Aun asi siguió como pudo hasta topar con una abuela que acababa de vaciar el Mercado Central. Tenia todas sus bolsas de plástico azul aglutinadas entre las piernas y no se movía ni a la de tres -Hasta aquí he llegado- penso Nico. Se detuvo y se cogió de la barra que tenia sobre su cabeza como pudo.
El autobús avanzaba de acelerón en acelerón y la chica que tenia Nico al lado no tardo en tropezarse con él. Fue un contacto fugaz, sin la intensidad del roce que previamente habían experimentado al pasar Nico por detrás suyo pasándole su paquete por el culo. Era imposible avanzar por el pasillo sin este tipo de roces, por lo que no llamo la atencion de nadie mas que la de los dos protagonistas.
Los acelerones del autobús hicieron que se sucedieran mas y mas breves contactos entre sus receptivos cuerpos. Nico estaba ya empalmado y se congratulaba de la elección de su ubicación y de la indumentaria de ese día. Esa mañana había dudado entre una camisa azul a cuadros ( y él siempre las llevaba por dentro del pantalón) y un polo de rugby de la selección neozelandesa (que acostumbraba a llevar por fuera del pantalón)
Los cuerpos deseosos de los interesados dejaron de tocarse esporádicamente y se acercaron el uno al otro.
El roce era ahora continuo, hombro contra hombro, y los acelerones servían para incrementar la presión sobre la carne ajena. Nico había tenido que buscar un inexistente caramelo en su bolsillo para colocar su erecta polla en una posición mas cómoda. Hecho esto, se puso un poco de lado. Lo suficiente como para que la cadera de la nena que tenia a su lado notara su bulto. El primer contacto fue muy breve pero suficiente para que a Nico le recorriera un escalofrío por todo su cuerpo. Fue tan placentero que Nico lo volvió a intentar. Esta vez la chica retiro la cadera y Nico se planteo la posibilidad de que todo fuera una coincidencia, los roces, los apretones, las fricciones...... Quizás ella no los había interpretado como él.
En la siguiente parada se bajo la acompañante de su pretendida femina -Te llamo esta noche, Eva- le dijo la amiga mientras presionaba el botón rojo de parada. -Llámame sobre las 11:00 Lola...... hasta luego- le dijo Eva a su amiga. Eva se había quedado sola.
En cuanto el autobús se puso en marcha Nico presiono el botón de parada. Había quedado con un amigo en el Saint Patriks, un pub irlandés, para tomarse unas pintas y charlar un rato. Nico ya había arrojado la toalla, no hacia ningún nuevo intento para aproximarse mas a la solitaria Eva. Tenia que bajarse en la siguiente parada y ella no parecía interesada en él.
Cuando todo parecía perdido Nico noto una mano rozándole su bulto. Sin duda la mano pertenecía a su nena. Su cuerpo todavía estaba ladeado y al cambiar Eva la mano con la que se sujetaba a la barra, esta quedo suelta al lado de su cadera. La mano no se movió cuando Nico presiono su falo contra ella, ahora la mano estaba prisionera entre el sexo de Nico y la cadera de Eva. De vez en cuando Nico notaba que Eva movía algunos dedos y eso incrementaba mas su excitación -Pinggggg- había llegado ya la parada de Nico, ahora que estaba tan "cómodo". Nico hizo caso omiso de la señal y se quedo a bordo del autocar. Eva, sin mirarle, sonrió. Se había dado cuenta que él había apretado el botón de parada hacia unos instantes. Nico al verla sonreír penso -Espero que Luis no este solo, jejejeje- Sabia que su amigo lo entendería.
Eva seguía proporcionándole un inmenso placer con su contacto pero de repente volvió a cambiar de mano. Levanto la mano que tenia atrapada entre un gran bulto y su costado para agarrarse a la barra y bajo la otra. Nico noto que ella tambien se ponía un poco de lado asi que decidió que ahora era su turno. Nico se giro un poco y se puso mirando la ventana, descendió la mano hasta la altura de su bolsillo y se acerco todo lo que pudo. Ahora tenia su mano rozando tan apenas el coño de la chica. Un acelerón hizo el resto. Eva bendecia por momentos la incompetente forma de conducir del trabajador de la E.M.T. Ese acelerón había hecho que la presión sobre su coño se incrementara hasta el punto de notar la unas de Nico sobre su pubis. Ninguno de los dos se movieron de su nueva ubicación. Estaban muy cerca y era Nico el que ahora movía sus dedos hacia adelante y hacia atrás para presionar mas sobre el monte de Venus de su compañera de viaje.
Eva estaba muy excitada. Sus bragas estaban encharcadas y deseaba que la penetraran ahí mismo, en ese mismo instante. Presiono el botón de parada y se movió hacia la puerta de salida. Nico la miro indeciso. Tardo 4 segundos en reaccionar. Ella bajo delante. Él la seguía de cerca. Anduvieron una calle en silencio, casi el uno al lado del otro, aunque Nico iba un paso mas retrasado.
Delante de ellos se abrió un portal. Un hombre mayor salía de una finca y Eva se introdujo en el inmueble sin dejar que la puerta se cerrara. Nico volvió a dudar. Después de otros 4 segundos entro por el portal numero 78 de la Calle Pasajeros.
Solo había un ascensor y Eva estaba ya delante de él. Entraron los dos. Nico no sabia como actuar. Todo le parecía violento y esa tensión acentuaba su libido. Eva estaba en similares circunstancias aunque pensaba mas rápido que él. Había apretado al ultimo piso, el octavo, y ya iban por la mitad. Nico se preguntaba si ella le dejaría entrar en su casa, si viviría sola......... Entonces ella se giro hacia él y lo miro a los ojos. Había fuego en su mirada, lo estaba derritiendo.
Cuando salieron del ascensor ella ya llevaba la camisa medio desabrochada y el pelo despeinado. Habían
recorrido sus cuerpos frenéticamente, tocándose mutuamente los sexos con intensidad. Eva cogió a Nico de la mano y lo arrastro por unas escaleras que llevaban al ático. Nico nublado por el deseo la seguía ciegamente manoseando su culo y su coño por las escaleras. Eva abrió la puerta que daba al gigantesco ático y tras cerrar la puerta volvió a coger a Nico de la mano para conducirle a un rincón mas intimo. Habían grandes sabanas colgadas de los alambres que hacían de tendedero. Tras sortearlas Eva empujo a Nico contra una pared alta que hacia esquina con otra mas pequeña. Detrás de todas esas telas blancas y resguardados por los muros de la azotea se sintieron UNICOS.
Eva recorría los labios de su chico con su lengua juguetona mientras presionaba su raja contra el muslo de él. Nico abrió mas sus piernas para que Eva pudiera casi sentarse sobre su muslo restregándole su coño. Eva bajo sus manos al ombligo de su semental y le desabrocho el primer botón de sus 501. De un estirón le acabó de desabrochar por completo los desgastados vaqueros y se los bajo hasta los tobillos. Igual suerte corrieron los calzoncillos rojos apretados que llevaba Nico ese día. El falo arqueado de Nico estaba tan duro que parecía mas bien de piedra. Eva lo cogió en su mano y lo acaricio. Pronto ella empezó a chuparle el cuello, le levanto el polo de rugby sin quitárselo y empezó a lamerle los pezones. Siguió bajando sin dejar de masturbar a su macho hasta llegar a su pubis. Bajo mas sorteando la base de su verga y empezó a lamerle los huevos. Los cojones de Nico estaban muy cargados y colgaban mucho y Eva jugaba con ellos metiéndoselos en la boca y lamiéndolos con su húmeda legua. Nico ya no podía mas. Cerraba los ojos y contraía la cara de placer. Eva seguía con su dulce tortura y Nico pedía en murmullos que culminara la felacion - Chúpame la polla......cómetela toda..... trágatela.....- Pero Eva disfrutaba viéndolo tan excitado. Cuando ya no pudo mas, Nico la agarro del cabello fuerte, con ambas manos, y le metió la polla por la boca. Al principio ella solo acepto el capullo pero pronto empezó a recorrerla entera, de arriba abajo. Se la volvió a meter en la boca y se la trago entera. La abrazaba entre sus labios mientras la sacaba y la metía por su garganta. Nico estaba a punto. Saco su falo del orificio y empezó a masturbarse mientras agarraba con la otra mano la cabeza de Eva por el pelo. La leche empezó a brotar enseguida. Salía disparada contra la cara de Eva. Nico intentaba apuntar a la boca abierta de la chica pero las ráfagas de semen salían violentamente de su polla en todas direcciones. Cuando ya había vaciado todo su néctar sobre la preciosa cara de su acompañante y tras los últimos lametones a su capullo le hizo incorporarse estirando de su cabello hacia arriba. Con la mano sobre su pelo la atrajo hacia si y empezó a besarla apasionadamente saboreando su propio semen de su boca y de su cara. Tras un intenso intercambio de besos y lametones Nico se aparto de la chica y arranco una de las sabanas que había colgadas. La extendió en el suelo y empujo a la muchacha sobre ella. Se puso encima de la hembra le desabrocho la camisa y le quito los pantalones mientras la besaba. Empezó mordiéndole los pezones, primero suave y después mas fuerte, mientras le metía un dedo por el coño. Levanto la cabeza le arranco las bragas y comenzó a lamerle el clítoris sin dejar de introducirle el dedo por su raja. Metió otro. Cuando ella ya esta a punto de correrse le saco los dedos le cogió las piernas por detrás de las rodillas y las echo hacia delante dejando su coño completamente al descubierto. Se inclino hacia ella y la penetro de un movimiento, duro, rápido, contundente. Empezó a bombear, al mismo ritmo, sin acelerones ni paradas. Entonces ella empezó a correrse. Nico subió sus manos hasta los tobillos de la chica y echo sus piernas todavía mas hacia delante.
Eva tenia las rodillas tocándole los hombros y él empezó a bombear mas rápido. Los gemidos se transformaron en gritos y cuando todo hubo terminado Nico se tumbo al lado de su amante, sobre la sabana blanca y busco un cigarro en su bolsillo. Le ofreció otro a Eva y se quedo tumbado mirando el cielo azul, en siléncio, con una sonrisa de memo en su rostro, inhalando largas bocanadas de rubio americano. Tras un agradable silencio Nico le pregunto a la chica -¿En que piso vives?- y ella contesto -Yo no vivo aquí, no había estado aquí en mi vida- Los dos empezaron a reirse.