Confesiones y confidencias por teléfono
( Relatos Transexuales )


Les escribo nuevamente para platicarles lo que me pasó con el "primo" de mi vecino de aquel encuentro inesperado.
Me habló por teléfono para saludarme y saber cómo me encontraba y después de los saludos de rigor me agradeció nuevamente por el momento que habíamos pasado juntos. Por curiosidad le pregunté qué fue lo que le gustó más y, después de pensarlo un momento, me dijo:
-Mira, la verdad he de confesarte que cuando mi primo me comentó lo que tienes con él me burlé de él diciéndole que malos gustos tenía, pero, al verte vestida de esa manera me causaste una magnifica impresión y sentí como un relámpago en mi cuerpo que me excitó bastante.
- ¿de verdad? le respondí.
- ¡Claro que sí! y si me permites seguir con la confesión me gustas mucho y no he dejado de pensar en tí.
-¡Mentiroso! le contesté.
-¿No me crees? bueno, he de decirte que desde que ví tus ricas nalgas y la manera en que las ofreces, mmmmmmmm... excitas a cualquiera. Te confieso que cuando te acercaste lo primero que quise hacer era tocarte el trasero. La manera en que caminas provoca mirate con pasión y deseo. En ese momento quisiera haber sido tu dueño.
-Gracias, le dije. Me halaga saber que provoqué en ti ese deseo.
-Y cómo no desearte si pase uno de los mejores momentos de mi vida, desde que me acariciaste la verga la manera en que la trataste y lo que me hiciste disfrutar nena. Dejame seguir confesándote todo lo que me hiciste sentir.
-Ok, ya no te interrumpo.
-Te decía que desde que entré a tu departamento sentí un excelente vibra, me gusta tu trato y tu forma de tratar a las personas pero lo que más disfruté fue ver cómo te entregaste de la forma más natural y apasionada cómo si fueras realmente una hembra. Cuando toqué tus pequeños pechos los sentí firmes y deseosos y creo que a partir de ese momento mi mente se perdió y juraría que estaba ante una rica y deliciosa hembra. Deseaba tocar cada parte de tu cuerpo, lamer tus pezones, acariciar tus nalgas redonditas, cogerte de una u otra manera... huyyyyy... de sólo recordarlo se me vuelve a parar la verga.
-mmmmmmmmm, le respondí cachondamente.
-Cuando te inclinaste y me ofreciste el tan ansiado agujero de tu culo mi excitación creció al doble y cuando te perforé con mi verga ese rico y apretado culito sentí cómo me apretabas deliciosamente y mi verga luchaba por conseguir mejor lugar entrando lenta pero firmemente a través de tus entrañas.
¡-ahhhhh, ricooo! exclamé con mi voz excita. sigue, sigue...
-Tomarte de la cadera mientras mi verga se deslizaba ya sin freno dentro de tu culo fue lo más delicioso que haya sentido jamás, te confieso que con nadie había sentido lo mismo, sentía que podía seguir más tiempo taladrándote tu agujero sin sentir la presión de descargar la leche, apretabas lo suficente para que esto no pasara. Te ves tan rica y tan cachonda parando las nalgas y haciendo el movimiento de vaivén de atrás para adelante, seguramente, al igual que yo, lo disfrutaste demasiado.
-Sí, claro que sí. le dije
-Pero sin duda alguna lo mejor que me diste fue lo delicioso que sentí al momento de que tus labios rojos se posaron en la punta de mi verga.... mmmmmmm, ¡ahhhhh qué rica sensación me provocaste! esa mirada que me dirigiste al momento de deslizar tu lengua sobre mi verga no a puedo olvidar. Me da la impresión que es lo que más te gusta hacer. Ver esa miradita de nenita cachonda lamiendo como si fuera un dulce la verga que tienes en la boca hace que uno haga el esfuerzo por no eyacular y seguir observando esa carita que goza y goza chupando y mamando su manjar. Ahhhh muñequita, si que sabes el arte de hacer gozar a tu dueño.
-En eso tienes razón, me esmero por dar lo mejor de mi y más hacia la persona que sabe darme el trato que creo merecer. le dije y agregué: me gustó la manera en que me trataste y me di cuenta que lo estabas disfrutando bastante por eso mi esmero que fue contigo.
-Gracias, me dijo y continuó. Pero dime una cosa. Si tanto te esmeras en satisfacer a quien te da un trato especial, ¿no esperas lo mismo de es persona?
-¿Qué quieres decir? le respondí.
-Digo que si te esmeras en satisfacer ¿no buscas también tu propia satisfacción? me preguntó.
-Sí, claro, le respondí. Mi satisfacción es precisamente esa, lograr que la persona que está conmigo brindándome su compañía se lleve el mejor recuerdo de mi y que no olvide que puedo ser igual o mejor que una hembra de verdad. Que sepa que conmigo no hay inhibiciones o límites, que cualquier deseo por más fantasioso que sea estaré dispuesta a complacerle. Hay personas que ocultan sus más íntimos deseos y se pierden de experimentar. Yo he aprendido que en esto de entregarse en el amor no debería haber falta de confianza o falta de comunicación. Si verdaderamente quieres disfrutar al máximo no hay más que confiar en la pareja y expresar todo lo que quisieras hacer.
-Entonces, ¿puedo decirte sin temor cualquier deseo que tenga?
-Sí, claro, por qué no. Siempre y cuando sea algo que realmente quieras hacer. Una cosa es entregarse por completo y otra muy diferente humillarse o degradarse, no sé si me entiendas.
-Sí, creo que sí. respondió.
-Y, ¿puedo verte en este momento?
-Sí, aqui te espero.

Foto 1 del Relato erotico: Confesiones y confidencias por teléfono

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5490

Categoria
Transexuales

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