EL HOMBRE DEL EDIFICIO VECINO (Humbost)
( Relatos Gay )
Uno de los días en que el camión recoge las bolsas de basura que sacamos me encontré con que uno de los vecinos del edificio de al lado estaba entrando por la entrada principal. Siempre que nos veíamos nos saludábamos cordialmente y ese día no fue diferente. Lo que sí es que noté algo en él.
El vecino de uno de los apartamentos del edificio de al lado del mío es un hombre un poco grueso, de unos 35 años y de una estatura de aproximadamente 1,75. Es común verlo llegar con sus conquistas femeninas al menos unas 2 veces a la semana y tiene fama de mujeriego entre los vecinos del condominio. No es un hombre guapo pero sí de buen ver.
El día que yo iba a llevar mis bolsas de basura a donde las recoge el camión pude ver que se estaba despidiendo de una mujer bastante bonita, pero de manera un poco grosera y ella se subió a su auto, arrancó y él ya venía a la entrada principal mientras yo abría el portón y noté en su pantalón que estaba bastante excitado con su verga acomodada a la izquierda, lo que se notaba bastante.
- Buenos días
- Buenos días
- Esta $*+%&# vieja que lo que hace es dejarme con las ganas de coger y ahora a ver cómo me las quito ya que no me gusta utilizar la mano.
- Je je, eso pasa amigo, ya he tenido algunas experiencias
- ¿y se las quita son su mano?
- A veces, aunque es mejor con una boca o de otras formas.
- Y a estas horas de la mañana será con un buen baño de agua fría o buscar alguien que me ayude en esto.
- Si quiere le puedo hacer el favorcito, falta de confianza
- No hombre, yo nunca he estado con otro hombre
- Pruebe y verá que es muy rico
Con esta conversación mi vecino de edificio se estaba poniendo más caliente y se metió la mano en el bermuda para arreglarse un poco y la vega le quedó hacia abajo.
- Se puede intentar, vamos a su apartamento o al mío?
- Al suyo mejor ya que tengo a mi novia en el mío
- Vamos pues a ver cómo nos va
Nuestra conversación en sí fue un poco más larga pero obviaré detalles innecesarios.
Entramos al apartamento de él y pude ver el típico desorden de un soltero.
- Todo está desordenado, no se fije en eso
- No se preocupe, je je je
Pasamos a la habitación y allí él entró se quitó su bermuda, bóxer y camiseta sin inmutarse en que lo miraba, y pasó a la ducha, ya con su verga dormida. La tenía bastante gruesa y no circuncidada, sus bolas bastante grandes y se notaban que estaban llenas de leche.
- Usted me dice qué hacemos
- Pues, voy a entrar con usted a la ducha, le parece?
- Venga pues
Me quité la ropa y entré a la ducha, lo enjaboné y empezó el proceso. Él se dejaba tocar y se le paró al 100%. Su verga podía medir unos 16 cms, bien gruesa y venosa y la cabeza estaba escondida por lo que yo le bajaba la piel para vérsela y le empecé una mamada que lo puso a mil y sus quejas de placer eran una delicia a mis oídos
- Que rico mama usted vecino, ninguna muer me lo ha hecho así, que delicia, que rico siento, siga, siga. Me va a hacer venir pronto
- Y usted acaba y es solo una vez?
- Depende de usted, con lo delicioso que siento le puedo dar varios polvos, ja ja ja
- Pues dele el primero cuando quiera
Y mientras yo le daba la mamada fenomenal me tomó de la cabeza y me metía toda su verga en mi boca y dejó salir chorros de leche en mi garganta
- Que rico hombre, que ricooooo, que ricooooo, toma mi lechita, es tuyaaaaaa, ahhhhh
Mientras pasaba esto yo intentaba tragarme lo más rápido que se pudo para no ahogarme con tanta leche que llegaba a mi garganta, hasta que terminó. No pude sentir su sabor ya que lo hizo hacia el fondo, de mi garganta.
- Que venida más rica he tenido, la necesitaba
- Pero no se te baja nada
- Que va, con 3 semanas de no hacer nada quiero un poco más y usted falta por venirse. Quiero metérsela toda y bien rico, ¿me deja?
- Claro, pero suave ya que esa verga es bien gruesa
- Como usted quiera y es toda suya
Se la tomé en mis manos, estaba completamente parada y me lo llevé a cama para seguir. Eso sí, él se dejaba hacer pero no hacía nada ya que según él eso era cosa de “gays” como me dijo después.
Seguimos con el proceso de excitación, lo mamé otra vez y a él le gustaba que se lo hiciera cuando en un momento me dice
- Quiero metérsela toda ya, ¿la quiere?
- Claro que la quiero
Él me puso boca arriba, me subió las piernas y empezó a pasarme la cabeza de su verga en la entrada de mi ano.
- Que rico su culo, se ve apretadito
- Es que casi no lo presto, je je je
- Pues hoy le va a dar uso y lo voy a hacer que vea las estrellas de placer
- Eso espero
Él seguía en su juego pasando su verga por mi trasero cuando de repente y sin avisar me la dejó ir completa y de u solo tirón, lo que me hizo sentir un dolor fuerte. La dejó sin moverse para que me acostumbrara a su grosor.
- Que delicioso huequito tiene vecino y que apretado. Me costó un poco metérsela
- y bastante que me dolió
- ahorita se le va a quitar ese dolor
Empezó a moverse lentamente
- le duela todavía
- un poco nada más
- que rico culo, delicioso
Y empezó el proceso de meter y saca con más fuerza hasta que de repente como a los 5 minutos empiezo a sentir el proceso de eyaculación
- ya me voy a venir, me voy a venir, ahhhhh, waoooo deliciosooooo, ricoooooo
Y mi vecino me daba más y más fuerte
- disfrútelo, es suyo, tómela todaaaa, ya me vengo yo también, yaaaa que delicia, tome lechita, tome lechita, que ricooooooo
Pude sentir como mi vecino me llenaba de su leche todo mi culo y yo mientras me venía deliciosamente
- ahhhhh, ahhhh, ricooooo, ricoooo
- tome lechita, toda mi lechitaaaaaa, es para usted todaaaaaa, todaaaaaa
Ya después de terminar pude constatar que me había dejado dentro de mis intestinos más leche de la que me había dado a tragar.
- Vecino ¿Cuándo repetimos esto? Me gustó mucho y usted tiene un culito delicioso
- Cuando quiera vecino, solo me llama (le anoté mi número de móvil y él el suyo)
- De ahora en adelante podemos practicarlo a diario si quiere
- ¿cómo que le gustó mucho? Pero tiene que aprender a compartir ya que se comportó como el macho que es. Entre hombres ya ve que es una delicia y más si los dos actúan.
- Solo es cosa de tiempo y que usted me enseñe a tratar con otro hombre, pero siempre machos, je je je
Y desde ese día lo hemos hecho varias veces y mi querido vecino no lleva “amigas” sino a mi persona a su casa. No es que seamos pareja; seguimos viéndonos con mujeres pero estamos “haciendo el amor” entre nosotros y cada vez mejor que la anterior.
Espero tu comentario.
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Detalles
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Nombre do Relato
EL HOMBRE DEL EDIFICIO VECINO (Humbost)
Codigo do Relato
5111
Categoria
Gay
Fecha Envio
02/abr/2015
Votos
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