De hetero a …
( Relatos Gay )
Hasta hoy había sido un hombre completamente heterosexual en todo el sentido de la palabra, es decir, nunca había pensado en la opción de estar con un hombre ya que me gustan mucho las mujeres, ya han sido varias, por no decir muchas, las que han estado conmigo en la cama y a las que he hecho que quieran estar conmigo muchas veces más ya que mi meta siempre ha sido hacer que logren orgasmos espectaculares al tener conmigo una relación sexual.
Pero, un muchacho de 18 años, logró que todo eso se viniera al suelo.
Esto sucedió cuando invitamos a Tai (sobrenombre), el mejor amigo de mi hermana menor a que fuera con nosotros al campo en un fin de semana largo que hubo hace 2 semanas. Ya hacía 2 días que él había cumplido 18 y se fue conmigo, mi novia, mi hermana y su hermano nos fuimos a la casa de mis padres a 4 horas de nuestra ciudad.
El viaje fue corto ya que lo pasamos muy bien; salimos de la ciudad a las 5 de la mañana, pasamos por Tai y su hermano que ya esperaban ansiosos. Emprendimos muy alegres el camino al campo.
Al llegar allá poco más de las 9 a.m., hicimos lo común en un paseo de este tipo; caminar por el pueblo, saludar conocidos, ir a la quebrada que pasaba cerca de la casa de mis padres y esas cosas normales de campo.
Tai era el más feliz y en una de tantas me dijo que quería comprar unas cosas en un minisúper; lo acompañé mientras los demás se quedaban bañándose en la quebrada. Mientras caminábamos me dice que quería saber mi opinión sobre una chica que quería tener sexo con él y que como hasta ahora no había tenido relaciones con ninguna mujer quería que yo le diera consejos porque sabía de mi fama de mujeriego. Esto me divirtió y le pregunté por qué me decía mujeriego y me comentó que los amigos del barrio, decían que lo era y que varias que habían estado conmigo comentaban que yo era un excelente amante, lo que me hizo sentir bien.
Yo: pues dime en verdad qué quieres saber y veré en qué te puedo ayudar.
Tai: quiero saber todo, desde cómo empezar el proceso.
Le fui explicando la forma en que yo actuaba y esos menesteres y mientras lo hacía la verga de Tai se iba poniendo dura, no parecía muy grande ni gruesa pero si se le notaba.
Yo: Tai, veo que mi consejo te está poniendo cachondo, ja ja ja
Tai: Uy sí, es que lo dices de una manera que ya me imagino con toda mi verga metida en la vagina de ….
Yo: Y así va a ser el domingo que llegues.
Tai: que ganas de practicar para hacerla subir a las estrellas y …
No sé por qué razón pero yo ya me estaba poniendo cachondo también y se me empezó a notar el paquete en mi entrepierna.
Tai: Carlos, que buen paquete te manejas, wow, bien dicen que es grande su verga. Ensénamela.
Yo: ¿cómo que te la enseñe? Eso me parece una mariconada.
Tai: no tiene nada de malo que me la enseñes, yo solo he visto la mía y las de las películas.
Yo: no me parece correcto.
Estábamos pasando frente a la casa de mis padres.
Tai: entremos a tu casa y me la enseñas.
Fue tanta la insistencia que entramos a la casa, me bajé el zíper de mis jeans, y me saqué la verga de mi bóxer.
Tai: wow, Carlos, que grande es tu verga ¿y te la aguantan bien las mujeres?
Yo: como te dije, no es el tamaño, es la forma que la uses para darles placer-
Tai: la mía es mucho más pequeña que la tuya y la tengo delgada. Y la sacó para enseñármela.
Eso me hizo sentir con muchas ganas y le dije
Yo: voy a tocártela para que se ponga a tono, tú toca la mía.
Tai lo hizo y de pronto empezamos a besarnos con lujuria y a quitarnos la ropa, luego a chuparnos los pezones, la espalda, hasta que llegamos a un 69 delicioso.
Yo: Tai, que rico mamas
Tai: no más rico que tú, eres experto. Quiero chuparte el culo ¿me dejas?.
Y empezó a hacerlo sin que le dijera que sí. Eso fue lo que hizo que sintiera ese hormigueo delicioso y esas ganas de que ese muchacho me metiera su verga.
Yo: por esta vez, te voy a enseñar como cogerte a otra persona
Tai: ¿vas a dejar que te la meta?
Su sonrisa era de felicidad.
Yo: si pero queda entre nosotros, tú vas a ser el primero en meterme su verga en mi culo y yo voy a ser quien te desvirgue.
Ante esto Tai chupó con más avidez mi ano, hasta que logró que le dijera
Yo: métemela pero despacio
Tai: no te va a doler, no es grande (le mide 15 cms y si es un tanto gruesilla)
Puso la cabeza de su verga en la entrada de mi ano, metió la cabeza, lo cual me dolió un poco.
Yo: suave, suave que duele
Puso más saliva en su verga no circuncidada y un poco en mi ano y empezó a meterme la verga, ahora un poco más que la cabeza.
Tai: que rico se siente cuando va entrando, que delicia
Y la metió completa suavemente. Yo sentía un dolor fuerte pero me aguantaba. Hasta que le dije después de un rato
Yo: empieza a sacar y meter suavemente para acostumbrarme.
Y Tai lo hacía hasta que lo hizo con destreza.
Tai: que rico meterla, que ricoooo
De repente siento como que se hizo más gruesa y sus movimientos fueron más rápidos…
Tai: me vengo, me vengo, ahhhhhhh, ahhhh. Ahhhhhh que ricooooo
Ese placer que sentí cuando Tai derramaba su leche dentro de mi culo fue algo que no puedo describir, con cada chorro que iba saliendo más delicioso sentía, hasta que él terminó.
Tai: esto es más rico de lo que me han contado.
Yo: Si, como no es a ti a quien tienen ensartado, ja ja ja
Tasi: si quieres me culeas tu a mí, porque vi que disfrutabas mucho mientras yo te culiaba.
Yo: claro amigo, pero me la vas a aguantar toda.
Y así lo hizo, y yo logré llenarlo de mi leche dos veces y él a mí una vez más.
Después de este momento Tai se ha vuelto un experto en culiarse mujeres y hemos hablado de volver a hacerlo nosotros.
Comentarios
Me resultó una historia interesante y excitante a la vez.
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