Bueno seguiré contándoles sobre mi historia y momentos como chica travesti.
Cómo les contaba ya cuando trabajaba comencé a comprar mi ropa femenina esto se hizo una obsesión perdí la pena de hacerlo y ahora disfrutaba recorrer los tianguis observando la ropa usada de remate que es más barata, prendas sensuales como ligueros, baby dolls, bodys, corsets, mayones de licra largos y cortos, pantimedias de licra , medias para ligueros o con silicona compré color natural, negras blancas y rojas, pantalones de mezclilla o gabardina muy ajustados y ni se diga de las zapatillas me hice adicta veía algún par que me gustará y no resistía la tentación por tenerlos y ponermelas (actualmente tengo más de 60 pares de todo tipo zapatillas altas, bajitas, abiertas de la punta, cerradas, de tacón de aguja , de tacón grueso, negras, rosas, rojas, beige, azules, moradas, blancas, doradas, plateadas, botines, botas altas y unas largas hasta arriba de mis rodillas que me fascinan y me hacen sentir sexy, también un par de tenis rosas y blancos, varios vestidos, trajes de baño de una sola pieza que uso como siguieran blusas cuando me pongo minifaldas, también blusas, brasieres negro, rojo, rosa y blanco, varias pelucas rubia, castaña, negra largas y cortas, maquillajes y accesorios, mi otra obsesión las «pantaletas» tengo más de 100 entre bikinis, hilos, tangas, cacheteros, tipo boxer, de todos colores y estilos, los cuales uso ya en forma cotidiana bajo mi ropa, es increíble la variedad que hay, cómo podrán darse cuenta poco a poco me fui haciéndome de un armario digno de una princesa.
Con la práctica aprendí a caminar con tocones altos y a contonearme cómo toda una nena, a delinear y pintarme los párpados de mis ojos, a colocarme pestañas postizas, a maquillar mi rostro y labios de forma sutil sin exagerar, esto me a ayudado a complementar mi transformacion ya que no solo se trata de vestirte y verte como mujer sino lo más importante es sentirte mujer.
Algunos días al salir de mi trabajo llegaba a mi casa y me preparaba para continuar con mis salidas, al atardecer ya casi oscureciendo lo primero que hacia era preparar un baño para empezar a relajarme antes de comenzar a transformarme en la chica que queria ser. La depilación de todo mi cuerpo era el primer trabajo y en lo que más me esmeraba, las piernas, las axilas, lo mismo que la zona de mi pene, poco a poco pasaba la maquinilla sobre las zonas a depilar después aplicaba una crema suavizante en la zona. Después del baño me untaba una crema hidratante perfumada , tambien delante del espejo depilaba algo mis cejas para no tener que utilizar tanto emplaste en cubrirlas.
Utilizaba una maquinilla para depilar como era lógico, de las que usan las chicas y también la utilizaba para afeitarme la poca barba que tenía, que se había ablandado por el baño y al finalizar me aplicaba una crema hidratante de día en cara y cuello, dejaba mi cara totalmente suave sin un solo pelo perfectamente para el maquillaje que sobre ella iba a aplicar.
Buscaba las prendas que había utilizado en mis anteriores transformaciones, había bastante ropa interior, escogía la que mejor me sentaba y más me gustaba. Los tangas eran siempre las primeras prendas que me colocaba e iniciaban mis primeras sensaciones femeninas antes de transformarme en la mujer que llevaba dentro, siempre muy excitado al colocar mi pene escondido en la tanga, después un corsét que tenía al ajustármelo mi cintura tomo el tamaño deseado. Tenía algo de grasa en el pecho y caderas, por lo que el corsét subió algo mi pequeño pecho, confeccione unas prótesis con unas medias y las rellene con un poco de «alpiste y algodon», las introducía en el bra y al estirar mi pecho hacía arriba, se creaba la sensación al sobresalir mis pechos del sujetador con una pequeña hendidura entre ambos, para que no se rasparan ni se engancharan las medias que hiba a ponerme limaba las uñas de mis pies, dándoles forma y preparándolas para recibir el esmalte que las definirían femeninamente, mis pies que no eran nada grandes, quedaron preciosos con el esmalte y comprobé como destacaban con los zapatillas con un tacón de diez centímetros.
Miraba por la ventana para ver cuanta gente había en la calle o fuera de viviendas, para que no existiera problema en mi salida. Las prendas que llevaba puestas en esos momentos se ajustaban perfectamente a mi cuerpo y parecía que formaban parte del mismo. Tomaba la ropa que iba a utilizar y bajo mis medias colocaba unas esponjitas que utilizaba para aumentar un poco mis caderas y también mi trasero con estos truquitos las formas de mi cuerpo eran ya totalmente las de una chica, solo faltaba maquillarme.
La forma de las cejas, maquillaje sobre mi cara y cuello, disimulando los pequeños defectos de la piel, polvos transparentes sobre toda la cara, retirando el exceso con una pequeña esponja humedecida. La sensación de terciopelo de mi cara la hacía totalmente femenina, sombras de ojos para agrandarlos y definirlos, el maquillaje definía la cara de la chica en la que me transformaba, pero que existía desde siempre en mi interior, por último las pestañas postizas para sacar el mejor partido a mis ojos, después las joyas, un collar, unas sortijas unas pulseras, aretes y un reloj que me colocaba después de ponerme crema de manos, al ver mis manos veía las de una chica, con unos dedos delgados acabados en unas preciosas uñas arregladas y pintadas, las sortijas daban elegancia y vestían mis manos.
Tomaba una peluca la ajustaba sobre mi cabeza para peinarla y darle forma y volumen, después rociaba un poco de laca para mantener el peinado, los pendientes largos de clic colgaban de los lóbulos de mis orejas.
Introducía en un bolso la barra de labios, maquillaje en polvo, perfume, dinero, un paquete de pañuelos y otro de toallitas húmedas, cada vez ponía mas cosas en el bolso, en eso me estaba pareciendo cada vez mas a una mujer, pero eran cosas que siempre utilizaba.
Comenzaba a vestirme ajustándome algun minivestido o minifalda y una blusa las cuales se amoldaban perfectamente a mi cuerpo, los escotes dejaba ver mi pecho.
Los zapatos de tacón me levantaban diez centímetros del suelo, mis glúteos se apretaban y mi culito se levantaba un poco más.
La sensación era extraordinaria, me encontraba maravillosa al mirarme al espejo notaba como aumentaba mi excitación hasta limites que nunca había conocido. Intentaba relajarme, pero era imposible bajar mi excitación, por lo que tenia que revisar bajo mi falda o vestido que llevaba puesto, y acomodar mi pene ya que se encontraba en su máxima excitación y se salia de mi pequeña tanga, me ponía el pene hacía detrás y me ajustaba mi tanga.
Aun no anochecía pero me daba lo mismo, quería lo antes posible salir a la calle, sentir el aire de la noche en mi cuerpo y rostro femenino, caminar por las calles mirarme en los escaparates y me detenía frente a ellos, sentir la mirada de los hombres clavándose en mi cuerpo, quería estar la mayor parte del tiempo en la calle como la chica que era en ese momento, disfrutando de mi misma. Sacaba del armario alguna sudadera o chaqueta corta con la que acababa de vestirme, estaba totalmente preparada física y mentalmente para salir a la calle como una chica.
Recuerdo una ocasión que salí, caminaba y los pies se habían acostumbrado y amoldado a mis zapatos, y destacaban con las uñas perfectamente pintadas y arregladas, la calle me parecía distinta con un olor que se mezclaba con el perfume que había utilizado, comencé a andar lentamente, era tarde y empezaba a anochecer. La calle se encontraba bastante concurrida y rápidamente me encontré integrada en la multitud.
Caminaba mirando todo, notando como casi todos los hombres me miraban, volviéndose algunos después de sobrepasarme. Alguno me dijo bonitas palabras que me gustaron.
Tome un taxi para ir al centro de la ciudad, durante el trayecto converse un poco con naturalidad con el taxista, al llegar a mi destino, descendí del taxi para seguir paseando mirando escaparates necesitaba sacar de mi interior, la feminidad que tanto tiempo había tenido guardada y que por fin podía exteriorizar.
Recordé una zona donde los automovilistas buscaban a los travestís y transexuales que allí se encontraban. Sin pensarlo dos veces, volví a tomar otro taxi para dirigirme a esa zona, al dar la dirección el taxista me dijo que allí solo había travestís y transexuales. Sus palabras confirmaron que mi imagen era realmente la de una chica, mi imagen, la forma de hablar y de moverme no indicaba que fuera un travestí como los que conocía el taxista. Al llegar al destino, le pregunte el importe y me cobró y me entrego una tarjeta diciéndome que cuando le necesitara por la noche, le llamara.
En la calle había dos travestís de una complexión bastante grande que al verme se dirigieron hacía mi diciéndome que esa era su zona y que las chicas tenían otra zona en la ciudad. Otra vez me habían confundido con una chica, mi personalidad femenina se confirmaba a pasos agigantados, les dije que yo también era travestí, pero no trabajaba en lo que ellas que solo quería conocer su ambiente, durante nuestra conversación, pasaron varios coches que no pararon, dos de ellos volvieron a pasar mientras seguíamos hablando, cuando me despedía de ellas, uno de los coches que había pasado dos veces se paro y el conductor les dijo que deseaba sus servicios, yo me retiraba cuando una de ellas me llamo diciendo que era a mí a quien quería, era un hombre joven de unos treinta y pocos años bastante guapo. me pregunto si quería tomar una copa con él, muy nerviosa le contesté que yo no era sexoservidora y me aleje, empecé a caminar por la acera pensando lo que me había sucedido, y cual fue mi respuesta. Quería realizar mi sueño de ser una mujer y estar por primera vez con un hombre, tome nuevamente otro taxi y de camino a casa pasaban por mi cabeza todos los sucesos, al bajar del taxi lo hice frente a una casa que sabía estaba deshabitada y a una calle de la mia, cuidadosamente me dirigí hacia mi casa cuidándome de no ser vista, entre y me recosté en la cama muy cansada, seguia confundida después de ese encuentro donde me sentí apenada y pensaba que nunca iba a poder estar con algun hombre por primera vez, pero así como me sentía confundida también tenía muchas ganas por repetir esa sensación y de intentar tener a alguien haciéndome suya………..
Espero les siga gustando este relato de mi historia, les recuerdo que todo es completamente real.
Coméntenme que les ha parecido, y en el siguiente relato les contaré de mi primera vez y algunas cositas mas……..
??Besitos a todos.
Denisse ??
Hola Denisse muchos besitos para ti! Bueno si no te atreves todavía a tomar una copa con un hombre, me encantaría tomarme una contigo y ser tu amiguita trasvesti, tenemos la misma edad y los mismos gustos, me encanta intimar con otras nenas como tú y yo, salir juntas al cine o un bar de ambiente y platicar y conocer hombres con quienes bailar y pasar un buen rato, después si no nos vamos con uno a un hotel, vamos a nuestro depa a pasar la noche juntas disfrutando del sexo que anhelamos! Espero tu próximo relato linda!