Abdri a Domicilio
( Relatos Amor Filial )
Andri se tapó la cara con la almohada mientras yo entraba lentamente en su ano, coloque todo mi cuerpo sobre su espalda y sentí su respiración profunda y rápida, con cada movimiento mío soltaba pequeños griticos que no se entendían, entonces me acerco a su oído y le susurro suavemente que no creía que ese culito fuera virgen. Trata de sacarse el mástil, insulta, dice que se va pero la tomo fuertemente contra el lecho, la beso en las mejillas y le digo que es una broma mientras con mi dedo busco su clítoris y lo masajeo suave pero rápidamente, entonces sus glúteos se levantan buscando mi pene una y otra vez mientras le pido que lo haga más despacio o me va a hacer venir. -Eso quiero para irme rápido -me responde mientras coloca una almohada bajo su pelvis, empiezo a sentir próxima mi eyaculación ante lo cual la muerdo suavemente en la nuca, ella se que de una pieza, aprieta sus glúteos y como por instinto gira su cara hacia mí y me mira a los ojos, en un impulso algo romántico nos besamos mientras el semen llena su intestino, con pequeñas contracciones de su ano me succiona por unos minutos mientras continuamos con el beso, mi pene aun adentro continua erecto, de manera casi inaudible me dice “otra vez”, le pregunto qué dijo y dice que nada que se va. Comprendo e inicio de nuevo mis movimientos, ahora lo saco casi completamente y luego lo dejo perder en sus intestinos escuchando el choque de nuestros cuerpos, ella grita y me pide que la masturbe lo cual hago mientras nos besamos casi mordiéndonos, me dice que si la hago venir otra vez se queda conmigo toda la noche, me enloquezco y la penetro una y otra vez sin descansar envalentonado con el primer polvo. Andri grita que se está viniendo ante lo cual se me inflama el pene y siento como se rasga algo dentro de su ano al tiempo que grita asiiiiii, mi semen entra en su ano, me derrumbo sobre Andri y duramos así quizá unos quince minutos. La abrazo fuertemente contra mi pecho y le pregunto que si se quedará, ella se levanta y dice que es verdad que tiene que marcharse y se mete al baño.
Un rato después sale del baño húmeda, con mi camisa puesta, se mete en la cama dándome la espalda y me dice que se quedará toda la noche si le prometo que no lo va a saber nadie. Yo le contesto abrazándola contra mi cuerpo, dándole un beso en la nuca y colocando la cabeza de mi pene en su ano, ella da un suspiro y contorsiona su cuerpo haciendo que mi pene ingrese en su cuerpo haciéndome rugir de placer, me pregunta que si puede quedarse tranquila y me ofrece su boca, le digo que si, y meto mi lengua en su boca iniciando una nueva danza de caderas acompañadas de gemidos y griticos de placer en cada bombeo, tomo su mano y la ayudo a masturbarse, dice que le da pena, seguimos así de lado, tomo sus senitos con mis dedos y los cubro con flujos de su vagina; entonces ella se coloca boca abajo y me pide que la termine porque no soporta más el deseo, le beso nuevamente y le pido que me deje guiarla, cierra los ojos para no verme el rostro y se deja guiar por mis manos, la coloco boca arriba, levanto sus piernas y le rompo el ano, acaricio todo su cuerpo, sus piernas rodean mi torso fuertemente, bajo mi cuerpo hasta quedar unidos completamente, sus piernas siguen firmes, levanta su rostro y nos fundimos en un beso, le pido que se masturbe para mí, lo hace sin dejar que nuestros labios se separen, su cuerpo se tensa como una ballesta e inicia una serie de griticos que me hacen venir en medio de un rugido de amor. ¿Porque me hace esto?- pregunta-, solo sé que me gustas mucho, creo que me estoy enamorando –bromeo-. Solo te permitiré tomarme por detrás… sabes que tengo novio…, no me importa me has llevado al cielo hoy. Quiero dormir un rato pero… con tu pene dentro sin que hagamos nada. Es difícil pero intentémoslo.
En la mañana me levanto y me dirijo a la ducha, quince minutos bajo el agua tibia hacen maravillas; lavo cuidadosamente mi pene y sin secarme completamente me dirijo al cuarto, Andri duerme serena y con su boca entre abierta, la tomo en mi regaso e introduzco la punta de mi pene en su boca, ella despierta sorprendida y dice que no lo hará, lo toma en sus manos y lo frota muy fuertemente, parece arrepentirse y le da pequeñas lamidas que me hacen inflamar la cabeza del miembro, lo mete tímidamente en su boca una y otra vez, me cuenta que su novio la obliga a hacerlo sin bañarse y que huele mal, que le avise cuando este por venirme, la tomo de la barbilla y le doy un beso en la boca, ella se asombra y le dedica mayor empeño a su labor, siente mi eyaculación y sin decir nada la deja pasar a su boca, la pasa por su garganta y se arroja a mis brazos con un beso apasionado, le respondo con igual fuerza y saboreamos el nuestro encuentro mientras me dice que así si lo haría siempre, que su novio no la besaba después de que ella se lo mamaba por más que ella se lo pidiera; Se levanta, se coloca su trusa, su minifalda y sus zapatillas y dice que ya que desayunó debe irse porque no quiere tener problemas ni con su tia ni con su novio.
Comentarios
Excelente relato. Candente de la primera a la última línea.
Excelente relato
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