Mi tía Elvira
( Relatos Amor Filial )
Hola, me llamo Leo y os voy a contar lo que me sucedió con mi tía Elvira hace un par de semanas.Ella es morena, tiene el pelo ondulado, es un poquito más bajita que yo y a pesar de estar rellenita lleva muy bien sus 53 años.
Un día, al llegar de la playa y tras ducharme tuve que ponerme un poco de after sun para paliar el color rojo camarón provocado por toda una tarde bajo el sol. Mientras hacía un bocadillo llamaron al timbre,era mi tía, venia a hablar con mis padres sobre la comida familiar del fin de semana, como ellos aún no habían llegado de la playa se quedó a esperarlos. Al ver mi color de piel me preguntó si me pusiera crema, momento que aproveché para pedirle si me podía echar after sun en la parte alta de la espalda a la que yo no llegaba, ella accedió de inmediato y tras sacar la camiseta se puso a la labor. Cuando terminó, con una leve sonrisa en su rostro,me dijo:
- ¿El señorito también necesita crema en el pecho?
- No esperaba menos, dije yo dándome la vuelta y dejando mi boca a la altura de su frente.
Ella, se puso crema en su mano izquierda, empezó a frotar mi pecho y me peguntó:
- ¿Desde cuando te depilas el pecho?
- Desde hace unos años, cuando salía con Begoña.
- No eres como tu tío que parece un oso, replicó ella con esa sonrisa que me empezaba a poner nervioso.
Al hablarme de mi tío me dejó tan descolocado que no supe que responder, ella comenzó a descender sus manos por mi abdomen lo cual me estaba provocando una erección que intentaba controlar como podía.
- ¿Hasta dónde te depilas? volvió a preguntar ella mientras movía sus alrededor de mi ombligo.
- ¿Eh? fue lo único que pude responder mientras mi polla se moría por salir del pantalón.
- Que hasta dónde te depilas, volvió a recalcar ella.
- Hasta un poquito más abajo.
- ¿Puedo? y sin dejar tiempo a que respondiera tiró levemente de mi pantalón hacia ella y ambos pudimos ver mi erección.
Sin decir ni una palabra bajó mi pantalón con una mano mientras con la otra comenzaba a acariciar mi polla, me miró a los ojos y mordiéndose el labio inferior se arrodilló en la alfombra dejando su cara y mi pene a la misma altura. Su pelo tapaba su rostro, por lo cual vi como poco a poco la punta de mi polla desaparecía a la vez que notaba su caliente y suave boca saboreando mi miembro. Mientras con una mano me masturbaba con su lengua recorría todo mi prepucio,no podía nin imaginar que mi tía la chupara así de bien,cuando separó el pelo de su cara alzo la mirada y mirándome a la cara se fue tragando mis queridos 17 cm hasta tocar con la nariz en mi abdomen, podía notar el fondo de su garganta en mi polla, tras aguantar la arcada sus ojos se le llenaron de lágrimas, sin sacarla totalmente se agarró con ambas mano a la parte posterior de mis muslos y comenzó a chupármela como si no hubiera mañana. Con tal desenfreno, no pude aguantar más y cogiéndola por la nuca descargué todo lo que tenía en mis testículos que en ese momento estaban duros como piedras. Mi tía, tras tragarse todo, recuperó el aliento arrodillada en la alfombra, se levantó limpiándose la comisura de la boca y se largó, dejándome en medio del salón con los pantalones por los tobillos. Al marchar pude ver como sus grades pezones se le marcaban en el fino vestido que llevaba puesto.
Bueno, espero que les guste mi relato y que mi tía se siga portando tan bien conmigo.
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