– ¿Ves a esa niña? – me pregunto mi amigo como si me hubiese leído el pensamiento.
– Si, ¿qué tiene?
– Vive sola, me da cosa, sus papas, más bien, su mama siempre esta fuera.
– Pero no entiendo, si llega a la casa, ¿o no?
Entonces mi amigo me siguió contando sobre la niña, lo hizo como un simple tema de conversación en lo que terminábamos de subir las calles para llegar a su casa, yo le pregunte varias cosas, pero sin hacer tan evidente mi interés por la niña. Me dijo que se llamaba María y que hasta donde el sabia debía tener unos diez años puesto que iba en quinto de primaria, me dijo que no era que viviera sola pero que su madre solo iba a la casa los fines de semana, desde el viernes hasta el domingo. Esto me sorprendió pues no podía entender como una madre podía dejar a su hija tanto tiempo sola. Finalmente le pregunte a mi amigo, como una pregunta vaga para no levantar sospechas de algo que se me estaba ocurriendo, entonces me dijo que vivía hasta la parte más arriba, que dada la pobreza de su madre ni siquiera vivían en la parte baja como la mayoría de las casas sino que vivían en lo más alto de ese cerro, un tanto alejado de las demás casas.
– ¿Y no le han hecho nada? – pregunte a mi amigo con un toque de preocupación para disimular.
– ¿Hacer de qué?, ¡ah!, entiendo, pues no sé, hasta donde se no, pero así como anda debería tener cuidado.
– Si – pero aun quería asegurarme bien así que le hice un último comentario para asegurarme – aunque la verdad no te creo eso de que solo los fines de semana, se me hace exagerado.
– Te lo juro que sí, siempre es así, quien sabe por qué, de seguro es por cosas de su trabajo.
Después de que me entrego los documentos los eche a la mochila y comencé a bajar la empinada para regresar a mi casa, cuando llegue hasta la parte de abajo me encontré con la tal María quien llevaba algunos abarrotes, ahora comenzó a subir pero no por la misma empinada por la que bajo y por donde se encontraba la casa de mi amigo sino que subió por una especie de callecilla que estaba a un lado de la otra y que por lo que supuse debía ser más fácil de subir que de bajar, quizás porque varias partes de la banqueta tenían escaleras, fue entonces cuando me detuve, pensé un poco las cosas y finalmente decidí seguirla, trataba de mantenerme un poco alejado, en esa calle aunque había gente era muy poca y casi todos se encontraban dentro de sus casas, de vez en cuando si alguien me miraba trataba de mantenerme aun mas lejos de María, mirándola solo de reojo y siguiéndola a unos veinte metros de ella, tan solo me bastaba con ver hacia donde iba y que camino tomaba, a decir verdad, casi nadie, incluyéndola a ella desde luego, se dio cuenta de mi presencia, la calle en si era bastante solitaria a diferencia de la otra.
Entonces la calle termino y ella comenzó a subir una empinada, ya con arboles a su alrededor y fuera ya de la vista, entonces espere un par de minutos, simule estar sentado y trate de no ser visible pues es común que un desconocido llame más la atención que alguien conocido. En cuanto supuse que ella debió haber llegado ya a su casa, la cual era visible desde donde me encontraba pues se alcanzaba a ver parte de un techo y dado que era el único supuse que era obvio que se trataba de su casa, comencé a subir por el mismo camino, cuidando de que nadie me viera pero al parecer ahí nadie se da cuenta de nada, además entre muy rápido y me perdí rápido entre la espesura de los arboles, comencé a seguir una manguera que de seguro terminaba en casa de María, entonces me puse a descansar un poco en una piedra, la verdad yo no estaba tan acostumbrado a bajar y subir ese tipo de empinadas, y por lo que pude ver María estaba muy acostumbrada y concluí que a eso se debía el bien formado culo que tenia, el mismo que me hizo pensar que se trataba de una niña por lo menos de trece años y aun así bastante desarrollada. Pero sin embargo lo demás lo tenía de acuerdo a su edad, su cara, su altura, su delgadez y sus pechos aun con mucho por desarrollar.
Después de descansar por alrededor de cinco minutos me dispuse a continuar con la subida y seguí con el plan de seguir el camino de la manguera, entonces descubrí por fin su casa y comencé a observarla detenidamente, busque que no hubiese algún perro o animal, después de revisarla lo más que pude la casa llegue a la conclusión de que no había ningún animal en esa casa, seguí subiendo y por fin vi donde terminaba, cuál fue mi sorpresa cuando escuche el sonido repentino de un locutor de radio y un par de segundos después un chorro de agua cayendo y creí que había sido descubierto, me petrifique al momento pero después descubrí la razón del sonido, era María quien en ese momento se estaba bañando con el agua que se encontraba en un tinaco que al parecer era a donde el agua de la manguera llegaba.
Al principio no supe que hacer, la tenia ahí, desnuda a no más de un par de metros y estábamos solos con nadie a más de unos doscientos metros de ahí, entonces fue cuando recordé algo, mi cámara, tenía mi cámara, me aleje un poco para poner la cámara en modo silencioso y también en modo de video, metí mis zapatos a mi mochila y comencé a acercarme lentamente al pequeño cuarto hecho de madera corriente que servía como baño, busque rápido un pequeño hoyo y lo encontré en la puerta, era bastante grande, lo suficiente para poder ver todo el esplendor de María y el suficiente también para que la cámara pudiera grabar a su antojo, ella estaba de espaldas a la puerta por lo que su hermoso culo se veía a la perfección, ella estaba lejos de poder escucharme pues la música estaba bastante fuerte y ella además tarareaba las canciones, entonces trate de grabar su cara, era parte del plan que había creado en ese momento y lo logre pues muchas veces mostro su perfil, así no cabria duda de que se trataba de ella, seguí filmando un par de minutos más, mi pene ya estaba erecto desde hacia minutos y por poco y no aguantaba las ganas de abrir la puerta y hacerla mía en ese mismo momento.
Pero no podía hacer eso, sería arriesgado, decidí ser paciente, el plan ya estaba hecho y si todo salía bien sería sin duda un plan perfecto, sin errores, y lo suficientemente bueno para hacer a Mari a mía más de una vez. El plan era muy bueno, es de esos planes en lo que lo más difícil es atreverse a hacerlo que a hacerlo realmente. El plan era muy bueno, no había ningún inconveniente, más ahora que tenía video grabada la hermosa desnudez de María.
Mientras la miraba no pude evitar excitarme, el solo ver como María tocaba su pequeño cuerpo, me encantaba ver como se hacía pasar el jabón entre su sexo, pues no utilizaba tallador sino solo el jabón, después de enjabonarse se enjuago con la manguera, como la manguera no era meramente una regadera la atoro en un hueco de la madera y así fabrico una rustica regadera, así comenzó a volver a enjabonarse el cuerpo de nuevo, especialmente su espalda y su hermoso pechito el cual consistía en unas ligeras montañitas con unas manchitas rosa, entonces de repente hizo algo que por poco provocaba que me abalanzara encima, comenzó a enjabonarse su culo y comenzó a introducirse el jabón entre sus suaves y enormes, para su edad, nalgas. Eso lo grabe hasta con zoom y decidí que lo mejor era irme antes de que no pudiera contenerme más.