Paola voyeur
( Relatos Confesiones )
Aqui esta otra vez Paola, con mis sensaciones varias con respecto al sexo.
El autobús desde siempre, creo que para más de uno, ha sido y será uno de los lugares más buenos para pensar y meditar.
En nuestro caso (relatistas y lectores), es un lugar donde las fantasías afloran de una manera brutal.
Pero les confesaré una cosa que me pasa por la cabeza cada vez que subo al autobús, porque me paso de verdad y quiero que se repita.
Iba yo pegada a mi ventanilla, mirando a la gente de la calle. Cuando en una parada del autobús, para una Trafic de trabajo. Hablo de estas altas que cuesta hasta de subirse. Se detiene a la altura de mi ventana. En las ciudades se acostumbra a parar muy cerca los coches de los autobuses, ya que estos ocupan parte del carril y en esta avenida no habia Metrobus aun.. Mi mirada permanecía intacta, mi estado pensativo estaba volando. Pero note como una mirada de ese vehículo me penetraba. Mis ojos se dirigieron a buscar esa mirada. La encontré en un hombre de unos 40 años. Su mirada era seria, transmitía hasta un punto de terror, aunque no dejé de mirarlo fijamente. Me gusta mirar a la gente en el autobús y que sientan mi mirada. Cuando yo noto que me miran me siento deseada. Entonces noté como algo un poco más abajo de su cuerpo se movía. Allí fui a parar mi mirada y me encontré con una verga dura entre sus manos. Mis ojos se quedaron clavados en esa pija. Era enorme, se veía gorda y dura. Estaba roja en la punta y su mano pajeaba la piel sin tapar la cabeza. Mi cuerpo sintio un estremecimiento enorme, no podía parar de mirarla. Creo que mojé mis bombacha instantáneamente. Algo que nunca me había ocurrido.
Mi mente se perturbo de una manera que nunca antes me había ocurrido. Un acto reflejo hizo mover mi lengua, como haciendo saber las ganas que tenía de sentir esa pija en mi boca. Se lo hice saber al hombre, llevando mi lengua a mis labios y repasándolos. Mojando mí boca como si se tratase de esa poronga. Trague saliva para poder seguir con ese instante tan glorioso y le mande un beso. Mi mirada no se había separado de su pija en ningun momento, cuando el movimiento del autobús hizo llevar de nuevo mi mirada a los ojos del hombre, sonriendo ligeramente. Perdí la mirada del hombre en muy poco tiempo. Mi cuerpo no se movió ni unos milímetros. Mi mente y mi calentura interior se aceleraron como una bomba a punto de explotar.
Seguí con la mirada clavada a través de ese espejo, esperando volver a ver esa verga e imaginarla haciéndome de todo.
Les dejo imaginar cómo acabo mi día y con que deseo subo al bus cada vez que lo tomo, ¿volvere a verla ?.
Mientras tanto segui mi camino con una calentura inimaginable.
Besitos y a imaginar!!
Paola
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Detalles
mental
Nombre do Relato
Paola voyeur
Codigo do Relato
5184
Categoria
Confesiones
Fecha Envio
17/may/2015
Votos
0