Entonces, mientras ella chupa la pluma recién salida de su culo, miro su ano un poco más dilatado y decido que ya es hora de pasar a la siguiente fase, tomo el cucharon con su asa ya lubricada y comienzo a tratar de introducirla en su ano, es un poco más difícil que con la pluma pero mi pene es candidato a entrar ahí también y no puede esperar, tras treinta segundos de intentar poco a poco de manera que su ano se dilate con tranquilidad, logro por fin introducir el asa completa, ella lo nota y sus ojos saltones en ese momento lo revelan, gime fuerte y casi se traga la pluma que chupaba, le doy una nueva nalgada y le ordeno que se tranquilice y siga chupando, ella lloriquea un poco pero obedece.
Ya con el asa dentro de su culo parece haber pasado ya una fase más, entonces comienzo a sacarlo lentamente y después a meterlo de nuevo, así un poco más y más rápido, durante casi tres minutos la mantengo en esa situación, el asa del cucharon no para de entrar y salir cada vez más rápido y ella no para de cerrar los puños y morder la pluma que hasta hace poco chupaba.
Sin embargo su ano parece no estar listo aun para mi pene y sin embargo, aunque no lo tenía planeado, siento una sensación terrible de descargarme, dado que el ano esta aun muy cerrado para dar paso a mi pene y que a su vagina pienso penetrarla con más tiempo en otro momento no me queda más que usar su cavidad más adaptable, su boca, que antes ya había recibido mi pene y mi semen pero esta vez era diferente, era una emergencia, entonces, la voltee de espaldas sobre la cama, acomode un poco la laptop para que no perdiera detalle y acerque la cabeza de María hacia donde hasta hace poco yacía su culo y en una posición de sesenta y nueve introduje casi a la fuerza mi pene en su boca, incluso hasta me mordió sin querer pero eso no importaba ahora, entonces le ordene que me la chupara y ella lo hizo, pero con una lentitud de novata.
Ante su ineptitud y dada mi incontenible necesidad comencé a hacer movimientos por mi propia cuenta, como si su boca se tratase de una vagina experta siendo follada por mí a bastante velocidad, ella parecía ahogarse pues mi pene salía de su boquita con una velocidad impresionante y por un momento pensé en que tal vez la podría hacer vomitar y que de hecho esto era lo peor que le había hecho hasta ahora, casi injusto, más que todo. Pero era demasiado tarde para arrepentimientos, tras un par de minutos de follarme su boca exhausta termine por venirme, sin aviso alguno de mi parte su boca de niña se lleno de semen, esta vez, por la situación y posición, no se desperdicio nada, todo se lo trago, un poco exhausto yo también deje caerme sobre su cara, con mi pene aun dentro y mis testículos sobre sus narices me di cuenta de algo que de alguna manera me dio algo de gracia y hasta solté una ligera risa, el cucharon aun seguía totalmente incrustado en su ano.