Es por eso que cuando llegábamos a casa nos exigía por separado cambiarnos y la ropa de la calle llevarla a un solo sitio y no tocarla más.
Una tarde en la cena nos dijo a mi hermano y a mí que en dos días comenzaría el confinamiento y ella tendría que estar en el hospital por 14 días, eso nos dio tristeza, pero nos dijo que en casa había todo lo necesario para pasar todo ese tiempo sin salir.
Al día siguiente fuimos al hospital con ella y nos despedimos en la entrada y fuimos para la casa.
Seguimos las instrucciones y en la puerta de la casa nos quitamos toda la ropa, me dio un poco de vergüenza con mi hermano porque tenía la vagina afeitada y yo no quería que nadie lo supiera, solo me dijo hermanita es muy linda tu vagina así, yo le respondí no seas tan pervertido que soy tu hermana y me da mucha vergüenza.
Llevamos toda la ropa y la dejamos en el baño y fuimos para la cocina y le dije que nos quedaríamos desnudos mientras nuestra madre estuviera fuera y seria sin nada de ropa, yo la verdad nunca lo había hecho y la idea no me gustaba porque sabía que mi hermano se masturbaría de mi en cualquier momento y eso no me gustaba.
Después de bañarnos me solté el pelo y me puse las chancletas y así preparamos la cena entre los dos, la verdad sentía vergüenza estar desnuda delante de él, pero la idea me fue gustando, hablamos de muchas cosas y mientras cenamos comenzamos a hablar del sexo anal, realmente me excite mucho y se me pararon los pezones, el me mostró su pene y tenía tremenda erección. Le dije que tenía el culo hecho agua porque lo único que quería era singar por el culo.
Acordamos no masturbarnos y desde esa noche dormiríamos juntos y que por obligación teníamos que singar antes de dormir como lo hacen todas las parejas, cuando nos acostamos no aguantaba los deseos y me puse en 4 y abrí las nalgas, el miro mi ano y dijo que lo tenía muy lindo y la piel muy suave, eso me calentó aún más y le dije que pusiera el pene y empujara despacio, entró muy fácil de la excitación que tenía.
Le pregunté cuanto te mide el pene y dijo 16 cm y mi ano se lo tragó todo, me singo el culo muy despacio para que no doliera, nos vinimos los dos juntos, nos acostamos abrazados el detrás de mí, al rato le desperté y le dije vamos de nuevo por el culo, levante la pierna y el busco mi culo y lo penetró, lo hicimos 4 veces en la noche, nos quedamos dormidos casi al amanecer.
Despertamos al medio día, recogimos toda la cama y pusimos todo limpio, nos bañamos juntos y preparamos algo de comer y en la tarde nos fuimos para la terraza, pusimos una colcha y comenzamos a singar, esta vez por la vagina, nos vinimos juntos y descansamos un rato y singamos de nuevo, recogimos todo y fuimos para la cocina, preparamos unas pastas y mientras se hacía nos acostamos en el piso de la cocina a singar de nuevo, en la noche lo hicimos en el portal de la casa, fue rápido porque nos daba miedo, nos fuimos al cuarto y pusimos la colcha en el piso, singamos por el culo, nos quedamos dormidos, por la madrugada él se despertó y me abrazó yo me desperté cuando sentí su pene entrar en mi culo, le dije que ya mi ano estaba necesitando del amor de su pene, cuando se vino casi no salió semen, habíamos singado mucho, descansamos hasta la tarde y comenzamos de nuevo.
Yo nunca imaginé que sería tan lindo esos días de encierro, el día que nuestra madre llamó dijo que llegaría en la tarde, ese día nos despertamos temprano y nos bañamos juntos como de costumbre, me encantó mucho singar después de bañada, sentía más deseo de singar, hicimos el amor 2 veces seguidas por la vagina, y fuimos para el salón, singamos 2 veces más por el culo, nos bañamos y nos vestimos, nuestra madre llegó y nuestra vida volvió a la normalidad.