Me sentía extraño, no me bañé ni me quité el uniforme, me tumbé boca abajo en la mi cama y dormí. A las tres de la tarde me despertó el teléfono.
- Te llama Adriana - dijo mi madre desde la puerta de mi habitación, - dejé tu almuerzo en el horno, un amigo te dejó un paquete, está en la consola, nos vamos donde tus abuelos -
Adriana era mi mejor amiga, muchas veces habíamos estado a punto de ir más allá pero el miedo de perder nuestra amistad nos detuvo.
- Cómo estás ? -
-Todavía con ropa de deporte-le dije- me quedé dormido -
- Ponte guapo, Andrés y Eli, Antonio y Sandra vienen hoy en la tarde, mis padres no están y tengo del macerado que te gusta y una película -
Eli y Sandra son amigas de Adriana, Andrés también pero me sorprendió la presencia de Antonio, comenzaba a atemorizarme sus conocimientos de drogas y psicotrópicos
- Seguro, estoy allá en un par de horas - dije -
-Perfecto, ah Eduardo, todos vamos a vestir de negro, no lo olvides, hace calor, será mejor una camiseta - No era coincidencia, las sorpresas seguían,
- la única que tengo es la que llevo puesta y está sucia - dije
- Bueno, haz lo que puedas, te espero -
Comí algo mientras trataba de imaginar qué se traían entre manos, al salir de la cocina ví sobre la consola el paquete, por supuesto, era una camiseta negra y una factura a mi nombre. Estaba listo para irme cuando sonó el teléfono, era Iván,
- Debes estar confundido - dijo - ese Xavier puede ser terrible, debes saber que no somos maricas, siempre tenemos las mejores chicas, las mejores fiestas y la admiración de todos, lo otro solo es por placer físico o por apuesta. -
- Gracias - dije - hoy tuve sentimientos muy raros, estaba empezando a asustarme -
- No te preocupes, una salida con chicas te ayudará, ¿ qué vas a hacer hoy noche ? -
- Estaré donde una amiga, Andrés y Antonio estarán -
- Genial - dijo - estás en buenas manos.
Cuando llegué Eli abrió la puerta, era una rubia blanca, no muy de mi estilo, llevaba mini y top negros, adentro ya estaban todos con sus copas de maserado de coco que prepara la madre de Adriana, ella llevaba licra y pupera negra y unos tennis blancos, se la veía basilante pero increiblemente sensual, su mirada estaba entre insegura y descarada, su piel algo tostada me volvía loco desde hace mucho tiempo. Se sentó en una banca y me abrió paso , me dió también un vaso de macerado. Habían puesto una televisión en la sala y luego de una media hora de tragos me sentía cada vez más cautivado por el comportamiento cálido y la mirada insinuante de Adriana, Andrés puso la película, era una porno, nunca me imaginé que Adriana aceptara algo así , vi que su piel se sonrojaba y comenzaba a brillar de sudor, Andrés y Eli comenzaron a besarse apasionadamente, mientras Sandra se ponía a horcajadas sobre Antonio. Con Adriana nos mirábamos indecisos, Las experiencias de la noche anterior y de los vestidores habían sido mucho para mi, aunque la deseaba, ni siquiera tenía una erección. Sandra se había desnudado y poniéndose junto a nosotros con sus piernas abiertas se masturbaba incitando a Adriana a que la observe, se exitó mucho y comenzó a masturbarse sobre la licra mientras acariciaba mi pierna, en pocos minutos estábamos también desnudos, mi pene se paraba a medias, en ese momento Andrés el que me dijo que lo mirara, se estaba masturbando, luego me mamó por unos minutos mientras Adriana me besaba, ante la mirada golosa de las chicas, mi pene creció considerablemente y en ese momento no pudimos más, Adriana se me encaramó, caí de espadas en el sofá mientras buscaba penetrarla. Entre jadeos me dijo - soy virgen, voy por una toalla - en ese momento Sandra, que se había anticipado nos entregó una, lo hicimos largamente, me encantaba su aroma de mujer y sentir que estallaba de placer cuando la tocaba o penetraba de cirta forma, llegó el orgasmo, eyaculé dentro de ella abundantemente, las otras parejas habían acabado y nos observaban, reimos, fuimos al hidromasaje, seguimos bebiendo, a eso de las nueve de la noche nos vestimos y limpiamos la casa antes de que los padres de Adriana llegasen.
Antes de irnos Antonio me dió nuevamente dos pastillas,
- para Adriana - me dijo, -que las tome con limonada y estas otras dos para mañana, no queremos un embarazo ....-
Luego me enteré del complot con las amigas de Adriana para condicionarla y lograr que formara parte del programa, Andrés sabía que nos gustábamos y aprovechó eso para que todo saliera fácilmente con ayuda del maquiavélico Antonio.
Pasó una semana muy dura en el colegio, hubo tanto trabajo que casi no tuve tiempo para pensar en esos dos extraños días. Yo ya me sentía bien y tranquilo, las interrogantes habían desaparecido gracias a la acción de mis amigos, les estaba agradecido.
El sábado siguiente fuí a nadar en el colegio, me sorprendió ver en la piscina a Xavier, no me perdía de vista, se me acercó mientras descansaba en el extremo de la piscina
- hoy quiero hacerlo contigo - dijo
- tendrán que ganar otro partido- le contesté - y me dispuse a nadar nuevamente.
En ese momento me abrazó por detras y me besó discimuladamente el cuello y dijo - te espero en los camerinos -
y salió de la piscina, nadé un largo de la piscina con mis ideas embrolladas, no se qué estaba pensando, cuando me dí cuenta estaba en las duchas, nuestros ojos se encontraron nos acercamos y nos besamos apasionadamente mientras nuestros miembros se buscaban... yo ... era suyo.