El culo de Maria
( Relatos Heterosexuales )


En toda la semana apenas nos hemos visto, solo lo justo para que como buenos vecinos nos deseasemos buenos dias, disimualando nuestra esplendida follada.

La pasada madrugada y como siempre que necesito fumar volvi a la terraza. Me encontre en la de al lado a Maria tocandose las tetas y metiendose algo en el coño, tambien escuchaba los ronquidos del cornudo de su marido, salte la pequeña valla de separacion, me agache y solo notar mi lengua en su pepita, la muy guarra me solto su zumo en la cara, cogiendola por la cintura la sente sobre la valla, me abrazo y puso sus piernas a mi alrededor, su coño abierto se trago mi polla. Intente chupar las tetas, pero para que no se oyeran sus jadeos los ahogo besandome, metiendo la lengua hasta mi garganta. Esta vez tuvo un buen orgasmo, note su caldo resbalar por mis piernas, cuando se calmo me dijo que tras tener el chumino en ayunas toda la semana, el cabron de su marido se le habia puesto encima y se habia movido hasta correrse el, ella no sintio casi nada y por eso tuvo que apañarse sola.

El marido seguia roncando y mi esposa soñaba con los angelitos o quiza soñaba con una gorda y larga pija da igual, cogi a Maria por las nalgas y lamiendole el cuello le meti un dedo en el culo, se estremecio y note en mi torso que sus pezones se endurecian, hice que se diese la vuelta, que cogiese el pepìno que le habia servido de consolador y le pedi que volviera a masturbarse. Mientras lo hacia, separe los cachetes de su culito y despacio comence a desflorar aquella preciosidad, ella se mordia los labios para no gritar, cuando yo me detenia Maria echaba el trasero hacia atras para que no me parase.
Cuando mis cojones llegaron al tope, seguia con el pepino entrando y saliendo del coño y tocandose las tetas, clavé con fuerza y se le escapo un grito similar al de un gatito, llene sus entrañas con mi esperma y al notarlo, volvio a correrse.

Hemos vuelto cada uno a su casa, al despertar mi esposa lo ha hecho con ganas de fiesta, yo estaba agotado, pero su lengua ha conseguido que vuelva a ponerse mi polla dura, he tardado en volver a correrme y mientras yo he permanecido quieto durante todo el polvo, la zorra de mi mujer ha aprovechado para metersela por todos sus orficios.

En estos momentos tengo la tranca en carne viva entre el calor y las dos hembras me la han puesto como un tomate.




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Codigo do Relato
1320

Categoria
Heterosexuales

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