Al paso de las horas unos se van otros se quedan, en fin. La bebidas comenzo a hacer efecto en nosotros, y como a las cuatro de la mañana, quedábamos el Dani y yo, con mis suegros. Ellos son jóvenes, tienen 41 y 48 años, mi suegra es la clásica mujer caderona y muy culona, y él fue boxeador, es muy fornido y fuerte, y casi siempre quiere demostrar lo fuerte que está.
Pues ahí estábamos tomando cerveza cuando mi suegra se fue quedando dormida en el sillón, cansada de tanto reir y las bebidas ingeridas. Mi suegro procedió a tomarla entre sus brazos y la subió a su habitacion para dejarla descansar; al menos eso pensamos pero no fue así… Como hacia un poco de frío, después de unos minutos en que mi suegro subió, le dije a Dani.
-Voy por un suéter, ¿queres que te traiga uno?... –
-No,me contesto Daniel.
Así que comencé a subir las escaleras, y me costó algo de trabajo por que la verdad ya me sentía algo mareada. Para llegar a nuestra habitacion tengo que pasar por la de mis suegros, y al pasar estaba la puerta entreabierta, cuando de pronto escuché:
-Ahora si mamita, este culito se va ha tragar mi verga… -, dijo mi suegro, cachetendole el culo a mi suegra.
Al escuchar eso, regresé muy despacio y en silencio me asomé por la orillita de la puerta y ¡guau!, mi suegra estaba acostada sobre la cama boca abajo, con el vestido a la cintura y con una almohada debajo de su cadera, bien parada y mostrando su hermoso culo. Mis ojos se abrieron por completo y no pude gemir un poquito, pues ella inconsciente, estaba esperando a su macho con las nalgas paraditas.Mi suegro con los pantalones en los tobillos tomó la bombacha de ella y se la arrancó de un tiron, mi suegra ni se movio. Nunca había visto a mis suegros así, y la verdad lo que veía no lo creía…
Ella tenía un culo más grande de lo que imaginaba, pero bien duro nada flácido, mi suegro le dio dos sonoras palmadas, e imagínense el tamaño de sus manos por ser boxeador, eso sonó muy duro:
-¡Flojita y ayudando puta, que ahí te va mi verga!... -, le abrió esas tremendas nalgas y le escupió el orto para lubricarlo.
Con sus dedos le dilato bien el agujero del culo y me dejó estupida cuando sacó su increíble verga, una maravilla como de 20cms pero del grueso de una botella de cerveza o más, mis ojos se abrieron por la sorpresa y de mi boca salió una exclamación muy suave… Mi cosita empezó a lubricarse en cosa de segundos.
Mi suegro agarro su choto y lo dirigió al suculento orto de mi suegrita, que al sentir la gruesa verga de su marido, que se la clavó de un solo golpe, exclamó algo entre balbuceos y gemidos. Él comenzó a darle duro, tomandola de las caderas para hundirle toda su pija hasta los huevos, en un vaivén frenético y lujurioso, cogiéndosela como un loco de verdad, con furia y calentura…
Ya para ese momento tenía mi concha humeda sin siquiera tocármela, estaba en ese punto donde no queres otra cosa que no sea una verga bien parada, clavada en tus entrañas.
Así que seguía y seguía viendo, y él, cogiéndosela a todo vapor. Era un espectáculo de locura, y veía claramente como entraba ese choto en el culo de mi suegra; hasta que de pronto gritó el Dani:
-¡Tráeme un suéter también,Susana!... -, mi suegro al escuchar se dio vuelta hacía la puerta y me vio ahí con media cabeza observando como se cogía a su esposa.
Me quedé helada y mi vista se fue directo a esa vergota que se movia con vida propia; ahora la podía ver en toda su plenitud, y era increíble lo que veía, pues jamás había visto algo parecido, y sobre todo que entrara en un orificio tan estrecho, como es el culo. Comenzó a caminar hacia a mí, de inmediato caminé apurada hacia nuestro cuarto y le respondi a Dani que en un momento bajaría…
Abrí la puerta y la cerré rápido, mi corazón estaba a mil revoluciones por minuto, mis tetas paradas y los pezones endurecidos, mi conchita recaliente y ahí me quedé callada y sin moverme.
Sin embargo quería bajar, así que abrí la puerta y nada, el pasillo vacío...cierro, voy al baño me levanto el vestido, limpio mi conchita y aún estaba muy caliente,tomé los suéteres y sali muy despacio, sin hacer ruido. Bajé como pude y llegué nuevamente al living. Me tomé mi copa de un trago, me serví otra igual, y de otro trago me la tome.
Daniel ya estaba perdido en su sueño, y en esos momentos me entraron unos nervios de solo imaginarme que estaría a solas con su padre y como haria para salvarme de esa hermosa tranca,aunque mucho no me disgustaba ya la idea,despues de haberla visto.
En eso veo que baja mi suegro, rápido me siento al lado del Dani y mi suegro con una mirada muy caliente que nunca le había visto, se sirvio una copa y se la tomó:
-¿Queres que lo subamos a dormir,Susi?-, dijo refiriéndose a su hijo.
Ahí fue cuando todos los nervios me invadieron, todo me temblaba y encima contesté que sí. Lo levantó igual que a mi suegra, y como si de un bebe se tratara lo cargó y lo llevó a nuestra habitacion. Me quedé sola y con el corazón a punto de salirse de mi pecho. Me serví otra birra y adentro, luego unos tragos más, hasta que sentí que él ya estaba de regreso.
-Listo, ya esta en su cama y bien dormidito-
Todo me comenzó a dar vueltas, todo me temblaba; mi concha chorreaba a todo lo que daba. Él se sirvió otra cerveza y me dijo:
-¿Queres que te lleve a tu cuarto?... –
-Si por favor, ya que me siento muy mareada-
Me agarró con un solo brazo, me cargó y vamos para arriba, solo veía el techo de la escalera y luego el del pasillo. Llegamos al cuarto me bajo a la orilla de la cama, me dio vuelta y me acosto igual que a mi suegra.
Acercó una almohada, me levantó el culo y la metió debajo de mi cadera quedando con mis nalgas al aire, me subió el vestido, vi la expresión de lujuria reflejada en su cara al ver mis nalgas con mi bikini y la protuberancia de mi chocha. No soy tan culona como mi suegra, pero tengo lo mío, sobre todo unas tetas duras y apetitosas que despiertan los más bajos instintos en cualquier tipo,o como el mismo Daniel quien en la misma cama completamente perdido, ignora lo que su padre pretende hacer conmigo.
-Ahora te tocará a vos comerte mi verga y sentir lo que viste-, dice mi suegro y me arrancó la tanga de un tiron…
Me atrajo hacia él, se desabrochó el pantalón, se lo bajo yo miro de reojo y veo esa chota apuntándome. Me abrió las piernas y la colocó en la entrada de mi concha, cuyos labios hinchados y ansiosos como nunca, esperaban que los penetraran. Sentí una energía que me invadía todo el cuerpo, yo ya estaba chorreando y mis deseos eran ser garchada por esa pijota. Cuidadosamente apuntó la cabezota y adentro, su pija comenzó a invadir mi argolla. ¡Misión imposible, era demasiada verga para mí!...
Les recuerdo que por mi profesion me toca ver pijas de todos los tamaños,pero esta era unica.
Le di una mordida a la colcha de la cama y mis uñas se agarran a las sábanas mientras sollozo como una puta,él sigue entrando y mis gemidos los doy a todo lo que mis pulmones dan, claro, amortiguados por las sábanas; siento su bulto y huevos pegar contra mi culo y me complazco al saber que fui capaz de comerme semejante verga. Mi suegro sigue en lo mismo, metiendome esa enorme cosa como loco, furioso y caliente…
Tengo un súper orgasmo que no tiene ninguna salida debido a ese tremendo choto que no deja salir mi acabada.Pienso lo bien que se debe sentir mi suegro, al sentir como le exprimo la verga con mi concha,él saco su verga y así pudo acabar como una bestia.
-¡Ay Susi, mira nada más,que hermosa puta sos,que bien que cojes.!, ya me mojaste los pantalones-, no sé hasta donde llegó mi orgasmo, pero ahí quedé muerta.
Vuelvo a la realidad cuando vuelvo a sentir su estaca y comienza otra vez duro, duro, rápido y fuerte, me parecía que con todo esto, estábamos arrullando a Dani el muy cornudo que no se movía ni decía nada, completamente perdido de sueño. Mi suegro seguía con su labor, cogiéndose muy turro a su nuera. Tengo otro orgasmo, pero ahora no me la sacó, si no que me la metió más y más rápido, recargando todo su cuerpo sobre mí… La fricción de su verga sobre mi clítoris, hizo que volviera a morder la colcha y a gemir y gritar entre dientes, la verdad creo que hasta me comí la colcha; pero él seguía y seguía cogiéndome…
-Susanita mi amor, date vuelta pues ahora te la voy a poner en ese hermoso culito que tenes.Me doy vuelta como puedo y le digo:
¡No, por favor, por ahí no!la tiene muy grande suegro,me va a romper toda... –
Con una sola mano me tomó de la cabeza y quede con la cabeza clavada en el colchón y con mi culo a su alcance. Me escupió las nalgas y comenzó a lubricarme el orto con sus dedos y saliva, me soltó la cabeza y se agarrandose de mis caderas me metio su grueso cabezón en mi culo, ¡me la metió de un golpe!... Ahí si grité, pero una vez que estuve bien enculada, sentí como su enorme pija y huevos estallaban en mis nalgas, alli me retorci como una perra en celo. Repitió la dosis duro, fuerte y rápido, así tuve mi tercer orgasmo, con el golpeteo de sus huevos en mi concha. Hasta ahí me acuerdo… Despues me desmaye.
Sí, así fue… Desperté a mediodía con un dolor en todo el cuerpo, pero lo más increíble fue que seguía con la sensación de seguir bien caliente, como si aún me estuvieran cogiendo; con todo mi culito abierto y lleno de semen. Mi orto soltaba lechita hacia mi concha,y la almohada también tenía rastros de esperma y sangre…
Cómo puede me paré y caminé hacia el baño, tambaleándome y dejando un rastro de semen por toda la alfombra; llegué a la ducha la abrí y dejé caer agua tibia por toda mi espalda, nalgas y culo; todavía me seguía saliendo semen de mi culo. Fue algo que lo escribo y recuerdo y me pongo recaliente. Estuve ahí como unos 40 minutos, regresé a la cama por mi bata, moví al Dani que seguia dormido,era un dolor con placer que no hay palabras que lo describan.
Me dormí profundamente, hasta que Dani me despertó como a las dos de la tarde, y eso porque mi suegro tocó la puerta, se asomó y dijo:
-Hijo, ya está la comida… Apúrense a bajar-, me sonrió tan pícaramente que pensé: ¡Que hijo de puta,todavía viene a ver su obra!
Susana