- "Te gusta?" - me preguntó a modo de broma - "Si claro" - le contesté tambien en forma de broma.
Todo quedó ahí. No pensé que se hubiese percatado de que realmente me había gustado. Esa noche, en mi cama no pude evitar sacar esa imagen de mi mente. Mientras pensaba en ese cuerpo y ese pene, me asombraba de estar haciéndolo, nunca me hbía gustado otro chico! Unas semanas más tarde fue su cumpleaños. El día anterior me llamó y me dijo que a eso de las 8 estuviera en su casa. Cumplí y a esa hora estaba alli. Había decidido dejar esos pensamientos de lado por el biend e nuestra amistad. Llegué a su casa y me recibió recién salido de la ducha. todaviá tenia la toalla al rededor de su cintura. - "Pasa, eres el primero" - - "Todavía no hallegado nadie?"- - "No" Me sente en su cama mientras él se metió en el baño para terminar de arreglarse. No podia contener mis pensamientos pecaminosos. No pude resistir y me acerqupé a la puerta del baño a espiarlo. Mientras me acrcaba, salió. - "Debo confesarte algo" - me dijo - "que?" - "Eres el único invitado a esta fiesta"- Dijo mientras ponia su mano en mi pene.
Instantáneamente, lo bese y nos fuimos hacia la cama. Me apresuré a buscar ese pene que tanto quería y me lo metí de lleno en la boca. Nunca había mamado una polla antes, pero creo que el deseo me hizo un maestro. El gemía, me acariciaba la cabeza y me pedía que no parara. Gire y logre que hiciéramos un perfecto 69. Ese pene en mi boca me enloquecía, queria tener su leche en mi garganta lo mas pronto posible. Y la tuve. Se vino y trague toda su leche sin desperdiciar un gota de ese sabroso licor.
Ponte en cuatro patas, le dije. Él asintió y o hizo. Coloqué mi pene en la puerta de su ano. Me cost´ro hacer entrar el capullo, por lo que ensalibé su agujero. Logrén entrar y comencé a bomber sin parar. El gritaba, primero de dolor, despues de placer. Acabé dentro de el, y luego limpió mi pene con su boca. Nos besamos apasionadamente y nos qudamos dormidos.
Al despertar, nos encontramos con que su hermano estaba mirándonos, pero esa es otra historia...