Tras reponer fuerzas llamo por telefono a su hermana contandole lo que narra en el capitulo anterior, tambien le pregunto como le habia ido a ella, aunque Mari no podia hablar pues su marido estaba cerca, Puri dedujo que mi cuñada disfruto de lo lindo, puesto que mi esposa encontro la camisa y la mini manchadas de leche.
En pocos minutos mi cuñada se presento en mi casa, vio el vestido que habia usado la noche anterior mi esposa, tan lleno de esperma que resultaba irrecuperable y a su hermana desnuda con el chocho irritado y el ojete todavia abierto.
Mari llevaba pantalon de chandal y una camiseta, no llevaba sujetador y pude ver como sus apetecibles pezoncitos crecian, me acerque por detras y puse mis manos en sus tetas besandole el cuello, le quite la camiseta y mientras acariciaba la tetilla la otra mano busco debajo del chandal su peludo coño, comprobe que tampoco llevaba bragas y le masagee la pepita hasta que mis dedos se empaparon. Mi pija no aguanto dentro del slip y salio al aire, me sente quitandole el pantalon con la intencion de limpiarle el chumino con la lengua, ella fue mas rapida y se sento sobre mi clavandose mi tiesa verga, por debajo de las axilas le cogi los hombros y me volvi lloco entre sus tetas mientras saltaba metiendo y sacando mi polla sin parar de corerse, todo esto ante los ojos de mi esposa que apenas podia moverse.
Cuando mi cuñada quedo exhausta, Puri me animo a que le abriera el trasero a su hermana, a Mari le daba un poco de miedo pero acepto. Se arrodillo en el sofa, dejando su redondo culo en pompa a mi merced, sus tetas quedaron en la cara de mi esposa quien inmediatamente se las puso en la boca, yo puse mis manos en su cinytura, mi capullo en la entrada de la cueva inexplorada y poco a poco fui habriendo camino, ella mientras se pajeaba el coño y su hermana ayudaba trabajandole las tetas, mientras entraba soltaba pequeños gritos mezclados con gemidos de placer.
Cuando mis cojones chocaron con sus nalgas, me detuve un poco y despues comence a bombear, cuando descargue dentro de ella, mi esposa tenia la cabeza entre sus muslos comiendole el coño, Mari a su vez volvio a correrse, cuando saque la pija, unos regueros de leche comenzaron a resbalarle por las piernas, a pesar de que a duras penas podia moverse la muy zorra de mi mujer lamio lo que resbalaba.
Como dije al principio, esta historia es real, cada cual es libre de creerla o no, ocurrio la primera semana de Junio desde entonces Puri mi esposa a echado algun que otro polvo extramatrimonial, luego me lo cuenta y lo celebramos a lo grande. Mari no se atreve pues a pesar de que sea un torpe en la cama ama a su marido y cuando lo necesita siempre tiene dispuesto a su querido cuñado o a la zorra de su hermana que disfruta haciendola gozar.