Un día, alrededor de las 2 de la tarde, mis hijos estaban durmiendo y mi novio trabajando (él trabaja hasta las 7 de la noche) yo estaba haciendo gimnasia en casa, tenía puesto una remera celeste y un pantalón de color blanco, de repente todo se apagó, se había cortado la electricidad. Entonces llamé por teléfono a mi vecinito que se llama Cristian y tiene 16 años, él sabía de electricidad, enseguida vino a casa y en 10 minutos tenía energía nuevamente.
Luego que él guardara sus herramientas, nos quedamos parados charlando, de repente se me quedó mirando directo a los ojos y luego se me acercó hasta quedar a muy pocos centímetros sus labios de los míos, de repente sus manos comenzaron a rodearme la cintura hasta llegar a mi espalda y luego bajaron hasta mi cola acariciándola toda. Yo me quedé helada, quería detenerlo pero mi cuerpo no me respondía, sabía que si no lo paraba me iba a coger, no sé como pero lo sabía. Entonces cerré los ojos y él guachito me besó, de repente no sentí más sus manos ni sus besos pero no me atreví a ver que pasaba, unos segundos después lo volví a sentir pero esta vez sus manos me acariciaban las tetas, una de sus manos bajó, se metió dentro de mi pantalón, luego dentro de mi bombacha y no paró hasta que un dedo se hundió en mi concha, entonces comprendí que él estaba detrás de mí.
Yo sabía que tenía que parar con esto, que yo estaba novia,mis hijos cerca y él era amigo de Ale mi machito, pero el placer que sentía me lo impidió, no lo pude resistir más, no pude ocultar lo que sentía y comencé a gemir, me incliné hacia delante y sentí algo enorme que chocó contra mi cola, era su pija,una enorme verga por su edad, tiré una mano hacia atrás, la puse entre él y yo y tomé ese enorme verga en mi mano. Mientras me apoyaba por atrás Cristian comenzó a decirme cosas al oído, me decía que me quería coger, que hacía tiempo que me miraba y le gustaba mi cuerpo por ser chiquita y delgada, que le encantaba mi cola, decía que tenía el culito paradito y redondito como a él le gustaba y que siempre se preguntaba como sería cogerme por el culo.
Sus manos comenzaron a bajarme el pantalón, yo me di la vuelta y también comencé a bajarle el pantalón, y luego, al bajarle el slip, algo duro largo y grueso apareció entre mis manos, “que pija más enorme” pensaba yo,no podia imaginar que un pendejo de 16 años tuviera esa pija.. Si había llegado hasta ahí ya no podía detenerme, ahora estaba dispuesta a todo, sin pensarlo mucho me agaché delante de él, tome su pija con mi mano y me la hundí en la boca,casi no me entraba,Cristian me tomaba de la cabeza y me la empujaba hacia él. Luego los dos nos miramos y fuimos hasta una mesa, me senté sobre ella, abrí las piernas y el bebe se colocó delante, tomé su pija con la mano y me la puse entre las piernas, inmediatamente él empujó y comenzó a metérmela lentamente, al principio me dolió pero luego la calentura me cegó y sólo veía pija y pija. Enseguida todo su pedazo entró dentro de mí. Cristian me besaba la boca y las tetas mientras toda su pija entraba y salía una y otra vez rozando mi clítoris y poniéndome cada vez más loca. Poco tiempo después acabe con unos gemidos tan fuertes que casi grito de placer.
Fue entonces que de la boca de Cristian salieron las palabras que toda la vida recordaré
-“Date vuelta” -me dijo cuando terminé de acabar, yo sabía lo que eso significaba y sus consecuencias, entonces le expliqué que el culo se lo daba solo al Ale y que ni siquiera a mi marido le había dado la cola por miedo a que me lastimara y eso que mi marido no tiene la pija tan grande como él, en ese momento fue cuando pensé en sus 80 kilos y en su enorme pija dentro de la cola de una mujer de 58 kilos, solo pensaba en si resistiría esa culiada.
Pero luego, quise ser penetrada, en ese momento no pensé en lo sucio ni en el dolor, sólo quería gozar más y más y por primera vez en la vida quería que una enorme pija entrara hasta el fondo de mi orto sin importar lo que yo sufriera si me partía en dos, entonces sólo le dije “Soy toda tuya Bebe... rompeme el culo” él me tomo de la mano y me llevó al sillón donde me pidió que me acostara boca abajo, luego me colocó un almohadón debajo de la cintura y quedé con la cola levantada, se salivo la cabeza de la pija y se colocó detrás de mí, me pasaba la pija por la cola, sobre los cachetes, por la concha, sobre el orto, lentamente introdujo un dedo en mi culo y luego dos, mientras me decía que abriera las piernas, que me relajara, y... de repente vi las estrellas, sentí un dolor tan fuerte que se me escapó un pequeño grito, algo duro y grande me estaba rompiendo el culo.
Los segundos de penetración parecían minutos, al rato pensé que ya me la había metido toda, pero cuando me dijo que solo había entrado la punta, pensé “Por Dios... me va a desgarrar el culo... y bueno de algo hay que morir”, estaba tan caliente que no me importaba desmayarme de dolor, sólo quería que él, un pendejito, me partiera el culo y para demostrárselo le dije:
- “Dale Cris... dejame bien satisfecha” y empujé la cola hacia arriba, el continuó empujando muy lentamente, a veces me la sacaba toda y me la volvía a meter pero cada vez un poco más adentro, me ma metia con mucho cuidado,parecia un maestro cogiendo, sentía como mi culo se abría y su pija entraba centímetro a centímetro mientras un par de lágrimas brotaron de mis ojos, Cristian me preguntó si me dolía mucho, le mentí, le dije que estaba bien y que me la metiera toda, porqué eso era lo que quería.
Luego de un rato de culiarme me dijo que ya la tenía toda adentro, me había metido esa enorme verga completamente, yo no podía creer lo que estaba haciendo, un bebe amigo de mi novio me estaba garchando por el culo, tampoco podía creer que toda su enorme pija haya entrado en mi cola, sentía la punta de su pija en mi estómago y mi cola desgarrada y partida en dos. Una vez penetrada por completo gemíamos los dos, nos movíamos los dos juntos, culiando y culiando, gozamos de la culiada un largo rato hasta que acabe por segundo vez, tampoco sabía que el sexo anal podía provocar un orgasmo, seguro que lo estábamos disfrutando, luego Cristian comenzó a temblar y gritaba mientras yo sentía como su pija se sacudía cada vez que su pija escupia la leche dentro de mi culo. Nunca había imaginado a este guachito gozando de esa forma y menos cogiéndome como lo hizo. Cuando Cristian me sacó la pija me dijo que un hilo de sangre chorreaba de mi culo, eso no me sorprendió, me había imaginado que me desgarraría el orto con semejante pija.
Hoy, un tiempo después me sigo cojiendo al pendejo de todas las formas,a pesar de que se esta poniendo pesada la cosa porque esta todo el dia en casa queriendo cojerme,se olvida de mis hijos y de Ale.
Les seguire contando historias con el pendejo..