Finde largo con el gordi y por la cola.
( Relatos Heterosexuales )
Por la cola con mi gordi…
Hola soy Paola, tengo 33 años, muy buenas tetas que están amamantando todavía, con una hermosa cola y poquito de pancita que todavía no pude bajar del embarazo y vuelvo a escribirles algo que me paso.
Muchas veces me pidieron que entregara la cola, no me gustaba la idea, pero poco a poco me despertó la curiosidad, la mayoría de mis amigas, las sinceras, lo habían hecho con sus parejas o novios, yo a pesar de ser más liberal en sexo anal, solo una vez y con un guacho que dejo rellenita.
Después de cortar con el, por haberlo encontrado en su dormitorio haciéndole el orto a una desconocida, me puse muy mal pero Hugo el amigo que me había presentado Angela, me invito un finde largo de los que abundan en Bs. As, a que fuéramos a una chalet de Angela que tenía en Santa Clara del Mar.
El chalet quedaba a media cuadra de la playa, muy lindo pero mucho frio para esta época, la primera noche de madrugada me desperté congelada, lo llame a Hugo que estaba dormido y le pedí otra frazada, me dice no hay más, hagamos cucharita, le dije no, se dio vuelta en la cama y me abraza tiernamente diciéndome
-necesitas mimos bb. Me abrazo largo tiempo, me gusto me sentí segura, me beso en la mejilla y me apretó junto a él.
Me tocaba las tetas mientras me besaba el cuello del lado derecho , una de mis debilidades, mientras me aflojaba más, hasta que bajo sus manos a la entrepierna y me moje en el acto, sentía un calor en mi conchita increible, yo aprovechando le decía como decimos todas,
-¡no por favor no ! y le manoseo la pija, estaba redura, gruesa, me la re apoyo entre las piernas, lo empecé a pajear, después me di vuelta y ya en confianza le empiezo a chupar la pija, la tenía durisima, sus huevos enormes, los besaba de arriba abajo, la cabeza de su pija parecía que iba a explotar, la dejaba en mi boca y jugueteaba con mi lengua, se agrandaba y retraía apenas entraba en mi boca, estuve mucho tiempo así, hasta que me dice, basta me vas a hacer acabar y quiero penetrarte antes.Lo bueno de todo el relato es que cada vez que teniamos sexo, el acababa una vez y yo no menos de dos.
Yo estaba muy caliente, mientras se la chupe, el tocaba mi clítoris, muy suavecito, sus dedos se movían en forma circular y yo sentía cada vez más ganas de coger, sentir en mi conchita la pija que tenía saboreando en mi boca.
Me di vuelta, me puse en cuatro y le mostraba el panorama de mis labios y culito ansiosos de ser penetrados, el me empezó a chupar la concha y los labios gruesos de la misma, me la besaba y pasaba su lengua, se calentó mucho porque empezó a chupar mi culo, fue una sensación diferente, relajante, me chupo la cola y metía sus dedos en mi concha, sentía que tocaba algo dentro que me estremecía toda, temblequeaba, cada vez me sentía más mojada y más ganas de que me la metiera.
Me cogió mucho, era un hombre increíble, de más de 50 años, pero me dio con fuerza, y más que nada con algo de degenerado que el parece con movimientos lentos al principio después rápidos, cuando yo ya estaba por acabar me empezó a meter sus dedos en mi cola hasta que acabe, se escuchaban mis gemidos fuertes y sentí espasmos orgásmicos como nunca antes, quede relajadita, tendida boca abajo.
Así boca abajo se me pone arriba mío y me dice quiero esa colita hermosa, necesitas un hombre como yo para sentirte como una perra, le pedí que lo hiciera y me abrí las nalgas con mis manos para que entre, yo estaba relajada me puso saliva y sentí su cabeza entrar muy despacito, me apretaba fuerte contra él y mi culo se abrió para que entre esa pija gruesa, me dolió y pegue un grito,
- ay duele ¡! ,
-relájate me dice, relájate, yo tenía la respiración entrecortada ya casi no podía hablar, entro toda en mi culo, sentía su pija en el culo entrar y salir, hermosa, me gustó tanto sentir ese placer, dolor, ardor hasta que acabo se inflo su pija y me lleno de su lechita tibia, con movimientos fuertes creí me iba a lastimar, quede exhausta, jugo un ratito más con su pija en mi cola y la saco, yo me toque y tenía más abierto mi agujerito con semen brotando mmmm, me sonrió y me dice ahora tenes que disfrutar del sexo, siempre cuídate pero no te reprimas.
Durante la estadía de tres días en la costa, fueron innumerables las veces que tuvimos sexo, en todos los sectores de la casa y cada vez más excitantes ya que el gordo siempre encuentra algo para hacerlo diferente y yo con mis ganas de sexo normales, terminábamos siempre casi juntos.
Era increíble que un hombre grande ya siempre tuviera ganas de coger aunque a veces el no acababa se preocupaba de todas formas en que yo si lo haga y nunca me dejo sin un orgasmo al menos. Si hubiéramos tenido más tiempo Hugo me insistió para invitar a un amigo que conocía allá, para ver qué pasaba pensando en un trio, cada vez que lo pienso se me hace un juguito en la conchita y seguramente ante esta posibilidad pronto volveremos en otro finde largo. No sería nada raro tampoco que Angela que me tiene una ganas bárbaras pueda venir con nosotros, pienso en el cuarteto y me pongo loca..
Me gustó tanto la estadía que cuando volvíamos en el auto se la chupe por casi toda la ruta 2, al cruzar el peaje, me decía para, ponete bien, nos van a ver, igual lo pajeaba y me apretaba contra su pija, el muy malo disimulaba, pero se mojó varias veces también ..
Cada tanto nos sacamos las ganas cuando pasa a buscarme porque él o yo tenemos ganitas de hacerlo. Ese viaje a Santa Clara fue muy bueno para olvidar a mi machito anterior, que pobre hoy lo entiendo, y que me volvieran a hacer la cola de esa manera y romper con los miedos , y desde ese día disfruto de mi sexo sin tapujos sola o en pareja y si es con el gordi mejor. La realidad es que tengo una beba de un año y medio y debo mantenerla, por lo que a veces Angela me presenta algún amigo de ella que es puta profesional para que me gane unos pesos. Pero la verdad es que mi gordi es especial. Varios años de diferencia de edad conmigo, yo 33 y el más de 50 y sin embargo nos llevamos rebien.
Me gusto recordar el viaje, hoy casi siempre con mi Hugo o en alguna fiesta swinger que vamos me hacen la cola, siempre llevo lubricante en mi cartera.
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