No lo penso dos veces, mientras decia como mi mujer le habia contado que yo la comia el coño y los polvos que echabamos, se tocaba las tetas y el chocho. Meti el coche en un camino y comence a tocarle el coño que estaba encharcado mientras ella me tocaba el bulto de mi entrepierna, salimos del coche la apoye en el capó comiendole las tetas, ella me saco la pija intentando pasarla debajo de su mini para metersela, la tome por la cintura subiendola en el coche, puse sus piernas sobre mis hombros y lami su rica almeja, chupe sus labios interiores, meti la lengua en su cueva y cuando sorbi su pepita descargo en mi boca mucho nectar delicioso mientras no dejaba de gritar y retorcerse apretando mi cabeza entre sus muslos.
Cuando se calmo un poco, la contemple sobre mi coche con la ropa recogida practiamente desnuda, el chocho abierto mojado, la deslice un poco hacia abajo y de un golpe le clave mi verga, dio un enorme grito pero puso sus piernas alrededor de mi cintura y levanto su torso abrazandome el cuello, mientras la clavaba le chupaba el cuello y las tetas, volvio a tener otro orgasmo escandaloso, note que yo estaba otra vez a punto y saque la pija de su apacible guarida colocandola sobre su clitoris mientras ella seguia corriendose y solte mi leche sobre su barriga.
Regresamos a mi casa donde debia de ponerse su ropa de esposa decente. Yo la contemplaba mientras se quitaba la poca que llevaba puesta, de espaldas a mi, veia su culito y sus tetas se reflejaban en el espejo, se agacho para ponerse unas antilujuriosas bragas y no pude contenerme, bese el trasero acariciandola delante, ella se apoyo sobre la mesita y por detras volvi a clavrle su hambriento coño, por tercera vez volvio a corrererse, por mi parte no pude soltar mas, ya me habia corrido tres veces en un dia.
La acompañe a su casa y en el portal me beso en los labios dandome las gracias por haberle hecho sentir una hembra.
Fui a desayunar a una cafeteria, cuando volvi a casa, Puri mi esposa estaba durmiendo en la habitacion donde hacia un fuerte olor a sexo, vi que mi mujer llego tan cansada que se acosto con los zapatos puestos, toda empapada de lo que parecia sudor, me acerque despacio para descalzarla sin despertarle, cuando toque sus tobillos, comprobe que aquel liquidi no era sudor, "LA MALA ZORRA DE MI MUJER ESTABA CUBIERTA DE SEMEN". Me fije y pude comprobar que hasta su vestido rojo habia cambiado de color.
En la proxima entrega Puri os cuenta como consiguio su traje de esperma.