Finde brutal y salvaje hasta con zoofilia.
( Relatos Orgias )


Hace poco más de un mes y gracias al grandísimo calor que hacia en este momento, resolvimos con Hugo hacernos un viajecito a una playa desierta del sur del pais, Hugo y sus amigos deciden pasar el fin de semana a orillas de un gran río que baña una provincia argentina.

Uno de sus amigos tiene una lancha bastante grande que puede llevar hasta once personas.

Los amigos de mi esposo son o casados o con novias, pero todos con pareja, por lo que deciden invitarnos a todas a pasar todo el fin de semana en un gran lago que forma el río, donde nadie va por lo difícil de acceder al lugar.

La idea me entusiasma y estoy segura que a las demás también por lo que inmediatamente le digo que voy.

Quedamos en llegar en nuestros vehículos hasta una localidad cercana al lugar, de donde partiríamos ya que es donde está el puerto fluvial.

Los que haríamos el campamento seríamos Juan y su esposa Clara, Esteban y su novia Paola, Ramón y su esposa Andrea, Hugo y yo Angela..

Pero las cosas no siempre salen como se planean.

Clara decididamente dijo desde un principio que no viajaba, que tenía miedo a navegar, Paola en un principio dijo que iba pero sus madre no estaba bien de salud y debia cuidarla. Andrea dijo a último momento que si no iban todas ella tampoco iba.

Pero yo ya estaba decidida y dije que no me importaban las otras mujeres, que yo hacía el viaje.

El caso es que Juan, decide invitar a su hermano Enrique, Esteban lleva su perro Chucho, y Ramón invita a otro amigo, que es soltero y no iba a ir porque todos estábamos en pareja, Carlos.

Paso a describirlos.

Juan tiene 35 años, alto, grueso, tipo leñador con barba. Esteban tiene 27 años, delgado con pinta de nadador. Ramón tiene 50 años, un poco gordo pero mide casi 2 metros, parece un gigante. Enrique es parecido a Juan en tamaño, pero no tiene barba y tiene 31 años. Chucho es un mastín negro de tres años, una belleza de perro y muy juguetón. Carlos tiene 42 años, delgado, estatura media y con un poco de pancita. Hugo tiene 53 años, grueso, y estatura media. Yo Angela,tengo 45 años, muy linda cola y ahora buenas tetas (después de hacerme las lolas), estoy bastante buena teniendo en cuenta lo que me gusta coger y muy divertida.

Abordamos la lancha con todo nuestro equipaje, y navegamos por unas tres horas hasta que llegamos a un lugar paradisíaco, donde nunca va nadie.

Una gran playa de arena muy fina y a pocos metros un monte bien tupido.

Bajamos todas las cosas y amarramos la lancha.

Armamos las carpas y establecemos el campamento.

Unos chicos traen leña, otros ponen las bebidas en el agua debajo de unos árboles para que estén frescas siempre. Se arman las carpas y se pone una gran mesa plegable donde todos podemos comer cómodamente.

Mientras unos arman el fuego y ponen a asar una carne, yo me voy a refrescar en el agua.

Mi malla es un mini tanga amarillo que apenas tapa lo necesario, si tapa, que cuando se moja no deja espacio para la imaginación, ya que parece formar parte de mi piel.

Me encantó ser la única mujer en ese momento ya que todas las miradas eran para mí.

Cuando salgo del agua, Esteban y Juan me silban y todos se ríen. Yo me hago la Diosa y me les acerco caminando como modelo.

- "¿Te gusta lo que ves?", le digo a Juan mientras me acerco a Esteban, permitiendo que Juan tenga un panorama bien claro de mi cola.

Entonces Carlos me dice,
-"si vienes gateando te juro que me muero".

-"Mmmm, si serás bandido", le digo.

Me pongo como una perrita y levantando bien la cola me acerco en cuatro, mirándolo a los ojos.

-"Me parece que en lugar de morirte, reviviste de mas, je, je." Le dije señalando el bulto enorme que se marcaba en el short de baño.

Queda rojo y sale corriendo para meterse en el agua.

Todos no reímos y en poco rato nos vamos a comer.

En el almuerzo se consume mucho vino y para la media tarde estábamos todos bastante caladitos, no borrachos pero si con una alegría inmensa.

Hugo me pide para irnos a dormir una siesta y yo le digo que podemos acostarnos pero no a dormir,que tengo ganitas…

Los demás comenzaron el griterío, "que así no vale", "unos muchos y otros nada", "egoístas", "hay que compartir", y un montón de cosas más.

Yo no sé si fue por el vino ingerido, o por sentirme muy hembra en aquel momento, o porque era algo que realmente quería pero me parecía que con amigos no debía suceder, pero lo cierto es que dije lo siguiente:

"Chicos, para invitar a alguno, tengo que invitar a todos y me parece que alguno puede no estar de acuerdo, por lo tanto o no invito a nadie o deciden compartirme todos…"

Luego de decir esto me arrepentí, pero lo dije y entré a la carpa con el gordi que me esperaba desnudo y con su pija bien parada.

Los demás quedaron afuera y escuchaba sus conversaciones. No demoraron ni cinco minutos en entrar a la carpa, justo en el momento que yo tenía la pija del gordo en la boca y mi culo hacia la entrada.

Cuando vi que querían entrar todos les dije:

-"Esperen un momento, no entramos todos, mejor vamos todos para afuera, a la sombra de esos árboles"

Salimos corriendo y yo llevaba una bolsa de dormir abierto como un acolchado.

Cuando pretendo tenderlo soy tomada por dos de ellos y manoseada.

-"Paren un poco, vamos a disfrutarlo todos por igual, mejor nos organizamos un poco. ¿Les parece bien si primero se las chupo a todos y luego me acuesto y de a uno me van cogiendo por la conchita?", les dije.

-"Yo también quiero darte por el culito" dijo Ramón son su enorme pija en la mano.

-"Tranquilo, gigantón, tenemos cuatro días para que yo sea la hembra de todos y pueden hacerme lo que quieran, cuando quieran y las veces que quieran" el gordo no se enoja,dije yo con cara de puta.

Entonces fue Esteban el que preguntó si eso era válido para todos y yo les contesté que si, que para todos.

Entonces preguntó si Chucho, su perro estaba en mi lista, y yo le contesté:

-"Para mi es otro macho más, si quiere, también voy a ser su perra…"

Comencé mi labor de chuparles las pijas. Debo aclarar que es algo que me encanta hacer. Me gusta sentir cuando me acaban y sus pijas crecen en mi boca y me llenan de lechita que luego escupo y desparramo en mis tetas.

Me sorprendieron realmente las pijas de Ramón y de Juan, por su largo y grosor. Unos burros realmente, mientras que Enrique, su hermano, si bien tiene una pija considerable, no es tan larga.

Le dije Hugo que quería comenzar con él, y perdí al resto que hicieran una fila.

Soy muy buena chupando pijas y viendo todas esas "delicias" para mi solita, sentía que me mojaba totalmente.

-Primero me dan la leche en la boca y luego me pueden coger todo lo que quieran ¿les parece bien?, les dije. Mientras pensaba que no todos iban a querer cojerme luego de una buena mamada.

Arrodillada y con cara de puta comienzo a chuparle la pija al gordi y en poco mas de quince minutos me llenó la boca de leche, dejo que la leche salga de mi boca y caiga en mis tetas. Carlos es el segundo, una linda pija para chupar, cabecita chica y no muy larga. Aguanta bien poco, en menos de cinco minutos me llena de leche bien espesa que escupo y cae a mis tetas. Luego Esteban me mete la pija en la boca y no me deja casi chuparlo sino que me toma de la cabeza y me coje por la boca. Me encanta sentirme sometida de esa manera y lo dejo hacer hasta que me produce nauseas, se la chupo un poco y vuelve a cojerme metiendo la pija hasta mi garganta. Cuando me acaba me toma de la cabeza y me mete los chorros de leche directamente en la garganta, de manera que no tengo mas remedio que tragarme toda su acabada. Me la saca y quedo tosiendo, medio ahogada. Juan me toma de la pera y cariñosamente me ofrece su enorme pija para que la chupe.

Esa pija si que es grande, no puedo metermela toda en mi boca. Apenas la cabeza y un poquito y siento que me llena toda. Juan hace un pequeño vaivén cuando se la comienzo a chupar y pajear. Se la chupo y lo pajie unos veinte minutos y cuando me tira el primer chorro en la boca la saco y dejo que me llene la cara de leche, luego la meto en la boca y termino de vaciarla. También la dejo caer y la desparramo en mis tetas.

Se acerca Enrique y aunque trato de meterme su pija en la boca, esta es demasiado gruesa en la cabeza y no puedo evitar rozarlo con mis dientes, por los que me limito a masturbarlo y lamerlo. En unos diez minutos su pija escupe la esperada leche y me llena los ojos y la mitad de la cara de leche espesa.

Ramón toma su pija y me la pasa por la cara llenándola con la leche de Juan y Enrique para después meterla en mi boca. Con dificultad la meto en mi boca y comienzo a chuparla. Era la mas larga sin lugar a dudas y gruesa como mi muñeca. Cada pocos segundos me toma de la cabeza y hace que su pija llega a mi garganta, provocando arcadas y haciéndome salivar y toser, pero no saca la pija de mi boca hasta que me llena la boca de leche y empuja hasta mi garganta haciendo que parte de su acabada pase por mi garganta hasta mi estómago.

A todo esto mi chochita palpitaba y mis flujos me empapaban toda. Tenía las piernas acalambradas por la posición de rodillas, por lo que me dejo caer de costado y me acuesto luego boca para arriba.

El gordo me abre las piernas y me la mete de un solo envión. Si no estuviera tan lubricada, seguro me lastimaba.

Se mueve como un loco y acabo enseguida.

Me hace montarlo y acabo de nuevo.

Siento que alguien me apoya una pija en el culo y veo a Esteban tratando de penetrarme.

Con mis manos abro gentilmente mi culito para facilitar la penetración. ¡¡¡Qué placer!!!

Esteban me coje como un loco hasta que me llena el culo de leche y la saca, entones es Carlos el que me la pone desde atrás, pero la mete junto a la de Luis en mi concha y se mueve como un pistón, lento pero a fondo y afuera.

A esa altura había acabado como diez veces cuando siento que Luis me llena la concha y Carlos también me acaba.

Yo temblaba cuando ellos me las sacan.

Es Juan el que me monta y me meto su enormidad hasta que sus huevos tocan mi culo.

No podía creer que me entrara toda. Me dolía pero me encantaba. Le acabé un par de veces antes que me girara y me la pusiera hasta la mitad en el culo. Eso sí que dolió, y para calmar un poco el dolor comencé a masturbarme. Cuando me llegaba un orgasmo tremendo logro que la pija de Juan entre totalmente en mi culo.

No había terminado mi orgasmo cuando siento que mi concha se desgarraba. Era Enrique que me había puesto su pija de un solo envión y me cojía a lo bestia.

El dolor y el placer se mezclaron de tal forma que comencé a tener un orgasmo detrás de otro hasta que siento que sus pijas dejan mi concha y mi culo repletos de leche.

Faltaba Ramón.

Me pone en cuatro y desde atrás me la mete en el culo. A pesar de lo dilatado que estaba y lo lubricado, igual me molestaba por la posición la enorme pija que me llegaba hasta la garganta.

La forma de cojerme de Ramón era bestial. Rápido y muy profundo. Pronto dejo de sentir dolor y siento placer.

El placer se multiplica cuanto Esteban acerca a Chucho y este desde abajo comienza a lamerme la concha.

Acabo dos veces antes de sentir la leche de Ramón dentro de mis intestinos.

Ramón me la saca del culo y siento la leche correr por mis piernas.

Chucho se excita con el olor y lame la leche que hay en mis piernas, concha y culo.

Miro por debajo de mi panza y veo la roja pija de Chucho que asoma de su funda en el momento que lo ayudan a montarme.

Con sus patas delanteras me abraza de la cintura y me intenta penetrar pero no acierta. Entonces Hugo guía su pija hasta mi conchita.

Apenas entra comienza a meterla y sacarla con una velocidad increíble.

La pija del perro comienza a crecer a medida que me cojía. Mientras yo de viciosa y puta le chupaba la pija a Carlos. En un momento Chucho comienza a empujar con mucha mas fuerza y siento como la bola quiere entrar, me aflojo para permitir la entrada y siento que me entra algo grande como un puño cerrado en la concha, pego un grito y me acabo temblando sin control mientras sigo con la pija de Carlos en la boca.

El perro pasa una pata por mi culo y gira quedando culo a culo abotonado. Mi concha me duele pero me comienzo a pajear y acabo nuevamente.

Entonces Esteban se sube a mi espalda y lentamente comienza a meterme su pija en el culo. Me coje nuevamente y me llena de leche mientras el perro tira para tratar de sacar su pija de mi concha.

Es tanto el placer que acabo tres veces mas antes que Esteban me la saque.

Luego es Chucho el que sale de mi haciendo que la leche de Esteban se mezcle con la de él al bajar por mis piernas.

Trato de levantarme pero no tenía fuerzas. Ahí quedé dormida por cuatro horas.

Me despierto a la tardecita y me voy al agua a bañarme par quitarme el calor y la leche pegada de mi cuerpo.

Pensé que mi culo y mi concha me dolerían mucho, peor increíblemente apenas si me molestaban.

Salgo del agua y veo a "mis machos" desnudos, unos pescando, otros jugando cartas.

Me acerco a mi gordi y este me pregunta como estoy, como me siento.

Lo miro, le sonrío y le digo "lamento lo que se perdieron las demás… te aclaro que sigo caliente…".

Esa noche me cojieron todos de nuevo, pero de a uno por vez y una sola vez cada uno.

En los días siguientes me hicieron de todo y muchas veces.

Fue para todos un gran acampada.

Una vez por semana nos reunimos en casa a "recordar" los días de campamento.




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
5165

Categoria
Orgias

Fecha Envio


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