Ella estaba en clases y traía puesta su tanga rosa debajo de la falda de su uniforme porque era otro martes excitante. Estaba ahí sentada en medio de la clase atendiendo lo que la maestra de inglés decía cuando de repente vibro su móvil y se encendió la pantalla, con destreza y disimulo movió los dedos encima de la pantalla para abrir el mensaje que le había llegado, disimuladamente veía casi de reojo hacia el móvil sin perder de vista lo que la maestra explicaba en la pizarra, hasta que se agacho un poco más para ver con claridad lo que decía ese correo que le había llegado.
Era un excitante correo de aquellos que le mandaba casi a diario la que tanta excitación le causaba, pero los que le llegaban los martes la excitaban tanto que no podía dejar de verlos aun estando en clases. Y éste que le había llegado no iba a ser la excepción porque en él decía:
“Tengo ganas de meter mi mano en tu calzón, y que tú separes bien las piernas para que pueda manosear a gusto tu vagina, separando tus labios vaginales y metiendo mis dedos en medio para tocar aquello que ya se te humedece.”
Ella se sintió excitada casi de inmediato, se movió inquieta sobre el asiento de su pupitre acomodando sus nalgas y sentía que sus muslos se abrían para dejar salir hacia adelante su vagina aun cuando tenía los pies cruzados, miró a su alrededor un poco ruborizada por la excitación que sentía y acomodó su cabello por detrás de los hombros, enderezó su espalda y sintió rígida y abultada su vagina rozando su tanga rosa en sus entrepiernas, a la vez empezaba a sentir esa humedad que sin contenerse empezaba a salir desde el interior de su sexo.
Pero los mensajes no paraban ahí, sino que continuaron llegándole al móvil casi en seguidilla uno detrás de otro, en el siguiente le decía:
“Meto entre mis dedos tus labios vaginales y los froto intensamente para que se pongan más sensibles y carnosos. ¿Puedes sentirlo?”
Bastó esa corta alusión a los labios de su vagina para sentir una corriente que le circulaba por dentro, sentía también que de su vagina corría una delgada hilera de flujo sin que ella pudiera hacer algo al respecto sino quedar en su asiento conmocionada de tanta excitación. Con todo y el sentirse expuesta en frente de todas sus compañeras de clase, se sentía muy a gusto recibiendo todos esos mensajes.
Imaginaba y sentía todo lo que decían esos mensajes, en su mente todas esas palabras se convertían en acciones que se ejecutaban directamente en su zona íntima y la mantenían muy excitada. Sentía sus labios vaginales ser jalados, sentía cada roce que iba dirigido a su vagina, y un placer muy íntimo la inundaba por dentro.
Los pelitos que cubrían su vagina se le erizaban, se mojaban en aquella humedad que no paraba de fluir de su interior y se pegaban a su ropa interior, la sensación que le dejaba todo aquello le agradaba y eso sólo porque únicamente ella podía percibirlo. Sentía que aquella que la excitaba tanto con sus palabras se adueñaba de su vagina. Y así le llegaba el tercer mensaje mientras la maestra intentaba que todas al unísono repitieran unas frases en inglés. El mensaje en su Smartphone decía:
“Quiero agacharme hasta ponerme entre tus piernas, y hacerte el calzón a un costado, para jalarte los labios vaginales con mis dientes. Sí, delicadamente quiero morder los bordes de tus labios vaginales y disfrutarlos en mi boca.”
Ella se sentía tan encendida, envuelta en una agradable sensación de múltiples placeres, que terminaban todos en su sexo, esa explosión de excitación era tan grande que su vagina le palpitaba y tuvo que liberar sus pies para que sus muslos se abrieran levemente permitiéndole que acomodara mejor su vagina y sus nalgas en el asiento, no salía aún de aquella sensación que la envolvía y ya le llegaba el siguiente mensaje:
“Rodearé tus caderas con mis brazos, apretaré tus nalgas con mis manos y afianzaré mi boca en tu vagina, para lamerte profundamente hasta que tus labios vaginales se abran como una flor y dejen entrar mi lengua en el interior cálido y húmedo de tu vagina.”
Con ese mensaje falto poco para que desfalleciera de placer sobre el asiento, se sintió llena de una sobreexcitación que quería explotar en un gemido de su boca, por lo que tuvo que cerrar la boca y cortar la pronunciación colectiva de aquellas oraciones que les hacía repetir la maestra, trato de contener todo signo de su excitación y concentrarse en la clase pero no podía, su atención estaba en aquellos mensajes que le llegaban.
Entonces decidió entregarse al placer y pedir más para su propia excitación, nadie la tocaba, ni siquiera ella lo hacía, pero sentía una deliciosa masturbación con aquellas palabras que le faltaba poco para llegar al orgasmo. Y mando un mensaje a aquella que la masturbaba con solo palabras, en él que le pedía más diciéndole:
“Continua haciéndolo. Me gusta tu boca, tus dedos y tus dientes en mi vagina.”
Su rostro se iluminó con una sonrisa de complicidad por lo que había escrito, sabiendo que le llegaría a aquella que estaba al otro lado, sabiendo además que lo estaba mandando en medio de su clase de inglés, con todas sus compañeras alrededor y con su maestra presente. No tardó mucho en llegarle la contestación:
“Quiero separar tus labios vaginales a los costados con mis dedos y lamerte en medio para que tus flujos vayan directo a mi boca. Quiero asimismo lamerte largo, recorriendo toda tu vagina hasta abajo, hasta casi alcanzar en medio de tus nalgas.”
Con esas palabras se sentía más húmeda que nunca, sentía la necesidad de entregar por completo su vagina, de entregarse al placer de sentirse lamida en lo más íntimo, de sentir esa boca recorriendo su intimidad y esa lengua recogiendo precisamente de ahí toda su humedad. Quería a la vez sentirse penetrada por unos dedos femeninos que delicadamente abrieran su vagina y la condujeran a la gloria, llegando a clavarse en lo más profundo de su intimidad. Y entonces decidió responder ese último mensaje con un corto pero directo mensaje en el que pedía:
“Mete tus dedos en mí”
Ante tal pedido clamoroso y para calmar su incontenible excitación la contestación fue:
“Voy a penetrarte, voy a abrir tu vagina con mis dedos. Quiero que los sientas enterrarse dentro de tu vagina y meterse en lo más profundo de tu sexo. Mientras mi boca se come tu clítoris.”
Y como si esa excitación recibida fuera poco, al poco rato le siguió un mensaje que decía:
“Quiero sacar mis dedos impregnados de tus humedades y chupármelos con gusto, sabiendo que han sacado esos flujos desde muy adentro de tu deliciosa vagina.”
Se sintió lamida, se sintió allanada en lo más profundo, sintió que sus fuerzas le abandonaban y se ruborizo en un callado orgasmo que se le subieron los colores a las mejillas, pero así y todo pudo disimularlo y acabar la clase sin ningún inconveniente ni contratiempo, sin que ninguna de sus compañeras lo notara, mucho menos su maestra.
Al terminar todas sus clases, tomo sus cuadernos y sin pronunciar palabra alguna salió del salón apretando sus cuadernos en el pecho, no paro de caminar, no miro a nadie hasta salir del salón de clases, caminaba con prisa, parecía que tenía urgencia de llegar a casa. Sus amigas del salón de clases se sintieron extrañadas por esa su actitud pues pensaron que algo raro le había sucedido.
Llego a casa, más temprano que de costumbre, saludo a todos, siguió con la rutina de costumbre y a la primera oportunidad se encerró en su habitación pues tenía un cometido: excitar a aquella que tanta excitación le causaba a ella, complacerla con un video que ella misma se había propuesto hacerle.
Rápidamente empezó a desnudarse, a la vez preparo su móvil y lo ubico en un lugar conveniente para comenzar a grabarse. Se puso sobre la cama, ya desnuda, tomo su tableta del velador, rápidamente busco en sus archivos aquel primer relato del libro de su club, y ya teniéndolo listo en la pantalla de su tableta, apretó el play en la pantalla de su Smartphone.
Empezó tocando su vagina, con una mano rozaba los bordes de sus dedos en donde empezaba esa mata de pelitos oscuros, mientras su otra mano fue sobre sus senos acariciándolos tan deliciosamente como solamente ella sabía hacerlo, decidió concentrarse en sus pechos por lo que su otra mano dejo de tocar sus pelitos por un momento para subir a tocar también sus redondos senos.
Con ambas menos frotaba sus formidables pechos, agarrándolos por debajo y suspendiéndolos hacia arriba para tomar entre sus dedos ambos pezones, con los dedos índice y pulgar de las dos manos tomaba sus ricos y juveniles pezones y los apretaba proporcionándose un exquisito placer, apretaba esos pezones entre sus dedos y luego se tomaba los pechos cubriéndolos encima con sus manos y los amasaba muy bien para sentirlos en su totalidad, sus pechos en sus manos se perdían, los manoseaba de tal manera que sus pezones apenas podían escapar entre sus dedos.
Después de eso volvió a bajar su mano hacia su vagina. Abrió las piernas y mantuvo las rodillas un poco levantadas, empezó a llevar su mano hacia abajo sintiendo su cálido abdomen, volviendo a sentir sus pelitos vaginales y pasando por encima de ellos con la palma de su mano abierta, deslizo completamente su mano hasta meterla entre sus piernas, agarro su vagina, restregó un par de veces todos sus dedos juntos, se empapo de sus flujos, luego saco un poco la mano para rozar y acomodar sus pelitos alrededor de sus labios vaginales, lo hacía sólo con los dedos, mientras mantenía su otra mano en uno de sus pechos, apretando su pezón y jalando todo su pecho.
Aquel roce solo de sus dedos en su vagina era fascinante, era como una masturbación ligera para preparar su zona íntima para lo que iba a venir, y su otra mano se movía entre sus senos intercalando entre uno y otro para disfrutar de manoseárselos. A momentos acariciaba con cierta intensidad en medio de su vagina con esos sus dedos, pero rápidamente volvía a un ligero roce relajando su excitación, sus piernas se movían pero sin cerrarse en medio.
Se tomó un respiro suspirando fuertemente, y soltando sus senos, con esa mano fue a tomar la tableta de su velador, mantenía la otra mano rozando levemente sus dedos encima de su vagina. Y con la mano con la que sostenía su tableta se puso a activar la pantalla deslizando el dedo pulgar encima para poder visualizar el relato. Cuando ya lo tenía preparado empezó la lectura en voz alta, con esa su voz tan tierna juvenil y ahora excitada. Comenzó en:
“Esa mañana, ella salía de casa; con el pelo sujetado en una cola de caballo, su blusa escotada…etc., etc., etc., (1) a medida que avanzaba en la lectura continuaba tocándose su vagina. Al principio sus dedos seguían rozando levemente sus pelitos, pero a medida que avanzaba en la lectura de ese relato, sus dedos se metían en medio de sus labios vaginales y llegaban hasta abajo, donde su vagina ya estaba completamente húmeda. Sus dedos se impregnaban de esa su humedad tan exquisita, especialmente el dedo del medio que era con el que más se rozaba. Frotaba profundamente, intensamente, había momentos en el que su voz se entrecortaba y volvía a escucharse más excitada retomando la lectura de aquel relato desde donde había quedado.
Sus roces se volvían más intensos, su dedo del medio hacia círculos en medio de su vagina, y cuando ese dedo llegaba a lo más alto de su vagina, casi saliendo por encima de su clítoris, parecía que sacaba y echaba encima sus flujos vaginales. En ningún momento paro de tocar su vagina, la lectura continuaba y su excitación era por demás evidente en su voz, sus piernas casi ya habían cedido ante la excitación y de lo elevadas que estaban sus rodillas ahora sus piernas descansaban sobre la cama y su vagina sobresalía más voluminosa junto a su mano.
Había momentos tan intensos, que sus dedos se concentraban en frotar aceleradamente sólo en donde estaba su entrada vaginal, pero aún no se animaba a metérselos, sólo frotaba y frotaba esa su húmeda entrada vaginal, luego volvía a concentrarse en la lectura relajando sus dedos encima de su vagina con roces más ligeros. Pero cuando volvía a momentos de clímax con el relato sus muslos cobraban fuerza y se elevaban levemente haciéndole flexionar un poco las rodillas, y los manoseos intensos a su vagina volvían.
Con sus piernas levemente arqueadas su mano se metía mas entre sus piernas, casi perdiéndose en medio de ellas, ahí aprovechaba para tocarse con los dedos más pegados a su vagina, era como si tuviera su mano adherida a su pubis cubriéndolo completamente y solo se movían sus dedos al interior de sus labios vaginales que prácticamente habían quedado separados, con sus dedos no paraba de tocarse muy hondamente, ahora si al parecer sus dedos iban a dar al interior de su vagina, por lo menos dos de ellos, el índice y el del medio.
Su excitación hacía que cada frase leída se escuchara casi temblorosa y algunas palabras de repente se escuchaban más aceleradas y en un tono más fuerte. Luego sus piernas volvieron a bajarse y sus dedos salieron de entre sus labios vaginales pero aún mantenía las yemas de sus dedos frotando en medio de manera circular. Pero inesperadamente uno de sus dedos volvió a ganar el interior de su vagina, era su dedo índice que se lo había metido hasta adentro y lo movía vigorosamente para darse un placer muy intenso ahí dentro, a la vez que ya casi iba dando fin a la lectura del relato: después de haberse masturbado deliciosamente con ese dedo ahí dentro, lo saco y a modo de esparcir toda esa humedad que traía desde su interior lo paso por toda su vagina.
Continuo frotando su vagina, volvió a meter levemente el mismo dedo solo que esta vez por un muy corto tiempo, luego lo saco y volvió a esparcir sus secreciones encima. Continúo la lectura y esta vez dejo de masturbar su vagina para llevar la mano con la que lo hacía hasta sus senos, seguramente ahí dejaba los últimos residuos de sus flujos vaginales al agarrarse los senos. Ese dedo que poco antes lo había metido al interior de su vagina, ahora lo ponía encima de uno de sus pezones para manoseárselos al igual que lo había hecho con su vagina, es decir haciendo círculos encima y alrededor de ese pezón.
Después agarraba todo su pecho, colocaba entre sus dedos su pezón y lo apretaba a la vez que cerraba su mano para apretar su seno, y luego iba por su otro seno para hacer exactamente lo mismo. Rozo un par de veces más ambos senos, volvió a tocar su vagina como sintiendo una última descarga de su excitación y a lo así acabo la lectura del relato.
Rápidamente dejo la tableta en su velador y se puso a tocar sus senos y su vagina, se había propuesto terminar el video con un agradable orgasmo. Con una mano frotaba sus senos con la otra su vagina, la mano en sus pechos los cubría por completo para amasarlos con todas sus ganas, su mano en su vagina frotaba justamente en medio.
Hasta que decidió ponerse de costado sobre la cama, con su cuerpo de frente hacia la cámara, en esa posición su mano cubría uno de sus pechos completamente y los frotaba con la palma de su mano abierta, con la otra mano en su vagina paso de frotar encima a meterse el dedo del centro hasta adentro, se penetraba moviendo toda la mano encima de su vagina, dejando ver claramente como ese dedo se metía completamente en su cavidad vaginal y lo mantenía entrando y saliendo. Su penetración era maravillosa, aumentaba su intensidad, así mismo mantenía uno de sus pechos bien agarrado amasándolo con su mano, no paraba de penetrarse, se acomodaba mejor para ponerse más de frente y dejaba ver todo su hermoso cuerpo.
Cuando alcanzó el máximo de placer, empezó a jalarse el pezón con los dedos y sintió la necesidad de apoyar otra vez su cuerpo sobre la cama, así que se puso de espaldas sacando su dedo del interior de su vagina, pero no dejo de rozarse encima, ni soltó su pecho. Ahora pasaba su mano a su otro pecho y separaba más las piernas dejando que su vagina saliera hacia adelante, por unos segundos levantando su dedo, ese que había salido de su vagina, se agacho a verlo para ver qué tan humedecido por sus secreciones vaginales había quedado, y volvió a rozarlo en medio de su vagina.
Se acomodaba una vez más sobre la cama, pero esta vez para ponerse de espaldas hacia la cámara, dejaba ver sus redondas nalgas, sus esplendidas caderas se abrían después de caer de una cintura delgada bien definida, pero a todo esto acomodaba sus nalgas, las dejaba ver perfectamente hacia la cámara, y su mano se dejaba ver ahí abajo como seguía manoseando su vagina, era realmente excitante como dejaba ver desde atrás su mano entre sus piernas manipulando su vagina, mantuvo la pose por unos minutos y hasta acomodó la pierna que había quedado suelta apoyando su rodilla en la cama para que sus nalgas quedaran abiertas hacia la cámara. Finalmente separo la rodilla de la cama y se acomodó nuevamente boca arriba.
Esta vez sólo mantenía su mano en su vagina, la otra mano ya había liberado sus senos. Pero para finalizar el video se sentó sobre la cama, flexionó las rodillas hacia arriba, apoyo los pies en la cama y dejo bien separadas sus piernas, su vagina se mostraba totalmente expuesta hacia la cámara, sus senos se mostraban ahí arriba y volvió a poner la mano encima de su vagina, pero esta vez para ir a meterse directamente el dedo del medio, se lo metía con todas sus ganas, ahí dentro su dedo se movía intensamente, su vagina estaba completamente abierta por lo que ese dedo salía y entraba con toda facilidad, y ella se lo clavaba con todas sus ganas, hasta que soltó un gemido intenso, y soltó también la presión de su dedo ahí dentro. Sin salir del todo ese dedo aún se mantenía moviéndose hacia adentro y hacia afuera de su cavidad vaginal pero esta vez más levemente.
Saco ese dedo del interior de su vagina, se lo froto en círculos en medio de sus labios vaginales, lo llevo hasta abajo y otra vez se lo metió adentro, esta vez sin moverlo, simplemente lo saco como recogiendo todos sus flujos vaginales desde muy adentro, y soltando completamente su vagina, cruzo las piernas sobre la cama, hizo su cuerpo hacia adelante y en frente de la cámara se llevó ese dedo cargado de sus secreciones a la boca, se lo chupo con total entrega, como queriendo complacer a quien después vería el video, casi y se podía escuchar como agarraba ese dedo con la boca juntando los labios a su alrededor y sacándoselo para volvérselo a chupar, se lo chupo todo, incluso saco la lengua para lamer ese dedo y que quedara registrado en aquel video, se lo lamió rodeando su lengua en aquel dedo y se lo chupo haciendo sonar su deliciosa boca como si se cerrara en besos repetidas veces. Y así termino ese sensacional video, luego ella quedo recostada sobre la cama, con la mirada en el techo pensando quien sabe qué, pero con una gran sonrisa en los labios, luego de algunos minutos, procedió a preparar el video para enviarlo a la que tanta excitación le causaba. Y se lo envió para así terminar uno más de sus excitantes martes.
(1) Ver el primer relato del libro: “El club de las bragas rosa”
Si has podido leer este relato en clases y quieres contarme cuál fue tu experiencia y que sentiste al hacerlo, puedes hacerlo a mi correo.
Y aún estoy ofreciendo mi último libro digital “EL CLUB DE LAS BRAGAS ROSA” que lo distribuyo gratis a través del mismo correo electrónico, las interesadas en leerlo completo sólo deben pedírmelo por su título, y por favor solo chicas.