo a pesar de estar muy, muy bronceado y soportar estoicamente los intensos rayos de sol, pedía a gritos ser refrescado. Levantándome un poco comencé a buscar con la mirada algún lugar donde encontrar una canilla o algo similar. Por suerte descubrí a mitad de camino hacia la cancha, una pequeña edificación que parecía ser un baño en desuso, y pensé que seguramente ahí iba a encontrar lo que buscaba. Me puse una remera larga y suelta (para evitar llamar la atención, ya que tengo 38 años pero mi cuerpo llama mucho la atencion,uso bikinis muy diminutas por las marcas que apenas alcanzan a cubrir dichas partes de mi cuerpo), y fui hacia ese lugar.
Al llegar no solo comprobé que no había nadie sino que tenía duchas. Sin pensarlo dos veces me desnudé, abrí una y comencé a ducharme y refrescarme. Mientras lo hacía me extasiaba mirando la diferencia de mi cuerpo bronceado y mis partes blancas. Apenas un triángulo en mi pubis y el resto lo llevo siempre totalmente depilado, y dos pequeñas franjas que cubrían un poco más de los pezones de mis pechos. Esto y la sensación de mi cuerpo aceitado comenzaba a excitarme, y el agua fría sobre mi piel caliente terminó de hacerlo. Mis aureolas se achicaron y mis pezones se endurecieron y pararon. No pude controlarme y empecé a pajearme, con una mano pellizcaba suavemente mis pezones y con la otra frotaba lentamente mi clítoris, mientras fantaseaba haciendo el amor Hugo y alguien más. Estaba en lo mejor, cuando escuché un conjunto de voces que se acercaban volviéndome a la realidad.
Solo algunos minutos transcurrieron hasta que paso todo, en los cuales pensé: ¡Que hago! ¿Dónde me metí?. ¡Que boluda!, ni siquiera miré si éste baño es para mujeres u hombres. No tenía donde esconderme y para colmo las voces cada vez se escuchaban más cerca. Era inevitable. Irrumpieron de golpe dentro del baño y ahí estaba yo, ¡casi en bolas!. Entonces comprendí que era el lugar donde se bañaban los jugadores. El primero en verme se quedó parado mirándome atónito, el segundo se asomó a ver que pasaba y al verme dijo:
-¡Guau!.
Menos mal que ya había logrado ponerme la bombachita y me tapaba los pechos con la remera y mis brazos. El resto a medida que me veían decían:
-¡Mamita!. ¡Papa!. ¡Mira que mina!. En fin, todo lo que los hombres pueden decir al ver una mujer en pelotas. Yo solo atiné a decir:
-Disculpen. No sabia. Estaba tomando sol. Sentí calor y vine a darme un baño. No sabia. Disculpen las molestias. Dije esto y un montón de boludeces más. Ellos lejos de molestarse, se mostraron sorprendidos y gustosos, era como si hubieran encontrado un tesoro o algo así. Se agolparon en la puerta de la ducha y me decían:
-¡No preciosura! ¿Cómo vamos a estar molestos?.
-Al contrario, seguí bañándote, hace de cuenta que no estamos.
-¿Queres que te ayudemos? dijo otro chico. Intenté salir, y al pasar sus cuerpos rozaron el mío, ninguno se corrió. Al llegar a la salida siguiente, los más osados cerraron la puerta y me dijeron:
-Como vas a salir así. Ponete la remera o el corpiño. No podes salir así desnuda. Entonces pensé que los más práctico y rápido era la remera. Traté de ponerme hacia un lado para hacerlo, pero era imposible, estaban por todos lados (claro, después me enteré, eran doce o catorce), así que mirando para donde había menos hombres, intenté ponerme la remera lo más rápido posible, con tan poca suerte que debido al aceite de mi cuerpo, la transpiración y los nervios, me quedó trabada en los brazos y la cabeza, exponiendo mis pechos a la vista de todos. La exclamación fue unánime:
-¡Que pechos mi vida!, Etc.
Los miré resignada como diciendo: ¡Y bueno... ya está!. Dos o tres se acercaron y pensé que me iban a ayudar a ponérmela. Nada más equivocado. Todo lo contrario. Opuse un poco de resistencia inútilmente, y entonces ya sin remedio recordé algo que digo siempre "¡Cuando la violación es inminente, relájate y goza!".
Algunos empezaron a decir:
-Vamos, juguemos un ratito mami, ¿qué te parece?.Además, no somos tan malos, ni tan feos
(y la verdad que no, estaban fuertes, tenían unos lomos bárbaros). Y no vamos a hacer nada que vos no quieras. ¡Tengo que admitirlo!. Sin darme cuenta me estaba recalentando, y al ver a algunos de ellos ya casi desnudos, algunas pijas paradas, otras flácidas, y los distintos tamaños, terminé de mojandome.
La idea realmente era dura ,son muchos, pero la situación que se había generado me gustaba, me calentaba y mucho. Venciendo un poco aparente pudor y tomando coraje les propuse que primero me dejaran bañar, algo que aceptaron con agrado y enseguida me alcanzaron jabón. Metiéndome debajo de la ducha y de espaldas a ellos comencé a enjabonarme las piernas, muy lentamente (ya que tenía que hacerlo lo iba a hacer bien), la espuma blanca contrastaba con mi piel muy bronceada, lo que motivaba en ellos muchos halagos y obviamente mucha excitación. Seguí con la cola, pasando mi mano por la rayita varias veces, todo con movimientos muy lentos y pausados. Luego le ofrecí el jabón a uno y le pedí me enjabonara la espalda, al tiempo que dandome vuelta comencé a hacer lo mismo con mis tetas, llevandolos de un lado a otro de manera muy sensual y como si estuviera gozando. Creo que esto desencadenó la acción. Todo me calentaba, lo que estaba haciendo, que me miraran, saber que estaban calientes por mí (creo que todos tenemos algo de exhibicionistas ¿no?).Mientras tanto me extrañaba que el pillo de Hugo no apareciera por alli.
Dos de ellos me dijeron:
-Espera, nosotros te ayudamos ¿Queres?. La excitación se notaba en mi cara, estirando la mano les di el jabón. Ya estaba todo dicho. Se unieron a mí y continuaron enjabonandome a la vista de todos, uno por delante y otro por detrás. Cerré los ojos y me entregué mientras con mis manos acariciaba, tocaba y pajeaba sus pijas ya duras y paradas.
Luego enjuagaron mi cuerpo, amontonaron en el piso la ropa y la cubrieron con todas las toallas. Al caminar hacia la improvisada cama acompañada de los que estaban conmigo, escuché los piropos de todos ellos y sentí las manos al pasar en cada parte de mi cuerpo. Me ayudaron a acostarme y miré a mí alrededor, lo que vi me calentó al máximo. Algunos estaban parados con sus pijas duras, y otros sentados en unos bancos mirándome y pajeándose, como esperando su turno.
No pude ver más, cerré mis ojos estremecida por el placer que me daba alguien que ya me chupaba la concha. Moví mi pelvis buscando el polvo, tratando de acabar (algo que no me cuesta nada). Levanté mis piernas y las crucé sobre su espalda, y exploté en un largo e intenso polvo, tomando y apretando con mis manos su cabeza contra mi concha, al tiempo que gritaba y le decía:
-¡Así, así, chupamela así que te doy toda mi lechita!.
A partir de ese momento afloró en mí la leona salvaje que llevo dentro. Dejando a un lado la timidez y el silencio (ya que soy muy expresiva y grito constantemente). Este macho, siguió haciendo delicias en mi concha al verme acabar así, y yo les pedí:
-¡Chúpenme las tetas por favor, chúpenmelas!. Cuando varios se acercaron, ofreciendo una de ellas dije:
-¡Esta, esta, primero esta, (tengo una impresionante sensibilidad en la derecha), así, así, mordeme suavecito el pezón, succionalo, sacálo, así, así, mordelo suavecito! Les gustaba tanto mis tetas que uno más se ocupó de la otra. ¡Así, asi, sigan, sigan!. ¡Así! ¡Las dos! ¡Y cuando acabe me las aprietan y me muerden los pezones que me gusta mucho, me enloquece!. Uno que no aguantó más acerco su pija a mi boca para que se la chupara, y haciéndolo a un lado le dije mientras jadeaba a punto de acabar nuevamente:
-¡No espera, ahora no, no puedo gozar y chupar al mismo tiempo, después te muestro como me gusta hacerlo!. ¡Ay, ay, como estoy gozando por Dios.
-No aguanto más, quiero que me cojan. Cójanme por favor!. El mismo que me chupaba la concha se acomodó sobre mí y comenzó a cojerme, rápido, fuerte y profundo. A partir de ese momento se dieron cuenta la clase de hembra que los iba a coger. Una mujer a la que le gusta el sexo en todas sus formas y para colmo multiorgásmica. Los comentarios eran acerca de como acababa tan seguido, y todavía..... no habían visto nada. Mientras el primero terminaba de acabar dentro mío, el resto tomó un banco ancho y largo donde armaron otra cama.
Tomándome de las manos me levantaron nuevamente, y acomodaron como lo habían hecho antes toda la ropa y toallas sobre el mismo. Cuando me acosté noté que era casi perfecto. Parecía una mesa y en ella el postre, porque algunos arrodillados alrededor llegaban cómodamente con sus manos y sus bocas, chupando y tocando lo que tenían a su alcance. El resto parados con sus pijas listas y mucho más cerca de mi cuerpo se pajeaban. Busqué al que quería que se la chupara y dije:
-Me gustaría chupárselas un poquito a todos, no a uno solo, pero no quiero que acaben en mi boca, aunque no me disgusta al contrario, pero habiendo tantos me gustaria me acabaran en el cuerpo, me llenaran de leche ¿si?, ¿se animan?. Entonces se acercaron y los fui probando uno por uno, algunos ya despedían gotitas de leche y se quedaban al lado mío pajeándose. Yo no se si fue el último, el anterior o cual, pero se ve que no aguantó más y empezó a acabar. Trató de salir pero no lo deje, atrayéndolo hacia mí lo deje acabar en mi boca.
Desesperada para no desperdiciar nada me tomé toda la lechita (¡Y que cantidad!). Los otros, recalientes con lo que veían, empezaron a acabar sobre mi. Era impresionante, un espectáculo ver acabar tantos tipos juntos y a la vez. Los chorros de leche saltaban por el aire de un lado al otro y caían sobre mí, en mis pechos, en mis piernas, en mi cara, por todos lados. Me bañaron toda. Yo gozaba muchísimo, sabía que todos esos tipos estaban calientes por mí, y encima ver soltar sus leches me calentaba más.
Algunos acabaron en mi boca y otros cerca. Limpie mi cara con una toalla y el resto lo desparramé como a mi me gusta, por mi cuerpo. Lo que me sorprendió y supongo se debía al conocimiento entre ellos, es que no les molestaba que estuviera cubierta de leche, porque no me pidieron que me lavara para seguir. Y yo recontenta porque me encanta el olor a sexo. Así que enseguida otros se apoderaron de mi cuerpo, y varios más me cogieron en la misma posición, hasta que les pedí cambiar acostándose ellos ahora. Con el primero, me arrodillé y fui metiendo lentamente su pija en mi conchita, haciéndolo entrar y salir varias veces. El muchacho con los ojos cerrados y tomándome de la cintura decía:
-Que divina, que divina!. ¡Que hermosa hembra y como coges!. ¡Que conchita preciosa y apretadita!. (Claro, otro privilegio que tengo es tener una conchita bastante estrecha, realmente. Y además, manejo a voluntad mis músculos vaginales). Sin hacerlo acabar y bien lubricado como estaba, lo llevé a mi cola.
Puse su pija en mi orto y en pocos movimientos la tuve toda adentro, ante la mirada de asombro de todos y la incontinencia del muchacho, que llenó mi culito de leche calentita. En el acto alguien, aprovechando que estaba en cuatro patas, me tomó de las caderas y me metió su verga hasta los huevos, cogiéndome brutalmente incentivado por mis gritos, mis acabadas continuas y mis palabras:
-¡Dale, dale, cogeme hijo de puta!. ¡Rompeme el culo papito, dame pija, dame pija, así, así papá!. Cuando acabó y otro trató de tomar la posta dije:
-¡Espera!. ¡Quiero que uno se acueste!. Rápidamente se acostó uno y me introduje su pija en mi concha y volviéndome al otro le pedí:
-¡Ahora si, ahora los quiero a los dos juntos!. Parado con las piernas abiertas y flexionadas, dejando el banco en el medio, separó mis nalgas y apuntó su pija en mi culito, que lubricado con jugos propios y ajenos lo aceptó dilatándose. Cuando comenzaron a cogerme, mis gritos, mis súplicas por más, mis orgasmos que se iban uno detrás de otro, se escuchaban en todo el baño, les pedía:
-¡Cójanme guachitos! ¡Por favor, cójanme!. ¡Así, así me hacen acabar!. ¿Me sienten como les doy mi lechita?. Y ellos me sacudían a pijazos. Mis tetas saltaban, se balanceaban para todos lados. Algunos se acercaban y me las tocaban, apretaban, estrujaban. Otros me las chupaban. Yo, a cada polvo mío les decía: ¡Si,asi,asi, apriétenlas!.
¡Muérdanme, muérdanme los pezones!. Me cogieron un largo rato. Me gozaron con todo. Y yo....... yo los gocé con el culo y con la concha, y algunos con la boca. Me sentía un poco dolorida por las posiciones, pero plenamente satisfecha por tanto placer recibido.
A ellos......... les faltó aplaudir. Me bañe, esta vez sin tanto pudor, me puse la bikini y la remera, y me despedí moviendo los dedos de una mano y diciendo: ¡Gracias chicos, gracias por todo!. Lo pasé bárbaro y espero que ustedes también!.Me contestaron de todo, pero bien, nada de burradas. Y rescate la última frase:
-¡Volvé pronto mamita! Volve cuando quieras. Si es todos los días mejor!.
Al salir me encontre con Hugo riendose y ya vestido.Casi corriendo salimos de alli,pensando en una nueva fantasia cumplida,como no podia ser de otra manera Hugo en el camino paro su camioneta y llevandome a la parte de atras me dijo:
-ahora me toca a mi Susi..
-Si papi,sos mi idolo,lo mejor es para vos..quiero que me cojas bien por el culo,y que me traigas pronto a visitar otra vez a los chicos.
Esto continuara.