De manera violenta, casi estúpida, le tomo de los cabellos y la jalo hacia mi, del otro lado cuatro de mis dedos entran amotinados y veloces en su ano, empujando y perdiendo el preservativo que en el yacía en las profundidades de su recto. Todo esto le hace perder las fuerzas y cae sobre la cama boca abajo, esto provoca que sus nalgas se cierren y con su fuerza resguardadora incrusten mas mis dedos de lo previsto por mi, lo se por que los gritos de Graciela me lo avisan.
- Podría no pagarte Graciela, podría hacerlo, no te digo que no, el punto es que hay algo que no puedes hacer: joderme. ¿Entiendes?, por que tu petición es interesante - incrusto un poco mas mis dedos - me pides que no te pague, pero, ¿por que estas aquí?, o mejor dicho, ¿por que trajiste a Lorena? - le pregunto burlón mientras señalo a Lorena, sentada de nuevo en la silla de espectadores, mas asustada de lo que jamas estuvo y estará en su vida, seguramente - te diré por que Graciela, es por dinero, por eso la trajiste, así que, no jodas a tus principios, a lo que crees, a tu libertad y a tu espiritu, y sobre todo, no me jodas a mi.
Entonces libero el ano atormentado de Graciela mas no sus cabellos, los cuales jalo aun mas hasta que su cabeza esta ya, a la fuerza, a la altura de mi pecho, dirijo mis dedos entonces a la boca de Graciela, y entre lagrimas, mierda y liquidos vaginales le obligo a que la lama, no a la forma formal que usualmente convenzo a cada muchachita sedienta de dinero, sino con la forma violenta y asfixiante que realmente lamento tener que usar de vez en cuando.
Graciela, desesperada pero rendida a fin de cuentas revuelve su lengua entre mis dedos forasteros, creando un extraño licuado de liquidos. Ahora Lorena tambien le acompaña en llanto.