Flor de Loto ¿O será del orto?
( Relatos Confesiones )


Flor de loto ¿o será del orto?
Esta vivencia es de las más raras y exóticas que me tocado involucra a mi mujer y a mí, no fue hace mucho tiempo…
Debido a mis actividades en el Kendo empecé a tener contacto con la colectividad nipona en mi país también con su embajador y el cuerpo diplomático. Ellos son muy ceremoniales y tienen tradiciones milenarias que se deben respetar si quieres obtener su respeto, yo era bueno en lo mío y ellos lo valoraban. Poco a poco me fueron invitando a sus fiestas y eventos. Conocieron a mi esposa y quedaron fascinados.
Pero tienen una debilidad muy grande por la bebida. Un día nos invitaron a mi mujer a mí a una celebración en la casa de uno de los miembros de la plana mayor de la embajada. Suelen ser grandes casas que gozan de mucha seguridad e inmunidad. Siempre me fue difícil calcular sus edades cuando están entre los 20 y los 40 años a veces los jóvenes no lo son tanto aunque vistan de colegialas. En la fiesta no habría más de 15 personas luego algunas de ellas se retiraron y quedamos, nueve, cuatro mujeres incluidas mi esposa y 5 hombres. Las horas pasaron se supone que era una cena.
Las primeras horas fueron calladas, pero el uso abusivo del sake (licor de arroz) y licores de rosas y alguna cosita más no legal, hicieron brotar, chistes, risas, aplausos. Las chicas estaban en una mesa aparte y cenaron antes mientras sus esposos continuaban con el ritual de la bebida.
En una sala improvisaron un escenario, luces, audio y karaoke. Todos se animaron a improvisar y cantar, todo divertido, de repente empiezan a cantar música de películas celebres, personificando escenas y actores, de repente cantan algunos temas de películas donde alguna actriz hizo un estreaptease, le gritan algo en japonés a las chicas, una a una van improvisando un desnudo al ritmo de la música, las dos primeras no lograron desprenderse de la ropa interior, la tercera sí y la cuarta para mi mayor sorpresa era mi esposa. Pudo haberlo hecho por no ser menos y por no despreciar sus entretenimientos y al ritmo de Your can leave your hat on, de Joe Cocker, se entro lentamente a desnudar, los japoneses no le quitaban la vista de encima, sus grandes ojos, color de piel les llamaba la atención y cuando descubrieron sus pechos grandes, su fina cintura y gran cadera quedaron mudos pero…a caer la tanga, el imitador se calló y los otros 4 quedaron hipnotizados viendo el gran, rosa , bien rasurado y definido coño, las orientales no se lo rasuran , lo tienen más abierto no tan cerrado y perfecto. Las chicas juntan sus ropas y se van, yo respiro aliviado.
A los 15 minutos nos llaman a cenar, nos descalzamos atravesamos unas puertas de papel de arroz y cuando llegamos o ¡sorpresa! La comida está servida sobre el cuerpo desnudo de tres de las mujeres y ¡una de ellas es mi esposa!, las dos orientales están boca arriba y mi mujer boca abajo, riendo con sus manos debajo de su mentón.
Los orientales se pelean por comer y así destapar el cuerpo de mi mujer. Tres comen del cuerpo de ella y los otros 2 de las restantes. Treinta minutos después el cuerpo de mi mujer yace sin comida arriba, uno de ellos toma la Flor de Loto que hace de centro de mesa, le quita las hojitas dejando la flor y un palito de 10cm, dice -“El lugar correcto es aquí”- acaricia suavemente el trasero en pompa, le abre las nalgas e introduce la flor en el ano de mi mujer como si fuera florero o clavándola en la tierra, ella emite un -“auchi”-Flor de lorto, ríen. Nos levantamos y cambiamos a una pieza, dejando libres nuestras "mesas", están empezando todos a desnudarse, me explican que es para darse un baño y que los acompañe. Desnudos vamos donde hay un jacuzzi, las cuatro chicas están ahí, fregándose los cuerpos desnudos entre burbujas de jabón.
Ellas salen y nos dejan el lugar ayudándonos a bañarnos, con una delicadeza propia de ellos. Puedo notar que ellas han notado el tamaño de mi pene superior al promedio de ellos. Terminamos de bañarnos y corren una gran puerta, detrás hay dos colchones inflables, tamaño cama de matrimonio, me dicen que es común compartir esposas con amigos y que ellas ya habían “convencido” a mi mujer, se notaba el convencimiento, por los ojos vidriosos, pupilas dilatadas y un estado de excitación poco frecuente en ella.
Dos de las niponas quieren “jugar” conmigo y los 4 machos nipones con las dos restantes o sea mi mujer y otra. Mientras mi chicas se esfuerzan en hacerme una felación veo como al lado los cuatro japos meten mano a mi esposa, se turnan para morderle los pezones, abren observan, exploran y meten sus dedos en el coño, la masturban con un vibrador, hasta sacarle sendos gemidos no paran.
Una de las nenas orientales está feliz montando al extranjero, ese soy yo otra pone su chocho peludo en mi boca para que se lo coma.
Cuatro mini penes erectos quieren follar a mi esposa, ella esta acostada desnuda se les abre de piernas mostrándoles el tan preciado molusco y se sortean quien va primero, este apunta su verga amarilla y lentamente desaparece dentro del cuerpo de mi mujer, otro le pone la polla e la boca, así se van turnando, todos la gozan pero ninguno la ensucia corriéndose. Cambian mil veces de postura, ella arriba, abajo, perrito, mientras la otra japonesa filma. La acuestan boca arriba le separan las piernas y la penetran turnándose si darle respiro, obligándola a emitir varias veces largos ¡ahhhhhhhhhhhhh!más,hai,hai, sonoros orgasmos, hasta que los hombres empiezan a emitir ¡oohhhhhhhhs! Corriéndose dentro, uno, otro, cuatro emisiones de esperma asiático, luego toma una punta que parece de refresco de 250 ml de plástico transparente y la ponen en el zoom de la cámara y la introducen en el coño inseminado de mi mujer, filmando como de la vagina entra el semen dentro del útero por el agujerito del cuello. realmente perverso, correando la dan vuelta la ponen en perrito y toman un dildo lo untan en el semen de ellos que le chorrea como si fuera lubricante se lo insertan en el culo, ella gime -“¡Huy, despacio!”-Luego la chica que filmaba deja en manos de uno de los hombres la cámara y mete su cabeza debajo de coño de mi mujer, abre la boca llenándola con el semen que pierde ella, tragándolo luego.
En ese ínterin yo me he derramado dentro de la nipona, haciéndola sudar, gemir y llegar a reprimidos orgasmos que aunque en voz bajita llegó una y otra vez , la otra espera pacientemente una nueva erección para su ración de leche.
Los cuatro hombres tratan de concluir la faena demostrando que pueden complacer a una mujer varias veces. Uno tiene su polla entre las tetas de mi mujer las aprieta y se masturba rociando sus pechos de semen, otro se masturba sobre la vulva y los otros dos le llenan la boquita de leche que no tarda en ingerir, sorprendentemente no le penetran el culo pero nadie osa retirar el casi ceremonial dildo.
Pero yo marco la diferencia untando el pequeñín trasero de una nipona para luego desvirgarla, haciéndola llorar y gemir, dejando su recto lleno de mí.
Las chicas se levantan y tres de cuatro van ayudando a caminar a mi mujer que va toda chorreteada y con el inserto de slicona en su culo. Se bañan y bañan con mimo a la invitada, la visten perfuman y peinan, una flor en el pelo, la dejan como nueva. Los varones me agradecen con toda clase de reverencias, el cornudo consentido para ellos no existe.-“Fue un honor compartir gran mujer”-me dicen. Alguien da una orden, una de las chicas me lleva a su dormitorio, es la nena de los orgasmos, me baña, nerviosa se ofrece a tener sexo otra vez si lo deseo me dice, la meto bajo la ducha la traigo hacia mí y le hago el amor como un novio la siento vibrar, arde de deseos calientes, pero tiene prohibido manifestarlos, está para servir, no me olvidará fácil. Luego ella enteramente desnuda todo el tiempo, me ayuda a vestirme siempre mirando hacia abajo, nunca deben cruzarse ojos con ojos, igual siento su mirada cuando me alejo.
Después de dejarnos en un estado presentable, uno a uno se despide, inclinando su cabeza, me regalan una katana muy bonita y nos ponen un chofer que nos lleva a casa.

Al otro día mi mujer tiene una jaqueca terrible, tensión arterial baja y no se acuerda de nada.

Por seguridad la lleve al Ginecólogo no fuera que en nueve meses tuviéramos un bastardo con los colores de la bandera del Vaticano, le dije al hombre que fue violada y no lo recuerda, que no haríamos la denuncia, la examinó, ella estaba muy limpia, no encontró ni rastro de semen, en privado me preguntó si había consumido drogas, se lo negué no era de su interés a mí solo me interesaba que no estuviera encinta, preguntó si estaba seguro de que hubo sexo,-"Sí, estoy seguro"-le respondo, así que le dio un anticonceptivo inyectable le dijo a mi pedido que eran vitaminas y análisis para 15 días después. No recuerda mucho yo tampoco le he contado, pero cada vez que vamos a su embajada la tratan como a una reina.-"! Que extraño, que amables y atentos!"- dice ella -"Diría que me conocen"-. Mejor de lo que ella cree. Esperare un tiempo a ver si poco a poco le vuelven solos los recuerdos de esa noche de oriente, sino no sé como reaccionaria si se lo cuento.
Fin.




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
2881

Categoria
Confesiones

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1