PASARGADAE
( Relatos Sadomasoquismos )


Manuel Bandeira, el poeta brasileño, escribió una vez: "Me voy a Pasargadae, donde dice lo siguiente:
Me voy a Pasargada
Allí soy amigo del rey
Ahí tengo a la mujer que quiero
En la cama elegiré
Me voy a Pasargada
Me voy a Pasargada
Aquí no soy feliz
Allí la existencia es una aventura
Tan intrascendente
Que Juana la Loca de España
Reina y falsa demente
Se convierte en contraparte
De la nuera que nunca tuve

Pasargadae es una tierra donde todo es posible, así que plagiaré a nuestro genial poeta para que escriba sobre un lugar donde he estado, donde he vivido durante algún tiempo. Este lugar está lleno de paisajes paradisíacos, cascadas, mar exuberante y gente hermosa. Allí todos están felices, realizados, hay una espléndida energía vital. Sus cuerpos son maravillosos, no hay prejuicios. No importa si eres gordo, flaco, alto, bajo, afeitado o peludo. Todo es admitido, todo es liberado. Tu opción sexual y tus fantasías pueden ser íntimas o públicas, no importa. A nadie le preocupa el otro. Cada uno está enfocado en vivir su vida, dentro de sus límites o en la falta total de ellos.

Mujeres de todas las edades, los hombres que quieren y hacen lo que les da placer. Son putas, lascivas, dominatrix, sumisas y se aceptan tal y como son. A algunos les encanta chupar una polla, otros un coño y hay quienes prefieren las dos cosas. Hay quienes se divierten con sus juguetes, a quienes les encanta dar su culo y ser penetrados en él con toda la fuerza que puede tener un miembro duro. Viven y vivirán sólo para el placer, un placer gratuito. Donde el dolor o el afecto son solo dos caras de la misma moneda. Se dan a sí mismas el derecho de ser lo que son, pueden tener cuerpos considerados por la sociedad como perfectos o no, no importa que ya hayan trascendido lo trivial.

Los hombres, a su vez, siguen el mismo camino. Son musculosos, fuertes, llenos de vida. Otros son gordos, sedentarios. Hay Doms, Lords, sumisos, esclavos,, bisexuales, gays, pansexuales y los indefinidos por la falta de letras en las siglas. Al igual que las mujeres, hay quienes aman un coño, un asno, una tórtola, una vela en el culo, un látigo en la espalda, un collar, una humillación. También están los románticos, los castos, las vírgenes, los imbéciles. Todo está ahí, todo está aquí.

Entre cuatro paredes, dentro del coche, en la plaza pública, en el centro comercial, con o sin disfraz, cuando te apetezca y cachondo, no importa el lugar donde siempre estén dispuestos a follar.

Las familias también son así. Los hay de todo tipo. Hay monógamos que fantasean con matrimonios abiertos, hombres que imaginan a sus esposas siendo folladas por otros y mujeres que quieren ver a sus parejas penetrando otros coños o culos, hay ninfómanas que se sientan en el regazo de sus padres para sentir su polla dura en su coño, hay niños que se follan a sus madres y hermanas. También hay amas de casa con sus amantes, mujeres que crían a sus hijos según estándares conservadores, pero como locos con otros hombres y mujeres. Hay padres de familia que son machistas para la sociedad y que por las noches usan arneses, bragas y cinturones de castidad, convirtiéndose en esclavos de una DOM o DOMINATRIX. No hay juicio, no hay hipocresía. Todo es puro placer.

Hay gente alfabetizada, culta, llena de conocimientos, pero también hay analfabetos funcionales. Algunos hablan otros idiomas, son extranjeros, otros apenas pueden hablar su lengua materna. Hay ricos, hay clase media, hay pobres. Blancos, negros, pelirrojos, indios, mestizos. Sí, hay fantasías de mujeres blancas que sueño con ser folladas por negros talentosos, hombres que sueñan con follar con mujeres japonesas, blancos que quieren sumergirse en el mar de un coño negro. Todos, sin embargo, hablan el mismo idioma y tienen el mismo deseo: sexo ardiente sin límites.

Chicos y chicas en busca de descubrir nuevos límites, aún indefinidos respecto a su sexualidad. Buscan en la experiencia y el ejemplo de sus mayores encontrar sus caminos. Hay tantas opciones que a veces los dejan confundidos. Y es precisamente en esta confusión, en este caos de extraños donde se sumergen ofreciendo sus pollas, sus coños, sus culos y sus bocas en el altar del sexo. Algunas son vírgenes que se masturban pensando en sus padres y madres, amigos de la familia, vecinos, compañeros de colegio o en su artista favorito. La libertad tiene olfato y sabor. Olor a sudor, semen, coño corrido, culo apestoso. Los sabores siguen la línea y el origen, hay sabor y olfato para todo. Los límites están en el interior y no en el exterior.

Bueno, a pesar de todo me voy a Pasargadae. Porque está aquí y ahora, se conoce con el nombre de imaginación. En este lugar no hay censura, no hay límites, cada uno es lo que es. Activos, pasivos, sementales, putas, sádicos, masoquistas, cornudos, esclavos, perras, broches, impotentes. La etiqueta no se da, se supone, se autoimpone. Este mundo imaginario sigue otras reglas y algunos casos se vuelven reales, en otros permanece herméticamente sellado en sus miedos y prejuicios, en sus deseos insatisfechos.

Bienvenidos a mi Pasargadae, pero cuando entres recuerda que debes tener visado o ser amigo del Rey. Su pasaporte debe llevar dos sellos: el de la imaginación y el de la libertad.




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Codigo do Relato
8427

Categoria
Sadomasoquismos

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