Desde hace tiempo conozco a un chico por internet al cual le platico mis encuentros que he tenido con mi novia cuando me visto de hembra. Le llamaré para este relato Adán.
Adán es un chico muy atento que sabe escuchar y también es muy perceptivo que descubre cuando tengo esos deseos de conversar sintiéndome nenita.
En alguna ocasión Adán me preguntó que si esos deseos que tengo con mi novia sería capaz de realizarlos con un hombre, a lo cual le respondí que sí, que me gustaría experimentar el contacto con un macho y poder descubrir que tan hembra me puedo convertir estando frente a un macho de verdad. Le comenté también que a la fecha no había conocido a alguien que quisiera hacer realidad conmigo esa fantasía.
Durante un tiempo Adán y yo seguíamos manteníamos la comunicación y cada vez que coincidíamos en el internet Adán me preguntaba que si ya había conocido al hombre con el cual pudiera comportarme como la hembra que me gusta ser.
La respuesta era la misma. "No, mi querido Adán, todavía no llega el indicado". A lo cual el respondía: "Ay mi querida Renata, tú tan ardiente y fogosa que te pones cuando te sientes hembra que cualquier hombre te complacería en lo que tú le pidieras".
¿Tú crees, Adán que habrá alguien que quiera hacerme sentir una hembra de verdad? - le contestaba yo.
“Ya lo creo que sí”... decía Adán, “por lo que me cuentas que sientes cuando estás con tu novia y te hace sentir una hembra yo creo que estando con un hombre sentirás mayor sensación, solo es cosa que te decidas y consigas a un hombre”.
Pues mientras no aparezca el indicado, seguiré esperando ese momento. Es que de solo imaginarme estar vestida de hembra junto a un hombre de verdad, ya te imaginarás el deseo que me provoca poder acariciarlo y comportarme como una hembra para complacerlo en todo lo que me pida.
"Ay, amiga Renata, de verte con esas ganas y ese deseo que tienes de estar frente a un hombre y complacerlo en lo que te pida me dan ganas de..."
¿De…? Le pregunté, con un tono sensual… ¿de qué mi querido Adán? Supongo que mi amigo no sabía cómo decirlo o estaba nervioso, el caso es que le volví a preguntar pero ahora con un tono de voz más sugestivo. Anda, amigo… siempre nos hemos tenido confianza y ahora quisiera que me dijeras de qué ganas tienes.
Después de una pausa el respondió: “Pues mira, Renata… he seguido con atención tus relatos y también las veces que platicamos por el internet y la verdad poco a poco me has provocado ese deseo de querer estar con alguien como tú”.
¿De verdad mi querido Adán? Le respondí. ¡Claro que sí! Contestó efusivamente.
“Tenemos tiempo de conocernos y nunca antes me habías dicho algo al respecto, ahora por qué te has animado a pedirme algo así”. Le sonreí…
A lo que él, ya animado dijo: “Desde hace tiempo me he imaginado estar contigo a solas, que te vistas de hembra para mí y que te sientas una nenita cachonda dispuesta a complacer a tu macho”.
Respondí a su comentario con algo que le había dicho muchas veces. “Recuerda que te he comentado que la sensación que me provoca vestirme de hembra, al sentir las prendas femeninas en mi cuerpo me produce una sensación deliciosa y me dan ganas de lucirlas frente a alguien porque me siento una hembra en celo dispuesta a todo”.
“Sí, amor… me contestó, me lo has dicho muchas veces, pero ahora más que nunca quisiera que lo hicieras para mí, que te conviertas en mi novia y me regales una noche de pasión”.
“Es la primera vez que me dices –mi amor- le contesté y créeme que también a mí me gustaría hacerlo para ti”.
Entonces… preguntó en un tono más animado, ¿te gustaría ser mi novia y tener un encuentro íntimo?
Le contesté que sí, que sí me gustaría que mientras más pronto mejor, para no perder el entusiasmo que nos causaba el querer experimentar.
“¿Cuándo y dónde nos veríamos? me gustaría que sea en un lugar adecuado dónde puedas sentirte a gusto y vestirte con calma y lucir bella para mí”, preguntó Adán.
Pues sí, ese sería el problema sería cuestión de buscar el lugar más apropiado. Le respondí…
“Oye, amor… te diré algo que no te había comentado y espero que no te molesté” dijo Adán.
¿Qué pasó?... le dije.
“Mira, todo lo que hemos platicado se lo he comentado a un amigo mío que en algunas ocasiones me ha pedido que te presente con él, ya que no conoce a nadie con tus deseos y fantasías” dijo Adán en tono serio. “Pero éste amigo tiene un departamento que me pudiera prestar para hacer realidad nuestro encuentro”…
Le contesté que para mí no habría problema y que me gustaría conocer también a su amigo.
“Bueno, contestó… le diré que me preste el departamento y luego te lo presento”
-Está bien, Adán. ¿Qué te parece si nos vemos este fin de semana?
-Me parece bien, creo que con mi amigo no tendré inconveniente.
Durante el transcurso de la semana no pude evitar sentirme nerviosa con la proximidad de mi encuentro con Adán. Elegí de mi repertorio de prendas sexys que tengo un conjunto combinado de colores negro y rojo. Llegado el día acordado metí en una maleta todo lo necesario para vestirme y maquillarme de hembra, quería darle una buena impresión a mi “nuevo” novio y darle una tarde inolvidable.
Llegué a la dirección que me había dado Adán, era un conjunto de departamentos en un lugar céntrico de la ciudad y que no tuve problemas para llegar.
Al llegar al departamento del amigo de Adán, tomé el suficiente aire y toqué el timbre. Me recibió mi “nuevo” novio Adán con una sonrisa y me pidió que pasara.
El departamento no era muy grande, pero lo bastante iluminado y acogedor para pasar un buen rato.
Le pedí que me indicara dónde se encontraba el baño para poder iniciar la transformación, a lo cual me dijo: “No te preocupes, puedes disponer de esa habitación que es la de mi amigo y así podrás vestirte con calma y disponer del tiempo que sea necesario”.
-Gracias, le respondí… dame unos minutos y enseguida estoy contigo.
Me dirigió una sonrisa y caminó hacia la sala.
Después de veinte minutos y ya vestida y maquillada como toda una hembra, salí de la habitación y caminando con mis zapatillas sensualmente, me dirigí donde estaba Adán. Al verme me dijo: “En verdad que luces muy atractiva te ves muy bien con esa ropita que elegiste para esta ocasión”.
-¿Te gusta? Le pregunté…
Sí, amor… me respondí… luces tal cual te imaginaba…
Se acercó a mí y tomándome de la cintura me atrajo hacia él… acerqué mis labios recién pintados a los suyos y nos dimos nuestro primer beso.
A partir de ese momento me sentí realmente transformada… vestida de hembra y con un hombre de verdad a solas me dejé llevar por las sensaciones del momento.
Realmente es tan excitante tener las prendas femeninas puestas y más si hay alguien que te las aprecia y te hace sentir bien. Adán me abrazó y me dijo: “Anda nenita… quiero que te conviertas en esa hembra apasionada que dices ser cuando estás vestida así y sé mi amante ardiente”.
-mmmmm, sí mi amor… a partir de este momento seré tuya… quiero que me trates como si fuera tu hembra; cerré los ojos y me acerqué para darle otro beso… él me tomó de los hombros y giró mi cuerpo… al darle la espalda y sentir su cuerpo muy cerca del mío pude apreciar su erección que tenía en ese momento, me atrajo hacia él y empezó a besarme el cuello y a acariciar mis senos.
“Ahhhh… chiquita… que rico hueles y tienes unas lindas tetas que haces lucir muy bien con ese corset que te pusiste”… mmmmmmm… dijo Adán.
En ese momento, nos sobresaltamos porque sonó el timbre de la casa y Adán dijo: “déjame ver quién es”.
Me sentí nerviosa y un poco asustada pero al ver regresar pronto a Adán me tranquilicé.
Me dijo: - es mi amigo el que me prestó el departamento, dice que vino por algo que se le olvidó y enseguida se va”.
-Claro, por mí no hay problema, y si quieres me puedes presentar con él, le respondí…
-Me parece bien, deja lo hago pasar…
Al entrar el amigo de Adán y presentármelo le sonreí y le agradecí el que nos haya prestado su departamento. –No, no es nada… me contestó. Cuando gusten está a su disposición.
Le sonreí y le dije… ¿Por qué no nos acompañas un momento? Así de esta manera me sentiré acompañada por dos atentos caballeros.
-Bueno, respondió… sólo un momento y después me retiro. Me sonrió…
Le devolví la sonrisa y le guiñé un ojo.
Adán se dio cuenta de esa situación y dijo: Mi amigo tenía muchos deseos de conocerte, y creo que se quedó impresionado de verte.
Jorge, como se llama su amigo, respondió: “es que no me imaginaba que alguien así luciera espectacular con esas prendas”, “la verdad luces muy femenina”.
Le agradecí el cumplido y le dije: ¿Por qué no nos acompañas más tiempo? Es tu departamento y tú eres el anfitrión.
Le dirigió una mirada a Adán y contestó: No sé si le parezca a Adán… a mí sí me gustaría quedarme”.
-¡Claro que te puedes quedar Jorge!- faltaba más… creo que a Renata le gustará estar en compañía de dos hombres.
Asentí con gusto y comenzamos a platicar de nuestras emociones en ese momento.
Les dije que no esperaba encontrarme en esa situación pero que también había sido un deseo oculto que tenía de tiempo atrás… poder hacer el amor con dos hombres a la vez.
-Veo que nos estamos entendiendo, dijo Jorge… por lo que me ha comentado Adán te conviertes en una hembra fogosa y ardiente cuando estás excitada.
-Sí, le respondí… y con dos machos como ustedes creo que será una experiencia inolvidable.
¿Te sientes excitada Renata? Me preguntó Jorge.
Le contesté con un simple “sí”.
¿Quieres sentirte amada por dos machos que te quieren coger al mismo tiempo?
Le respondí también con un “sí”.
Los amigos se miraron y al mismo tiempo se acercaron y empezaron a acariciarme.
Mientras besaba a Adán en los labios podía sentir los labios de Jorge acercarse a mis senos, me acariciaba los pezones y me los oprimía.
No pude evitar el deseo de acariciar sus vergas por encima de sus pantalones y me percaté que éstas estaban erectas, las froté por encima de los pantalones y les dije: chicos… ¿me permitirían darles unas pequeñas mamadas a sus vergas para conocerlas?
Al mismo tiempo los dos machos bajaron el zipper de sus pantalones y sacaron sus vergas que estaban bien erectas… tomé la verga de cada uno de ellos y les dije… vengan, vamos al sillón… quiero empezar por darles una buena mamada…
Los conduje al sillón grande de la sala… y después de sentarlos… me arrodillé enfrente de ellos… empecé por mamar la verga de Adán, mi “nuevo” novio, mientras acariciaba la verga de Jorge…
“Así, así… mmmmm… que rico mamas Renata… realmente te vuelves una puta cuando te pones ardiente”…
Adán sabía que me gusta que me digan palabras que me excitan y le dijo a Jorge que también lo hiciera.
¿A sí? Exclamó Jorge… pues veamos qué tan puta se pone si la decimos palabras ardientes…
A partir de ese momento tanto Adán como Jorge no dejaban de exclamar las palabras que me excitan y que poco a poco me convierten en una hembra en celo…
-Anda nenita… sigue mamando… lames tan rico la verga que pareciera que te la quieres comer…
Después de mamar la verga de Adán… seguí con la de Jorge… y empecé por darle ricas chupadas a esa cabeza de su verga que estaba brillosa por los jugos que empezaba a emanar… mmmm… le dije… que rica verga tienes… pasé mi lengua por toda su verga, desde los testículos hasta esa rica cabeza que seguía fluyendo líquido seminal…
Ahora nos toca a nosotros darte una rica cogida… queremos que goces como la puta que eres y que sientas el deseo de pedir más y más…
Se levantaron del sillón y Adán me dijo: sigue mamando la verga de Jorge… mientras te exploro ese culito que está ansioso de recibir una verga hasta el fondo…
Me levanté sin soltar la verga de Jorge y, mientras me inclinaba para seguirle mamando la verga, pude sentir a Adán colocarse detrás de mí y sentir cómo frotaba su verga en mis nalgas…
Las levanté lo más que pude para ofrecerle a Adán la mejor vista de cómo me sentía tan puta parando las nalgas esperando recibir una buena verga…
Me sentía en las nubes al tener en mi boca la rica verga de Jorge que no dejaba de emanar deliciosos fluidos seminales y por atrás percibía los intentos de Adán de querer meter su verga en mi culito… abrí las piernas mientras que él me agarraba de las nalgas y trataba de abrirlas… me sentía más ardiente y cachonda que no quería que ese momento terminara.
Por fin Adán me introdujo su verga… y con una pequeña exclamación asentí que me gustaba… ahhhhh.. asi.. asi… cógeme así amor… apenas podía hablar teniendo la verga de Jorge entre mis labios… mmmmm…
Mira, amigo… dijo Jorge… tenías razón de lo que me decías de Renata… mientras más cachonda se pone más puta se ve y se siente… ¿Te sientes puta Renata? me preguntó… a lo que respondí mamando con más fuerza su verga y lamiendo sus testículos… ahhhhhhh… reaccionó… sí, sí, sí… sigue así putita… ¡me estás dando la mejor mamada que me hayan dado y casi estoy a punto de reventar..! le dije espera… que falta lo mejor… y le volví a guiñar el ojo.
Mientras hacía esto, Adán continuaba dándome embestidas con su verga… podía sentir el golpeteo de sus testículos llegando a mis nalgas… se escuchaba cómo entraba y salía su verga de mi culo ya dilatado y que me hacían gemir como loca…
Después de unos momentos les dije: ahora es el turno que cambiemos de posición… giré de manera que ahora mis nalgas se las ofrecía a Jorge mientras que tomaba con mis dos manos la verga de Adán que estaba completamente erecta y bien dura y que me había dejado el culo bien abierto por lo que al recibir la verga de Jorge ésta no tuvo problemas en introducirse hasta el fondo… de un solo golpe me hizo levantar más las nalgas al mismo tiempo que me introducía la verga de Adán en mi boca… mmmmmm… así.. asi… tienen unas ricas vergas que me están haciendo gemir como puta… ahhhh… asi.. más.. así… quiero más…
Quien ha estado en esta misma situación que yo sabrá la excitación que se siente… primeramente sentirse hembra con la ropita puesta y tener, al mismo tiempo, dos vergas de dos machos buscando meterse en el primer agujero que encuentren… mmmmmm… en esa situación me encontraba yo… mamando la verga de Adán y sintiendo la verga de Jorge en mi culo… ahhhhhmm asi.. asi… es algo realmente rico para disfrutar… mmmmmmmm
Yo no podía ver las reacciones de Adán y Jorge… solo escuchaba las chupadas que le daba a la rica verga de Adán y el sonido de la verga de Jorge entrando y saliendo de mi culo… mmmmmm… y en ocasiones escuchaba las voces de ellos diciendo que rica puta nos estamos cogiendo…
Escuchar eso me hacía sentir realmente bien cachonda, deseaba en todo momento que ellos me sintieran como una hembra lo más puta y complaciente, que solo quería satisfacerlos plenamente…
Seguimos así hasta que Adán me pidió que me recostará en el sillón, me dijo que uno de mis sueños era sentir la verga teniendo las piernas al aire y bien separadas…
Le dije que sí… que era algo que siempre había deseado y que si él me lo pedía claro que lo haría…
Me recosté en el sillón y me coloqué boca arriba, Adán se acercó y se colocó encima de mí… tomó mis piernas y las separó levantándolas al aire… enseguida acercó su verga a la entrada de mi orificio y empezó a introducirle su verga en esa posición… Jorge acercó su verga a mi boca y me la ofreció a la que con gusto le pasaba mi lengua deslizándola de abajo hacia arriba… estar recostada de esa manera recibiendo una fabulosa cogida mientras chupaba la verga de Jorge hizo que mis senos se sintieran más grandes y más deseosos… Jorge se dio cuenta que mis pezones estaban rígidos y empezó a acariciármelos… mmmmmmm… Así mi vida, así… le dije… me haces disfrutar riquísimo… mmmmmm…
Estaba disfrutando como loca de esos instantes, en cada embestida y en cada mamada que daba más puta me sentía… empecé a acariciarme mi verga pero con la intención de retardar la eyaculación que sentía y que estaba por llegar… quería seguir complaciendo a mis machos hasta que ellos pudieran desfogar toda su carga que tenían… ardía en deseos de sentir la leche de Adán en mi culo y la leche caliente de Jorge en mi boca… en ese momento me sentía plena y dichosa de que dos machos me estuvieran dando la cogida que tanto anhelaba… mmmmm… asi.. asi… me siento tan puta que no quiero que terminen nunca…!!
Sentirme hembra y amada por estos dos machos me hicieron disfrutar a lo máximo cada uno de los instantes que estuve con ellos… empecé a gemir sensualmente en cada embestida de la verga de Adán que sentí cuando su cuerpo se arqueaba y dejaba escapar chorros de leche dentro de mi culo que me hicieron mamar con más fuerza la verga de Jorge que no pudo evitar venirse en mi boca con una gran explosión… ahhhhhhh… abrí la boca para recibir toda su leche y pude escuchar sus gemidos de placer mientras su verga no dejaba de emanar… al ver esto, Adán sacó la verga de mi culo y me dijo: Anda putita mía… sácame la leche que todavía tengo para ti… le succioné la cabeza de su enorme falo y pude saborear algunas gotas de su leche que todavía tenía almacenada en sus testículos… mmmmmm… así, putita mía… así…
Quedamos satisfechos de esta primera sesión y nos quedamos sentados en el sillón totalmente exhaustos… después de un descanso continuamos… pero eso se los platicaré en el siguiente relato…
Felicidades!!! Me siento algo identificado con tu relato en lo de que me gusta vestirme de mujer nada más que yo lo hago cuando no hay nadie en casa y se que tengo varias horas para hacerlo, lo que no me sucede es que mi esposa aceptara esa condición, en primera porque no aprecian a los gay como yo, ni a los trasvestis como a veces soy...quisiera encontrarme en esa situación de aceptación y hasta de colaboración para el placer...y me encantaría que dos machos me dieran una rica cogida como la de tu relato...en fin ya me tocara...felicidades por todo...
Amor, hermoso relato, me has hecho recordar los momentos que paso de vez en cuando con dos amigos ex compañeros de la secundaria, tener uno clavado delante y el otro detras es divino, por tal motivo complendo tu felicidad de haber estado con dos machos, te mando un fuerte beso y hasta cualquier momento Ana Maria