ANGIE Y DANNY
( Relatos Amor Filial )
ANGIE Y DANNY
La verdad siempre me gustó mi cuñada Danny, era muy elegante y mayor que mi esposa Angie casi diez años pero no se notaba la diferencia de edades; a sus 40 años se destacaba por sus hermosas piernas y sus sensuales nalgas pero lo que más me intrigaba era que no se le conocía ni un pretendiente. Hace dos años mientras vacacionábamos compartiendo una cabaña en la sierra y después de unos buenos tragos nos retiramos con mi esposa al cuarto donde muy a propósito deje entreabierta la puerta que unía nuestro cuarto con el de mi cuñada, con el cual también compartíamos un baño, cuando Danny apagó la luz de su cuarto me escabullí de mi esposa hasta el baño donde me duché un rato y esperé hasta que la vi quitarse la ropa y quedar en un diminuto hilo sin sujetador, sus senos eran dos limoncitos comparándolos con los de Angie, pero su espectacular trasero me puso en órbita y más cuando se aplicó una crema en todo su cuerpo levantando sus nalgas con las manos , abriéndolas sin ningún pudor y regresándolas a su sitio. Esta operación duró unos minutos al cabo de los cuales continuo con su vientre, sus senitos, su cuello… al finalizar se acostó boca abajo sobre su lecho cubriéndose con una fina colcha; intente regresar a mi cama cuando vi que Danny empezó a mover las caderas al principio en forma muy suave pero después de manera endiablada; traté de masturbarme pero no podía perderme ni un detalle de ese hermoso cuerpo que se contorsionaba bajo la sabana hasta que en medio de un gritico de placer se tensó para después desplomarse sobre la comodidad de su lecho. Quedé atónito, sigilosamente me dirigí a mi cuarto y desnudo pegué mi cuerpo al de mi esposa que al sentir la dureza de mi pene en sus nalgas me dice –Creo que necesitas algo de cariño- seguidamente tomó mi pene como un cono de helado dedicándome la mamada más oportuna de mi vida, a los dos minutos estaba llenando su boca de tanto semen, que no pasó inadvertido para Angie que muy pícara exclamó –Tanta lechita por una mamadita…, creo que con el regalito que te tengo vas a quedar seco.- entonces se aseguró de que no se perdiera una gota de semen, dicho y hecho; se quitó la blusa y dejo libres sus grandes y hermosos senos, se acaballó sobre mi cuerpo y jineteo durante unos minutos hasta que sintió que mi pene se endurecía de nuevo. El ver sus senos moviéndose frente a mi rostro me enloquecía y la sensación de su vagina húmeda frotándose contra mi abdomen hacía de ese momento sublime pero sólo era el principio…, se llevó las manos a su espalda, tomó mi falo y lentamente se fue introduciendo mi arma en su ano hasta que tocó fondo apenas dándome tiempo de susurrar su nombre en medio de mis gemidos de gusto y su –haaaaaaaag- cuando estuvo empalada. Mientras estimulaba con una mano su clítoris acariciaba sus senos con la otra, todo sin parar de lanzarla hacia arriba con mis movimientos de cadera que ella contestaba con griticos de placer. Diez minutos después en medio de los olores de nuestros cuerpos y los ruidos de sus nalgas contra mis muslos terminamos; ella primero con sus ojos cerrados murmurando obsenidades y yo un poco después mientras me incorporaba para fundirnos en un abrazo de pasión y satisfación. Todo fue perfecto, máxime cuando pude ver de frente por un instante el rostro de mi cuñadita que desde el baño nos observaba, la mire a los ojos mientras Angie experimentaba el último espasmo; con mi mirada traté de decirle que a ella era la que quería tener en ese momento gimiendo en y suspirando, en la pared junto a la puerta había un gran espejo donde pude apreciar el espectáculo que debió haber disfrutado Danny su hermanita aún movia sus caderas suavemente y una pequeña huella de sangre y materia fecal brillaba en sus nalgas mientras mi pene parecía no querer descansar. Fue un momento mágico y cuando volvía a mirar mi cuñadita había huido hacia su cuarto, nosotros… continuamos con la tarea hasta la madrugada.
El día siguiente amaneció lloviendo Angie no quizo levantarse, yo me duche con agua caliente y fui a la cocina a preparar el desayuno, no mucho después entró Danny dispuesta a vengarse de mi actitud de la noche anterior… y lo hizo de una manera que me dejó de una pieza. Entro a la cocina con una blusita casi transparente que mostraba sus limoncitos en todo su esplendor, flotaban con sus movimientos invitando a ser atrapados como globitos de jabón haciéndose mi boca agua, una licra que no dejaba mucho a la imaginación, mostraba sus hermosos labios bajo un precioso bulto que pedía a gritos ser besado, pasó por mi lado sin saludar mucho se colocó de espaldas a mi, tal vez para que viera las marcas de su hilo dental bajo la licra.¿fueron cuatro cierto…? -dijo muy bajito… -, ¿Cuatro que…cuñada? -pregunte-, Cuatro veces las que hicieron el amor anoche… -aclaró-, aaaaah… creo que sí fue una noche especial –murmuré-, ella se dirigió a mi, me miró a los ojos y dijo con una sonrisa “y eso que apenas me viste masturbarme…, la próxima me voy a asegurar de que veas cuando alguien me encule… yo creo que podrías romper un record “ me lanzó un beso con la mano y se dirigió de hacia la terraza. ¿Qué record? -dice mi esposa que entraba en ese momento- Nada cielo… que es demasiado tiempo sin vacaciones –me apresuro a decir, volvamos mejor al cuarto que te tengo una tarea muy rica… entramos abrazados al cuarto y continuamos con nuestra tarea, ya había recargado viendo apenas a su hermanita.
Comentarios
Buen relato, pasa a ver mis fotos y comenta
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