Vikinga
( Relatos Sexo com Maduras )

El sábado pasado como no estaba muy buen día de playa fui a una en la cual no suele haber mucha gente porque es horrible, debido al mal tiempo ninguno de mis amigos quiso ir por lo que fui yo solo, la playa está bastante abrigada del viento de ahí mi elección. Al llegar el panorama fue desalentador, la playa no es muy grande pero aún así apenas nos reunimos 20 personas allí, me puse cerca de unas rocas donde el abrigo era aún mayor, a unos 20 metros estaban un par de chicas y el resto bastante más apartados. Como no tenía otra cosa a donde mirar mi atención recaía sobre ellas hasta que llegó una vieja (tendría unos 50 y tantos, como mi tía pero bastante mas desmejorada)y se puso en medio!!!! Tras acomodarse como en su casa la señora sacó paquete de tabaco y su cuaderno de pasatiempos y ahí se quedó, de vez en cuando me miraba de reojo (no es que sea un Adonis pero bastante mejor que el se la folla seguro) y viendo tal panorama incluso sentía vergüenza, de vez en cuando me daba un baño y la tia a lo suyo, pitillo y pasatiempos. Cuando estaba a punto de marcharme la señora se giró colocándose frente al sol en un intento de absorber los máximos rayos solares que ese día eran mínimos, tras ese movimiento sus piernas quedaron orientadas hacia mí y en ese momento pude ver lo pequeño que le quedaba la parte de abajo del bikini. Tras darse cuenta de que así le prestaba mas atención dejó el cuaderno y se puso a fumar boca arriba, al recoger las rodillas dejaba todo el monasterio a la vista del fraile, su apretado coño le marcaba el bikini que parecía una hamburguesa y en unos de los lados se le salían los pelos, como uno no es de piedra se me puso dura con la cerda de la vieja y decidí darme un baño para refrescarme, al llegar al agua me di cuenta de que ella se levantó y venia en mi dirección, al llegar a mi altura pero relativamente separada me miró y dijo:
- Se te puso bien dura con la vieja eh???
Yo no hice caso y me metí en el agua e intentaba nadar y olvidarme del tema cuando la miro y la veo con el agua apenas por la cintura, mojándose las manos y tocándose, cada vez que se las pasaba por los pechos podía ver sus pezones y cuando se mojaba el coño ponía al descubierto un matorral que asustaba a cualquiera. Como me quedé mirándola ella riendo se fue detrás de una barquita que estaba a nuestro lado llamada VIKINGA, como la curiosidad mató al gato fui tras ella y me la encontré con sus caídos pechos al aire los cuales agarraba diciéndome:
- quieres?
Me fui hacia ella y agarrando uno de sus pechos le mordí la boca, su sabor era asqueroso, parecía que lamia un cenicero, con la otra mano apartaba su bañador e introduje dos dedos en su coño mientras ella acariciaba mi polla, ella separó su cabeza y volviendo a agarrar un pecho me dijo:
-Chupa niño. Al hacerle caso fue cuando me di cuenta de lo realmente caídas que estaban sus tetas, aún así sus pezones estaban duros. Agarre sus tetas con las dos manos y comencé a chuparlas mientras ella frotaba mi polla contra su coño.
- Eso es, así, chupa estas tetas viejas y secas.
Mientras jugaba con mi polla introdujo la punta en su matorral y agarrándose a mi cuello en un leve salto quedamos perfectamente encajados, la agarré por el culo y comencé a follarla lo mas fuerte que pude.
- Te gusta así?- Le dije mientras saltaba encima mía.
- Más, dame más cabrón- me respondió al oído.
- Dame tu lengua- le dije buscando su boca, con tal calentón necesitaba probar de nuevo esa lengua áspera, su aliento comenzaba a gustarme, ella sacaba su lengua y la chupaba con gusto.
- Más fuerte que me corro, más, más- gritó ella interrumpiendo nuestra pelea con la lengua. Mientra incrementaba el ritmo en lo que podía aproveché para meterle un dedo en el culo que, aunque no le entró entero, provocó que su cuerpo temblara y se retorciera mientra mordía mi hombro.
- Cabrooooooon- fue lo único que pudo decir mientras le daban espasmos como poseída por el demonio. Mientras recuperaba el aliento en mi hombro la fui bajando pues mis brazos no aguantaban más y mientras acariciaba mi polla dijo:
- No quieres correrte en mi coño?
- Claro que si, pero mis brazos no aguantaban.
- Intenta darme por el culo, dijo girándose. Ella se apoyó con una mano en la barca y con la otra apartó una nalga dejándome ver entre el agua su oscuro agujero que ya penetrara con mi dedo.
- Es la primera vez?- pregunté mientra intentaba introducir mi poya en su culo.
- Lo intenté un par de veces pero me dolía mucho y paré, despacio, despacio.
Su culo si estaba bien apretadito, cuando conseguí metérsela toda entre gemidos de dolor me dijo que esperara así un poco para acostumbrase, mientras ella movía ligeramente su abotonado culo yo le tocaba sus peludo coño en el cual cada vez que mi mano tocaba su abultado clítoris un escalofrío recorría su cuerpo, le metí de nuevo dos dedos en su coño y ella me mandó que comenzara, mientras mis dedos entraban y salían de su coño mi polla hacía lo mismo de su culo, la sensación de follarme su culo tan apretado era maravillosa, mientras besaba su cuello ella giró su cabeza y nuestras lenguas volvieron a encontrase. Me encantaba meterle mis dedos en el coño, me encantaba follarme su culo y también comenzaba a gustarme su lengua sus labios, su aliento... Con una mano en la cintura y otra en el hombro comencé a bombearla con mas fuerza, me decía que le dolia, que fuera despacio pero el placer era tal que no hice caso, sus gemidos pasaron de placer a dolor, estaba tan excitado que aumenté el ritmo, ella me pedía por favor que parara, comenzaba a gritar de dolor y finalmente me corrí, fue tan fuerte el orgasmo que se me doblaban las rodillas, mientras me recuperaba aún con mi polla dentro ella se giró de nuevo y me besó, tras unos minutos en el agua nos salimos, nuestras compañeras de playa ya no estaban, cada uno fue a recoger sus cosas y nos fuimos como dos desconocidos que, en realidad, es lo que somos.
No volví a ver a mi compañera de playa, lo cierto es que tampoco volví a la playa, quien sabe si cuando mejore el tiempo...

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