Conocía a Gabriela hace varios años. Ella tenía una relación así que por respeto nunca le dije nada. Cuando supe que la relación terminó, empecé a invitarla a salir, íbamos a cenar, al cine, a la playa pero solo como amigos.
Una noche después de una salida a cenar, al irla a dejar a su casa, me dijo que si quería pasar a tomar un café y le dije que con gusto. Entramos, ella preparó café para los dos y estuvimos conversando por un buen rato. Puso música en tono bajo y así seguimos hablando de nuestras vidas y trabajo. En eso sonó una canción romántica que a ambos nos gustaba, le pregunte si quería bailar y no me contesto, solo se paro, se puso frente a mi y me abrió los brazos, ya no se necesitaba mas. Empezamos a bailar, nos pegamos, luego nuestros ojos se miraron, sabia que no me rechazaría así que la bese en su boca, un beso muy apasionado y largo. Estábamos bien calientes y le pregunte si podríamos pasar a la habitación pero me dijo que ahí estaba su hijo adolescente que ya dormía por lo que no era posible. Le pregunte entonces si podríamos salir al día siguiente a un lugar mas intimo y me dijo que si. Quede en pasarla a recoger al día siguiente a la salida de mi trabajo.
A eso de las 6 pm. del día siguiente, la pasé a recoger. Primero fuimos a comer algo a un restaurante ya que con los afanes del trabajo, los dos habíamos comido muy poco ese día. En el restaurante ella me dijo con picardía, que pidiéramos algo ligero pues no era conveniente llenarnos mucho sabiendo lo que venia. Me encanto esa expresión y así fue, pedimos dos ensaladas con dos copas de vino. Nos fuimos hacia nuestro lugar, unas cabañas recién abiertas, muy bien equipadas. Entramos a la mejor y era increíblemente bella y acogedora, dos niveles con un gran jacuzzi en el primer nivel y la habitación en el segundo. Al ver el Jacuzzi, Gabriela se quedo asombrada viendo lo grande y hermoso que era y me dijo que nunca había hecho el amor en uno a lo que le dije que solo seria hasta ese día pues lo haríamos ahí además de cualquier otro lugar que ella quisiera. Lo pusimos a llenar, pedimos una botella de vino la cual llego enseguida junto a la cuenta. Pagué de inmediato y nos fuimos al segundo piso donde además de una gran cama había una pequeña salita, ahí nos sentamos a tomar nuestro vino en lo que el Jacuzzi se llenaba.
Después de la primera copa, nos pusimos caliente, ella se acerco a mi y empezamos a besarnos con loca pasión en lo que nos íbamos quitando la ropa. Al quedar desnudos, me la lleve cargada a la cama y ahí siguió nuestra pasión, baje a su vagina y la empecé a besar mientras con mis manos acariciaba sus pechos cuyos pezones estaban ya bien duritos. Seguí ahí hasta que tuvo su primer orgasmo y luego me dijo que quería ser penetrada en el Jacuzzi asi que la complací y hacia allí bajamos. Nos metimos, el agua estaba bien agradable y ahí siguió nuestro romance, entre burbujas y chorros de agua que masajeaban nuestros cuerpos, ella luego tomo mi pene y lo empezó a chupar, se lo tragaba entero, pasaba su lengua y yo ardía de placer. Luego nos sentamos uno frente al otro, ella tiro sus piernas sobre las mias y ahí mismo quedo penetrada hasta el fondo. Me dijo que durara mucho pues quería disfrutar el momento y así fue. Estuvimos por largo rato conectados, mientras nuestras bocas se besaban como locas.
Al notar que iba a tener otro orgasmo, ahí no pude mas y vacié toda mi leche dentro de ella, mientras ella daba gritos de placer al tener su orgasmo. Me dijo, que buen polvo este que hemos echado y le dije que había sido uno de mis mejores. Nos quedamos un rato ahí metidos y luego nos salimos y fuimos a la cama hasta que nos quedamos dormidos.
Como a la media hora, desperté, ella aun dormía, empecé a acariciarla y besarla con dulzura por todo su cuerpo hasta que ella también despertó y me dijo, échame otro, estoy lista para ti. Ahí empecé de nuevo a besarle su boca, baje a sus pechos y así hasta su vagina, la lamí durante un buen rato y cuando vi que estaba bien excitada, me acosté boca arriba, ella se monto sobre mi y empezó a cabalgarme, a veces rápido y luego se tranquilizaba para que no me fuera a venir hasta que ella no estuviera lista, cuando se excito mucho, empezó a hacerlo con fuerza, gritaba de placer y no pudimos mas y tuvimos otro orgasmo, mi segundo y su tercero.
Nos cambiamos y nos fuimos, la deje en su casa. Un beso romántico de despedida y quedamos en repetir nuestro encuentro en los próximos días. Me dijo que esa noche dormiría muy bien, sobre todo muy ligera.