Mis primeras veces 5
( Relatos Bisexual )
5- La primera vez que hice un trío fue una sorpresa inesperada, pues ese día no había salido con la intención de buscar nada. (Quizá debería haber hecho una aclaración al principio de estos mini-relatos que explican algunas experiencias reales vividas por mi. El caso es que soy bisexual y versátil. Es decir, que me gusta todo y que puedo ser activo o pasivo dependiendo del momento y la compañía. Me gusta notar como se ensancha mi esfínter con la presión de una verga, notar como entra y sale y también el momento tan placentero de sentir como mi glande atraviesa el círculo encantad, tanto de un hombre como de una mujer. Disfruto tanto metiéndome una polla en la boca y chupándola como succionando un clítoris y lamiendo los labios de una vagina notando como se humedecen cada vez más las mucosas de la vulva. Repito también que tanto los relatos como las fotos son reales. Si ahora he decidido escribirlo para que otras personas lo lean, probablemente es debido a que no lo he hablado nunca con nadie conocido y mi doble vida es ignorada por todas las personas de mis círculos próximos. Seguramente, también debido al morbo que me produce recordar estos momentos.) Estaba curioseando en una librería e iba avanzando poco a poco pasando mi vista por los lomos de los libros de una estantería y le di un golpecito a alguien que, como yo, estaba leyendo títulos pero en cuclillas en la estantería más baja y yo, absorto como estaba, no me había dado cuenta. Pedí disculpas, se levantó y era una mujer a la que reconocí. Era una ex -compañera de una academia de idiomas con la que hacía algún tiempo había pasado una noche en su casa y no nos habíamos vuelto a ver. Supongo que tanto ella como yo en aquel momento pensamos que mejor era no repetir, o quizá no le había gustado del todo, no sé. El caso es que fue una noche olvidable por ambas partes. Charlamos un par de minutos de cosas triviales con algunas miradas furtivas a los ojos y, en ese momento, llegó un hombre algo más joven que yo, al que me presentó como un amigo que en esos momentos la acompañaba. Era agradable, y conversador y al cabo de un poco ella dijo que iban a tomar una copa de vino y si me apetecía acompañarlos. No tenía compromisos y accedí. Sentados en la terraza de un bar charlando y sintiéndonos cada vez más relajados (hasta ese momento ya iban tres copas de vino), creo recordar que fue ella quien introdujo el tema, la conversación derivó al sexo; tendencias sexuales y demás. Aunque ella no sabía que yo soy bisexual, ya que la noche que pasamos juntos no hablamos de eso, es posible que intuyera algo. Nos reímos un poco de algunos amaneramientos exagerados en nuestra opinión y el muchacho que iba con ella pareció molestarse un poco pidiéndonos por favor que no nos riéramos de esas cosas. En ese momento, aunque él no lo dijo claramente y no se notaba en absoluto, entendí que era gay o bisexual. Le aclaré que no estaba haciendo burla de nadie y seguimos charlando otra vez relajadamente cuando ella, de la manera más natural dijo que su fantasía sexual era ver a dos hombres en la cama. Hasta ese momento yo no había pensado por un segundo que podía salir algo de aquel encuentro y sin reflexionar y animado por el vino le dije que la mía era estar en la cama con un hombre y una mujer pasando mi mirada del uno al otro. En ningún momento yo había hecho ningún tipo de insinuación sexual, solamente lo dije para aceptar su reto y subir la apuesta, valga el símil. Se quedaron mudos los dos, ella algo ruborizada, y dejaron de sonreír un instante. Él me miraba sin saber exactamente si yo hablaba en serio o en broma, pero poco a poco la situación volvió a relajarse, aunque en ese momento, mi polla me había empezado a advertir que había posibilidades de que aquello fuera a más y, efectivamente, cuando parecía que ya se había olvidado el tema y tras unas miradas que ellos se cruzaron, ella dijo mirándome a los ojos que tenía una botella de vino muy buena en casa y que si queríamos la podíamos abrir. Casi al mismo tiempo los dos dijimos exactamente lo mismo: que nos parecía una buena idea. Me levanté a pagar y por el rabillo del ojo vi como el se fijaba en el bulto de mi entrepierna, que ya era bastante notable, pues en alguna parte de mi cuerpo ya estaba en acción.
Una vez en su casa, con la botella de vino abierta, nos sentamos en el sofá, ella en el medio, y seguimos charlando un poco a ver quien rompía el hielo. Yo, ya un poco impaciente y un punto contento por todo el vino que habíamos tomado, me levanté y separándolos me senté en el medio, puse una mano en cada pierna y mirando al techo fui acariciando los dos muslos poco a poco hasta llegar a las ingles. Ambos estaban estáticos y casi no respiraban. Como en mi caso, estaba claro que era su primera vez en trío y aunque ella había lanzado el anzuelo sin saber exactamente que pasaría, yo había picado y había tomado la iniciativa. Después de acariciarles un poco la entrepierna a los dos, subí los brazos y los puse por detrás de sus cabezas acercándolas a la mía. Giré la cabeza hacia ella y sin más metí mi lengua entre sus labios que todavía dudaban si abrirse. Enseguida me correspondió y estuvimos un momento luchando con nuestras lenguas. Luego me giré hacia el otro lado y repetí la operación que él ya estaba esperando, pues no se hizo de rogar como ella. Entre caricias cada vez más atrevidas nos fuimos desnudando. Aunque mi polla era algo más grande que la de él, la tenía bastante tiesa y no me lo pensé: me arrodillé delante del sofá y me la metí en la boca y empecé a chuparla mientras con un dedo chupado por ella le abría los labios de su vagina. Explicar todo lo que hicimos es difícil pues los recuerdos de un momento así se confunden, pero sí recuerdo perfectamente que en aquel rato de tan buena memoria hubo algunos momentos muy intensos y algunos hasta divertidos. Le pregunté dónde estaba la cama y a ella me dirigí mirando hacia atrás, invitándoles a acompañarme, cosa que hicieron enseguida. Les dije que se tumbaran uno al lado del otro y me obedecieron como corderitos nerviosos. Yo también lo estaba, pero había cogido las riendas y no las iba a soltar. Me arrodillé al lado de sus pies y empecé a lamerle el coño a ella mientras le cogía la polla a él sintiéndola latir en mi mano. Luego le tocó a él mientras se la comía levanté la vista y los vi morreándose y dándose lengüetazos ansiosamente. Eso me excitó más, pues imaginé que no era la primera vez que ellos estaban juntos. Creo que entonces yo me estiré boca arriba y sin decirles nada empujé sus cabezas hacia mi polla que estaba a punto de explotar indicándoles que me la chuparan los dos a la vez. Allá fueron y entre los lamidos, sus lenguas se encontraban y se las chupaban haciendo un ruido de succión. Ya no recuerdo exactamente como siguió porque yo también me dejé llevar, pero en algún momento sé que él estaba haciendo un 69 con ella mientras yo le follaba el culo a ella y sacaba mi polla de vez en cuando ofreciéndosela a la boca de él para que la chupara, para lo cual gastamos bastantes condones, recuerdo. En otro momento estaba yo tumbado con las piernas alzadas mientras él bombeaba mi culo y ella, sentada con su coño sobre mi boca, parecía que quería chafarme la nariz. Noté como él se corría encima de mi polla y de mi mano que la sujetaba después de sacarse el condón, pero ella seguía con su baile sobre mi cara. Él, que aunque ya se había corrido quiso seguir la fiesta, metió mi polla en su boca pringada como estaba y ella al verlo se inclinó hacia delante para participar también. Sé que entonces me corrí pero ella no tenía suficiente, luego me enteré que era multiorgásmica. Al contrario que en las películas porno, donde hay un director que te dice cómo ponerte y y luego un editor que corta las tomas malas, en la realidad, cuando hay tres en la cama y uno quiere cambiar de posición, se pueden dar momentos de risa, incluso ridículos, pero eso es lo de menos. Lo importante es disfrutar. Un largo rato más tarde nos dijimos adiós, no “ya nos veremos”, igual que la vez anterior con ella y no los he vuelto a ver. Quizá algún día otro encuentro fortuito…..
Comentarios
la verdad, estuvo bueno el relato y los acontecimientos, pero estas repobre en contarlos, en lo mejor, les dijistes adios.... no te vestiste, no te bañastes, nada...? espero que cuentes si paso algo mas.
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