Cuando salí de su apartamento la cabeza me daba vueltas y el culo me palpitaba por lo delicioso que me hizo el amor, no sabía cómo hacerle para ir a su fiesta, mientras llegaba a mi casa, pensé en inventar algo pero no sabía bien cuál sería el mejor pretexto para zafarme de casa.
Los días transcurrían y por fin pude pensar en algo que tal vez funcionara, como a veces algunos de mis amigos me hacen invitaciones a cenar, tracé el plan de que iría a cenar con uno de ellos, así que decidí llamarle para confirmar mi asistencia ya que era sábado, el día de su reunión.
- Hola – escuché su voz.
- Hola Juanito, soy Rikka, solo te llamo para avisarte que sí iré a tu fiesta.
- Qué bueno que te animaste, estaba perdiendo las esperanzas de que vinieras, así que ya voy a tener pareja, gracias amor.
- Ni por un momento he dejado de pensar en ir, es más, tuve que poner como pretexto a un amigo de la familia y sé que es muy discreto.
- Pues ojalá y te diviertas con nosotros, todo está casi listo para esta tarde
- Tengo una pregunta que hacerte – le dije - ¿cómo tengo que ir vestida?
- Eso es lo de menos, puedes venir como quieras pero me gustaría que te arreglaras como nena, ¿se puede?
- Eso es todo lo que necesitaba, te veo más tarde – le dije para colgar la llamada.
Como mi ropa la tengo guardada fuera de casa, fui al lugar de renta de espacios y busqué algo apropiado para no verme como putita, elegí un vestido negro ajustado que me llega un poco arriba de las rodillas, zapatillas blancas con negro, medias y liguero, tanga de hilo dental que se me clava muy rico entre las nalgas, una peluca que me llega a los hombros y un poco de maquillaje, pensé mientras me arreglaba: “Con esto lo voy a poner de cabeza”.
Ya totalmente arreglada y con el ánimo muy en alto, no me fijé que uno de los empleados se me quedó viendo con mucha curiosidad o morbo, de cualquier forma le mandé un beso y salí al estacionamiento para irme en mi carro.
En el trayecto estaba pensando en cómo me recibirían las amistades de Juan, pero no me preocupaba porque estaría con mi amante.
Llegué temprano a su depa, algo así como 15 minutos para las 9 de la noche y estacioné mi auto en los lugares para visitas, al bajarme me encontré de frente con 2 personas que iban a la misma fiesta, ya que eran hombres pero estaban vestidos de mujer, caminé detrás de ellos y confirmé que iban a casa de Juan, tocaron y mientras nos abrían la puerta, me sonrieron amablemente y me saludaron de beso en la mejilla diciendo:
- Hola, ¿vienes también a la fiesta de Juanito?
- Claro – respondí – me invitó en la semana.
- Qué bueno. Así vamos a ir conociendo más amigas como nosotras, un placer, soy Chela – dijo una.
- Yo soy Amairani - dijo la segunda.
- Yo soy Rikka, mucho gusto.
En ese momento la puerta se abrió y Juan nos saludó de beso y nos hizo pasar.
- Me gusta que sean puntuales, pónganse cómodas, les voy a traer algo de tomar, ya sé que es lo que les gusta.
Mientras nos acomodábamos, me di cuenta que aún no había llegado nadie, pero como era temprano pensé que no tardarían en llagar los demás invitados.
Juanito llegó con las bebidas y nos las entregó a cada una de nosotras, se sentó frente a nosotras y nos dijo:
- La cuestión es pasarla bien y divertirnos mucho, así que vayan pidiendo la música que más les guste y pueden empezar a bailar.
Amairani pidió algo de pop en español, Chela dijo que en un rato más haría su petición y yo me levanté para ir a bailar con Juan, como aún no soy experta en bailar con zapatillas, en una ocasión estuve a punto de caer y me tuve que abrazar de mi amante, los 4 reímos mientras recuperaba la compostura.
Sonó el timbre y Juan acudió para abrir la puerta, eran más invitados, una pareja de lesbianas, y 2 travestis acompañadas de sus parejas (hombres), nos presentaron y comenzamos a platicar animadamente entre todos, les sirvieron sus copas y todo transcurrió muy agradablemente.
La fiesta iba muy bien, unas bailaban, otros, platicaban y Juan se acercó a mí, y me dijo suavemente al oído:
- Te ves preciosa, hasta me dan ganas de cambiar de ritmo para bailar pegadito a ti.
- Pues adelante mi cielo, ya quiero estar entre tus brazos.
Se levantó y puso algo romántico, se acercó a mí extendiendo su mano y salimos a bailar muy pegaditos, mi pareja me abrazó muy rico porque en cierto momento sentí su verga tallando mi vientre, eso me puso muy cachonda y le besé el cuello y lo mordí suavemente, como respuesta a mis caricias, cuan bajó su mano y me empezó a tocar la nalgas con ternura, las demás parejas estaban haciendo cosas parecidas y el ambiente comenzó a ponerse bastante candente.
Sería algo así como la media noche cuando nos avisaron que la cena estaba lista, nos repartimos los platos y empezamos a disfrutar de los platillos que Juan preparó, todo estaba delicioso y hubo comentarios de que nos estaba tratando de maravilla, de repente me di cuenta que algunas parejas de desaparecían, unas en el baño y otras en las recámaras, supuse que no habría problema si me llevaba a Juan a alguna que estuviera disponible, accedió de buena manera y entramos a la suya pero estaba ocupada con Amairaini y Chela, estaban haciendo un delicioso 69, al vernos nos invitaron a unirnos, sin pensarlo mucho, Juan me besó apasionadamente y me empezó a acariciar todo el cuerpo con pasión, con el hecho de saber que estábamos con otra pareja, me excité como loca y me dejé llevar por el momento mientras Juan me desnudaba toda.
No supe en qué momento se nos unieron las 2, solo empecé a sentir que me tocaban por todo lados, una manos en mis nalgas, otra en mi espalda, una más en mi pecho y la verga de mi amante frente a mí, como pidiendo un rico servicio oral, me hinqué y me metí muy despacio aquella estaca de carne, sin dejar de mamar, sentí que alguien me abría las nalgas y me untó un poco de lubricante, como ya estaba ardiendo por el deseo, dejé que me hicieran lo que se les antojara, sentí que me introducían un dedo y solté un leve gemido por la sensación tan rica, abrí los ojos y vi que otra verga palpitaba junto a la de Juanito, lo miré hacia arriba como pidiendo su autorización y él solo me volteó la cara para que mamaras la segunda tanda de carne, me la clavé hasta el fondo de la garganta mientras escuchaba una nueva tanda de gemidos y suspiros, así estuve mamando alternadamente hasta que me levantaros y nos fuimos los 4 a la cama.
Mi amante me hizo hincarme en la orilla y me abrió las nalgas para lamer mi culo con pasión, mientras chela me ponía su verga en la boca, dijo:
- Mamas delicioso, espero que así tengas el culo.
Amairani hizo a un lado a Juan para saborear mi ano, lo hacía muy rico, metiendo su lengua hasta donde pudo para luego untar lubricante en su verga enfundada en látex y también puso un poco en la entrada de mi culo, me penetró lentamente porque Juan le dijo que así me gusta que me claven, ya que la tuve toda adentro, empecé a mover mi trasero en forma circular y apretando para que lo disfrutara al máximo, unos minutos después fue el turno de Chela, me puso de patitas al hombro y me la clavó muy suavemente, Juan se montó en mi pecho y me dio su verga a mamar, me tenían como puta barata, enculada y mamando, mientras me hacían suya, quise que Ji pareja me dejara cabalgar encima de su pito, así que cambiamos y me trepé para ensartarme la verga de mi Juan, obviamente mi boca recibió alternadamente las otras 2 reatas, no supe cuánto tiempo estuve así pero no pasó ni un minuto para que tuviera 2 penes entrando y saliendo de mi ano y boca, cuando ya estaban a punto de venirse, me acostaron boca arriba y me bañaron de leche los 3, qué delicioso es ver cómo me aventaban su semen, ahhhhh.
Pasados unos instantes mientras se reponían, Amairani comentó:
- Vaya que le encanta la verga, además aprieta el culo de una forma increíble, es una mamadora excelente.
Chela, a su vez, dijo:
- Es la mejor para tenerla en la cama, ¿por qué no la habíamos visto antes? – preguntó dirigiéndose a Juan.
- La acabo de conocer apenas, tiene solo unos días, es quién me pasó la música – respondió él.
- Pues esto es digno de otra reunión – comentó Amairani -, coge divino y espero repetir la sesión muy pronto- finalizó sonriendo.
Para confirmar esa petición, me adelanté y repuse:
- Cuando quieran estoy dispuesta para hacerlo de nuevo, me encantó cómo me cogieron.
Las caras de gusto que pusieron me indicaron que en verdad les gustó como soy de puta, así que me abrazaron, me besaron y decidieron que sería en 15 días, nuevamente en casa de Juan, que aceptó muy contento.
La tercera parte de los encuentros que tuve con Juan, se los platicaré en mi siguiente relato, por lo pronto, reciban un afectuoso saludo, hasta pronto…