El vestido estaba listo, solo tenia que pasar a ultimo momento por la modista y que ella la ayudara a vestirse, al mismo tiempo que otra persona se encargaría de maquillarla. Ya estaba peinada, su futuro marido también estaba casi listo, no había que preocuparse tanto pero parece que el resto de su familia no lo veía de esa manera.
Al fin llego la tardecita y se fue a la casa de la modista. La maquillaron, la vistieron, le dieron los últimos toques en su peinado y partieron con su padre rumbo a la Iglesia.
La ceremonia fue muy emotiva, la nave central de la Iglesia estaba completamente decorada con narcisos y lazos de satín blancos, realmente no había quedado ningún detalle librado al azar.
Su ahora marido estaba radiante, su familia política la quería muchísimo así que estaban todos felices, su suegra era maravillosa y su suegro, además de ser un hombre guapísimo, era muy caballero y cordial.
Honestamente no tenia de que quejarse, todo era ideal.
Habían tomado muchísimo, el champagne había sido la bebida por excelencia durante toda la noche y pocos habían quedado exentos de los efectos del alcohol, hasta ella misma estaba super chispeada y no le importaba nada de nada.
Había bailado todo el tiempo, el diseño de su vestido había sido pensado justamente para eso, para poder disfrutar de la fiesta a pleno y quitarse la falda larga al momento del baile, quedando con una mini falda para poder desplazarse sin inconvenientes.
En un determinado momento y realmente agotada, Marina se dirigió al baño de damas a refrescarse un poco. Cuando estaba en camino y al pasar por una pequeña habitación, unos sonidos que no eran los de la música de la fiesta hicieron que se detuviera.
Serian los efectos de tanta bebida ¿?? Seria posible que alguien, en medio de esa fiesta y encerrado en esa habitación estuviera teniendo sexo ¿??
La curiosidad pudo más que ella misma y acercándose más y más a la puerta, pudo ver que se encontraba levemente abierta. Se acomodo para que nadie pudiera verla, trato de sostenerse del marco de la puerta y respiro hondo.
Marina estaba mas que chispeada por el alcohol pero se dio cuenta que no había escuchado mal para nada. En esa habitación alguien estaba pronunciando, en medio de gemidos y suspiros, el nombre de su suegro ¡!!!! No, algo andaba mal, el alcohol y el baile la habían afectado mas de la cuenta pero ese nombre seguía sonando en el aire……
Si, si, si, asiiii, asiiii, mas, dame mas Raúl, dame mas ¡!!
Hummmmmm, acá estoy, es tuya, gozala, gozala ¡!!!
Era él, era su suegro, sin dudas, pero la mujer no era su suegra…. quien era ¿?? Cualquiera esta altura de las cosas, qué mas daba quién era ¿???
No se podía despegar de ahí, escuchaba a la pareja pero necesitaba verla así que se movió como pudo y se coloco casi frente a ellos. Desde allí tenia un panorama de todo lo sucedido.
Realmente no conocía a la mujer, seguro era cualquier invitada de la fiesta pero si pudo ver completamente a su suegro. Ella estaba semi sentada en una mesa que se apoyaba contra una pared, tenia la falda del vestido de fiesta subida hasta la cintura y los breteles caídos, dejando al descubierto sus pechos.
Su suegro la tenía agarrada de la cintura, con las piernas de ella abiertas a los costados de su cuerpo y elevadas casi a la altura de sus hombros, sus pantalones y su ropa interior a la altura de los tobillos.
Ambos se movían frenéticamente, él no dejaba de introducir su verga en aquella mujer, ella no dejaba de jadear, de echar su cabeza hacia atrás cada vez que su suegro la penetraba más y mas mientras él le chupaba los pechos descontrolado.
Marina sentía que dentro suyo se mezclaban las altas dosis de alcohol que había tomado con una excitación que no podía controlar.
Una de sus manos seguía apoyada en el marco de la puerta mientras que la otra se refregaba por encima de su traje de novia, tratando de darse un mínimo placer solitario frente a la excitación que le provocaba lo que veía.
Estaba sumida en esos pensamientos cuando abrió mucho más sus ojos y pudo ver que su suegro se retiraba del interior de esa mujer, le permitía bajar de la posición en la que estaba y la inclinaba delante de su entrepierna.
En ese preciso instante observo, casi con envidia por no ser ella quien disfrutaba de ese momento, las dimensiones de la verga de su suegro apuntando al rostro de su amante.
Ella se había puesto en cuclillas frente a él, había tomado con sus manos esa enorme pija,y la introdujo en su boca, después de dos o tres chupadas, permitió que su suegro acabara en su cara, dejo que de él manara un chorro de leche que entro en su boca y lo que sobraba se deslizo por sus tetas.
Marina había quedado impactada por las dimensiones de la verga del padre de su esposo y por la escena tan caliente que había observado.
Al terminar de comprender lo poco que su estado le permitía y trastabillando, salio del rincón en donde estaba oculta y se dirigió al baño.
Se metió en uno, se sentó y no pudo evitar repasar mentalmente lo que había visto segundos antes. La escena la había excitado al punto de sentirse completamente mojada y con la necesidad de gozar de ese momento.
Se dejo llevar por las imágenes que habían captado sus ojos y comenzó a acariciarse hasta sentir que sobrevenía el orgasmo y rendirse a él.
Después de descansar unos segundos, salio del baño, se lavo las manos, se refresco la cara, se acomodo el peinado y algo mas recuperada, salio nuevamente hacia el salón de baile.
Parece que había pasado más tiempo del que creía porque su esposo la estaba buscando con cierta preocupación. Le comento que estaba bien, que había salido a tomar un poco de aire, que no era nada.
La fiesta siguió hasta entrada la mañana y Marina cada vez que podía buscaba con sus ojos a su suegro y a la mujer que había visto con él, no la encontró por ningún lado pero a él se lo cruzaba cada dos segundos.
Por mas que lo esquivo, no pudo evitar que él la sacara a bailar, que la buscara y ella tenia miedo de que se diera cuenta de que lo había visto, porque cuando le ponía una manos encima, Marina temblaba.
No temblaba de miedo sino porque no podía evitar que su piel se estremeciera al recordar lo que esas manos habían hecho hacia minutos con otra mujer, de pronto no entendía como otro hombre que no fuera su esposo ( y encima su suegro ¡!!!! ) podía haber calentado tanto su mente.
Tenía miedo de delatarse y justamente por eso, comenzó a rehuir su compañía todo lo que podía aunque no lograba demasiado su cometido.
La fiesta termino a la mañana y partió con su esposo hacia el hotel, para después salir de luna de miel. Esa noche, al hacer el amor con su marido, Marina no podía sacar de su mente la imagen de su suegro con esa mujer.
Sentía que cada vez que cerraba sus ojos y esa escena aparecía, se excitaba más y más. Estaba confundida pero todo le daba mas placer, así que no intento pensar en otra cosa, dejo que las fantasías se apoderaran de ella y paso una noche de sexo increíble.
Su luna de miel fue fantástica, se divirtieron, lo pasaron super bien y al cabo de 30 días, regresaron a su país, a comenzar la convivencia, la verdadera pareja, el verdadero matrimonio.
Cada tanto se reunían en la casa de fin de semana de sus suegros y siempre le sucedía lo mismo: veía a Raúl y su piel se erizaba, se estremecía si se le acercaba, no lo podía controlar.
Se dio cuenta de que aquella noche, en su fiesta de casamiento, su suegro sin saberlo, la había calentado muchísimo, le había revelado un apuesto hombre que jamás había notado y que la inquietaba mas de la cuenta.
Uno de esos tantos días en los que iban a reunirse con su familia política, Marina llego primero a la casa y su marido se le reuniría después de ir a jugar un partido de fútbol con sus amigos. Al llegar, estaciono su coche en el garage, camino por el parque y encontró a su suegro solo, sentado en una mesa en medio del jardín y tomando una copa.
Su suegra había ido a misa y llegaría un rato mas tarde. Era un día de sol estupendo así que Raúl estaba con un traje de baño y su torso descubierto. Ella no podía dejar de admirar lo bien conservado que estaba para ser un hombre algo entrado en años. Si a esa imagen seguía sumándole la de aquella noche, no podía evitar seguir fantaseando con el.
Fue hacia las habitaciones de la casa de huéspedes, se cambio y se quedo con una diminuta bikini, recostada en una reposera, tomando sol y charlando de la vida con él, tratando de que se mantuviera lo más lejos posible de ella, para no denotar nada de todo lo que se le cruzaba por la mente al mirarlo.
Después de casi una hora de sol, se dio un chapuzón en la piscina y le aviso a Raúl que entraría un rato al sauna, quería aprovechar al máximo todo el día allí y las comodidades de la casa.
Pasados unos quince minutos de sauna, siente el ingreso de su suegro al lugar. La verdad es que Marina se puso nerviosisima, mas que nada porque estaba solo cubierta por una toalla pequeña y debajo de ella se encontraba desnuda. Nunca creyó que Raúl entraría mientras estuviera ella dentro.
Se sentó inmediatamente sobre las camillas de sándalo y le dio espacio a él para que hiciera lo mismo. Realmente no quería permanecer recostada, se sentía más indefensa. Al menos estando sentada podía tener un poco mas de control sobre el espacio que ocupaban los dos cuerpos y sobre sus reacciones al sentir esa proximidad masculina que la inquietaba tanto.
Mari, por favor, no te preocupes, yo me acomodo acá.
Tranquilo, Raúl, no me incomoda para nada cambiar de posición. Además, si seguía recostada seguro que me dormía y eso no me hubiera convenido.
Esto esta ideal ¡!!!
Si, la verdad es que la temperatura se soporta bastante bien y después una buena ducha templada seria maravilloso, verdad ¿??
Cuando escucho ese comentario de su propia boca, se arrepintió al instante porque sonaba a invitación mas que a otra cosa, o seria solo producto de su paranoia con él ¿???
Aun hoy Marina se pregunta si lo que sucedió fue inevitable o si la situación, el lugar, el ambiente, ayudaron. Lo que si le quedo claro es que fue la mejor experiencia de su vida.
Esa maravillosa sensación de sensualidad comenzó a reflejarse en sus movimientos y de a poco dejo que la toalla que al cubría se abriera lentamente, revelando cada vez mas las bondades de su físico.
Parecía que Raúl no había sido indiferente a ello porque le hizo un comentario sutil pero efectivo, un comentario que le despertó mas los sentidos aun y le dio valor para querer que sucediera algo, lo que fuera, pero algo que la llevara a vivir con su suegro aunque sea la mitad de lo que había visto en el día de su casamiento.
Mari, la verdad es que el matrimonio te ha sentado muy bien, eh ¿??
Te parece ¿?? Por que lo decís ¿??
Porque, mujer ¡!!! Estas mas sexy que nunca ¡!!!
Gracias, Raúl ¡!! Que caballero ¡!!!
Sinceramente Mari, como envidio a mi hijo ¡!!!!
A medida que Raúl hablaba, se acercaba cada vez mas a Marina y cuando quiso darse cuenta, lo tenia pegado a su cuerpo, acariciando con la punta de su dedo índice el borde de la toalla que apenas estaba cubriendo sus muslos.
Queriéndolo o no, las piernas de Marina se abrían lentamente ante ese contacto, como cediendo urgentemente al deseo que tenia acumulado por su suegro desde hacia ya un buen tiempo.
Estaba a punto de serle infiel a su esposo y encima con su padre ¡!! Lejos de atormentarla, ese pensamiento la animaba más y en su mente aparecía una y otra vez la imagen de la mujer que Raúl se había cogido el día de su boda.
La suavidad de tu piel me fascina, sabes ¿???
Si ¿??? De verdad envidias a Fede ¿????
Que te parece ¿?? Te tiene todas las noches en su cama, te acaricia como ahora me gustaría hacer a mi,te coge como el quiere como no envidiarlo ¿?? Poder gozar de este cuerpo todos los días despertaría la envidia de cualquiera ¡!!!
Raúl, por favor….
Me detengo ¿???
Como decirle que se detuviera cuando la palma de su mano derecha se había deslizado a lo largo de su muslo izquierdo y le había encendido mas aun la piel ¿???
Marina sentía que no podría decirle que no y al tiempo que tenia esa sensación, Raúl estaba acercándose con su boca a su cuello. La piel de los labios de su suegro, en contacto con la suya húmeda por el calor del sauna hacían que su cuerpo se viera atravesado por una corriente eléctrica difícil de controlar.
Raúl, y si viene alguien ¿?? Nos pueden ver ¡!!!
Tranquila, nuerita linda, nadie nos va a ver ¡!!!
Mágicamente las manos de Raúl se convirtieron en miles que la acariciaban por todos lados, se multiplicaban entre la parte externa e interna de sus muslos, subían y bajaban a su conchita con una ligereza y una experiencia que le cortaban el aliento.
La toalla no tardo en caer completamente y así revelar su cuerpo desnudo ante la exigente y aprobadora mirada de su suegro.
Mari, que cuerpo ¡!!! Dejame tocarlo completo, me muero de deseo….
Acariciame, Raúl…. Acariciame….
No hubiera hecho falta ese pedido porque Raúl iba a cumplir con todas y cada una de las cosas que su deseo le indicaba.
Mientras Marina permanecía recostada sobre la madera y sentada con sus piernas abiertas para las caricias de Raúl, éste se había levantado de su lugar y así, de frente como estaba a ella, había dejado resbalar su boca por las tetas de ella, provocando suspiros de placer a su paso.
La imagen de esa mujer en la boda volvió a la mente de Marina, estaba pareciéndose a esa escena, estaba viviendo lo que queria desde hacia mucho tiempo.
Las manos de Raúl volaban sobre sus piernas, la piel traspirada le facilitaba cualquier recorrido que él emprendiera. Sus pechos estaban calientes, mojados y completamente excitados. La boca de su suegro los estaba enloqueciendo, no dejaba de lamerle los pezones, de morderlos delicadamente, de encerrarlos en sus manos y dejar que su lengua viajara de uno a otro rápidamente, sin darle tiempo a ninguno de los dos a sentirse desatendidos.
Que sabrosa sos, por Dios ¡!!
Hummmmmm, me encanta que me besen así ¡!! Seguí, seguí ¡!!!
Raúl la recostó sobre la camilla de sándalo y siguió besando sus pechos con una energía propia de un adolescente y mientras su boca se encargaba de ellos, sus manos hacían lo propio con la entrepierna de Marina.
Palpaban su vagina, la encerraba en sus manos, la acariciaba completa y dejaba escapar algún dedo curioso hacia adentro.
Marina creía tocar el cielo con las manos, la experiencia de su suegro la enloquecia, quería que sus manos cubrieran todo su cuerpo al mismo tiempo.
De pronto Raúl la dejo sola un instante.
A donde vas ¿?
Ya vengo linda…. no te muevas de ahí.
Sintió que Raúl se dirigía hacia el jacuzzi y le encendía, lo cual le dio la pauta de lo sensacional que seria eso. Cuando su suegro regreso, pudo admirar de frente su cuerpo trabajado, bien conservado y la potencia de su tremenda verga.-
La tomo de la mano para que se incorporara y le dijo:
Vamos….
La llevo hasta el jacuzzi y mientras este comenzaba a funcionar se quedaron ambos al borde del primer escalón, acariciándose parados, los dos recorriendo por completo el cuerpo desnudo del otro.
De a poco fue reclinándola contra el borde del jacuzzi y la recostó contra el calido piso del baño. Seguía besándola entera, pidiéndole que cerrara los ojos y se entregara al placer de las sensaciones.
En eso estaba cuando sintió una mano de Raúl que cubría su concha con una delicada espuma. Se incorporo un poco para ver que se trataba y casi se desmaya de placer al ver que su suegro estaba listo para depilarla.
Te gustaría ¿???
Si, me encanta, hacelo, hacelo ¡!!!
Delicadamente las manos de Raúl fueron quitando el poco vello que Marina tenia sobre su pubis, la suavidad de la espuma sobre su piel le provocaban pequeños espasmos en todo su cuerpo. Los dedos de su suegro la acariciaban mientras la dejaba completamente libre de cualquier tipo de impedimento y, como si se tratara de un control de calidad extremo, cada cm. de piel que libraba de esas ataduras, era lamido con la lengua experta del padre de su esposo.
Nunca había vivido esa experiencia y después de eso la recomendaria ampliamente. Sentirse tan despojada de todo y a su vez tan invadida en su intimidad por la lengua de ese hombre, era más de lo que había imaginado.
La sensación de la espuma sobre su excitada y tierna conchita hacia que sus orgasmos fueran sensuales, que su flujo se confundiera con las texturas que la cubrían y parecía que esa mezcla excitaba mas a su macho.
Que hermosa concha tenes ¡!!! Que preciosa se ve depilada ¡!!
Me encanta, me encanta ¡!! Chupala mas, por favor ¡!!
Todo lo que quieras, solo pedimelo ¡!!
Por favor, Raúl, chupamela ¡!!
Si, si…. Dejame saborearte, linda ¡!!!
Y así, mientras el jacuzzi seguía esperándolos, Marina tenia un orgasmo más delicioso que otro, mientras la lengua de su suegro se movía para todos lados. Sentía mucho más cada caricia desde que la había liberado por completo de su vello.
Raúl tenia una lengua inquieta, que la torturaba deliciosamente, que le penetraba por todos lados, que dejaba exhausto a su clítoris de tanto lamerlo, sorberlo y darle pequeños mordiscos que lo hacían crecer cada vez mas.
Presa del delirio, se escucho decir a si misma:
Quiero que me cojas ¡!!! Cogeme como cogiste ese día a esa perra, en mi boda……
Me viste ¿???
Si, si, te vi…. Por favor, haceme todo lo que le hiciste a ella, por favor ¡!!
Que perra que sos, querida nuera ¡!!
Si, si… desde ese día no puedo dejar de pensar en otra cosa ,en tu pija y en ella¡!!
Veni, veni que te recuerdo como fue ¡!!!!!!
La tomo en sus brazos y la introdujo en el jacuzzi.
La piel de Marina estaba totalmente sobreexcitada. Donde Raúl la tocara, desencadenaba una seria de escalofríos por todo su cuerpo, sus tetas ardían, su concha era una catarata de miel, sus piernas apenas la sostenían.
Una vez dentro del jacuzzi, Raúl la acomodo contra uno de los bordes, coloco su pierna derecha afuera y apoyada en el y así, abierta como la tenia, coloco un dedo dentro de su chocho, la penetro con su mano, mientras sus dientes seguían mordisqueando sus pezones.
Te calentaste ese día viéndome coger ¿???
Me morí, me calenté, me pajie en el baño…… ahhh, por favor, seguí ¡!!!!
Si, vas a tener todo lo que esa puta tuvo ese día y mas ¡!
Quiero mas, masssssssssss ¡!!!!!!
Cada palabra que los dos pronunciaban, era acompañada por una arremetida de los dedos de Raúl en su concha y por un breve desmayo de Marina, como no creyendo que tanto placer fuera posible.
Su concha necesitaba su pija, no aguantaba más.
Cogeme, por favor, no aguanto más, Cogeme….
La queres adentro ¿???
Siiiiiiiiiiiiiiii, por favor, metemela toda por favor,no dejes nada afuera¡!!!!
De la misma forma en que aquella noche vio a esa mujer con su concha llena del de su suegro, se sintió Marina en ese instante. Raúl no tuvo la mas mínima piedad al momento de ponerserla, se dejo llevar por la calentura y de un solo empujón, con las piernas de Mari abiertas a los costados de su cuerpo,se la puso.
Un grito de placer recorrió el baño completo, desde el jacuzzi hasta el sauna solo se escucho el grito de Marina invadida por la pija caliente y ansiosa de su suegro.
Nunca se había sentido tan bien cogida de una sola vez como aquella, ni siquiera su marido sabia metérsela de esa forma, ni siquiera él había podido llenarla tanto desde el inicio.
Los movimientos de Raúl eran tal cual ella los había visto aquella noche. Cada vez que él empujaba sus caderas contra ella para entrar mas a fondo Marina se calentaba mas todavía.
Esto era lo que querías ¿??
Si, sentirme así cogida, como esa perra….
Lo gozaste esa noche ¿?’
Me calenté mucho, muchísimo,y tu pija una delicia …
Toma mi amor, ahora esta pija es tuya ¡!!!
Su marido no solía hablarle así y esas cosas a ella la calentaban más de la cuenta. Tomo con sus manos la cabeza de su suegro y la acomodo entre sus tetas.
Chupamelas como a ella, mordemelas como a ella ¡!!!
Nada de lo que ella pedía se hacia esperar. Mientras se la cogia al borde del jacuzzi y el ambiente se calentaba con la tibieza del agua, la boca de Raúl seguía comiéndose las tetas de su nuera sin pausa.
Se rindió a cada cosa que él le proponía. Cuando la posición parecía no darles mas espacio para el juego, Raúl la coloco de espaldas a él, apoyadas sus manos sobre el borde del jacuzzi, dejando sus piernas dentro del agua burbujeante y dejándole su culo en primer plano.
Así, casi como en cuatro patas, permitió que su suegro estimulara su concha desde atrás, que la acariciara nuevamente con su mano completamente abierta y cuando el roce de las yemas de los dedos contra su clítoris había dejado escapar mares de flujo sobre sus muslos, Raúl penetro su concha mojada por atrás.
La tomaba de sus caderas con las manos y acompañaba cada arremetida con un empujón de las caderas femeninas contra las masculinas.
Le daba la libertad a los pechos de Marina para que rozaran el borde de jacuzzi y en ese contacto, los pezones se excitaran mas todavía.
Su cuerpo era un volcán y parecía que iba a estallar definitivamente en cualquier momento pero no quería que así fuera, quería seguir teniendo esos pequeños orgasmos que le permitían seguir y gozar al mismo tiempo de aquel macho maravilloso que la estaba haciendo delirar.
Se sintió algo vacía cuando Raúl salio de su interior pero al sentir que solo era para darle más, cerró los ojos y espero el gran momento.
Con su pija duro y parada, Raúl comenzó a acariciar la entrada del culo de Mari. Daba vueltas sobre los bordes de su agujero con la punta de su verga, empapado con los líquidos de ella.
Iba y venia con la cabeza de la pija, excitando toda la zona y jugueteaba con un dedo en la entrada de su culo, la preparaba, la lubricaba con esmero.
Por favor, no me hagas desearte más….cogeme por el culo...
Te gusta que te cojan así ¿?
Si…. no me hagas esperar mas …cogeme
Que estas esperando ¿???
El tono perverso en la voz de su suegro la excito más todavía y dejando salir lo más perverso de su interior, se lo dijo con todas las letras.
Quiero que me cojas por el culo….
No lo volvió a repetir. Cuando termino la frase y sin más vueltas, sintió que su suegro dejaba de acariciar el agujero de su culo y en su lugar, acomodaba la cabeza de su pija.
Respiro hondo y la sintió entrar, sintió que sus entrañas ardían, que un fuego impresionante la recorría por completo y que se abría a él para recibirlo.
Cuando la pija de su suegro había entrado completamente y los movimientos de ambos habían adquirido el mismo ritmo, Marina contraía sus músculos internos para poder retenerlo dentro.
Que guacha que sos ¡!! Como me gusta que me encierren así ¡!!!
Te gusta sentirte dentro mio ¿???
Siiiiiiiiiiiiiiii, me encanta ¡!!!!
Parecían uno solo. Los dos, pecho contra espalda, él montado sobre ella, se movían al mismo tiempo, gemían al mismo tiempo, dejaban que el agua que cubría sus piernas fuera otra fuente más de caricias para ese increíble momento que ambos vivían.
Era, sin dudas, la mejor cogida que Marina había tenido en su vida, la mas completa, la mas plena, donde mas perra se sentía y la que mas la calentaba, teniendo en cuenta la forma en que se había desarrollado y el grado de relación que ambos tenían.
Su suegro no dejaba de moverse en su interior, no dejaba de entrar y salir de ella, excitándola cada vez mas, alternando entre su culo y su concha, haciéndola sentir llena por todos lados, sin privarla del placer de ser cogida por todos lados y fantásticamente bien en ambos casos.
Pero Marina quería mas, quería conocer el sabor de la lechita de su suegro, se sentía demasiado caliente y puta como para no pasar por esa experiencia, como para no recordar la imagen de aquella mujer con la boca llena de leche y deleitándose con él.
Dejame chupartela……,por favor
Queres chuparme la pija ¿??
Si, como hiciste con ella esa noche …
Toma, querida, es toda tuya….
Salio del interior de Marina, permitió que ella se arrodillara dentro del jacuzzi y así, de frente a la verga majestuosa de su suegro, abrió la boca y comenzó a chuparsela.
No quería dejar ningún espacio de esa maravillosa pija sin saborear. A pesar de los delicados empujones que Raúl le daba a su cabeza contra la entrepierna, se tomo todo el tiempo del mundo para chuparla despacio, para dejar que sus labios jugaran con su punta y sus mejillas sintieran su dureza.
Imaginaba que estaba llena de leche porque hervía al tacto y parecía a punto de estallar pero quería seguir, quería comérsela entera y cada vez se la metia mas en su boca.
Que buena sos chupando, por Dios ¡!!
Te gusta, suegrito ¿?’
Y lo miraba a los ojos provocándolo, sabiendo que su suegro se calentaba mas y mas mirándola desde arriba, con su pija entrando y saliendo de su boca.
Me encanta, me encanta tener una nuera tan puta ¡!!!
Esas palabras la calentaron más y se la metió entera, dejando que sus mejillas crecieran al recibirla, permitiendo que dentro de su boca, su lengua la acariciara por completo.
Permitió que Raúl comenzara a manejar sus propios ritmos y le dio la posibilidad de que, con las manos en su nuca, entrara y saliera de su boca, que se la cogiera hasta por allí, que todo su cuerpo fuera fuente de placer para su suegro.
Cuando sintió que no daba mas, cuando escucho que él le pedía por favor que lo dejara acabar, cuando su propia urgencia por la leche masculina se hizo insoportable, tomo la pija de Raúl con sus manos, la saco de su boca, dejo que el la tomara y apuntando hacia su cara sintió un chorro de semen tibio que entro hacia su garganta.
Era caliente, cremoso, casi dulce. Mientras lo saboreaba y veía la cara de satisfacción de Raúl al acabar, tomo delicadamente con sus manos la pija de su suegro y la refregó contra sus tetas, permitiendo que el resto de su leche se desparramara en ellos.
Como podran imaginar este es el comienzo,les seguire contando el resto..
Así como estaba, llena por dentro y por fuera del semen de Raúl, subió hasta quedar a la altura de él y lo beso, lo beso larga y profundamente en la boca.
Fue un beso apasionado y calmo a la vez, con la calma que da el sentirse relajado y feliz.
Ambos permanecieron charlando en el jacuzzi hasta que sintieron la voz de su suegra llegando a la casa. Meche se coloco el bikini nuevamente y en forma apresurada, por la parte interna del cuarto se zambullo en la pileta, dejando así que su piel se refrescara y nadie sospechara lo que acababa de suceder.
Al rato Raúl salió del baño, saludo con un ligero beso en los labios a su esposa y se sentaron los tres a conversar animadamente hasta que llego Fede y prepararon el almuerzo.
Desde aquel día nunca mas estuvieron juntos pero nadie le quito a Meche de su mente ni de su cuerpo la maravillosa experiencia que había vivido con su suegro y agradecía permanentemente la esplendida familia política que había conseguido.