Tengo 17 años y asisto a un colegio privado de varones, soy muy buen estudiante, bien parecido, buen deportista, juego futbol y pertenezco al equipo de natación, siempre me he llevado bien con todos mis compañeros pero no tenía muchos amigos. Andrés, un amigo desde la escuela me llevaba a menudo con él a las reuniones de su jorga, que era una de élite, todos ellos de familias acomodadas e influyentes en la ciudad, me caían muy bien y realmente deseaba ser un amigo más cercano de ellos, todos se portaban bien conmigo pero no podía evitar sentir que no me consideraban uno de ellos. Me invitaban a las fiestas y la pasábamos bien pero a algunas de sus reuniones entre hombres o cuando salían juntos de algunas de esas fiestas me dejaban primero en mi casa o muy suavemente me daban a entender que no deseaban mi compañía. En unas pocas ocasiones a pesar de lo animado de la reunión, extrañamente me daba mucho sueño y me quedaba profundamente dormido, a veces me despertaba a la mañana siguiente en otra habitación, nunca tuve problema porque Andrés o Iván, el lider natural del grupo, llamaban a casa a avisar que no llegaría esa noche, como ellos eran muy estimados en mi casa e inclusive nuestros padres eran conocidos, nunca hubo problema.
Algunos sábados jugábamos futbol con otros equipos y me invitaban casi siempre pero me había dado cuenta que cuando jugaban con la jorga del tronco nunca me llamaban y cuando veía alguno de ellos después de esos partidos nunca llevaban la camiseta usual (roja) sino una camiseta negra y los del tronco no llevaban una amarilla sino blanca.
Alguna vez, con unas copas le comenté a Andrés lo que sentía y me dijo que no me preocupara, que el tiempo va uniendo a las personas. Más tarde, esa misma noche, la conversación cayó sobre la amistad y sobre lo incondicional que uno debe ser con sus amigos, cuando Iván me dijo si yo haría cualquier cosa por ellos yo dije que sí. Luego de un momento como por casualidad bajamos a la cava de la casa Ronald, él era hijo de extranjeros y muchas veces nos reuníamos allí porque sus padres casi siempre estaban de viaje. Andrés me llevó al dormitorio que había allí y me dijo que habíamos sido amigos por mucho tiempo, me pidió que me sentara en la cama y bajando su pantalón delante de mi cara me dijo "quiero que me la mames" le miré con admiración, siempre había sido él muy hombre y yo también, le dije "estás loco" y salí de la habitación, en la puerta me encontraron Ronald e Iván y alegremente me obligaron a tomar un enorme de cuba libre, algo amargo, en ese momento pensé que era el limón y me llevaron donde los otros, no pude evitar notar que la mayoría de los 11 que estaban allí se habían puesto camisetas negras y algunos de ellos estaban con un short negro muy corto, comencé a sentirme algo mareado y las voces se hicieron como más lejanas, dije queno me sentía muy bien y que ya me iba a mi casa pero Iván me dijo sonriendo: -Vámos, quedate, será una noche inolvidable- y Andrés que se había puesto detrás de mí me dijo "si, tal vez hoy se cumplirán tus deseos", me dí la vuelta, él también llevaba camiseta negra y no llevaba nada más, su verga estaba al reventar, brillante de líquido preseminal mientras el se masturbaba.
Varias manos me sujetaron y en pocos segundos estaba desnudo y de rodillas sobre la alfombra, en el centro de la cava, me dí cuenta de que me habían puesto algo en el cuba libre y que no podía oponer resistencia, Andrés puso su verga en frente de mí y me ordenó "mama", lo hice..no sabía tan mal, era hasta agradable hacerlo.. - hace meses que lo deseaba- dijo-por eso te traje aquí- no sé cuánto tiempo pasó cuando sentí los espasmos en su pene y su luego su masiva corrida, dos de ellos aún me sujetaban. Algunos de ellos estaban solo en camiseta otros completamente desnudos, Jorge Luis se puso en frente, quedé hipnotizado por la enorme serpiente que salía bajo su camiseta negra entre sus musculosas y doradas piernas, me tomó de la cabeza, yo sabía lo que tenía que hacer , alguien dijo -ya se le está parando- sentí que las manos que me sujetaban se aflojaban comencé a mamar la enorme verga de Jorge Luis, cuando me dí cuenta ya me habían soltado y yo me encontraba abrazando sus caderas, mi exitación era enorme, casi me corro junto con su eyaculación en mi boca, tragué el líquido. Uno a uno se pusieron frente a mi, fuí mamando a todos mis amigos, solo faltaba Iván, le quedé mirando y me dijo - acuéstate-. señalando una mesa tapizada que había a un costado, el mareo ya había pasado, pero no mi exitación, todos me rodearon con sus penes empalmados y masturbándose, Iván puso mis piernas sobre sus hombros, supe lo que iba a pasar, me lubricaron y me dieron instrucciones para que no me lastimara, sentí su miembro ardiente en mi ano y mi exitación creció, nunca creí que eso pudiera exitarme, poco a poco me penetró, el dolor fue itenso, - será mejor que el primero sea un amigo- dijeron varios-, pronto comenzó el movimiento adentro y afuera, el placer era enorme, comenzaron a saltarme chorros de semen de los que se masturbaban a mi alrededor, vi a Iván bañarse de sudor, sus músculos se tensaban y sus venas saltaban visibles en sus brazos y cuello, minutos después estalló dentro de mí mientras me bañaban de semen los últimos que me rodeaban. Yo estaba extenuado y mi verga iba a estallar, en ese momento se acercó Andrés, se paró entre mis piernas y comenzó a mamar, segundos después yo estallaba en semen entre su boca y mi abdomen, me permitieron ponerme de píe. Todos me sonreían con aprecio, - ahora eres uno de los nuestros- dijo Iván- entregándome mi camiseta negra, me sentí extraño, no estabe enojado, Ronald me entregó un maletín negro, lo abrió y puede ver un par de zapatos con pupos Adidas, polines negros, un suspensorio y un short negro. Todos aplaudieron. -Mañana tenemos partido con los del tronco- dijo Iván- a las 8h00 en la cancha del colegio-, y luego mirándome a mi dijo - Normalmente solo tenemos sexo oral entre nosotros, pero con los del tronco, mañana el equipo que gana clava al que pierde y era mejor entrenarte.
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