Mi decisión de ser UN amante –iniciándome con Hernán- estaba tomada por las reflexiones antes mencionadas en el capitulo # 1, aunado a ello el razonamiento y explicación de Hernán sobre los “tipos y tendencias en las de personas de ambiente” embonaba en la lógica de mi joven, principiante sentir y tenia razón al definirme como pasivo.
En mis fantasías, que ahora eran intensas y graficas al masturbarme, un hombre mayor y varonil terminaba por poseerme, ahora este hombre tenía nombre y cara; Hernán.
En estas fantasías mi actitud era de comportamiento “inocente”, pasivo pero seductor, con un inevitable toque femenino...Yo me situaba con mi “amante”, dentro de un escenario romántico y sensual, de luz tenue, sombras difusas, champaña, cama resuelta y revuelta, cubierta en ricas sábanas de seda negra, aromas de incienso y aceites exóticos.
La seducción inicia cuidadosa y lenta, mostrándome su experiencia en los placeres del camino cuyo recorrido en este caso, es exclusivo al que se disfruta entre hombres que gustan de hombres.
La aceptación, el orgullo y el gozo de mi homosexualidad gracias a la experiencia invaluable de mi amante, me regala una nueva perspectiva y ser homosexual es fondo y no únicamente forma…
Durante estas fantasías mi nombre se transforma a Misha.
Misha es nombre sin sexo, es mi alter ego que borrando a Miguel, me permite comportarme y llevar a cabo todo lo que Miguel no debía...para Hernán nacía Misha, un bello jovencito de 17 años libre, abierto, sensual y libertino dispuesto a dar y recibir placer...
Pero dejemos la fantasía y volvamos al relato; a la realidad de "El Principio".
Me encontraba fascinado, curioso, dentro de un oscuro club privado de “ambiente”, (gay) con un hombre que me triplicaba la edad, que tenia toda la experiencia en el arte de seducir, eso era obvio y manifiesto, la suavidad de sus palabras convincentes y conocedoras acerca de mi "obvia homosexualidad", su sensual manera de tocarme, de murmurar, de convencer y la invitación al tímido beso que abría posibilidades.
Estaba nervioso y confundido aunque no incómodo.
Tome la copa de coñac y la vacié de golpe sintiendo como quemaba al bajar. Su mano subía y bajaba por mi espalda jugando decidida con mis firmes nalgas, sus dedos buscando...
Sin ocultar mis nervios ambos sabíamos que me gustaba tenerlo cerca y el se sabía en control.
Pregunto: -Quieres otro?
-Si, respondí en automático. Ordeno al mesero y añadió:
-Mira, se que estas nervioso y es normal pero quiero que sepas que nada va a pasar a menos que tu quieras bebé.
-No es fácil tomar una decisión de este tipo, tienes alguna experiencia? Pregunto.
-No realmente…Bueno, tuve un amigo Argentino y entre nosotros hubo cierta intimidad, pero nunca llegamos a tener sexo en si...comprendes??? únicamente besos, caricias y eso sí, oralmente llegamos hasta el clímax, pero nunca hubo penetración.
-Y te gusto? Pregunto él con curiosidad y un dejo de morbo.
-Si claro...si no, no estaría aquí.
-Especialmente me encantaba cuando lo tomaba en mi boca y percibía su olor, textura y sabor, esto me excitaba y se que también él se excitaba especialmente cuando llegábamos a estar totalmente desnudos en intenso 69. Aprendimos a explorarnos, tocarnos, descubrirnos...…
Recuerdo y atesoro el día que poniéndome de espaldas, me hizo sentir su duro sexo entre mis nalgas, fue deleitable aunque no hubo penetración.
Nos turnábamos recostándonos boca arriba y el otro encima, permitiendo el roce de nuestros sexos, nos dimos besos y caricias que nos producían las primeras reales sensaciones placer.
Un día que ya teníamos bastante tiempo en un intenso 69, el comenzó a moverse mas y mas rápido hasta que sentí un liquido espeso, tibio y medio salado en mi boca. No entendíamos exactamente lo que había pasado, pero sabíamos que nos había gustado. Un par de días después hice lo mismo con su hermana gemela y entonces fui yo quien se vino. Pero con él, nunca pude hacerlo. Me gustaba más que él se viniera en mi boca.
Pero te repito Hernán, nunca hubo penetración.
Soy digamos..."virgen".
El coñac había producido un cierto calorcillo, haciendo que mis palabras fluyeran con facilidad y hasta deshinibición lo cual mantenía a Hernán atento al relato.
Esa misma deshinibición llevo mi mano “accidentalmente” a su entrepierna encontrándome tamaño y grosor gracias a la inevitable erección de su miembro que por cierto, nada tenia que ver con el único que había tenido en mis manos y boca, el de mi amigo Argentino.
Este era inmenso en comparación.
Ahora fui yo el que seductóramente pregunto:
-Te excita mi platica verdad? al mismo tiempo que apretaba su masculina dureza.
-Si! Contestó sorprendido por mi atrevimiento.
-Que vemos a hacer Hernán? Pregunte tímida e ingenuamente y añadí abiertamente.
-Quiero hacerlo contigo pero hoy se hace tarde, además, tendrás con tu experiencia, que enseñarme y eso imagino lleva tiempo…
Hay muchas preguntas que tengo y quizás la que mas me importa sea un poco, digamos incomoda.
-Pregunta lo que quieras respondió excitado, mientras su mano acariciaba ya abiertamente la redondez de mis nalgas y sus dedos traviesos, jugueteaban ágiles ante mi total complacencia.
-Espera, dije interrumpiendo. Cuando tú y yo estemos juntos Miguel no existe, Miguel es otra persona, yo soy Misha. Comprendes?
Si, entiendo perfectamente Misha, añadió divertido y complaciente.
Y continué: -Hernán, como habrás notado soy una persona muy pulcra para mis 17 años, me gusta vestirme bien y quizás un poco diferente cosa no muy común a mi edad, la mayoría de mis amigos son mas descuidados en su vestir y su aseo personal, pero eso realmente no importa en este caso, así que mi pregunta, aunque me cuesta trabajo hacerla es:
-Como se puedo tener sexo y disfrutar la penetración de un pene tan grande como el tuyo sin tener dolor???
-Pero lo mas importante -tragué saliva de pena- es que moriría de mortificación si tu al penetrarme te mancharas de suciedad.
Me explico???
-Hay alguna forma y/o preparación para tener limpio mi interior y evitar que tú te manches??? La verdad es que eso me produce muchísimo asco además que me daría, repito, mucha pena.
Hernán soltó una pequeña carcajada y entonces tomándome suavemente de las manos y con voz pausada me dijo:
-Misha, tener sexo contigo implica una serie de pasos antes de que yo te pueda penetrar, esto te lo podría explicar ahora en palabras pero quisiera mejor hacerlo cuando llegue el momento y estemos en el lugar adecuado. Pero te puedo asegurar que seria incapaz de hacerte daño físicamente, y en efecto como lo mencionaste, tomaría tiempo, tiempo de conocernos como amigos, tiempo para que confíes en mi, tiempo de acercamientos físicos como ahora, tiempo de que nuestros cuerpos se adapten, se moldeen el uno al otro, tiempo para que conozcas mis necesidades y yo las tuyas y así poder llegar a satisfacernos. Para llegar a esto existen varios, llamemosles “alicientes”, que nos ayudaran. Entre ellos hay lubricantes, juguetes, películas, y sobre todo fantasías, porque las fantasías Misha, nacen dentro de uno mismo y depende de cada quien cómo llevarlas a la practica, hacerlas reales y gozar nuestra sexualidad.
Por otro lado y en lo que concierne a la higiene, cuando llegue el momento yo me encargare de enseñarte que hacer, pero no te preocupes ahora, tú dime que día y yo me encargo de todo, tú pones los límites, dirás cuando estés listo.
Ahora ya es tarde y creo que será mejor que te lleve. Te dejo en donde tú quieras.
Pidió la cuenta y salimos al estacionamiento del sótano, donde estaba su auto, no hablamos en el trayecto.
Al subir al coche me incliné sobre la consola para buscar mi regalo en el suelo -trasero- del auto, al hacerlo y tratando de no ser obvio, mis duras nalgas quedan levantadas, al aire y entonces siento sus fuertes manos; una a mi entrepierna por el frente y la otra por detrás tomando firmemente mis nalgas dice: -Que rico estas.
Ahora con la caja en las manos y de rodillas sobre el asiento contesto seductóramente: -Gracias! y mirándolo fijamente me inclino y lo beso.
Ya no fue el beso tímido del bar, este fue franco, abierto, juguetón y donde nuestras bocas destilaron obvia pasión.
Sus manos se aferraban y apretaban fuertemente mis nalgas y sus dedos buscaban juguetones mi centro.
Mi mano bajó y sin recato, tomó su miembro duro y dispuesto al tacto.
Los dos coñacs habían borrado mi timidez y entre beso y beso digo con firmeza desconocida hasta ese momento en mi y casi ordenándole: -Sácatelo!
Sin decir palabra Hernán luchó por soltarse el cinturón, desabotonarse el pantalón mientras mis manos lo ayudaban bajando el cierre.
No llevaba calzones lo que hizo fácil la liberación de su miembro que por fin sentí desnudo, firme, duro, curvo, grueso, húmedo…
El olor a sexo, su sexo impregno el coche. En ese momento mi boca abandona la suya y mi cabeza baja lentamente mientras mis manos desabotonaban su camisa. Mi boca besaba sensualmente su belludo pecho, mordisqueando y continuando el erótico viaje hasta encontrar su sexo.
Ahí estaba frente a mi el anhelado miembro, mis ojos observaron por unos segundos ese símbolo masculino erecto y orgulloso, el mismo que hasta ahora únicamente era fantasía, se tornaba realidad.
Mi lengua roza suavemente la punta húmeda y aromática. Siento su textura y continúo explorando. Subo una vez más a su gruesa y carmesí corona que mis labios lentamente cubren. Escucho un aaaahhhhh de complacencia.
Recuerdoa mi amigo el Argentino y lo que con él hacía en la intimidad. Continúo lentamente permitiendo a mi boca recibir en cada movimiento suyo un poco más y más de ella.
Los sonidos provenientes de su boca atestiguan placer.
Ahora las manos de Hernán toman mi cabeza y me obligan a recibir más de su masculinidad. Se que esta excitado y mis movimientos se vuelven rápidos y ansiosos por complacer…
Hernán ordena: -Espera, más despacio nene, cubre tus dientes muy bien con los labios y así no me lastimas. -Perdón!!! digo apenado y vuelvo a su exquisita dureza, a su intoxicante aroma, a su sabor a hombre.
Sus manos ya obligan a tomarlo todo y siento ahogarme.
Me suelta y dice: -Abre tu garganta y déjalo pasar, no quieras respirar con el dentro, muévete hacia arriba, respira y tómalo todo. Ah y no uses las manos, solo la boca Misha! Ordenó sujetando mis brazos fuertemente a mi espalda. No fue difícil aprender mi primera lección, era cuestión de tenerla toda dentro de mi y al sacarla poder respirar.
Después de algunos minutos ya jugueteaba mi lengua con sus apretados testículos y de ahí, una vez más volvía besando hasta la punta.
Sus movimientos empezaron a ser más y más rápidos, mas firmes, fuertes. Su respiración era cada vez más agitada, las venas en su verga las sentí saltadas y pulsantes. Podía sentir su corazón latir en mi boca através de su sexo. Veinte centímetros de sensual masculinidad, desnudaban mi total gusto al sometimiento y deseo de satisfacerlo.
Espasmos acompañados de sonidos guturales prueba de placer se hacían más contínuos y de repente su voz, ahora carente de esa calma me ordenó:
-Trágatelos todos puto!!!
Una oleada de espeso liquido, tibio y de sabor salado lleno mi boca.
Era demasiado y comenzó a derramarse por la comisura de mis gruesos labios. Una vez más la orden: -Trágatelos puta!!!
Obedecí y lo poco que escapo, lo limpió mi lengua ya obediente y sumisa.
Así quedamos por algunos minutos, inmóviles, su sexo siempre en mi boca. Hernán levanto mi cabeza y besandome buscó el sabor de su semen como sellando un pacto: -Si este es el principio, uff que placeres vendrán después. Dijo con voz entrecortada.
-Perdóname por insultarte.
No conteste porque lo que él no sabia era que mi alter ego, Misha, era en efecto, una perra puta en ciernes.
Me había excitado de sobremanera el que me hablara sucio y por primera vez, me sentí eso, una perra puta y me encantó… Pero no se lo dije.
Me dejó a unas cuantas calles de mi casa y antes de bajarme del coche me pregunto que cuando nos volveríamos a ver a lo cual conteste con un simple: -Yo te hablo la próxima semana, Sábados y Domingos son difíciles.
Llegue a mi casa, Mamá pregunto si quería cenar, yo conteste que no, que venia cansado y ya había tomado un poco de leche…
Subí a mi recamara cerré la puerta y me masturbé.
Ahora mis fantasías habían tocado la realidad. Pero quería más, nunca imaginé que el sexo pudiese ser tan adictivo...
La semana siguiente daba la casualidad que "dia de fiesta nacional" caía en miércoles y no había clases.
El lunes por la tarde llame a Hernán contemplando la posibilidad de que nos viéramos ese día de fiesta con el pretexto que al no haber clases tendríamos mas tiempo de “platicar”.
Le encanto la idea y me dijo que tenia un regalo para mí, aunque mas bien era para los dos. Obviamente mi curiosidad ilimitada, me obligo a preguntar que era y el respondió que si tenia 5 minutos me lo daba en el lugar donde nos habíamos encontrado la primera vez, en el Parque del Reloj. Le dije que estaba bien, y que lo veía a las 6:30.
A las 6:30 en punto vi su coche llegando, me acerque, la puerta se abrió y entré encontrando en el asiento una caja grande y envuelta igual que el reproductor de CD en papel negro y moño rojo.
Lo puse sobre mis piernas y me dispuse a abrirlo. Mi sorpresa fue enorme al encontrar un par de pantalones de cuero negro, italianos, finísimos al tacto...Sensuales!!! Tener unos pantalones así, exactamente como estos era algo increíble y obviamente atípico para un adolescente de 17 años.
Ingenuamente pregunte: -Por que es “nuestro” regalo?
-Porque sabia que te fascinarían y a mi me encantará vértelos puestos, pero hay mas, busca en la caja… Rápidamente busque y encontré una bolsa en seda roja, al abrirla encontré tres tangas, una negra, una roja y una blanca también en fina seda.
-Son de mujer dijo, y se que en ti se verán sexy, espero no te importe que sean femeninas y añadió; -Me encantaría que estrenaras, la que más te guste el miércoles, obviamente bajo tus nuevos pantalones.
-Sabes Misha, estoy preparando una pequeña reunión en mi casa. Es solamente un selecto grupo de amigos cercanos y me encantaría presentártelos. Te prometo que la mayoría son invaluables personas y mejores relaciones. Aceptarías venir?
-Claro! dije yo.
-Mira, la reunión es a las tres de la tarde, pero me gustaría que tu llegaras mas temprano, como a la una, así si quieres te puedes arreglar en mi casa y no corres el riesgo de dar explicaciones en tu casa acerca de los pantalones, que imagino originarían preguntas o no???
-Yo estaré cocinando dijo emocionado.
-Claro que iré, y tienes razón respecto a los pantalones y mi casa. Pero..como llego a tu casa? Pregunte.
-No te preocupes dijo, uno de mis “amigos” pasará por ti aquí mismo como al cuarto para la una y en mi coche para que no haya problema.
-OK, conteste, y sin pena alguna lo abrace y lo bese alegre primero y apasionado después.
Yo sabia que al aceptar sus regalos un compromiso implícito se forma entre ambos pero no importaba.
Mi inmensa curiosidad de la mano con mi ya innegable homosexualidad sepultaba prejuicios y culpas.
La realidad que implicaba recibir regalos a cambio de favores significaba sin duda alguna prostitución...y la verdad, lo aceptaba gustoso y excitado.
Contrario a todos los “valores” inculcados desde niño, esto formaba y expresaba mí forma de “rebeldía de adolescente” que era testimonio para mi mismo y al conllevar mi innegable homosexualidad, me hacía diferente.
PRONTO "EL PRINCIPIO # 3..."
Todo bien sentido, bien expresado y bien escrito. Me gustó tu relato.
Fantastico escribes con mucha propiedad! Te felicito y estaré atento al #3. Un gran beso de Maiquita!