tus manos me recorrian
espalda, cintura y nalgas
y se movian serpenteantes
mientras tu a horcajadas
transmitias tu calor
sobre mi piel desnuda
te quitaste el vestido
para acariciarme con tus pechos
erectos, suaves, tibios
frotandote contra mi
encendiendo mi deseo
y susurrando en mi oido
palabras de amor lujurioso
piel con piel
rostro con rostro
me gire hacia ti
Era ayer, en la penumbra
con nuestros cuerpos desnudos
acercandose mas y mas
apasionados, enfebrecidos
mi sexo erecto, el tuyo una fuente
atrayendose, buscandose
acoplandose perfectamente
deslizandome dentro de ti
aprtando casi con delicada furia
tus pechos entre mis manos
sintiendo el palpitar desbocado
inmesos en el frenesí
bocas pegadas, mordiscos, besos
dedos enredados en los cabellos
mojado en ti, mojada de mi
impetu vehemente, de amor entregado
dos mentes fundidas en un cuerpo
estertores precursores de placeres
tan deseados como intensos
nos sacuden al mismo tiempo
me corro, te corres, juntos sentimos
los flujos, la descarga placentera
abrazados con tanta fuerza
respiramos el mismo aire
y las bocas no se despegan
y los cuerpos se mantienen unidos
parece un sueño prohibido
y fue ayer, en la penumbra