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Ahora ambas lloran, para variar. Entonces, noto que la erección ya ha cesado, seguro me he distraído tanto con la discusión acerca del amor fraternal y sus consecuencias que olvide el hermoso culo que me esperaba.
- Ven - le ordeno a Lorena quien no se para de tanto llanto.
A decir verdad, y aunque suene raro, es bastante poco común que alguna de las niñas que vienen aquí lloren, les duele el alma hacerlo, desde luego que les lastima y mucho, pero vienen tan dispuestas y repletas de una codicia aderezada con curiosidad y falso orgullo que resulta extraño que entren en llanto.
- ¡Ven! - le repito a Lorena quien ahora si se pone de pie, pero sin verme.
Entonces me acuesto sobre la curva baja que se crea entre la espalda y las nalgas de Graciela quien llora insoportablemente con la cara escondida entre las sabanas, sabe perfectamente que esto es lo peor que a hecho en su vida. Al sentir mi nuca sobre su cuerpo estalla aun mas en lagrimas.
- Ponte sobre mi - le ordeno a Lorena a quien, por su inexperiencia y pavor le tengo que acomodar por mi mismo, la abro de piernas sobre mi abdomen, es tan pequeña que me apretuja demasiado, afortunadamente es muy suave - así esta bien, ahora quítate la parte de arriba - le ordeno moviendo su blusa absurdamente pequeña, de esas que solo deberían usarse en casa, se la quita fácilmente, no lleva sostén alguno, desde luego, apenas y un par de montañitas emergen como pequeños pechitos, me doy cuenta entonces de algo: a esta edad, los pezones son mas grandes que los senos mismos, eso me gusta.
Entonces, pongo sus manos sobre Graciela, una sobre su nalga y la otra sobre la espalda de su poco conveniente hermana, Graciela ahora si que llora, Lorena sin embargo ya no llora, y es algo que de todos modos ya había descubierto hace tiempo: el sentimiento de suspenso es aun mayor que el llanto. Es tanto este sentimiento en Lorena que ni siquiera nota que las carnes que ahora aprieta son las del culo de su hermana.
- Ahora agáchate así, muevelos sobre mi boca.
Esto, lo noto en su cara, no le gusta en lo absoluto, pero que mas da, lo hace. Al principio muy toscamente pero con admirable y rápido aprendizaje, mi boca entonces no desperdicia ningún segundo y prueba hasta la muerte los sabores y tonos de los tiernos y vírgenes pseudosenos de Lorena, a veces lanzo mordidas suaves que Lorena parece notar, mis manos al tiempo se entretienen en el perfecto culo de la niña y mi pene, que parece despertar a unos centímetros de la linea creada por las nalgas de Lorena empieza a rozarla, como estudiándola.
Algo estoy seguro, Lorena es una de las mejores cosas que me han pasado hasta ahora, no pienso desperdiciarla.
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