Marcela mi vecina 2: Marce me presenta a una amiga
( Relatos Confesiones )



Desde aquel domingo cuando tuve la primera charla con Marcela y Nacho pegamos buena relación, la propia pareja saco mi número de celular del grupo de WhatsApp de vecinos del edificio y me escribieron con total amabilidad. Los agendé, me agendaron y comenzó a forjarse un lazo de afecto, la cosa continúo así:

Organizamos hacer un asado sábado a la noche, pedimos permiso al consorcio para utilizar el quincho/ parrilla y por ende la terraza y nos lo dieron sin problema. En mi mente podrida tenía la idea que el matrimonio me iba a pedir para hacer un trío en la terraza (era mi pensamiento pecaminoso) y me hice una paja bajo la ducha pensando mil cosas chanchas de como le haríamos una doble penetración con Nacho bajo la luz de la luna.

Nacho fue el primero en subir, llevó la carne y yo fui al rato, con el carbón, la tabla y demás elementos. Nos pusimos a salar la carne y Nacho me dice _Espero no tomes a mal ésto, pasa que Marcela me taladró la cabeza desde el jueves y quería que vos fueras el invitado especial.
_Vos algo le hiciste_ me recriminó.
_ No entendi mucho a que venía tal acusación. Que cosa? Le pregunté un poco desconcertado.
_Todo el tiempo es Martín esto Martín lo otro_ está algo excitada con vos_ concluyó.

Tragué saliva y me aceleré, me hice el desentendido y fui a prender el fuego. Será que lo que pensaba se iba a hacer realidad?

_y que pasa que no sube? Le pregunté algo impaciente, a lo que me dice
_Y bueno se está haciendo desear, ya sabés cómo son las mujeres, debe estar maquillándose para venir a comer un asado_ y nos reímos.
(Y yo ya la estaba deseando mal, pobre Nacho me la dejó cortita y al pie)

Para mi desánimo veo que Marce abre la puerta.....pero venía con Francesca su hijita..... Adiós fantasía del trío...

Marcela tenía un short negro de fibrana que le quedaba precioso, arriba una blusa floreada color celeste algo suelta que le tapaba la cola. Yo justo tenía ganas de ver qué tipo de ropa interior traía abajo. Sin dudas con ese shortcito de fibrana con lazo se la habrá marcado bien viéndola desde atrás.
El pelo suelto, recién planchado parecía seda, espectacular como siempre y su piel emanaba un aroma a jabón estaba recién bañadita y traía sus anteojos clásicos con algo de aumento otorgándole ese toque nerd y sexy a la vez me ponía a mil.

En los pies unas sandalias de una marca brasilera, eran de material sintético con una plataforma de grandes dimensiones y las uñas pintadas de negro al igual que las de sus manos.

Dado mi fetiche por los pies femeninos lo describiría como un pie egipcio, el dedo gordo mandaba y los demás deditos descendían de mayor a menor de forma perfecta, para mi mayor deseo. No le encontré imperfección alguna, una diosa de pies a cabeza.

Me limpié las manos y me agaché para levantarla a Franche, como me encariñé con esa pequeñita, hacía poco que los conocía pero esa criatura era mi todo. Era la mimada del edificio entero tal vez por ser la más pequeñita en la vecindad. Marce se acercó a nosotros y me dió un beso en la mejilla.

_Gracias por aceptar nuestra invitación_ me dijo mirándome a los ojos y charlamos un rato mientras la nena fue a los brazos de Nacho, su papá.

Después de ese lindo momento nos invadió el silencio, es como que no teníamos tema para hablar, la rubia se quedó a mi lado. Yo preparando la carne sobre la mesada y ella en la pileta lavando los tomates y las lechugas para hacer la ensalada, es como que quería decirme algo y no se animaba, yo también soy por demás introvertido no se me ocurría tema, la miraba de reojo todo el tiempo, me gustaba y mucho.
Cuando se me ocurrió una tontería para darle charla ella se fue hacia Nacho que estaba en la parrilla, le dijo algo al oído y el asintió con la cabeza.

_Ya vuelvo, fijate si prende bien el carbón- me dijo Nacho- y la llevó a upa a Francesca, fueron al departamento a buscar el peluche favorito de la nena y su vasito para que tome agua.

Nacho nos dejó solos, Marce los acompañó hasta la puerta y cuando se fueron vino tímidamente hacia mí y me tocó el hombro.

_Mar... Podemos hablar?_ me dijo sonrojada.
_Siiii Marcela decime_ le dije yo con el pulso acelerado.
Se quedó callada como buscando las palabras, se mordió medio labio inferior.... respiró profundo, dejó una pausa y muy sensualmente y me dijo:
_ Me da mucha vergüenza pero quiero decirte algo.... Desde que te conocí me pareciste muy especial.... (Pausa de nuevo)... Y lo hablé con Nacho y bueno..... Ayyy estoy nerviosa, te lo digo? Bueno ahí voy......(pausa de nuevo)

_QUIERO QUE TE ME SUBAS ENCIMA..... Y QUE ME BAJES LA TANGA DESPACITO....SIN ROMPERLA...._

Noooo ... No dijo eso..... Pero juro que mi diablo interior me comía la cabeza haciéndome imaginar tal escena....

A lo que volví a tierra dejé esa fantasía de bajarle la tanga y la escuché con atención. Ahí se liberó de esa tensión y me dijo:

_Martin... PUEDO PRESENTARTE A UNA AMIGA?_.

Me quedé pasmado mucho no entendí es como que me desconfiguró por completo lo que tenía pensado.
_Ummm siiii dale no hay problema_ le dije, a lo que ella más relajada continuó:

_Es una amiga del Mami Hockey, va jugamos al hockey juntas mejor dicho, hay mucha confianza entre nosotras y bueno ella está divorciada hace bastante y por ende está sola.... (la amiga le pidió que le presente a alguien, estaba queriendo una alegría desesperadamente).
Ay perdón soy una tonta perdoname Mar... (ni mi novia me llamaba así, me decía Mar y yo me derretía) a lo que le dije que estaba todo bien.

_Es que vos sos diferente, los amigos de mi marido son uno peor que el otro. No me vas a odiar verdad?_

Y a medida que me hablaba veía mi rostro reflejarse en sus lentes, me tenía embobado.
Yo de mi parte jamás mencioné a María José que era mi novia.... Pero bueno ya tarde... Decidí encaminarme en lo que se venía.
Quedamos cara a cara una tensa calma nos envolvió, nos miramos fijamente ella como que quería algo más pero yo era demasiado estúpido. En eso vuelve la nena con su oso de peluche y el marido trajo un equipo de sonido para escuchar algo de música.

Conectaron todo, comenzó a sonar una canción muy de moda y ella se movió al compás, meneaba de lo lindo esas caderas, a lo que Nacho dejó su celular después de poner ese tema y se vino a ella, la agarró de la cintura y se dieron un lindo beso. Yo miraba de lejos ya con el carbón bien encendido había tirado la carne a la parrilla, que ganas de estar yo ahí en vez del marido, tomándola de la cinturita y comiéndole la boca.
En eso suena el celular de Marcela, era la amiga en cuestión que estaba avisándole que llegó y que la esperaba abajo. Yo me puse ansioso sabiendo cual era el objetivo, ojalá sea como Marce deseé.

_Ahi viene!!_ dijo algo nerviosa y fue a recibirla. Al rato entran las dos y Marce me la trajo directamente a mí.

_Ella es Gabriela_ me la presentó.

Muy cordial Gabriela parecía buena onda. Estaba linda, era mucho más baja de estatura que su rubia amiga. Gaby (como me pidió que la llame) era un tanto rellenita, una curvy milf. Pelo negro con bucles en las puntas, carita agradable, lindas facciones, remera suelta de color rojo pasión, abajo un jean color azul que no le quedaba para nada despreciable, venía bien de cadera pero de cola era un poco chata. O tal vez la cola de La Doc no tenía rival.
Las dos se pusieron de espaldas a preparar los tragos, el culazo de Marcela era como dos pelotas de fútbol juntas, sobresalía por demás, en cambio el de Gaby ahí pasaba, más modesto y tapado a la mitad por la remera roja. Lo que si despertó mi atención es que traía unos lindos zapatos stilettos boca de pez color hueso, ambas charlaban entretenidas, Marce tomaba el control y era quien dirigía, Gaby sin embargo la hablaba al oído a su amiga y reían de a ratos. Nacho y yo en la parrilla controlando que la cocción marche bien cuando él me corta mi fija visión en las dos preguntándome: _ Y campeón, que te parece Gaby? Poné primera y es tuya ehh, mirá que anda desesperada_.
_ Y..... Está linda_ dije aunque en mi interior no me sentía del todo convencido. A lo que Nacho me responde _Dalee...que ésta noche te convertís en héroe!!!!_

En eso se acercan a nosotros las dos con los tragos.

Marce estaba un tanto alegre, si bien ella había estado bebiendo desde antes que llegase Gaby se notó que las bebidas le habían empezado a hacer efecto.

Brindamos los cuatro, "Por los amigos que se están conociendo" era el motivo en alusión a Gabriela y a mí.

Terminando el brindis Marce se puso a bailarle a su marido, como conté antes ella se movía muy bien, parecía un show de strip tease privado solo para él, movía las caderas cuál odalisca y lo más osado fue cuando le hizo un movimiento de "perreo" y le puso el culazo a merced del bulto de Nachito y se lo refregó justo ahí. Y cuando Gaby y yo nos descuidamos él la agarró de la mano y la llevó hacia afuera del salón cubierto vidriado en donde estábamos nosotros, buscaron la oscuridad de la terraza para estar solitos. A Nacho se le paró cuando Marce le hizo el perreo, y reconozco que a mí también al ver eso y más cuando se fueron a ver las estrellas en busca de privacidad.

Gaby quedó conmigo, disimuladamente miró para abajo y captó mi erección, se me acercó y sin saber cómo seguir corté un trozo de vacío y se lo hice probar.

_Mmmm que rico!!!_ me dijo entusiasmada, saboreó la carne y se llevó mis dedos a la boca, ahí me percaté que tenía brackets, algo que me sedujo mucho en una mujer de 39 años como Gabriela.
Rompimos el hielo, puse primera y empezamos a conocernos, me contó que estaba divorciada desde hace mucho, que tenía una hija adolescente y que le costaba por demás tratar de rehacer su vida, que no daba con la persona indicada etc,etc.

Yo levantaba la vista observando a la parejita en la oscuridad, muy juntos, se unieron en un apasionado beso como si estuviesen solos, ni Gaby ni yo ni siquiera Francesca que correteaba por todos lados parecíamos impedir esa calentura mutua, éramos invisibles para ellos, Marce lo acorraló contra el cemento caliente del balcón a su marido y ahí estaban beso a beso, como dije antes, ella tenía el mando. Nacho le acariciaba la espalda y de a poco fue bajando las dos manos hasta las redondas nalgas de su mujer y ahí las dejó, una en cada cachete levantándole la blusita celeste floreada. Se mataron a besos cual parejita de adolescentes mientras sus manos le recorrían la espalda ya por debajo de la blusa y terminaban en la tela de fibrana de ese short negro.

Seguimos conociéndonos con Gaby pero no lograba enfocarme del todo, estaba más pendiente de Marcela ahí afuera siendo manoseada por su joven marido.

Para mi paz mental la nena fue a buscarlos, quería tomar agua al parecer y los hizo regresar a ambos al interior del lugar donde estábamos nosotros. Marce entró descalza con los anteojos en la mano y Nacho tenia la camisa afuera del pantalón en la parte de adelante, imagino que estando solos en la oscuridad ella lo masturbó lentamente mientras él la manoseó de lo lindo y no era para menos.

Por suerte la nena los interrumpió o sino se cogían ahí mismo. Se notaba lo pasionales que eran.

Para ese entonces las cosas con Gaby marchaban bien, me estaba ayudando con la parrilla y no se hacía problema por nada.

Marce vino calmada, apagó su calentura ahí afuera, eso si, estaba pendiente de como iba la cosa entre su amiga y yo y vió que marchaba viento en popa, tal vez algo celosa estaba mucho no le gustaba la idea de vernos así de juntos con la chica de los brackets.

Gaby tenía fama de Lady, no es que pegaba buena onda con cualquiera, por suerte parecí caerle bien.

Y como estaba perdiendo protagonismo y adoraba que todos estemos pendientes de ella me tocó el hombro interrumpiendo mi charla con Gabriela y me pidió que le mire el talón al parecer tenía una astilla incrustada y le dolía.

Obvio que fui en su ayuda, apoyó las manos en los hombros de Gaby y yo tomé su pie derecho desde atrás, ese talón estaba muy sucio pues ella andaba descalza, igual era hermoso ese piecito, saqué un poco la tierra, fui tocando buscando su zona molesta cuando me dice:

_Ayyyy...ahiiiii es.....me duele muchooooo!!!_

Sólo le faltó gemir para comerme del todo la cabeza, fue súper sensual esa expresión. Presioné y saqué algo, era una astilla pequeña calculo de la leña que pusimos para hacer el fuego.

Después de eso la llevé al banco de madera, ella apoyada sobre mi hombro levantando el pie adolorido, puso la cola sobre la tabla que usaríamos de asiento más adelante y me olvidé del asado y de su amiga, hasta de su marido ahí presente. Le hice estirar la pierna yo arrodillado ella sentada y le di unos masajes en el pie para aliviarla.
Me dijo que lo hacía muy bien y que le gustaba mucho, hasta cerró sus ojitos, yo ansiaba seguir y llevarme esos cinco dedos suyos a la boca.

Tomó confianza y extendió la otra pierna pasándome el piecito izquierdo para que lo descontracture también.

_Mar... Lo haces muy biennnn...Mmmm como me gusta_

Me decía en total relax. Yo ya tenia una erección tremenda, los pies de una mujer son mi criptonita y los de Marcela eran hermosos.

De pronto el marido nos interrumpe:

_Bueno bueno a poner la mesa_ y nos hizo volver a la triste realidad.

Ella quedó sentada, iba a ayudar pero le ordené que se quedara quieta, la tomé de ambas pantorrillas ayudándola a girar y sentarse ya de cara a la mesa. Esa piel blanquita era tan pero tan suave al tacto, no se sentía rastro de vello alguno. Me hizo caso y se quedó esperando la comida, fui a sacar la carne de la parrilla y allí estaba sentadita, sacaba culo a más no poder, revalsaban por sobre la tabla esos cachetes redondos, una cosa era verlo y otra cosa es contarlo.

Nacho se sentó en la punta, Marce al lado de Franche y yo frente a ella con Gaby a mi lado.
Comimos y bebimos, pasamos un buen momento, cuando de pronto siento el pie de Gaby por sobre mi calzado subiendo de a poco por dentro de mi pantalón después hasta sentirlo en mi pantorrilla. Hizo un torpe movimiento echando al suelo el tenedor y cuando subió me manoseó el bulto por sobre el pantalón (yo con los masajes a los pies de Marcela más el juego que me hizo Gaby subiendo su pie descalzo por mi pierna la tenía paradísima). No sé inmutó y dejo la mano ahí puesta sobre mi erección, Gaby quería pija si o sí.

Seguimos un rato más reunidos en un ambiente totalmente distendido entre risas y anécdotas, hasta que la amiga de la rubia dijo: _Bueno chicos me tengo que ir, gracias por esta velada hermosa_.

Con Nacho a esta altura teníamos una complicidad bárbara, me hizo seña como queriendo decir "Dale acompañala", yo entendí a la perfección, me levanté y les dije _La acompaño y vuelvo_.

Bajamos por las escaleras porque el ascensor jamás subió, Gaby volaba de calentura, bajamos un piso y ella tomó la iniciativa y me arrinconó contra la pared.
Llegamos como pudimos hasta mi puerta por suerte ningún vecino chismoso estaba afuera y tomando la llave abrí como pude, entramos, le saqué la remera y ella hizo lo mismo con la mía. Traía un corpiño negro que resaltaba sus tetas, debajo del jean un culotte negro en composé con el corpiño. Confieso que venía mejor de tetas que de culo, pero a ésta altura de la noche eso poco importaba.

Llegamos a la pieza, solo dejábamos de besarnos para sacarnos la ropa, me dió un empujón sentandome muy violentamente en la cama y se me sentó encima. Estábamos completamente desnudos para ese entonces. Fue una noche de erecciones intensas, las que me las provocó Marcela y ahora Gabriela que me la dejó paradisima.

Se me sentó sin problemas y de tan húmeda que ella estaba le entró toda, cabalgaba desesperada es como que todo el trabajo lo hacía ella, yo chupaba sus tetas y eso la encendía todavía más, hasta que soltó unos gemidos profundos y tuvo un intenso y deseado orgasmo, la sentí de verdad acabar, era algo que traía reprimido hace mucho aparentemente. La abracé fuerte, yo no lograba acabar aún y se quedó un rato con mi pija dura clavada en su interior, ni con mi novia experimenté tal situación.
Gaby se levantó complacida y me preguntó dónde estaba el baño y fue hacia allí tapándose la entrepierna.

Volvió del baño yo mientras la esperaba con ganas de más, seguí con el pene parado esperándola en la cama tocandome para mantener la erección.

_Todo eso es para mí??_ me dijo y sin dejar que le responda se abalanzó y me la chupó con entusiasmo. La tomé de la cabeza y la hice que me haga un oral con todas las letras. Ella no tenía drama en hacer un garganta profunda. Estábamos en lo mejor cuando escucho cerrarse la puerta de los vecinos de abajo, ya estaban ahí en su departamento.

Tenía el morbo de hacérselo saber, tanto a Marce como a Nacho, Gaby estaba acá conmigo y la estábamos pasando bien.

La escuché a Marce hablar con Nacho seguramente se preguntaban que habría pasado con nosotros, por lo que decidí continuar mi plan y la llevé a Gaby hasta la habitación contigua, la que quedaba bien arriba del dormitorio de la pareja.

Gabriela no puso objeción, tenía unas ganas locas de seguir cogiendo, nos acostamos en el piso frío y me bajé a chuparle la concha con desesperación, quería hacerla gemir así Marcela escuchaba todo, era como pagarle con la misma moneda por tantas poluciones que ella me había provocado.

Fui bajando, me acomodé entre sus piernas y empecé a pura lengua, jugaba con su clítoris y ella se retorcía, largó unos fuertes gemidos y los de abajo hicieron un silencio total para escuchar mejor.

Mi amante se retorcía disfrutando, le metí la lengua más profundo jugando un rato y con tres la masturbé con locura. Entre sus gritos de placer sentí sus fluidos venir cuál avalancha, gimió desesperada y yo me tragué todo lo que salia de lo más íntimo de su ser, me quedé ahí metido un rato y ella tras ese orgasmo se calmó de a poco. Con la pija dura como un mastil yo quería largar todo mi veneno acumulado, subí como pude y me hice una paja entre sus tetas. Al rato acabé intensamente desahogandome por completo y actuando un poco también para que la rubia escuche cuánto era capaz de dar.

Nacho habrá estado con todas las intenciones de tener sexo con la milf tras escuchar tal accionar del piso de arriba, yo me salí de Gaby y puse la oreja al piso, el quería coger pero Marcela extrañamente lo rechazó.

_Dale amor mirá cómo estoy le decía su marido, que habrá tenido la pija hecha un fierro, se le subió tratando de sacarle la ropa con intenciones de convencerla y ella lo esquivaba, se la notaba algo enfadada como que no se esperó escucharnos a su amiga y a mí teniendo sexo.

_Basta Ignacio no quiero!!!! Me duele la cabeza!!_ escuchamos decirle a su hombre y ofuscada salió de la habitación pegando un portazo. Fue directo a darse una ducha.

Gaby se sentó y me pidió que nos fuésemos de ahí, la noté avergonzada y la comprendí a la perfección. Un tanto se nos fué la mano pero yo por mi parte y sin querer logré mi cometido.

Fuimos hacia la heladera buscando algo para comer, no había más que fetas de fiambre y queso y nos hicimos unos sandwiches con pan lactal que tenía guardado por ahí. Estábamos los dos desnudos en absoluta confianza, hablamos cosas sin sentido, preparó café, me acerque a ella, nos miramos y nos dieron ganas de hacerlo otra vez. Sus brackets me empujaban a más, era extraño ese nuevo fetiche que llegaba a mi vida.

Fuimos a la cama y si bien estaba excitada fue menos expresiva, tal vez por respeto a su amiga que dormía en el piso de abajo.

Cambiamos de posición ésta vez yo arriba y ella abajo aceleré mis embestidas y la cogí con todas mis fuerzas como con rabia, Gaby ya no daba más, volvió a gemir muy fuerte y ahí exploté en su interior.

Quedamos rendidos, apenas cabíamos los dos en esa cama de una plaza y media. Yo me dormí al parecer un rato, cuando escuché el sonido de sus tacos andar por la casa, obviamente vestida por completo pidió un taxi mientras se acomodaba en pelo en el espejo del baño, era tardísimo. Intenté acompañarla hasta la vereda pero no quiso, nos despedimos y quedó abierta la posibilidad de un nuevo encuentro.

Cerré la puerta volví a la habitación y apoyé la cabeza sobre la almohada, recordé todo lo intenso de ese sábado y madrugada de domingo.

Volví a la habitación contigua, Marcela dormía para ese entonces, pegué mi cuerpo al piso frío por si la escuchaba pero nada, silencio total.
Fué algo impensado todo, miré mi celular y tenía dos llamadas perdidas de mi novia María José, con quién tenemos nuestras idas y vueltas.

Veremos qué pasará, porque las ganas de mi parte se acrecentaron y quiero animarme a más.

Foto 1 del Relato erotico: Marcela mi vecina 2: Marce me presenta a una amiga

Foto 2 del Relato erotico: Marcela mi vecina 2: Marce me presenta a una amiga

Foto 3 del Relato erotico: Marcela mi vecina 2: Marce me presenta a una amiga

Foto 4 del Relato erotico: Marcela mi vecina 2: Marce me presenta a una amiga

Foto 5 del Relato erotico: Marcela mi vecina 2: Marce me presenta a una amiga




Escriba aquí su comentario sobre el relato:

Opps! Debes iniciar sesión para hacer comentarios.

Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
8438

Categoria
Confesiones

Fecha Envio


Votos
0

Relatos enviados por el mismo usuario

8423 - Marcela mi vecina
8431 - Maria José