SANDRA 2
( Relatos Heterosexuales )


Les contaré como me cogieron ALBERTO Y DANIEL

SEXO RICO CON BETO EN LA COCINA Y DANIEL EN MI CUARTO

Al rato tocaron a mi puerta era mi hijo dándome las gracias por haberlos dejado solos porque se dio cuenta que se ponían muy nerviosos con mi presencia, yo me sonreí y diciendo de nada Manuelito, ¡pero no imaginé que pudiera pasar!, y me dice, ¡pero mamá!, ¡no sabes lo que tienes!, ¿y qué tengo?, le respondí, ¡de todo y muy rico!, y le dije, ¡adulador! se fue y me recorrí toda con mis manos, claro que sabía lo que tenía.
Al otro día salimos juntos de la casa MANUEL se fue en su auto y yo en el mío, llegué a mí trabajo y revisé qué todo marchara en orden la verdad ya me quería regresar a mi casa y prepararme para otra cogida, como a las 12:30 le digo a mi asistente que la dejo a cargo de todo qué me avise si necesita algo, yo iba nerviosa como muchachita con juguete nuevo, al llegar lo primero que hice fue preparar unos emparedados y jugo de naranja, los guardé muy bien para qué no los vieran y me fui a dar un rico baño, me sequé y perfumé todo mi cuerpo y me vestí con un JOMPER color beige de sierre desde la punta de la falda hasta el cuello, me llegaba hasta la rodilla, y el cierre lo sibí cubriendo mis grandes tetas, debajo de este no traía nada, solo el perfuma, no dejé nada a la vista para no distraerlos, como a las 16:00 horas llegaron yo me hice la dormida y esperé a que mi MANUELITO me fuera a despertar, lo hizo preguntándome que si estaba bien, yo le dije que no se preocupara que solo era un poco de flojera, que ahorita iría a ver que les daba, dejé pasar unos minutos, salí de mi cuarto y todos voltearon a verme, pero en sus ojos vi tristeza, los saludé a todos y les pregunté que si se les antojaban unos emparedados, todos hasta mi hijo estuvo de acuerdo, y le digo a Alberto, ¡ven ayúdame tú!, y con una sonrisa me dijo que si, yo me fui delante de él para ir bajando el cierre del JOMPER, y antes de entrar a la cocina lo deje caer por completo al piso, me agaché a recogerlo y le puse mis nalgas muy cerca de su verga, él entendió lo que deseaba y abrazándome por la espalda puso su verga caliente entre mis nalgas y abrazándome me metió a la cocina, y sin decir nada tirando mi vestido al piso me recostó sobre de él y él parado sobre mi cuerpo con las piernas abiertas se bajó el pantalón con todo y trusa y salió su verga un poco más chica que la de LUIS pero más gruesa, yo me senté a atrayéndolo de sus nalgas procedí a llevarme su verga a la boca, ALVERTO solo sacó aire por su boca aceptando la caricia que le comencé a hacer con mis labios, y se la empecé a mamar tratando a que entrara lo más posible pero tenía que hacer mucho esfuerzo para que entrara más de la mitad, era bastante gruesa para mi boquita, después de como 5 minutos de estársela mamando, me recostó nuevamente y yo abrí mis piernas lo más que pude ya ansiaba tener su verga dentro de mí, con la saliva que le dejé muy babosa que me puse no nos costó trabajo para que se me fuera enterita hasta el fondo, muy calladamente exclamé con un ¡haaaaa, bebé, que rica verga!, ¡empújala hasta el fondo!, ¡me abres muy rico!, ¡después de tantos años sin coger!, ¡tu verga la siento muy rica!, y él me dice, ¡señora está usted muy rica!, ¡cuando quiera yo vengo a cogérmela!, ¡está demasiado rica!, ¡me parece un sueño estar en medio de sus piernotas!, ¡metiéndole toda mi verga!, yo lo abrasé con mis piernas poniéndolas en su cintura para que entrara lo más posible, y le digo, ¡si bebé cógeme, cógeme, me gusta tu verga!, cógeme, más, cógeme bebé , así mi niño, cógeme, cógeme, aaah, aaah, aaah, aaah, aaah, aaah, aaah, ¡ me vengo papito chulo, me vengo, aaaaaaahhhhhhh, y él apretándome las chiches empuja muy fuerte y descarga una cantidad bárbara de cemen dentro de mi verija, se separa un poco de mí y dándome un rico beso nos enderezamos y me atrapa las chiches con sus boca y me dice, ¡qué hermosas chichotas tiene señora!, y sigue chupando y mamando mis chiches y eso hace que nos volvamos a calentar y levantándonos, pongo mis manos sobre el fregadero y levanto mis nalgas, y le digo, cógeme otra vez, anda cógeme, él se acomoda detrás de mí y apuntando su gorda verga me la clava despacito hasta el fondo y de mi verija sale el cemen que tenía dentro y escurre por mis piernas, pero eso no importa, yo aviento mi cuerpo contra el suyo y se oye un plas, plas, que detenemos de inmediato y apretándome contra él seguimos cogiendo hasta que se viene nuevamente, me la saca y escurre más cemen entre mis piernas, y hasta ese momento me acordé que no preparé nada para limpiarnos, el único recurso eran las toallas de cocina y nos limpiamos lo mejor posible, pero son duras y rosaban mucho así que solo me limpie por encima de mi verijita y me puse el vestido, él se lavó en el fregadero y después se secó con una de ellas y también se quejó de lo dura que estaba, le entregue la charola con emparedados y yo lleve la jarra de jugo y unos vasos, llegamos con los demás y repartimos todo, yo me retiré para irme a mi cuarto y vi que DANIEL no apartaba su mirada de mis piernas, y al llegar a mi cuarto me di cuenta que el cemen de ALBERTO me escurria por mis piernas hasta llegar a mis zapatillas y no lo sentí, me di un baño rápido sin mojarme el pelo y regresé con ellos, disimuladamente hice una nota que le di discretamente a DANIEL y decía así, ¡Hola bebe mañana es tu turno!, ¡te voy a dejar la ventana de mi cuarto abierta!, ¡entra sin que se den cuenta por favor!, ¡te mando un beso!, yo me regresé a mi cuarto y comencé a planear cómo iba a preparar todo para qué pudiera coger con DANIEL sin que se dé cuenta mi hijo.
Al otro día dejé mi auto y le dije a mi hijo que me llevara al trabajo porque tenía un ruido extraño y lo quería llevar a revisar, me dejó en mi trabajo y solo entré para revisar que todo marchara bien y como a las 11:00 am pedí un taxi para regresar a mi casa, llegue muy temprano y decidí darme un baño en la tina, y me estaba excitando pensar que ya quería una verga por mi culo y me lave perfectamente tal vez DANIEL me hiciera gozar por mi culo, me demore más de una hora entre el baño y la limpieza a fondo, prepare un conjunto de ropita muy sexi para calentar a DANIEL lo más posible y me diera una buena cogida, estaba dispuesta a darle todo, elegí un coordinado transparente azul cielo, la tanga solo alcanzaba a tapar mis labios vaginales y lo demás eran unas tiritas de tela que se perdían, el brasier, qué más bien era un top que solo cubria mis pezones y también se sujetaban con unas cintitas muy delgadas, medias transparentes con brillitos y un portaligas de encaje blanco, los broches los ajusté perfectamente y alisé las medias y la verdad ni falta hacía, ya que mis piernas son llenitas y las medias se ajustan y amoldan perfectamente, unas zapatillas de correas al tobillo color blancas de 12 centímetros de altas, también elegí una bata de seda transparente blanca, me solté el pelo y lo cepillé por buen tiempo para darle volumen, me ricé las pestañas y solo puse un poco de sombras blancas, a mis labios solo les puse brillo, ya eran las 16:15 me comencé a poner nerviosa y ansiosa, oí cuando llegaron los muchachos y me oculté por si mi hijo abría la puerta, y así fue, abrió lentamente y olisqueó el aire y el aroma de mi perfume estaba por toda mi habitación, se fue y oí que dijo, ¡ahora sí quien se va por unas cervezas?, salí de mi escondite y abrí la ventana más bien es ventanal, me recosté sobre la cama de lado esperando a que llegara DANIEL y cuando me acomodé, entró DANIEL y al verme, ví que tragó saliva, yo me senté bajando los pies y alargue mis brazos para qué se acercara, lo hizo lentamente y su pantalón se levantó como carpa de circo, su verga luchaba por salir, yo me levanté y entonces me vio completa, sus ojos casi se le salen de sus orbitas, entonces dejé caer mi bata y entonces se abalanzó sobre de mí, tomándome de me breve cintura y me atrajo contra de él muy fuerte y su verga con todo y pantalón se incrustó entre mis piernas, nuestras bocas se unieron en un beso ardiente, sus manos bajaron a mis nalgas y me apretó con mucha fuerza, como si quisiera fundir nuestros cuerpos, yo busque su verga y esta estaba muy dura, y muy caliente, le desabroché el pantalón mientras me besaba, mi boca, mis mejillas, el cuello, atrapaba mis oídos entre sus labios, mi piel se erizó, se puso chinita, chinita, al bajar su pantalón, lo único que traía, votó su deliciosa verga, como de 20 centímetros de largo y como de 5 centímetros de diámetros, algo que yo anhelaba, así de ese tamaño recordando la de mi marido, me hinqué sobre alfombra y me dispuse a saborear, esa rica verga, que ya escurria de néctar preeyaculatorio, abrí mis labios e introduje solo la cabezota ya que era muy grande, le lamí la punta dándole varios besos y de su ojito salía y salía su rica miel, y viendo que no aguantaría mucho la introduje así como se lo hacía a mi marido y al tenerla casi en la garganta, soltó una cantidad de cemen que me fue imposible tragar, y se me escurrió por mi boca y cuello, él se disculpó medio apenado y le dije, ¡no te preocupes ahorita seguimos!, pero él me levantó y me recostó sobre la cama y abriendo mis piernas me dijo, ¡que linda eres SANDRA!, ¡te ves divina!, ¡te voy a coger como lo he soñado todos estos días!, me hizo a un lado la telita de mi tanga y me comenzó a mamar mi verijita muy rico, no podía gritar ya que me oirían, pero por lo bajito le decía, así bebé, así nene, ¡que rico me estas comiendo!, sigue papito, sigue, así, más, más, él trataba de meter su legua lo más hondo posible, yo me jalaba las piernas y abría a todo lo que daban, ahora era yo la que estaba a punto del orgasmo, un orgasmo que ya me hacía falta sacar, DANIEL continuaba mamando mi verijita y un dedo incursionaba por mi culito, ya que así como estaba mis dos hoyitos estaban a su disposición, al verme y sentirme próxima a alcanzar un rico orgasmo, bajo más su boca hasta mi culito y le dio el mismo trato que a mi verijita y entonces me vine abundantemente, tanto que mis jugos bañaron toda su cara y hasta el pelo, yo apreté mis labios para no dejar escapar ningún ruido, solo se oían gruñidos de nuestras gargantas, DANIEL se acomodó y me clavo su rica vergota en mi verija de un solo empujón hasta el fondo y yo solo hice, hhaaagggggg, él se acomodó y atrapando una de mis chiches con una de sus manos, se acercó para chuparla mientras sus movimientos de mete y saca iban en aumento, yo lo jalaba de los pelos para que no dejara de mamarme las chiches ya que pasaba de una a la otra, su otra mano lo sostenía para no recargar todo su peso sobre de mí, sus movimientos y nuestros jadeos eran cada vez más intensos, de repente salía uno más fuerte que otro, pero la ocasión lo ameritaba, me acerque a su oído y le digo, ¡papito cógeme por el culo!, ¡quiero sentir tu vergota en mi culo!, DANIEL me saca su vergota de mi verija y me abraza dándome un beso muy rico donde metió su lengua y yo la saboree con gula, yo me quise acomodar para entregarle mi culo, mi sangre hervía, la verdad estaba muy caliente y lo animaba a cogerme, DANIEL me tomó suavemente y me llevo hasta el ventanal e hizo que pusiera mis manos sobre el vidrio de este, y yo levanté mis nalgas, ya quería sentirlo dentro de mí, él recorrió todo mi cuerpo desde mi nuca bajando sus manos por mi espalda, a sus manos la seguían sus labios, llegó a mis nalgas y las abrió para meter su cara entre ellas y pasar su lengua sobre mi esfínter y al sentir esa rica caricia, lancé un gruñido, ya que sentí demasiado rico como para quedarme callada, se levantó y acomodando su verga en la entrada de mi culito dio el primer empujón, sentí un dolor muy agudo, pero yo quería sentir ese dolor con su verga totalmente dentro, mi excitación era tanta que yo aventé las nalgas hacia tras y me clavé más de la mitad, el dolor era fuerte pero mi calentura más, me abrí las nalgas y DANIEL dio otro empujón al mismo tiempo que yo aventaba las nalgas hacia tras y se me fue hasta el fondo, si hubiera podido hubiera gritado, ¡así amor que rico!, pero solo sonidos guturales salían de nuestras bocas, DANIEL ya teniéndome completamente a su merced, metió sus brazos debajo de los míos atrapando una chiche en cada mano, apretándomelas para jalarme y empujar su vergota hasta dentro de mi culo, y me decía, ¡que rico culo SANDRA!, ¡qué nalgas tan duras tienes!, ¡tus chichotas me encantan!, ¡eres una diosa para coger!, mientras no dejábamos de movernos, él para adelante y yo para atrás, cuando me mordió el cuello por la parte de atrás, me vino un grandioso orgasmo, el más rico hasta ese momento después de haber cogido con LUIS, Y ALVERTO, ahora DANIEL me estaba haciendo gozar como loca con una rica vergota metiéndola y sacándola en mi culo, con mi orgasmo, apretaba la verga que tenía en el culo y DANIEL descargó un mar hirviente de cemen, que sentí mi intestino llenarse y le digo, ¡no te muevas mi amor!, ¡deja que se salga sola!, fue perdiendo la dureza y grosor, yo por mi parte apreté el culo y como que la escupí, pero cerré el culo antes de que saliera una gota, me di vuelta y abrace por el cuello a mi bebé DANIEL, y le di un beso largo, el me agarró de las nalgas y se apretó a mi para sentir en su pecho mis chiches, nos despegamos y él fue a lavarse y vestirse, yo me recosté sobre mi cama boca abajo y esperé a que saliera, ya vestido, se acercó y le dio una nalgada suave y salió por donde entró, yo me levanté y deje salir el cemen de DANIEL el cual resbaló por mis piernas hasta el suelo y varios goterones cayeron libres, me di un enjuagón y me vestí con un vestido largo hasta debajo de las rodillas pero sin nada debajo de él, salí sin hacer ruido con mi bolso de mano y abrí la puerta y todos voltearon a verme, los saludé de beso en la mejilla y apretón de mano y al hacerlo con JORGE, le digo al oído, vas tú mañana.

SEGIRA MI HISTORIA UN BESO

Foto 1 del Relato erotico: SANDRA 2




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
8374

Categoria
Heterosexuales

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