Al principio lo tomó como broma pero no me decía ni si ni no. Simplemente reía y me decía, vamos a ver Gustavo lo que traen los días. Un día tuvimos que reunirnos a puertas cerrada para discutir un asunto de trabajo y ahí le manifesté mi interés y lo mucho que me gustaba. Al ver que hablaba en serio se mostró un poco chocada pero seguí hablándole. Le dije que ese día al final del trabajo podíamos ir a mi apartamento donde podríamos pasar un rato agradable, me dijo que me llamaría mas tarde para confirmar pues todo esto le parecía una locura a lo que le dije que de estas locuras es que uno se acuerda al pasar de los años y de vez en cuando hay que hacerlas, se sonrió con picardía. Al despedirse le di un beso en sus labios el cual no respondió pero tampoco lo rechazó. Estuve desesperado el resto del día, cada vez que sonaba el teléfono pensaba que podría ser Nancy pero nada. Finalmente, pasadas unas 3 horas de nuestra despedida, recibí un mensaje en mi teléfono móvil el cual decía: “Acepto salir contigo pero no en tu apartamento, en otro sitio estará bien”. Comprendí de inmediato que no quería causar problemas ya que en el edificio donde esta mi apartamento, viven otras personas que nos conocen y esto podría afectar nuestra relación de trabajo sobre todo si nuestro jefe llegara a enterarse.
Le respondí que estaba bien, que al final del trabajo la pasaría a recoger por su casa para que fuéramos a un lugar mas discreto. Me contesto con una sola palabra: “Perfecto”. Pase el resto del día muy contento y a la vez nervioso pues no sabría como reaccionaria a la hora de la verdad, veía el reloj a cada momento esperando ansioso el final de la jornada de trabajo hasta que por fin llego la hora indicada. Ella, al no tener un horario estricto había salido de la oficina antes que yo para así poder organizar unos pendientes que tenia en su casa. A eso de las 6 de la tarde, la recogí en su casa, al verla llegar y subirse a mi auto, los ojos se me querían salir, estaba mas bella que nunca, traía unos jeans bien ajustados a su hermoso cuerpo, una blusa de color rojo que dejaba escapar ligeramente la belleza de sus hermosos senos así como zapatos de taco alto. Al verla mi miembro se puso duro, no sabia lo bien que lo pasaría dentro de unos momentos.
Le dije que iríamos a un Motel situado a unos 15 minutos de su casa lo que le pareció bien. En el camino, hablábamos cosas frugales, nada que ver con lo que vendría, muchos asuntos de trabajos, casos pendientes. La notaba contenta y yo mas feliz no podría estar. Al llegar al Motel, una preciosa cabaña de dos niveles que daba gusto por su limpieza y lo acogedora que era, nos fuimos al piso de arriba donde esta la habitación con una pequeña sala. Le pregunté si deseaba tomar algo, me dijo que lo que yo quisiera, le pregunté si vino tinto le parecía bien a lo que me dijo que si. Pedimos una botella y en lo que esta llegaba, sentados en la sala en un sillón de dos, seguimos conversando de todo menos de lo que vendría, creo que en ese momento ella estaba un poco nerviosa y yo igual. Llegó el vino junto a la cuenta la cual pagué rápidamente. Al llegar el vino y destaparlo le pregunte si quería que bajara un poco la luz y me dijo que era Buena idea. Al tomar la primera copa y quizás por lo muy nerviosos que estábamos, nos dio calor (con todo que el aire acondicionado estaba encendido), le sugerí quitarnos algo de ropa a lo que no dijo ni si ni no pero note que le había gustado la idea pues procedió a hacerlo de forma inmediata. Yo hice lo mismo mucho más rápido que ella y quedamos los dos solo en ropa interior.
Seguimos tomando vino, estábamos sentados uno junto al otro, nuestras piernas desnudas hacían contacto y yo estaba súper excitado pero no me atrevía a dar el paso final. Tomé un sorbo grande de vino, tomé la copa hasta el fondo y procedí a echarle el brazo sobre su hombro y al hacerlo se acerco mas a mi, volteó su cara hacia mi y quedamos los dos mirándonos con pasión. No pude mas y la besé pero esta vez ella respondió con deseo, parece que habíamos botado todo el estrés acumulado, era un beso apasionado, nuestros brazos fueron a dar a la espalda del otro, nuestras lenguas parecían serpientes que se peleaban cual de las dos pudiera moverse mas rápido, perdí la noción del tiempo pero deben haber pasado unos 5 o 10 minutos en ese beso eterno y apasionado. Nuestras manos empezaron a recorrer nuestros cuerpos, primero acaricie sus hermosos senos no sin antes haberle quitado el sostén y dejarlos libres para mi, sus pezones estaban duros. Ella por su parte bajó hacia mi pene, primero lo acarició por encima de mi pantaloncillo y luego directamente, se asombró de lo duro que estaba. De nuestras bocas no salían palabras, era beso, lengua y mas lengua. Baje mi mano a su vagina la cual estaba ya bien mojadita, empecé a masturbarla y ella se estremecía de gusto, luego ella bajo hacia mi pene el cual lo metió en su boca y empezó a lamerlo, primero la punta, luego los lados y luego se lo tragó entero, que bien lo hacía y como me gustaba. Yo mientras tanto seguía masturbándola cada vez con mas fuerza, hasta que note que había tenido su primer orgasmo no sin dejar de comerse mi pene. Le dije que parara pues no quería terminar en su boca y ella accedió.
Pasamos a la cama, ya totalmente desnudos y ahí seguimos besándonos y revolcándonos entre las sabanas, a veces yo me ponía sobre ella y luego ella sobre mi, pero besándonos por todo nuestro cuerpo, me comía su cuello, sus senos, su boquita jugosa y que bien la estábamos pasando. Luego le dije que se relajara, cerrara sus ojos y entonces baje a su vagina que estaba bien mojada, empecé a lamerla, primero de arriba hacia abajo, y hacia los lados, Nancy se retorcía de gusto, luego le entre a su clítoris el cual empecé a chupar con fuerza y con el mayor de los deseos, mientras lo hacía, mis manos acariciaban sus bellos senos, seguí hasta que note por sus sacudidas que había tenido otro orgasmo. Le pregunte si necesitaba descansar a lo que me dijo: “Sabes Gustavo, soy multiorgásmica, ahora es que estoy excitada” Ahí fue que de verdad me excité mucho y volví a subir, pasé por su ombligo, su estomago, sus senos, que me comí de nuevo durante otro buen rato hasta llegar a su boca la cual besó la mía con la misma pasión. Como ya no aguantaba mucho, decidí meterlo lo cual fue fácil pues estaba bien mojadita, igual mi pene que se fue hasta el fondo acrecentando el placer de Nancy. Duramos no mucho rato pues con mi excitación y la de ella que se regustaba y movía su pelvis con una agradable secuencia, seguí moviéndome y noté que iba a tener otro orgasmo, su tercero, ahí no aguanté mas y tuvimos un orgasmo simultaneo, que fue super rico. Vacié mucha leche en su vagina creo que como nunca le había echado a nadie.
Nos quedamos conectados un rato, sin decir palabras. Luego me Salí y me acosté a su lado. Seguimos abrazados y creo que nos dormimos por un instante lo cual me vino muy bien para recuperar fuerzas y poder seguir disfrutando de tan hermoso momento. Al cabo de un rato, despertamos, tomamos otra copa de vino y note que mis fuerzas volvían. Ella estaba lista para otra sesión así que sin mediar palabras nos dejamos llevar por el placer y volvimos a lo de antes, esta vez fue con mucho mas pasión, besos y mas besos por todos nuestros cuerpos, hacíamos el 69 y volvíamos a darnos lengua, nos gustaba sentir el sabor de nuestros miembros en nuestras bocas, hicimos esto varias veces. Se puso como perrito y la penetre por atrás lo cual disfrutamos mucho, ahí ella tuvo otro orgasmo, creo que el cuarto, en realidad había perdido la cuenta. Seguimos como antes y cuando sentí mi pene a punto de estallar, la penetre en varias posiciones, ella lo disfrutaba mas y mas y solo me decía, dame mas, dame mas. Al final lo hicimos con pasión, yo me acosté sobre ella, sus brazos apretaron mi espalda y los míos la de ella. Sus piernas, se pusieron sobre las mías, aprisionándome y marcando el ritmo, seguimos así durante un buen rato, metiendo y sacándola con pasión mientras nuestras bocas se hinchaban de gusto besándose como locas hasta que extasiados de gusto tuvimos otro orgasmo compartido, que bueno fue, los dos juntitos otra vez. Me dijo: “ de lo que nos estuvimos perdiendo todo este tiempo”, esto me alegro mucho.
Como ya era tarde, íbamos a dar por terminada nuestra cita, nos bañamos juntos, lavándonos con picardía cada uno nuestras partes y dándonos besos coquetos, ahí estuvimos un buen rato dejando caer agua fría sobre nosotros y cuando menos lo pensaba mi pene se puso duro otra vez, como este baño tiene una banquetita de cerámica para hacer juegos de amor, me sente ahí, Nancy se sentó sobre mi y ahí, con el agua bañando nuestros cuerpos, se metió otra vez en mi cuerpo y allí pasamos otro rato de pasión, esta vez duramos muuuucho pero al final tuvimos otro Orgasmo compartido que fue tan bueno como los anteriores. Terminamos de bañarnos, nos cambiamos y la llevé a su casa no sin antes comer algo en el mismo motel. Al dejarla en su casa, le di las gracias por el buen momento que había pasado y ella me dijo, gracias también a ti, lo pase igual de bien o quizás mejor que tu. Bueno eso esta por verse pues fue en realidad una noche maravillosa de mucho amor y sobre todo mucho sexo.
Este fue el primero de mis encuentros con mi bella compañera de trabajo, luego vinieron otros los cuales contaré en otra ocasión.