Don Pedro al ver a mi esposa vestida así no tardo en subir por la escalera para tratar de verla a través de la ventana, ella se dio cuenta y se puso una bata para después bajar a desayunar.
Durante la mañana mi esposa se vistió con un short y una blusa de tirantes y por la tarde después de la comida se acostó un rato y se quito el short, para que desde la ventana Don Pedro pudiera ver el soberbio par de nalgas que tiene mi mujer, ella fingió dormir para que él no se cohibiera y se calentara viéndola, aun cuando ella disimuladamente veía que el hombre se sobaba la verga por encima del short que llevaba puesto, mi esposa se movió girando un poco su cuerpo para que quedaran a la vista sus nalgas cubiertas solo por una tanga de hilo dental, después de un rato volvió a girar para poder ver lo que hacia el albañil y vio que el seguía mirándola por la ventana y se le había formado una carpa debajo de la ropa, ella al ver el tamaño del bulto que se formaba en la entrepierna del albañil se imagino que la verga de este debería ser de buen tamaño y se decidió a tener relaciones con el. Ella fingió despertar y Don Pedro subió inmediatamente por la escalera para evitar que mi esposa lo viera.
Durante el transcurso de la tarde mi esposa pensó como hacer para que el hombre se decidiera a pedirle tener relaciones, como la tarde era bastante calurosa ella se volvió a poner el short que había utilizado por la mañana y le ofreció a Don Pedro y a su ayudante un refresco, invitándolos a pasar al interior de la casa y que tomaran asiento en la sala, ella les llevo los vasos con el refresco y comento que con el calor que hacia daban ganas de andar desnuda, ellos asintieron y después de terminar su refresco se despidieron.
Al día siguiente llegaron Don Pedro y su ayudante y se dirigieron a la azotea de la casa para continuar con su trabajo y a la hora de la comida el ayudante se despidió diciendo que el tenia que ir a hacer otro trabajo y que regresaría hasta el siguiente día, mi esposa se imagino que era un plan del maestro para quedarse a solas con ella y así poder verla, por lo menos, sin que su ayudante estuviera presente, mi esposa le comento a Don Pedro que si podía revisar un problema que tenia en la regadera, ya que pretendía bañarse pero salía poca agua, el maestro de inmediato accedió y subió junto con mi esposa para revisar la supuesta falla, mi esposa llevaba puesta solo una bata y se asomaban sus senos, Don Pedro le dijo que al parecer no había ninguna falla en la regadera y que revisaría el boiler, mi esposa bajo con el al patio y fingiendo asomarse para ver si había agua suficiente en la cisterna, permitió que prácticamente se vieran todos sus senos pues no llevaba sujetador, el albañil ya no se aguanto mas y le dijo a mi esposa que no comiera pan delante de los pobres, ella le pregunto que por que le decía eso, y el le respondió que pasaba mucho tiempo solo, pues vivía en la obra y dormía en la bodega y solo veía a su familia una vez al mes y por lo tanto ver a una mujer medio desnuda le provocaba una gran excitación y no quería faltarle al respeto pues podría perder su trabajo, mi esposa le dijo que ella no sentía que le faltara al respeto y que si no podía comer pan era porque estaba demasiado ocupado trabajando, pero que no solo los pobres tenían hambre que había personas que también estaban solas y tenían hambre.
Don Pedro se quedo pensando en lo dicho por mi esposa y ella se dirigió al interior de la casa, el se dirigió también al interior de la casa siguiendo a mi esposa y le dijo que si ella tenía hambre podrían alimentarse los dos si no le importaba que el estuviera sudado y sucio, ella le dijo que para eso existía el baño, Don Pedro le dijo a mi esposa que entonces se daría un baño y después se podían quitar el hambre, ella le dijo que le parecía bien, Don Pedro le dijo a mi esposa que el día anterior cuando la vio con el vestido rosa transparente se le había antojado poder verla con mas calma, ella le pregunto que si quería verla nuevamente con el vestido rosa y el le respondió que si, entonces mi esposa le dijo que mientras el se bañaba ella se pondría el vestido que le había gustado y se dirigieron a la planta alta para que el se bañara y ella se pusiera el vestido solicitado.
Cuando acabo de bañarse Don Pedro bajo a la sala donde lo esperaba mi esposa, el al verla así vestida dijo que nunca le creerían que había estado con una señora tan bonita, ella le dijo que si quería le permitiría tomarle algunas fotos, cosa que a mi esposa excita mucho, el acepto y mi esposa le dijo que solo había una pequeña condición y era que no apareciera su cara en las fotos, el acepto y saco su celular y procedió a tomarle las fotos.
Mi esposa poso para Don Pedro y noto como volvía a crecer la verga debajo del short, luego de tomarle algunas fotos le pidió que se sentara junto a el y ella acepto, el comenzó a tocar tímidamente las piernas de mi esposa subiendo poco a poco sus manos para levantar un poco el vestido y contemplar las piernas de mi esposa quien se dejaba acariciar, luego ella comenzó a tocar por sobre la tela del short la verga para lograr que se pusiera aun mas dura, el al sentir que mi esposa también participaba empezó a tocar los senos de mi esposa por sobre la tela del vestido y luego libero uno de ellos para poder mamarlo, mi esposa al sentir las caricias de la lengua en su pezón permitió que el le desamarrara la tanga para que pudiera comenzar a tocarle su ya mojada vagina recostándose un poco sobre el sillón para que le pudieran bajar un poco la tanga y las caricias fueran mas placenteras.
Después ella fue quien bajo el short y el calzón de su amante y comenzó a tocar directamente la verga la cual lucia grande y gorda, Don Pedro le pidió que le mamara la verga y mi esposa se arrodillo para comenzar a mamar aquella verga que le prometía un buen rato de placer, después de recibir las caricias de los labios de mi esposa por un rato Don Pedro le pidió que se detuviera pues sentía que estaba a punto de correrse y no quería terminar tan rápido, mi esposa accedió y se levanto preguntando a su amante que era lo que quería que hicieran, el le pido que se acostara boca abajo en el sillón para poder contemplar a placer sus ricas y enormes nalgas, ella accedió nuevamente a la petición y se acostó boca abajo en el sillón para que le pudieran ver y acariciar las nalgas, Don Pedro al ver las ricas nalgas de mi esposa a su disposición comenzó a acariciarlas haciendo a un lado la tanga que aun conservaba puesta mi esposa.
Mi esposa comenzó a gemir por el placer que le producían las caricias en sus piernas y nalgas y permitió que Don Pedro le comenzara a tocar la vagina nuevamente, introduciendo uno de sus dedos dentro de su mojada cavidad, después comenzó a acariciarle la espalda y le pregunto a mi esposa que si estaba lista para que le metiera la verga, ella le respondió que si, pero que no quería que se la cogiera en esa posición sino estando ella boca arriba para poder ver como le entraba aquella deliciosa verga, por lo que se giro y quedo de frente a el abriendo las piernas para mostrarle que estaba lista para recibirlo en su interior.
Don Pedro se acomodo entre las piernas abiertas de mi esposa y comenzó a pasar su verga a lo largo de la vagina llegando hasta el clítoris, dándole así un enorme placer a mi esposa, quien no tardo en pedirle que ya le metiera la verga, pues ella también estaba muy caliente, el comenzó a introducir la punta de la verga en la mojada vagina de mi esposa y ella permaneció quieta esperando a que le entrara toda la verga, lo cual ocurrió en poco tiempo, empezaron a coger moviéndose lentamente al principio, pues Don Pedro metía y sacaba su verga de manera lenta pero llegando en cada embestida hasta el fondo de la vagina de mi mujer, ella por su parte comenzó a mover su cintura en círculos para frotar su clítoris contra la pelambrera de su amante, luego de estar unos minutos cogiendo lentamente, mi esposa le pidió a Don Pedro que le metiera la verga con mayor rapidez pues ella quería gozar mas, el acelero el ritmo de sus embestidas pero no era muy cómodo estar cogiendo en el sillón, por lo que mi esposa le sugirió que mejor subieran a su recamara para poder disfrutar plenamente en la cama. Mientras subían a la recamara Don Pedro no dejaba de acariciar las nalgas de mi esposa y levantándole el vestido procedió a quitárselo dejándola totalmente desnuda.
Al llegar a la recamara mi esposa ya estaba totalmente desnuda y al agacharse para subir a la cama le proporciono un bello espectáculo de sus nalgas, las cuales fueron nuevamente acariciadas por su amante, quien le pidió que se colocara en posición de perrito para penetrarla viéndole las nalgas
Mi esposa se coloco en la posición solicitada y espero a recibir nuevamente aquella rica verga en el interior de su mojada vagina, Don Pedro coloco su verga en la entrada de la vagina de mi esposa y comenzó a introducirla hasta llegar al fondo, ella suspiro cuando sintió toda la verga dentro y comenzó de nueva cuenta a mover la cintura para dar y sentir mas placer, después de estar disfrutando un rato de la verga en su interior, mi esposa alcanzo su primer orgasmo, bañando abundantemente la verga que tenia incrustada y comenzando a escurrir un poco de sus jugos cada vez que le sacaban la verga, esto fue aprovechado por Don Pedro para lubricar el ano de mi esposa, quien al sentir que pretendía introducirle un dedo le pregunto a su amante que era lo que pretendía hacer respondiéndole el que quería cogérsela también por el culo, ella le respondió que no, pues tenia la verga muy gorda y aun cuando ya no es quinto del culo, esta verga sentía que le haría daño, el le dijo que entonces solo le metería un dedo, ella acepto pues le gusta sentir un dedo en el culo mientras recibe verga por su vagina, y de hecho una de sus fantasías es coger con dos hombres al mismo tiempo, Don Pedro introdujo uno de sus dedos en el ya lubricado culo de mi mujer y siguió bombeando dentro de su vagina, provocándole un segundo orgasmo después del cual ella le pidió que le sacara la verga para que se la cogiera de frente, el acepto y le saco la verga para permitir que mi esposa se acomodara de la manera en que ella quería que se la cogiera.
Una vez que mi esposa se acomodo en la posición que deseaba abrió las piernas para invitar a Don Pedro a seguir cogiendo, el se acomodo inmediatamente entre las piernas abiertas de mi mujer y le dejo ir hasta el fondo la verga iniciando un movimiento de entrada y salida bastante rápido, mi esposa se acomodo para que al mismo tiempo que le metían la verga le pudieran mamar los pechos y se lo pidió a Don Pedro, quien comenzó a mamar los pezones de mi esposa, haciendo que ella gimiera por el placer que estaba sintiendo y le pidió que se la cogiera mas fuerte, el acelero el ritmo de sus embestidas y luego de unos instantes comenzó a venirse abundantemente, inundando de semen la vagina de mi mujer, ella protesto pues no quedaba aun satisfecha y le dijo a Don Pedro que necesitaba mas verga para quedar bien satisfecha, el le dijo que se había venido tan abundantemente que ya no seria capaz de volvérsela a coger, por lo menos por esa tarde.