Mi esposa se escapa un fin de semana
( Relatos Heterosexuales )
Platicando con mi esposa acerca de nuestras mutuas infidelidades, me comento que hace tiempo cuando yo viajaba constantemente ella aprovecho uno de los fines de semana en que se quedaba sola para escaparse con un amigo a la ciudad de Guanajuato, le pregunte que porque no me lo había dicho en su momento y ella me respondió que no sabía cómo reaccionaría yo, ya que fue después de que ella cumplió mi fantasía de hacer el amor con otro hombre y después platicármelo, le pedí que me contara como la había pasado, y esto es lo que me platico.
Después de haber tenido relaciones por primera vez con otro hombre se dio cuenta de que podía gozar sexualmente sin dejar de amarme y que si yo tenía que salir constantemente por mi trabajo y por lo mismo la descuidaba, ella no tenía que reprimirse, por lo que cuando yo viaje a un curso de capacitación por espacio de 20 días ella acepto salir primero a tomar un café con este amigo y ahí el la invito a ir a un hotel, pues sabía que yo estaba de viaje y ella necesitaba sexo, pero mi esposa no acepto pues le dijo que no quería estar solo un rato, por lo que la invito a pasar un fin de semana en algún lugar que ella eligiera, eligió Guanajuato, ella acepto pues sabía que yo no regresaría sino hasta una semana después y por lo tanto ella podía ir de viaje sin problemas.
El jueves por la noche preparo una pequeña maleta en la cual puso dos cambios de ropa, un baby doll muy sugerente y una bata que no era más larga que el baby doll, pues deseaba lucir atractiva y sensual para Rafael, y el viernes saliendo de trabajar se fue a la central de autobuses donde ya la esperaba el.
Salieron el viernes por la tarde llegando a Guanajuato como a las 8 de la noche, Rafael, su amigo, ya había reservado el hotel, por lo que al llegar a la central de autobuses abordaron un taxi que los condujo al hotel, después de dejar su equipaje en la habitación bajaron a cenar al restaurante del hotel, una vez que terminaron de cenar regresaron a su habitación, pues ya no era hora como para salir a pasear, además los dos deseaban estar ya en la cama.
Ya en la habitación comenzaron a desempacar y luego mi esposa se dirigió al baño para ponerse su baby doll y dirigirse a la cama, en la cual ya se encontraba acostado Rafael, pues el solo se había despojado del pantalón y la camisa, pero cuando vio a mi esposa salir con su batita que apenas le llegaba dos dedos abajo del nacimiento de las nalgas, se incorporó para admirarla y se sorprendió aún más cuando ella se despojó de la bata quedando con solo el baby doll de tela transparente y una breve tanga
Rafael dejo de ver la televisión para centrar su atención en mi esposa, quien no se metió a la cama, solo se quedó sentada en la orilla para platicar un poco con Rafael respecto a lo que harían al día siguiente, determinaron que harían un recorrido por los principales lugares de atracción y por la noche irían al callejón del beso.
Ya que terminaron de platicar lo que harían al día siguiente, Rafael invito a mi esposa a meterse entre las sabanas para que vieran un rato la televisión juntos, mi esposa accedió y se acomodó junto a él, quien la abrazo para hacer que descansara su cabeza en su pecho, mientras veían la televisión el comenzó a tocar los senos de mi mujer, para luego con la otra mano comenzar a tocar por sobre la delgada tela de la tanga, el clítoris y la rajada de mi mujer, quien se dejó tocar sin protestar y luego ella introdujo su mano dentro de la trusa de Rafael para sentir que la verga ya comenzaba a crecer, por lo que ella comenzó a frotarla para que siguiera creciendo, hasta que sintió que ya estaba lista y entonces se acomodó para comenzar a besarla, despojando a Rafael de la trusa y despojándose ella de su baby doll. Mi mujer empezó a lamer la gruesa verga de Rafael mientras él le acariciaba las nalgas.
Luego de lamer toda la verga de su compañero, mi mujer se la introdujo en la boca para comenzar a mamarla, mientras tanto él ya le había bajado la tanga y recorría con sus dedos toda su rajada y le tocaba suavemente el clítoris excitándola de una manera deliciosa, hasta ya no pudiendo contenerse mi esposa se sacó la verga de la boca para tenderse de espalda y pedirle a Rafael que le metiera la verga.
Rafael se acomodó entre las piernas de mi esposa y coloco su verga justo en la entrada de la rajada de mi mujer, quien lo urgió para que le enterrara la verga, cosa que el hizo penetrando lentamente dentro de la vagina de mi mujer, quien suspiraba complacida ante la entrada de la tan deseada verga, una vez que le metió la verga, Rafael comenzó a embestir lentamente sobre la vagina de mi mujer, quien pedía que el ritmo aumentara, pero Rafael le dijo que continuaría así para durar más tiempo, pues como él tampoco había tenido relaciones recientemente si aumentaba el ritmo se vendría muy rápido y entonces sería peor pues ella se quedaría con ganas de recibir más verga.
Mi esposa acepto que se la siguiera cogiendo como lo estaba haciendo en ese momento y solo pudo empezar a mover sus nalgas para así lograr más placer.
Rafael luego de un buen rato de estar cogiéndose lentamente a mi esposa, aumento un poco la intensidad y la fuerza de su penetración para llevar a mi esposa a su primer orgasmo, con el cual ella pudo desfogar un poco de su pasión, luego de notar que ella ya había logrado su primer orgasmo Rafael volvió a disminuir el ritmo, pues el sentía que de seguir así no tardaría mucho en venirse. Rafael le pidió a mi esposa que se colocara de costado para situarse el detrás de ella y penetrarla desde atrás, comenzando a cogerse a mi esposa al mismo tiempo que le sujetaba los senos con ambas manos, para controlar así la fuerza de la penetración. Luego de un rato de estar cogiéndose a mi esposa le saco la verga y se la coloco en la entrada del ano para intentar penetrarla analmente, mi esposa al sentir la punta de la verga en la entrada de su orificio anal, le dijo a Rafael que para que fuera más placentera la penetración le comenzara a tocar el clítoris, mientras que ella moviendo sus nalgas se encargaría de encajarse la verga en su culito, Rafael comenzó a tocar el clítoris de mi esposa, quien con lo excitada que ya estaba y las caricias sobre su clítoris, no dudo en colocarse la verga en la entrada de su ano y comenzó a empujar sus nalgas contra la verga, que comenzó a entrarle suavemente al ritmo que ella deseaba hasta que por fin sintió como los huevos de Rafael chocaban contra sus nalgas, cuando Rafael sintió que ya estaba toda su verga dentro del ano de la mujer comenzó el mete y saca sin dejar de acariciar el clítoris de mi esposa que con las caricias y con la verga en su ano sentía que enloquecía de placer, el cual aumento cuando Rafael con la mano que le quedaba libre comenzó a tocar sus inflamados pezones, logrando así que ella alcanzara otro orgasmo que la hizo gritar de placer, Rafael sin embargo no se detuvo, sino que por el contrario siguió rozando los pezones de mi mujer y tocándole el clítoris con la palma de la mano para introducirle dos dedos en la vagina al mismo tiempo logrando así que mi esposa experimentara otro orgasmo, pero mucho más intenso que el anterior y que también la hizo gritar después del cual le sacaron la verga del ano y se la dejaron ir hasta el fondo de la vagina de un solo golpe, haciéndola gemir placenteramente al sentir nuevamente la verga dentro.
Después de darle unas cuantas bombeadas en la vagina a mi esposa, Rafael le pidió que se montara sobre su verga y se recostara sobre su pecho para poder acariciarle las nalgas, al mismo tiempo que ella moviendo su cintura se clavaba todo el tolete en su panocha, Rafael sobaba las nalgas de mi mujer y le mamaba los senos, dándole así un increíble placer a mi mujer, que gemía placenteramente y le pedía a su amante que no parara de acariciarla y de mamarle los senos mientras ella seguía frotando su clítoris contra la pelambrera de Rafael al mismo tiempo que la verga le hurgaba hasta el fondo de su vagina.
Luego de un buen rato de estar gozando en esa posición, Rafael le pidió a mi esposa que se colocara de perrito, ya que sentía que no resistiría mucho antes de venirse. Mi esposa acepto y se colocó en la posición solicitada ofreciendo así sus carnosas nalgas a la vista y a la verga de su amante, quien se colocó detrás de ella y le clavó la verga hasta el fondo comenzando inmediatamente un frenético movimiento de entrada y salida que hizo gozar intensamente a mi mujer, al grado de provocarle casi inmediatamente un nuevo orgasmo, tras el cual ella le pidió que ya se viniera pues ya estaba deseosa de recibir su caliente chorro de mocos.
Mi mujer al sentir el tibio semen de Rafael en el interior de su vagina tuvo también un prolongado orgasmo que la dejo totalmente satisfecha, después de que ambos llegaron al clímax, se dejaron caer sobre la cama, quedando mi esposa boca abajo y con su amante sobre su espalda, hasta que por sí sola la verga se salió de la vagina de mi mujer y entonces él se colocó a un lado de ella, quien continuaba boca abajo sobre la cama y comenzó a recorrer el cuerpo de mi mujer acariciándola suavemente, luego de descansar un rato se dirigieron al baño para ducharse antes de dormir.
Al día siguiente luego de desayunar se dirigieron a visitar los lugares de interés que habían planeado la noche anterior, regresando al hotel para comer a media tarde, después de comer descansaron un rato y como aún faltaban algunas horas para que obscureciera y fuera hora de ir a una visita romántica al callejón de beso decidieron salir a caminar un rato por las cercanías del hotel, mi esposa pensó en que esa noche deseaba que la relación fuera mejor que la de la noche anterior y se compró un vestido que vio en una tienda cercana, con el cual se veía sumamente bella y sensual.
Ya de regreso en el hotel mi esposa se dio un baño pues con la caminada había sudado y no quería ir así al paseo nocturno, Rafael hizo lo mismo y le dijo a mi esposa que mientras ella se arreglaba el bajaría al bar del hotel y ahí la esperaría, mi esposa se puso el vestido que había comprado el cual tenía la espalda descubierta y se abotonaba al frente con un escote que permitía ver el nacimiento de los senos de mi esposa y le llegaba un poco debajo de la rodilla, y debajo del vestido no se puso nada de ropa.
Bajo al bar y Rafael le dijo que se veía muy bella y muy sexy, ella le dijo que el arreglo era especial para él, se tomaron una copa y después se fueron a su paseo nocturno, cuando termino el recorrido decidieron que como la noche era bastante cálida buscarían un lugar donde tomar un copa, encontraron un lugar pequeño donde el ambiente era propicio para el romance y mientras escuchaban música a la luz de las velas mi esposa le comento a Rafael que si le parecía sexy su vestimenta, él le respondió que sí, entonces mi esposa le dijo que como ella lo que quería era precisamente eso, verse y sentirse muy sensual, no se había puesto ropa interior, Rafael le dijo que ya se había dado cuanta que no se había colocado sostén, pero mi esposa le aclaro que no llevaba ninguna prenda íntima, Rafael al oír eso aprovecho que el mantel cubría las piernas de mi esposa y levanto el vestido para tocar la entrepierna de mi mujer quien abrió las piernas y la mano de su amante pudo llegar hasta su ya mojada rajada, Rafael al cerciorarse de que mi esposa no llevaba nada más que el vestido sobre su cuerpo, comenzó a tocarle con sus dedos el clítoris, ella al principio se comportó como si nada sucediera y siguieron tomando sus respectivas copas, pero después de un rato de estar recibiendo las caricias de Rafael en su clítoris y de incluso le comenzó a introducir un dedo en su vagina, ella ya no pudo más y le pidió que ya se fueran al hotel.
Rafael pidió la cuenta y salieron rumbo al hotel, mientras caminaban Rafael desabrocho un poco el vestido de mi mujer y comenzó a tocarle disimuladamente los senos, ella por su parte se pegaba más a él y lo besaba con pasión, en cuanto llegaron al hotel, mi esposa se dirigió directamente al elevador mientras Rafael recogía la llave de la habitación, una vez dentro del elevador, Rafael saco los senos de mi mujer y comenzó a besarlos y levantándole el vestido le introdujo un dedo dentro de la mojada panocha, al abrirse las puertas del elevador se asomó Rafael y al ver que el pasillo se encontraba vacío saco a mi mujer del elevador con los senos al aire y el vestido arremangado a la cintura para dirigirse a la habitación tocándole las nalgas y los senos mientras caminaban, una vez dentro de la habitación el vestido de mi esposa salió volando, quedando ella completamente desnuda, Rafael se apresuró a despojarse también de su ropa y de inmediato la llevo a la cama donde la hizo tenderse de espaldas para comenzar a mamarle la panocha, ella al sentir como la lengua de Rafael recorría todo su sexo cerro los ojos para concentrarse en sentir el placer que esa lengua le estaba dando.
Mi esposa gemía de placer por la caricias que recibía en su panocha y no tardo en explotar en un nuevo orgasmo, después de lo cual le pidió a Rafael que ya le metiera la verga, lo que hizo de inmediato, sepultándole de un solo golpe toda su verga para iniciar después un lento pero agradable mete y saca en la vagina de mi esposa, quien comenzó a mover sus nalgas, girándolas de manera que también Rafael recibiera placer, estando en esa posición mi esposa tuvo un nuevo orgasmo, tras el cual le pidió a Rafael que le sacara la verga y se la metiera en el ano, pues estaba tan caliente que sintió la necesidad de ser penetrada analmente.
Rafael se colocó detrás de mi mujer, quien se acostó de lado ofreciéndole así las nalgas para que el las gozara mientras se lo clavaba en el ano, cosa que por lo caliente de mi esposa no le costó ningún trabajo, después de enterrarle toda la verga en el ano comenzó a bombear lentamente para gozar con la estreches del culo de mi esposa, quien apretaba de vez en cuando sus nalgas para darle así más placer a Rafael, quien la sujetaba por la cadera.
Después de un buen rato de gozar con el ano de mi mujer, Rafael sintió que estaba a punto de venirse, por lo que le saco la verga y se levantó para descansar un momento a pesar de las protestas de mi mujer, quien pedía que le siguiera metiendo la verga, pero Rafael le dijo que descansaran un rato, en lo que se le pasaban las ganas de arrojar sus mocos.
Luego de unos instantes de reposo, Rafael se volvió a acercar a mi esposa, quien se encontraba acostada en la cama, con las piernas abiertas mostrando su abierta rajada y se colocó entre las piernas de ella para volver a meterle la verga, mi mujer y Rafael comenzaron a coger con verdadero deleite, acompasando sus movimientos para tomar un ritmo adecuado, el cual poco a poco fueron incrementando hasta llegar a un ritmo de entrada y salida frenético con el que mi mujer experimento una serie de orgasmos conforme el ritmo de la cogida, hasta que finalmente Rafael también se vino abundantemente dentro de la mojada vagina de mi mujer, quien al sentir el chorro de tibio semen en el interior tuvo un orgasmo que la dejo exhausta pero bien satisfecha, después de los cual ambos se quedaron profundamente dormidos, rendidos por el cansancio del paseo y el esfuerzo realizado durante las casi dos horas que habían durado haciendo el amor.
Al día siguiente mi esposa despertó primero y se puso a pensar en lo hecho durante la noche anterior, recordando cómo había reaccionado Rafael cuando le dijo que no llevaba ropa interior, y como ella se había excitado durante todo el recorrido nocturno al sentir libre su panocha y sabiendo que en cualquier momento se la podía tocar Rafael, al estar pensando en eso sintió como su vagina se comenzaba a humedecer por lo que levanto la sabana y comprobó que Rafael seguía desnudo y comenzó a tocar con la yema de sus dedos la verga de él, la que empezó a endurecerse nuevamente ante su beneplácito, pues pensaba pasar un buen rato cogiendo esa mañana ya que sabía que después de ese día pasaría una semana más sin coger.
Mi esposa siguió acariciando la verga de Rafael, pero teniendo cuidado de no despertarlo, pues tenía planeado endurecer primero la verga y ya cuando estuviera bien parada comenzar a mamarla, lo que seguramente haría que Rafael despertara y deseara volver a meterle la verga.
Una vez que la verga de Rafael estuvo de buen tamaño, mi esposa se la coloco en la boca para comenzar a pasar suavemente su lengua a todo lo largo del garrote y luego introducirla en su boca y comenzar a mamarla delicadamente, en eso estaba mi esposa cuando sintió que Rafael comenzaba a moverse, para despertar casi enseguida y ver el bello espectáculo que tenía ante sus ojos, o sea a mi esposa deleitándose con su verga.
Ya que Rafael estuvo completamente despierto le pregunto a mi esposa que si no había tenido suficiente con la cogida de la noche anterior, a lo que ella le respondió que no, pues ya tenía varios días sin tener relaciones sexuales y por lo mismo deseaba gozar lo más que pudiera en ese fin de semana, y ya que ambos continuaban en la cama bien podrían disfrutar otra vez, a menos claro que el no deseara hacerle el amor.
Rafael se incorporó y tomo a mi esposa por los hombros para hacer que se montara sobre su verga y comenzar a cogérsela, mi esposa por su parte una vez que se clavó la verga en su panocha comenzó a mover su cintura en forma circular, pero sin levantarse, logrando así que su clítoris se frotara contra el vello púbico de Rafael logrando excitarse y gozar aún más de lo que ya de por si estaba disfrutando con las caricias que su compañero le proporcionaba, pues él le había tomado un seno con cada mano y los estaba sobando suavemente rozándole también los pezones, llevando a mi esposa a gozar intensamente la cogida.
Mi mujer comenzó a alternar sus movimientos circulares con movimientos de sus piernas que le permitían subir y bajas su cadera para permitir que le entrara y le saliera la verga de su panocha, disfrutando aún más, lo que demostraba con sus placenteros gemidos, Rafael después de disfrutar un rato viendo a mi mujer cabalgar sobre su verga, la tomo por el talle y girando su cuerpo la hizo caer sobre la cama, pero sin sacarle la verga, por lo que el quedo de costado y sobre una de las piernas de mi mujer, quien se acomodó para que el peso de su amante no le lastimara la pierna, acomodando la otra pierna sobre el costado de él, quedando Rafael entre sus piernas.
Ya que se acomodaron bien, Rafael comenzó a bombear dentro de la vagina de mi mujer al mismo tiempo que le besaba los senos y le acariciaba las nalgas, proporcionándole así un gran placer a ella, quien no tardó mucho en cooperar con su compañero moviendo también sus nalgas de modo que las retiraba cuando le sacaban la verga y las empujaba hacia el cuerpo de Rafael cuando este embestía para clavarle la verga hasta el fondo, con lo que logro obtener rápidamente su primer orgasmo, Rafael por su parte continuaba con la boca pegada a los pechos de mi mujer, que le pedía continuara cogiéndosela como lo estaba haciendo pues disfrutaba mucho.
Era tan intenso el placer que ambos estaban experimentando que no cambiaron de posición aun cuando mi mujer alcanzo tres orgasmos más que la hicieron gritar de placer, Rafael al escuchar las expresiones de placer de mi mujer incremento el ritmo de sus entradas y salidas para lograr el también el orgasmo, el cual alcanzo en poco tiempo, clavando su verga hasta el fondo de la empapada vagina de mi mujer al momento en que derramaba todo su semen.
Mi mujer al sentir el chorro de mocos que le estaba echando en su vagina, tuvo otro orgasmo, el cual fue muy abundante y placentero. Rafael no se movió después de terminar, esperando que su verga se saliera por si sola de la panocha de mi mujer, quien en cuanto sintió que la verga se le salió tuvo que levantarse para dirigirse al baño, pues su último orgasmo fue tan intenso que le comenzó a escurrir un grueso hilo de líquido viscoso y caliente por las nalgas, impregnándose un poco de el en la sabana. Al ponerse de pie sintió como continuaba escurriéndole el semen mezclado con sus jugos vaginales por sus muslos, por lo que de inmediato se fue a la regadera para darse un baño y esperar a que acabara de escurrirle todo de su vagina.
Rafael se quedó acostado en la cama y encendió la televisión mientras que mi mujer se bañaba, para enseguida el también ir a bañarse.
Mientras Rafael se bañaba mi esposa comenzó a vestirse, pues comenzaba a sentir hambre y además les faltaba por visitar algunos otros lugares antes de regresar.
El domingo por la tarde regresaron a la ciudad y mi esposa invito a Rafael a pasar a la casa en donde antes de despedirse le volvió a echar un rapidito a mi esposa quien solo bajo su pantalón y ofreció sus nalgas para que flexionando la cintura el pudiera meterle la verga y meterle y sacarle la verga con fuerza para acabar rápidamente, luego mi esposa se acomodó la ropa y salió a despedirlo, después se preparó para iniciar al día siguiente una nueva semana de trabajo.
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